Cupido 2.
Si la sesión de besos terminó fue porque Stan se soltó a llorar. Y era agradable pero también no tanto. Fastidiado Bill sacó su lengua de la boca de Stan. Y eso que desperdició su valioso tiempo investigando cómo se mostraban afecto los seres de esta dimensión. …..Habría sido mejor improvisar.
Se cruzó de brazos. Como de costumbre llevaba a Stan en una de las manos, como si se tratara de un muñeco.
Inspiró profundo y gritó a uno de sus subordinados.
-¡Quiero a ese querubín obeso de una buena vez! No puedo esperar para que mi Media Luna enloquezca de amor por mí.
-¿No puede hacerlo usted mismo jefe?
-¡Claro que puedo!, pero si uso mis poderes sería más como un amor demente y obsesivo, ya sabes esa cosa donde terminan comiéndose entre sí o conservando partes del otro. Pensándolo bien, creo que eso me gusta más, no sé porque dude- Miró frenético a Stanley moviendo los dedos de la mano libre ansioso.
-¡Oye!, ¡Oye cálmate! ¡Vamos!- Al momento había sobrevivido y librado dos inminentes infartos. Tenía que ser fuerte por los niños. Desde que era su entretenimiento, Bill los había olvidado.
-Debería hacerte perder la razón y que mi existencia sea lo único que mantenga cuerda esa cabeza tuya ¿Qué dices cariño?
-Ten compasión de un vejestorio que apenas tiene fuerzas para escapar.- Retorciéndose- Podemos llegar a un acuerdo.-
¡Ah! Amaba los tratos. El corazón (Si es que tiene) de Bill latió con fuerza. Pensó en que son almas predestinadas.
-Está bien- Contestó el triángulo llenó de éxtasis.-Perdonaré tu vida mientras la dediques a mí♥- Y apenas dijo esto, abrió su cuerpo por la mitad formando una boca, arrojó a Stan dentro y se lo tragó.
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Gracias al cristal que altera la altura, pudieron cambiar el tamaño de la jaula y escapar. Muy a su pesar, abandonaron la fortaleza de Bill. Dejando incluso a sus amigos atrás. Los que formarían parte del zodiaco convertidos en banderines. Y buscaron refugio en el centro comercial. Volver a lo que quedaba de la cabaña es demasiado obvio. Allí serían encontrados.
Habían encontrado la pistola desintegradora y Ford ahora buscaba una forma de construir más munición.
Mantenerse ocupado, y darle tareas a los chicos para hacerles pensar que tenía todo bajo su control era vital para no preocuparlos.
-¡TÍO FORD!- Dipper entró corriendo, ahora ocupaban la vieja bodega de la tienda de calzado.-¡Los vimos de nuevo! ¡Se llevaron los salamis de las pizzas congeladas del supermercado! ¿Pero por qué? Primero fueron relojes, luego mini-donnuts ¿En qué está pensando? ¿Por qué se lleva cosas al azar?....
-Dipper….
-¿Las usará para crear una máquina de tortura?...
-Dipper….
-¡Ya sé! ¡Ya sé tío Ford! Dirás que no debo alterarme y que lo resolveremos.
-En realidad iba a decirte que no son cosas al azar, todos los objetos que sus secuaces han hurtado son redondos y pequeños.
-Ah- Dipper se desconcertó un instante, pero luego volvió a entrar en pánico.
-¡Tranquilízate Dipper! Necesitamos estar calmados y en nuestros cinco sentidos si queremos derrotar a Bill.
Hizo caso. El chico respiró profundo y se sentó cerca sin decir más.
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Sumergido en una clase de brea morada. Con olor a arena y en plena oscuridad.
-¡Todo está bien! ¡Todo está bien! - Se repetía Stan. No podía moverse, a donde mirara solo había oscuridad.- ¡Todo está bien!
-¡Hey!- Esa espantosa voz. No supo que era mejor, si el silencio o escucharla- ¡Pero claro que todo está bien cariño- Al frente algo se movió, el ojo lo miraba y de este emanaba luz, Stan se sintió como debajo de un reflector. Bill miraba dentro de sí mismo y al hacerlo podía ver a Stan.-¡Ah! las cosas locas que han sucedido, si te lo contara no me lo creerías y si lo vieras tú mismo no entenderías. ¡Que desastre!
-¿Qué quieres?
-¿Qué no podemos charlar?- Stan tragó saliva, intentando darse fuerzas. -Estas dentro de mí Stan Pines, ¡Ah! Esto me llena de regocijo. Siento como tu masa, se funde con la mía.-
La brea se meció un poco. Stan la miró con horror.
-Oh no...esto es malo.
-Es amor Stanley, compromiso, entendimiento. Compenetración. ¿O digestión? No estoy seguro, es mi primera vez con mi propio cuerpo físico, aún estoy descubriendo que cámara gástrica es para qué. ¡Pero vamos! Este lugar es genial ¿A qué no? Falta poco para que te acostumbres. Y para que compartamos los mismos órganos.
-¿QUÉ? ¡OH NO,NO,NO,NO! ¡POR FAVOR! ¡AYÚDENME!
-JAJAJAJAJA Adoro tu cara y gritos de terror- El ojo se entrecerró con gusto- No seas absurdo, claro que no haré eso, aunque tal vez….
-¡NO! ¡No! ¡Ya! Mira me calmaré, seré bueno pero no, no quiero que mi cuerpo se una a tu asquerosa forma. ¡Por favor ten piedad de un viejo!
-Awwww tus lamentos son adorables. Esta bien Stanley si ruegas más seguido te dejaré seguir siendo un ente individual.
-Sí sí, es un trato. ¡Un trato!
-Mmphhh Adoro los tratos. ¡Recuerda tus palabras! Por cierto, ahora mismo trabajo en una sopresa para ti, estoy por terminar, ¡Te visitaré más tarde!- El ojo giró y se perdió. La brea pareció disminuir y Stan, al menos pudo ser consciente de la situación que ocupaba su cuerpo, pronto logró sentarse.
Continuará....