No podía creerlo, un Blood. Tenía frente a él a la raza más poderosa de los vampiros. Iba a apostar que era un Timer o en todo caso un Heredero. Pero no, resultó ser un vampiro de alta clase, de los cuales no había demasiados.
Sus colmillos estaban a la vista, sus ojos rojos no le perdían detalle y su cuerpo no dejaba que se mueva a su antojo, el condenado vampiro lo tenía donde quería. El ante brazo del chupasangre no lo dejaba respirar tranquilo ni tampoco podía hablar.
-¿Qué sucede? ¿Ésto es demasiado para ti?- Le preguntó con burla y una media sonrisa.- Seguro estás acostumbrado a enfrentarte solo a timers o ghouls.- Se acercó a su oído y le susurró.- Déjame advertirte que estoy a otro nivel.
Su mirada volvió a enfrentarlo. Estaba bien claro que éste vampiro era de otro nivel, lo subestimó. Pero aún así no comprendía que hacía trabajando en un hospital como cirujano. Eran los que más sangre veían tras todas las operaciones que deben hacer, era ilógico. No había sentido la presencia de otro vampiro en el lugar así que estaba seguro que sus compañeros eran todos humanos, no entendía nada. Necesitaba explicaciones.
-Voy a dejarte hablar antes de matarte.- Soltó un poco la presión que hacía en su cuello con el brazo y lo primero que hizo fue toser. Cuando recuperó el aire volvió a mirar al vampiro y éste le habló.- Dime, venías a cazarme ¿Verdad?
-Lógicamente, te diste cuenta lo que soy y sé perfectamente quien eres.- Respondió tratando de mantener la compostura.
-Veo que no estas en posición para hacerte el fuerte.- Le advirtió mientras se pegaba más a su cuerpo.
-Es mi deber y si muero enfrentando a un vampiro al menos lo llevaré conmigo.
-Cuanta confianza pequeño. Lamento decirte que eres el único que morirá.
-No entiendo que haces aquí.- Su duda le estaba ganando.
-Vuelvo a mi hogar, pero si te refieres al hospital, es mi trabajo.
-Los vampiros no trabajan en hospitales ¿Llevas a los pacientes a tus amigos? ¿Haces que se alimenten de ellos? Si algo le pasa a Luffy te mataré sin dudarlo.
-¿Por qué me tomas? Soy médico y mi deber es salvar a las personas, no matarlas ni hacerlas alimentos de nadie.
No lo entendía, definitivamente no entendía nada de ésta situación. ¿Salvar a las personas? ¿No son alimentos? ¿Qué clase de broma era ésta? El maldito chupasangre lo estaba tratando de idiota.
-¿Es joda? Eres un vampiro, lógico que matas a las personas y las ves como alimento.
-No hables, no me conoces, maldito híbrido.
-No soy un híbrido, soy humano.- Odiaba pensar en él como un híbrido, no tenía nada de un estúpido vampiro.
-Tu madre era humana, tú no. Pero no es necesario que te explique porque lo sabes muy bien. Que estupidez cometió tu padre.
-Cállate.- No quería escuchar nada de ese desgraciado, lo odiaba.
Estaba por responder pero ruidos cerca de donde se encontraban los alertaron. Zoro sentía la presencia de otro vampiro, uno de ellos venía.
-Me preguntaba por qué rayos te tardabas demasiado en volver, Law.- Dijo la suave voz de una joven, el peli-verde no llegaba a verla.
-Lo siento, Bonney. Tuve un pequeño contratiempo.
-Ya lo veo ¿Lo matarás?
-No. Hay gente a los alrededores, tendré otra oportunidad.- Lentamente lo fue soltando.- No te sorprendas cuando veas a tu amigo, agradece que sigue vivo. Y no digas nada de éste encuentro a los malditos sabuesos.- Le dijo antes de soltarse y desaparecer del lugar junto con la joven.
Ese desgraciado lo había perdonado. No había mucha gente, si quería matarlo lo podría haber hecho sin problema, estaba inmóvil y eran dos contra él solo. Estaba seguro que esa joven era una heredera, por algo pudo localizarlo.
-Maldito.- Dijo al aire.
Sospechaba que algo no andaba bien ¿Por qué nombrar a Luffy con todo ésto? No quiso creer lo tan palpable que estaba la respuesta, mañana iría a visitar al pelinegro de su amigo y lo vería normalmente. Sacudió la cabeza para alejar malos pensamientos, debía irse a su hogar, por el momento le haría caso al chupasangre y no diría nada. Le daba curiosidad cómo vivía ya que jamás conoció un blood y encima cirujano. Era muy irónica toda la situación. Le daría una pequeña oportunidad pero tampoco podría enfrentarlo, era demasiado fuerte y solo estaba seguro que no podría ganar. En ese momento se hizo el fuerte para no mostrarle debilidad y lo viera una presa fácil pero no era estúpido.
*****
En la oscuridad de la noche se perdieron entre los callejones y también alejarse del dhampir, iban en silencio pero sentía la mirada de la peli-rosa en él.
-Si quieres saber por qué lo dejé vivir pregúntalo, mirándome no lo sabrás.
-Entonces dime, podías haberlo matado. Todavía soy nueva en ésto y hay muchas cosas que no entiendo, pude sentir que algo había pasado y no me fue difícil localizarte pero por lo que me explicaste ellos son nuestros enemigos ¿Por qué dejarlo vivir?- Dijo al fin la muchacha.
-Es peligroso lo que hice pero decidí dejarlo vivir por capricho. Su mejor amigo ahora es un heredero, quiero verlo reaccionar a eso.
-¿Le diste de beber al amigo de un dhampir? ¿En que pesabas?
-Yo no fui, fue Ace. Las cosas se dieron así.
-Vaya, por lo que me hablaste de él se me hace raro ¿No era que no quería herederos?
-Algunos a veces cambian de pensamientos.- Le respondió mientras miraba al cielo, la luna era llena, que irónico, la mejor noche para un sabueso.
-Ya veo.- Un silencio se hizo presente.- Oye, Law ¿Puedo preguntarte algo?
-Como poder puedes, de ahí a que te responda es otra cosa.- Le dijo a la defensiva el médico.
La muchacha soltó un suspiro, no sabía como enfrentarlo.
-Vale, hace dos días que me convertiste y por lo que veo soy la única ¿Por qué lo hiciste?
-Me pediste que no te dejara morir, no podía llevarte al hospital con una mordida en el cuello y a punto de morir desangrada. Era arriesgado y los humanos iban a sospechar que algo pasaba, poco tiempo después probablemente nos descubrirían.
-Entonces me diste tu sangre porque te pedí vivir ¿Verdad?- No obtuvo respuesta, no era necesario.- Gracias.
-No agradezcas, te condené a ésta vida por egoísmo, solo para proteger a nuestra raza.
-Pero igual te voy a agradecer, me dejaste vivir. No me importa lo que soy ahora porque aún así puedo vivir como humana y retomé mi vida normalmente. Gracias por darme esa libertad.
La muchacha tenía razón, él no estaba a favor de tener a un heredero todo el tiempo para sus necesidades o servicios. Dejaba que ellos hagan su vida una vez explicada ciertas reglas y advertirles los peligros.
-Solo recuerda nuestro trato.
-Si, lo sé. Jamás alimentarme de un humano.- Sonrió la joven mientras lo miraba sinceramente.
*****
La tarde estaba nublada, parecía que en cualquier momento llovería. Sus ojos se posaron sobre el cielo y un suspiro salió de su boca, estaba frustrado, molesto, humillado y confundido. No sabía que hacer ante ésta situación, necesitaba saber más sobe aquel vampiro pero a la vez era su deber reportarlo en la sede.
-¿Sucede algo? Estas distraído desde que viniste.- Un hombre de cabellos blancos se paró junto a él.
-Capitán Smoker... No esperaba que viniera junto a mi.- Debía huir, éste hombre era capaz de leerlo completamente.
-Dime, que te tiene preocupado, no eres de los que se distraen en los entrenamientos.
-Lo siento, es que mi amigo tuvo un accidente y en este momento está luchando por su vida, la verdad tengo miedo que algo pueda pasarle.- En parte no estaba mintiendo, Luffy era una de sus preocupaciones. No sabía que podía sucederle estando en las manos de un chupasangre.
-Lo lamento por eso pero debes prestar atención, no sabes contra quién te enfrentaras.
Smoker tenía razón, jamás pensó encontrarse a un blood en ese pequeño pueblo que estaba tan alejado de la ciudad.
-Lo sé, lo siento.- No estaba por decir nada más pero necesitaba saber las posibilidades.- Una consulta capitán.- Smoker lo miró con su abano en la boca dándole a entender que siga hablando.- ¿Hay posibilidad que nos encontremos con algún blood o heredero en este pueblo?
El mayor se quedó callado por unos segundos, pensando que había detrás de esa pregunta. Él era capitán, un rango medio dentro de la sede pero aún así no estaba seguro de poder enfrentarse a un blood y ganar. Solo había conocido a dos en los docientos años que tiene, Smoker era un conocido hombre lobo y respetado por sus subordinados.
-Si crees que estás al nivel de un blood, estás equivocado. Es la peor raza de vampiros, despiadados y asesinos, demasiados fuertes incluso para mi.
-No no, como cree. Solo tengo curiosidad de saber si es posible que haya uno en este pueblo.
-Todo puede ser, se camuflan muy bien entre los humanos, son como ellos a simple vista. Pero en caso de haber un blood en la zona habría muchos desaparecidos y gente muerta en el pueblo, como lo es en el sur.
-¿Hay un blood allí?- Preguntó curioso el peli-verde
-No lo sabemos, pero hay una misión que se esta por llevar a cabo para saber qué son esas muertes y desapariciones de personas. Personalmente creo que uno nos encontraremos. Aunque no es fácil, en todos mis años solo conocí a dos.
-¿Quiénes eran? ¿Qué pasó con ellos?
-Estás muy preguntón hoy, pero te diré.- Zoro no perdía detalle, quería saberlo todo de ellos.- Siempre andaban juntos, si enfrentar a uno era difícil, enfrentar a dos era casi un suicidio. Eran tal para cual, uno era sanguinario, sádico mientras que el otro era un asesino frío y calculador. No conocimos el nombre de ambos, solo del sádico, era un pelirrojo llamado Eustass Kid, el otro era un moreno de cabellos negros pero jamás supimos su nombre.
-¿Y qué pasó? ¿Los mataron?
-Qué crees...- Zoro no dijo nada.- Escaparon luego de asesinar a todos los hombre lobo y dhampir que fueron enviados a cazarlos. Eso paso hace aproximadamente cien años. Luego de eso la sede se rindió ya que tuvo muchas bajas y decidieron esperar para volver a buscarlos, pero hasta el momento no hay novedad de ninguno.
-Vaya... No creí que fueran tan fuertes.
-Ellos no eran solo fuertes, tenían un instinto asesino que los hacía aún más fuertes. Ahora bien, es hora de irnos, pero jamás te enfrentes a un blood solo, dudo que haya alguno cerca pero por las dudas te lo advierto.
Tarde, demasiado tarde fue esa advertencia. Estuvo a punto de morir en manos de un blood y lo peor de todo es que iba a seguir encontrándolo en el hospital, debía advertir que sí hay una raza noble cerca pero algo lo hacía dudar.
*****
Se encontraba en la habitación del nuevo vampiro arreglando unas cosas y cambiando las vendas de las heridas ya no visibles del cuerpo del chico.
-¿Por qué tengo que tener vendas si ya se cerraron las heridas?- Preguntó con un puchero el más pequeño.
-Ya te expliqué esto, hay que disimular que te estás recuperando. En un rato va a venir tu hermano, lo llamé para decirle que estás bien y debe encontrarte en modo de recuperación.
-¿Podré ver a Sabo? Que bueno. Así pronto me iré de aquí.- Dijo contento.
-No podrás verlo, te voy a dormir..- Recibió un reproche de parte del pequeño pero no le hizo caso.- No puede verte despierto, tuviste un accidente grave y estabas a punto de morir, no me hagas repetir todo de nuevo, estas haciendo que me arrepienta de haberte salvado.
-Vale vale, comprendo entonces. Tendré que actuar que estoy al borde de la muerte.
-Exacto. Solo él podrá verte para tranquilizarlo.
-Cierto, Ace me explicó algo con respecto a Zoro, luego de irme de aquí tendré que ver como enfrentarlo, no quiero perderlo, es mi mejor amigo.
-Lamento decirte que eso es imposible, es nuestro enemigo natural, la próxima vez que lo vea no dejaré que se vaya.
-Donde le hagas algo a Zoro te enfrentaré.- Su mirada asustaría a cualquiera, era de advertencia y podría intimidar a quien se anime a cruzarse con ella pero Law no caería tan fácil, el pequeño recién se acababa de convertir.
-Tú no puedes decirme que hacer, ese maldito sabe donde encontrarme y no va a faltar mucho para que mande a aquellos perros contra mi.
-Zoro no haría eso.
-Haría eso y más. Ahora es momento que te duermas.- Comenzó a inyectarle un sedante para que esté profundamente dormido a la hora que su hermano llegue.
-Dije que no y es no, solo dale la oportunidad de que te conozca.
-Que inocente eres pequeño, comprendo porque Ace se encariñó contigo, pero este mundo es cruel y deberás ser fuerte para poder sobrevivir en él.
-Yo no voy a matar a nadie, viviré como tú, eres confiable pero no mates a Zoro.- Su voz comenzó a apagarse y sus ojos se fueron cerrando.
-Si no quieres matar a nadie entonces no digas que vivirás como yo, idiota.- Dijo mirando al pequeño sabiendo que éste no podría escucharlo.
*****
Sabo lo había llamado y comentado que su hermano estaba bien, que debería descansar unos días pero logró pasar la noche crítica así que el médico dudaba que esté en peligro. Cuando el rubio le comentó aquello había dos sentimientos dentro de Zoro, felicidad que Luffy no este en peligro pero el miedo lo invadía ¿Cómo pudo salvar a su amigo de semejante peligro?
Acompañó al hermano de su mejor amigo para que éste pueda verlo y ya que estaba quería cruzar unas palabras con aquel cirujano. Luego de que Sabo entrara a la habitación donde descansaba Luffy, el peli-verde a paso firme se dirigió a la oficina del médico chupasangre. Unos golpes en la puerta fue lo que se escucharon antes de un "Adelante".
*****
Estaba en su oficina, ya había atendido al hermano del menor y lo acompañó a la habitación para que lo vea. En ese entonces creyó que el dhampir lo iba a acompañar pero no lo había visto por ninguna parte. Tenía unos papeles que firmar de operaciones y de algunas altas médicas, todo estaba en su escritorio junto a un café que había pedido. Estaba esperando a Ace para que venga a ver al menor y seguir explicándole muchas cosas que faltaban, no sabía en lo que se había metido pero estaba seguro que no era nada bueno. Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.
-Adelante.
La puerta se abrió lentamente y él por acto reflejo se paró de su silla y sus instintos se activaron. Esa presencia la conocía, sus colmillos estaban visibles y sus ojos se tornaron rojos, la mirada fue directo a la puerta y al hombre que estaba ingresando.
-¿Qué haces aquí?- Preguntó amenazante.
-Vengo a hablar.- Su voz era pacífica.
-No hay nada que tengamos para hablar, largo si no quieres que te mate.- No se iba, se seguía acercando lentamente.
-Necesito saber qué le hiciste a Luffy.- No obtuvo respuesta.- Lo convertiste ¿Verdad?
-Y si fue así ¿Qué?
-¿Por qué? ¿Por qué lo condenaste a esa maldita vida? ¿Por qué le arrebataste la humanidad?- Estaba enojado, sabía que se iba a encontrar con esa respuesta, no había forma que Luffy viviera después de semejantes heridas.
-Pero está vivo, sabes perfectamente que si no se hacía algo iba a morir.
-Antes que ser como ustedes prefiero la muerte.
-Él esta feliz con esto, su vida no va a cambiar pero te lo advierto, su blood no es como yo así que no te atrevas a querer tocarlo.
-¿Su blood? ¿No fuiste tú el que lo convirtió?
-No, yo no fui.- Dijo con una pequeña sonrisa.
-¿Hay otro como tú en este lugar?- Si, estaba sorprendido.
-No soy el único blood que existe, mocoso. Ahora dime, para que viniste.
No podía contestar, estaba procesando lo que dijo el vampiro, no era el único ¿Acaso el otro blood era el pelirrojo que le había dicho Smoker? No, no podría ser pero si lo era estaban en peligro, son dos blood. Aunque analizando al moreno que tenía en frente no parecía un frio y calculador para ser el de hace 100 años.
-¿Viniste para quedarte callado?- Su voz lo sacó de los pensamientos que rondaban en su cabeza.
-Tengo preguntas por hacerte, y depende que me respondas te daré una oportunidad, en caso contrario informaré tu presencia.- Estaba seguro y firme ante su decisión, no quería informarlo y que también cacen a Luffy, porque a pesar de todo Luffy seguía siendo Luffy ¿Verdad? Debía protegerlo.
-Eeh... Nos pusimos serios de repente. Veamos, pregunta y yo decido si responder.
-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Matas a las personas que se atienden? ¿Conviertes a todos? ¿Cuál es tu objetivo?
-Esas son muchas preguntas, pero puedo responderlas. Mi nombre es Trafalgar Law, vampiro de raza blood, trabajo como médico cirujano, no mato a mis pacientes ni tampoco los convierto y por último no tengo ningún objetivo, solo vivir tranquilo. ¿Algo más?
-¿Por qué convertir a Luffy?
La puerta se abrió de golpe y un pelinegro ingresó cerrándola fuerte. Su mirada también era roja y su presencia era fuerte y pesada, tenía demasiada fuerza casi como el vampiro que tenía enfrente. ¿Acaso..?
-Eso te lo puedo responder yo.- Dijo serio y mirando al dhampir.- Luffy es un conocido mio con el cual me encariñé, entones Law me dio la opción de convertirlo para que no muriera.
-¿Tú eres el blood que convirtió a Luffy? ¿Cómo es posible que se encariñen con humanos?
-Solo sucedió, la torpeza y la inocencia de ese idiota hicieron que lo quiera como un pequeño hermano, no podía permitir que muera.
-No los comprendo, se supone que matan humanos y estoy frente a un cirujano que los salva y otro que se encariña con uno. Siento que soy el malo de la película.
-No lo eres, así como hay humanos buenos los hay malos, lo mismo pasa con nosotros.- El médico comenzó a hablar.- Yo no mato humanos y Ace solo caza a bandidos.
-No tienes porque explicarle nada Law, es un dhampir y va a llamar a los malditos sabuesos ¿Sabes lo que pasará si se enteran que estamos aquí?
-Lo sé, entiendo lo que es y también me estoy arriesgando pero aca ambos tenemos que perder ¿Verdad Zoro?- El nombrado lo miró serio, tenía razón.- No va a querer que cacen a su amigo, está tratando de aliarse un poco ¿O me equivoco?
-No, no te equivocas. Delatarlos a ustedes significa arriesgar a Luffy y no quiero eso. Tampoco quiero perder nuestra amistad. Es todo muy confuso.
El médico desde su escritorio y Ace desde la puerta cruzaron miradas, no estaban muy seguros de esto pero le darían una oportunidad.
-Sabes que estas traicionando a los sabuesos ¿No?- Preguntó Law.
-Lo sé.- Dijo mirando hacia el piso con los puños cerrados.
-Vale, mientras no nos traiciones a nosotros estarás bien.- Aseguró el pelinegro más alto.
-No quiero traicionar a Luffy, eso es todo.
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