Día 13. Boda soñada.
Al final, pasar las noches en casa de Stanford no resultó tan malo, una casa estaba frente a la otra, el camino era un poco sinuoso, e igual rápido de recorrer a pie. Dipper y Mabel trabajaban temprano dando una mano a Stan en la Cabaña hasta la tarde, y si no había clientes se encontraban libres para el medio día, podían divertirse y si querían haraganear. Ahora mismo descansaban en el exterior de la casa. Mabel pegaba las fotos más recientes en el álbum fotográfico de la familia, lo que le dio la oportunidad de revisarlo más a fondo, cada que tenía preguntas recurría a Bill quien flotaba cerca con margarita en mano.
=¿Y él quién es?
-Es el sujeto que tomó las fotos mientras nos casamos.
=¿Y ella?
-La jueza-
El acontecimiento tuvo lugar en una capilla de aspecto dudoso, porque claro, dónde más podrían obtener un registro válido para tal unión. Mabel habría preferido algo más grande y glamuroso.
=¡Tenemos que organizar una boda!
-¿Se acabaron las mascotas?
=Ya arreglamos los matrimonios de los últimos niños del preescolar a la preparatoria= La chica miró a su hermano= ¡Dipper, podemos organizar una gran fiesta para nuestros tíos abuelos que no celebraron su boda!
-No nos uses de excusa para entretenerte- Reclamó Bill.
-Sólo será una pequeña fiesta . Trescientos invitados.
-Niña, nos casamos en privado porque fue una decisión tan espontánea como irresponsable. No quiero hacerlo público- agregó Stan avergonzado.
=¡Bill no se casó usando su cuerpo físico!
-El matrimonio es un estado mental. No necesitamos celebrarlo de nuevo- Mencionó el triángulo, porque para sí es así.
=¡BODA SOÑADA!
-No Estrella.
=Yo creo que tienen miedo.
-¿Miedo de qué?
=¡De lo que otras personas piensen!
- ¿Crees que me importa la opinión de estos pueblerinos?
=Creo que al tío Stan le importa la opinión de su familia= Dipper miró a otro lado, sentía que no tenía caso repetir el espantoso suceso, igual Mabel siguió con su escándalo= ¡BODA! ¡BODA SOÑADA!-
Harto del ruido Bill frotó su vértice y accedió.
-¿Si dejamos que hagan esto dejaran de fastidiar?
=¡Por supuesto!
-Bien-
Sólo era aparentar una ceremonia rápida para que la chiquilla se entretuviera.
Dipper miró como el calendario azteca de la tienda fue transportado mágicamente al jardín trasero. Se acercó curioso.
- ¿Qué harán con él? - Allí Mabel y Bill hacían los arreglos. El triángulo midió con sus manos y moviendo estas es que lo hizo más grande. Tres metros de diámetro. Tronó los dedos y encadenado al centro apareció Stan. Rodeado de velas.
-¿¡QUÉ, QUÉ ESTÁ PASANDO?!-
Bill río. -¡Esto de la boda soñada me encanta!
=¡No!, ¡Esto es feo! =
Dipper también rechazó la idea, agregó.
-¿Podemos olvidarnos del tema de la misa negra y hacer algo más para la familia?- Bill tronó los dedos fastidiado, desapareció el calendario y regresó a Stan al baño donde se afeitaba.
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El pequeño asunto creció más cuando Dipper encontró que Mabel iba en serio ¿Pero por qué le sorprendía? Se reunió con ella cuando la miró sobre una colina amarrando invitaciones a globos de helio y apuntando a la grieta en el cielo antes de liberarlos.
-Mabel, esos globos no cruzaran la grieta, ni siquiera alcanzan la altura y el viento se los llevará. De todos modos no creo que sea buena idea invitar a los amigos de Bill. ¿Ya olvidaste cómo lo abandonaron?
=Hermano mío. Por eso mismo debemos invitarlos ¿Qué mejor ocasión para reconciliarse con los amigos que una boda? Por cierto, esta es la del tío Ford ¿Se la entregarás?
-No creo que se presente, pero se la entregaré-
Honestamente Dipper ni siquiera quería hacerlo, sabía que no tenía caso, pero igual quería, de alguna manera ayudar a la reconciliación de sus dos tíos abuelos. La respuesta de Stanford no hizo sino sentir mal a Dipper.
-Sé que quieren ayudar, pero, tu tío Stanley es un caso perdido.No desperdicien energía en alguien cómo él-
Dipper se preguntaba cómo comunicar la ausencia del tío Ford en la boda. Pero, rápido se dejó de preocupar, en realidad todos estarían demasiado ocupados como para notarlo. Mabel invitó a toda, sino es que a la mayor parte del pueblo. Cosa, que contrario a todas las preocupaciones de Dipper resultó bien. Siendo como es Gravity Falls, la celebración - de nuevo- de la boda entre Bill y Stan le vino bien a la comunidad, aquella camaradería entre vecinos propia de los pueblos pequeños se hizo notar cuando los invitados trajeron su propia contribución y se alegraron de tener una excusa para descansar, celebrar y divertirse.
La antigua tienda de Telepatía se montó una vez más, pero para servir de locación para el festejo, adentro se encontraban mesas, sillas y un espacio que servía de pista de baile. Se encontraba abierta en sus dos extremos para que la gente se moviera cómodamente por el lugar.
Las dudas de Dipper terminaron de dispersarse cuando vio a todos sus amigos reunirse.
Entonces el cielo cambió de color y la grieta interdimencional se abrió.
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Después de bailar un rato, Dipper rápido reconoció al tío Stanford quien llegaba con una cantidad increíble de armas y una pequeña caja de regalo. Rápidamente se acercó a él.
-¡Tío Ford viniste!- El anciano le tendió una pequeña arma seguida de la caja para que la acomodará en la mesa de regalos y siguió su pasó. A la par que el muchacho se sorprendía por lo liviano del obsequio Stanford explicó.
-Es una caja llena de desaprobación. Sólo vine para impedir que los amigos de Bill se coman a los invitados- Y es que ciertamente la vieja pandilla había cruzado la grieta para reunirse con quien fuera su líder y como desde un principio supuso Mabel, el vergonzoso encuentro resultó en una reconciliación. Ambos Pines fueron alcanzados por Mabel que llegaba buscando a Dipper.
=¡Dipper los amigos de Bill lo harán beber un batido horrible! Apostaron que el primero en casarse lo bebería en su boda y en la boda de los demás. ¡Tienes que ver! ¡Tío Ford! ¡Viniste!
-Ya me voy - Contestó con desdén inspeccionando el área a través de la mirilla de un rifle, y por la cual, cruzó miradas con Stan, quien rápido lo evitó.
Él hizo igual y con el aumento de su mirilla apuntó a cada uno de los amigos de Bill quienes formaban un círculo y vitoreaban. Los vigiló todo el tiempo.
Mabel y Dipper se miraron, pero, tras comprender que su tío no intentaría nada mientras los amigos de Bill se portaran amablemente todo estaría bien, así que corrieron al círculo formado por ellos para mirar como Bill era obligado a tragar el batido horrible.
La fiesta continuó, el pueblo entero se entretenía. Algunos charlaban, otros bailaban o se divertían con los juegos de mesa. Stanford en un rincón, pero sin dejar de apuntar fue abordado por los gemelos que le llevaban comida y algo de tomar.
=Relájate tío Ford. Los amigos de Bill no intentarán nada, se irán en una hora=Acercaron unas sillas de plástico para sentarse todos. El hombre hizo caso más que nada para aceptar el buen gesto de sus sobrinos. Por fin hizo a un lado su rifle, que posó a su lado y recibió el plato con comida.
De vez en cuando echaba una mirada a su alrededor, más atrás reconoció a Stan, quien era seguido por un extraño de aspecto desaliñado. El extraño levantó a Stan del suelo y lo abrazó muy fuerte hasta casi sacarle el aire en pos de felicitarlo por sus nupcias. Hasta con la distancia Ford pudo escuchar el tronar de la columna de Stanley.
Igual Stan exclamó muy contento y con voz apenas audible.
El fotógrafo que acomodaba a la gente para la sesión de fotos se les acercó y dio instrucciones.
-¡Acérquense!, ahora una foto de los novios con el padrino- El tipo melenudo bajo a Stan y se posicionó a su lado cruzando un brazo tras su espalda, también se posó Bill cerca para la foto.
-Momento ¿Ése quién es?- Reaccionó Stanford cuando entró en cuenta de que no conocía al tipo de la melena.
-Es Jimmy Snakes, un viejo amigo del tío Stan-
=Fue difícil de localizar, creí que no vendría, no contestó mis mensajes ¿Tío Ford? = El hombre se puso de pie, tomó su arma y se marchó.
Mientras se tomaban la foto, Stan se percató del gesto de Ford, no le gustó nada la forma en la que dejó hablando a Mabel y dejó solos a los chicos. En cuanto pudo salió para alcanzarlo.
-¡Oye! ¡Te vas sin saludar y sin despedirte!
-Sólo vine para impedir que los amigos de Bill hagan destrozos.
-Claro- Stan alcanzó a detener a Stanford por el hombro. -¿Y por qué te vas tan de repente? Los chicos trabajaron muy duro para organizar esto-
Ford permaneció callado y de pie, se miraron funestamente; como hermanos, como gemelos que eran. Ford sabía que Stan sabía que no abandonó por los amigos de Bill, que había algo más y era así, así que finalmente explotó.
-¡No me nombraste padrino!
-¡Oh! ¿Ahora eso te preocupa¡ ¡Lo habría deseado con todas mis fuerzas! ¿Pero cómo pedírtelo? Ahora mismo llevas esa arma para evaporar a mi esposo.
-Desintegrar. Tienes razón- Stanford se frotó la frente cansado y entendiendo lo irracional de su comportamiento- Sabes qué- ya resignado- Aún si eres su marioneta, que seas feliz es lo que importa.
-Gracias Ford, aprecio tus palabras y que intentes protegerme de nada. - Silencio. -¡Vamos! ¡Por lo que más quieras! ¿No puedes aceptar una tregua?
-¿Tregua?
-¡Sí! ¡Anda!, ¡Olvida las cosas un rato y tomate una foto conmigo! Solo los dos y los chicos.
-Esta bien-
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Cuando volvieron Mabel se encontraba sobre una mesa y rodeada por mujeres a quienes ofrecía una hoja de papel, o más bien, lo que estaba anotado en esta: El número de teléfono de Jimmy Snakes.
=No se emocionen damas tiene una maldición. ¡Quince dólares por su número!= Las mujeres se empujaron entre sí para ofrecer el dinero y comprar la hoja.
-¡Guau Mabel! Sí que te pareces a nuestros tíos- Le comentó Dipper cuando ella se bajó de la mesa contando los billetes.
Stanford se acercó a ambos chicos y les acarició la cabeza y estrechó con cada brazo. Pasado un rato fue al patio para terminar su rebanada de pastel, las fiestas nunca fueron lo suyo y los años no cambiaron las cosas.
Bill apareció frente a él, en un tamaño mediano, lo hizo muy sutilmente para no sorprender a Ford, el hombre lo miró desinteresado y preguntó.
-¿Qué haces aquí?
-Disculparme.
-¿Vas a disculparte?- Exclamó Ford incrédulo, Bill fue al grano.
-No debí mentir, ni utilizarte. Es más estoy convencido de que, si hubiera sido sincero desde un principio, me habrías ayudado. No era necesario mentir…- Tragó aire, porque le era muy difícil- Lo siento y por Stan también- Stanford no contestó lo que desesperó a Bill quien siguió- Mira, solo quiero lo que Stan quiere. Es todo- Y se esfumó. La verdad no esperaba que Stanford cambiara de opinión e igual habló con él porque el demonio amarillo sentía que era lo correcto. Y su disculpa tampoco sonó a disculpa, pero las paces aun llevarían tiempo.
Recalentado.
El científico había acudido a la fiesta de celebración de la boda soñada organizada por Mabel y había permanecido con ellos hasta que terminó lo que fue ya muy tarde, y las pocas horas que faltaban para el amanecer, el hombre las uso para dormir en unas sillas dentro de la carpa. Se despertó cuando de una en una las mesas se acomodaron para recibir a los invitados que asistirán al recalentado.
Por supuesto todo era obra de Bill quien sólo dijo.
-Stan está feliz porque viniste-
Bill no sabía si Stanford había aceptado sus disculpas, pero encontrarlo esa mañana lo hizo imaginar que al menos las cosas entre él y Stanley se habían arreglado y para él eso era suficiente. Flotando se aseguró de redecorar el lugar para las visitas. Luego salió de la carpa. Stanford hizo igual, la luz, lo cegó brevemente, pensó en volver a su casa. Pero las voces de Dipper y Mabel lo hicieron dudar. Tal vez podría quedarse un poco más. Sólo necesitaba asearse. Se acercó a la casa la cual tenía la puerta abierta, iría al sanitario.
Mientras tanto Dipper buscaba a Mabel.
-Tenías razón Mabel, Bill y sus amigos se reconciliaron y el tío Stan les agrada.
=¡Así es! ¡Sólo mira lo que les regalaron! Un juego de disfraces y armas.
-¡Mabel no debes abrir los regalos! ¡Son de Stan y Bill!
=Claro que puedo, soy la organizadora, abrir los regalos es parte de mi trabajo, así puedo comenzar a acomodarlos en la casa. Le ahorraré tiempo y desenvolturas a nuestros tíos. ¿Dónde deberían ir los intrumentos de tortura? -Le mostró la caja y su contenido- No tenemos un calabozo en la casa. ¿En la cocina o en el ático?
-¡En la basura!
=¡Dipper!
-¡No deberías abrir los regalos Mabel! Y esos no son instrumentos de tortura. Los dejaré en su habitación. ¡Y ya no toques nada!-
Tras salir del baño Stanford buscó a sus sobrinos y mientras los miraba perseguirse por la casa, se percató de que era la primera vez que se encontraba en el interior de esta. Había un sentimiento por dentro que no lograba descifrar. Y también estaba la curiosidad innata, comenzó a inspeccionarla, abriendo cada puerta, cada cajón. Hasta que llegó al dormitorio principal, sobre la cabecera de la cama había un enorme atrapasueños. Lo observó intrigado, cuando Stan entró se quedó perplejo de encontrar a su hermano en su alcoba, pero antes de poder decir o hacer algo Ford lo recriminó.
-¡Stanley!, este atrapasueños es inútil contra Bill ¿Para qué conservas esta baratija?
-¿Baratija? ¡Sí, una baratija! Si esto, esto sólo es una cosa sin importancia, solo …solo es para fines decorativos ¡Sí! ¡Fines decorativos! -Muy avergonzado lo empujo para sacarlo rápido de allí.
Ya en el pasillo Mabel los miró y corrió hacia ellos, tomó a Ford de la mano y lo guió para mostrarle su propia alcoba que compartía con Dipper, mientras Dipper llegaba con una caja de herramientas. Stan le habló.
-Instalaré un cerrojo en esta puerta.
-Ya lo tengo cubierto- Dipper le mostró el cerrojo y de la caja de herramientas sacó un taladro y Stan le ayudó a instalarlo.
FIN