Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Papá Para Kiki por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenos dias, tardes, noches, ¿Como se encuentran mis terrones de azucar? Espero que esten tranquilo y en calma, todo esto pasara, lo hara, estoy muy segura. 

Asi que solo esten en casa, no salgan al menos que sea algo muy necesario, entretengance leyendo, dibujando, escribiendo, haciendo ejercicio, no se cosas chicas en casa. 

 

Mu, se ruborizo mucho, sus mejillas y orejas lo revelaba, sus ojos verdes impresionados y su voz algo nerviosa, no sabía que responderle al menor.

-¿Co-Comiste bien?- Comenzó a caminar hacia la cocina del templo -¿Te portaste bien con mi maestro y el viejo maestro?- No quería mirar al pequeño.

-Maestro, ¿Por qué me cambia de tema?- Camina alrededor del mayor.

Él tenía un plan, para sacarle esa información y una técnica que nunca fallaba y era insistirle hasta que le diga.

-¿Qué quieres de cenar?- Le dedica una sonrisa, aun con el rojizo de su rostro.

-Por favor maestro- Poniendo una carita de puchero –Dígame ¿Quién le gusta?-

Suspira un poco nervioso –No creo que sea algo importante para que tu sepas Kiki-

-¡¡¡CLARO QUE SÍ!!!- Se para enfrente del pelilila, encarándolo -Me importa mucho saber quién le gusta, por que como mi padre, debo de cuidarlo y no permitir que nadie lo lastime-. Dijo aquello muy serio, con el ceño fruncido, pero una cara adorable en sí.

Al ver escuchado aquella declaración de su pequeño, que lo había llamado padre y que deseaba ahora el cuidarlo de quien fuera.

Le enterneció todo, desde sus dulces palabras, hasta la expresión infantil que poseía.

-¿Padre?- Le sonríe, con una pequeña lagrimita en sus ojos.

El pelirrojo, se paralizo de inmediato y tapo su boca por inercia.

¿Lo había dicho o lo había pensando? Ya no había una marcha atrás, ya lo sabía su maestro.

No se atrevió a mirarlo a los ojos, estaba muy apenado por sus palabras, se le escapo un secreto que no quería revelar aun, pensando que Mu se podría enojar y ser capaz de decirle que no debía hablarle de esa forma, pues su relación debería ser Maestro-Alumno.

-Lo…Lo… Siento- Su voz estaba quebrándose, temblaba.

Tenía miedo, el terror que él le dejara en claro que eso no podría pasar, que ser padre e hijo esa no era su relación, que estaba mal.

Incluso un regaño, sería lo menos, pensar que le digiera otras cosas, como que solo lo cuido por compromiso por dejar a alguien como su sucesor que no confundiera las cosas.

-No se enoje por favor… Yo sé que estuve mal… En- En decirle así, pero- Sus ojos se estaban aguando, y su voz temblorosa se denotaba tanto. No era capaz de levantar su rostro.

Se pone de rodillas a la altura del menor, que no era capaz de levantar su rostro, miedo temblaba de esa emoción, lloroso, sintió el fuerte abrazo que Mu le estaba dando, para calmarlo poco a poco.

-Ya, ya, mi pequeño… No tengas miedo- La voz del hombre Lemuriano era una muy relajante tanto que se podría decir trasmitía tranquilidad, solo para ese niño.

-¿Maestro?- Sus brazos estando de lado de su cuerpo, estaba sorprendido por la reacción, su inocente mente no había imaginado que él lo tomara bien.

-¿De verdad me ves como tu padre?- Pregunto separándole de este, tomándole sus hombros, con una sonrisa maternal y unos ojos de ternura

Levanto su mirada, con algunas lagrimitas aun en ellas, algo temeroso –Usted me cuido, me crio, me ha entrenado, enseñado muchas cosas, creo que me quiere como yo a usted, y siempre me ha demostrado mucho afecto, se supone que eso es un padre… Y por eso, yo siento…- Niega con la cabeza, levantado su mirada más firme, pero con lágrimas –¡¡¡PARA MI USTED ES MI PADRE!!!-

Le limpia las lágrimas con las manos, acariciándole la cabeza -¿Por qué lloras?-

-Creí que usted se enojaría… ¿Por qué no lo hizo?- Estaba confundido y aun preocupado por la situación.

-Porque para mí, eres mi hijo, mi pequeño Kiki- Su sonrisa demostraba tanta sinceridad y amor paternal.

El menor no se lo creía, pensó tantas posibilidades, tantos escenarios, unos mejores, otros peores, pero nunca creyó que de verdad esto pasara, que Mu lo aceptara como su hijo, que de verdad lo veía así, que todos esos ocho años de su vida que solo paso con él, que el caballero de Aries lo cuido, aun a pesar de solo tener doce años y no saber casi nada de criar un bebe, lo logro y aun lo sigue haciendo, sin importar nada.

Sus ojos de nuevo de inundaron, pero ahora el temblor, el miedo y la angustia, desaparecieron, una sonrisa mostrando sus blancos dientes fue lo que remplazo aquello, abrazo a Mu con toda la fuerza que podía.

Estaba donde pertenecía en brazos de su padre, el cual le devolvió el abrazado protector que le daba cada que sentía miedo o algo bueno pasaba.

-Entonces, ¿Te puedo llamar papá siempre? o… Incluso ¿Mamá?- Sonriendo se sintió con toda la seguridad de preguntar aquello.

-Si quieres, puedes llamarme papá o mamá, cualquiera está bien por mí- El abrazo duro unos minutos más, ambos Lemurianos estaban feliz de que su familia estuviera casi completa.

Hay un dicho por allí, que dice lo siguiente “Más padre es el que cría que el que engendra”, en este caso… Kiki tenía un padre o madre, como deseara llamarle estaba bien, la única persona que de verdad lo quería tanto, para sacrificar lo que fuera solo por él. Ese era su Mu, a quien el adoraba mucho y ahora se lo demostraría más abiertamente.

-Papá, ¿Qué cenaremos?- La sonrisa del menor inundaba de felicidad al mayor.

Se levantó, abrazando de lado al menor –No sé, ¿Qué te gustaría que cocinemos?-.

-Quiero el patillo que preparaba en los días de tormenta en Jamir- Dio un brinco de emoción.

-Jajajaja- Puso su mano delante de su boca, mientras contenía un poco la risa –Muy bien, entonces hagámoslo-.

-Muy bien, vamos- Comenzó a sacar los ingredientes del refrigerador.

Los dos cocinaron, pues el pelilila le enseño también a cocinar, siempre y cuando estuviera bajo su supervisión, para que no se quemara o lastimara.

Lo primero que hicieron después de tener los ingredientes, fue ponerse un adelantar, para no ensuciar sus ropas, el de Kiki de un color café, con un pequeño borreguito en la parte inferior derecha de color rojizo, mientras que Mu llevaba uno blanco, con uno borrego de color lila en la parte central.

Lavando las verduras requeridas, y comenzaron a picarlas juntos.

Conversando de algunas cosas, riendo juntos, principalmente de las ocurrencias del menor.

-Papá- Pregunto sin dejar de picar.

-Dime mi pequeño- Lo escuchaba aun en su labor.

-¿Quién te gusta?- Sonrió hacia el de una forma radiante y con curiosidad.

El mayor se quedó estático, deteniendo su función de cortar las verduras. Suspiro resignado, mirando hacia el frente y dejando el cuchillo a un lado.

-¿De verdad quieres saber eso?- Lo miro con algo de vergüenza.

Asiente con la cabeza –Claro que sí, tengo que asegurarme que sea feliz- Cerro sus puños, poniendo una cara de serio.

Suspira de nueva cuenta y mira a su ahora hijo oficialmente –Kiki…- Mira para otro lado -No te gustara la respuesta-.

Preocupado y con terror fingido –No es el señor Afrodita ¿verdad?-.

Mirando al menor con un poco de confusión –Heee… No, ¿Por qué le tienes tan mala fe a Afrodita?-

Niega con la cabeza –No me haga caso padre- Sonrió de nuevo –Entonces ¿Quién es?-

Sonrojado, baja la mirada, ya no podría ocultar lo que sentía, mínimo ya no a su alumno que le preguntaba con tanta insistencia, sabía que el sería el primero en reusarse a que eso pasara, pues de alguna forma. Detestaba a esa persona especial para Mu, por su forma de tratarlo. Pero si ahora eran padre e hijo, algo que siempre fueron, se lo diría.

-La persona que me gusta- Niega con la cabeza –No es solo que me guste, es que estoy enamorado de el-.

Entusiasmado -¿Es un “El”? Eso quiere decir que usted es mi Mamá entonces- Comienza a brincar por todos lados.

Sonríe tenuemente, ante las acciones de su niño –Me alegra que te agrade la idea-.

El pequeño no dijo nada que no fuer aun si, estaba entusiasmado y el mayor aprovecho esto, para saltarle de una vez la verdad, para decirle quien era el dueño de su corazón aunque sin duda causaría un terrible impacto en el.

-Estoy enamorado de Shaka- Dio esto, con todo el sonrojo del mundo en su cara, nervioso y con la mirada un poco baja.

Declarar el amor que guardo por un largo tiempo en su interior le causaba mucha carga emocional, algo de lo cual no estaba muy acostumbrado, pues siempre había puesto tanto por sobre esos sentimientos, pero quería darse la oportunidad en esta nueva vida que Atena les había otorgado.

Cuando miro a su pequeño hijo, este solo lo miro de una forma seria, pero no molesto más bien una de como si se lo esperara.

-Del Señor Shaka…- Se quedó mudo pero solo desvió su mirada para otro lado.

-¿Qué opinas, Kiki?- Le pregunto, esperando ver alguna otra reacción.

-El… Lo hace llorar muy seguido, lo ha hecho sentirse triste… ¿Por qué el?- Mirándolo con esos ojos grandes, que necesitaban una respuesta.

Un suspiro largo quedo en el espacio y tiempo, pues él tampoco lo sabía… Pero realmente no le interesaba.

-Uno no elige de quien enamorarse- Se toca el pecho de lado izquierdo –Si no el corazón lo decide- Su mirar se posiciona al frente mirando a su alumno –Mi corazón lo eligió desde que éramos unos niños, más pequeños de lo que tú eres ahora-.

Se sorprende, acercándose a Mu -¿Tanto tiempo?- Pensativo -¿Nunca se lo ha dicho?-

Niega con la cabeza y agacha el mirar –Fue desde nuestra tierna edad, desde el momento que nos hicimos amigos, sentía muchas cosas por él, pero creía que era amistad pura, sin embargo…- Le sonríe tenuemente –Cuando vive en Jamir, lo extrañe… Extrañaba a todos, pero en especial a él, hay pude meditar todo y me di cuenta de que solo pensaba en ti…- Baja la mirada –Me sentía muy solo, al extrañarlo…- Suspira de manera melancólica.

-Pero…- Le toma de la mano -¿Por qué ahora no le ha dicho nada?-

Lo mira con algo de sorpresa –Pensé que no te agradaría la idea-.

-No me agrada- Lo mira directo a los ojos –Él lo ha hecho sufrir y mucho- Hace un puchero –Pero no puedo oponerme a lo que usted siente- Se cruza de brazos –Pero él no sería un buen papá para mí-

Parpadea varias veces, con una cara de confusión -¿Un buen papá? Kiki… ¿De que estas hablando?-

-Bueno, si usted y el señor Shaka se vuelven pareja, el vendría siendo mi padre y usted mi madre…- Sonríe abiertamente –Eso me gustaría mucho, pero…- Frunce su ceño –Si él lo lastima, lo lastimare yo-

Abraza al pequeño, cargándolo fácilmente entre sus brazos -¿Me vas a cuidar siempre?- Le sonríe.

Asiente con la cabeza –Claro que si- Le toma la cara con ambas manitas –pero no se olvidaría de mi ¿verdad?, ¿Me seguirá queriendo igual?-.

Junta su frente con la del menor –Nunca podría olvidarme de mi pequeño hijo, cada día te quiero mucho más mi bebe- Sonriendo –Has sido una razón para seguir adelante, para mí y eso nada lo cambiara, te lo prometo-.

El menor, sonrió no tuvo más palabras que decir, su padre le prometía que siempre estaría con él y que lo amaría tanto. Él tenía el conocimiento que Mu, siempre cumplía sus promesas y nunca le había fallado, no tenía motivos para sospechar de él.

La cena pasó, hablaron sobre la tarde que cada uno tuvo, aunque el menor omitió el encuentro que tuvo con el rubio.

Del cómo fue la comida con sus abuelos y sobre todo que le informa a su padre, que le decía de esa forma a Shion y Dohko.

Lo cual provocó que Mu, estuviera muy avergonzado. Ahora entendía mejor la reacción que tuvieron ambos antiguos caballeros dorados, cuando les pidió cuidar del menor. Esas sonrisas y abrazos, que sintió muy paternales. Pero la sonrisa en su bello rostro no falto.

Esa noche se fueron a descansar temprano, ya que el guardián del templo de Aries, tendría una pequeña misión a un pueblo cercano del santuario, así que regresaría al anochecer del día siguiente.

Había preparado ya los deberes que haría Kiki, pues se iría antes del amanecer, también lo encargo al cuidado de Aldebarán como pago de un favor que el pelilila le concedió al Taurino y por qué sentía que ya había molestado mucho a sus “Padres”.

-Hasta mañana mi pequeño- Le da un beso en la frente y lo cobija.

-Hasta mañana papi- Le sonríe y se acomoda en su cama.

Aries salió del cuarto del niño, apagando la luz, pero aún estaba algo iluminada por la ventana que tenía acceso la luna que lograba hacer algo de magia nocturna ene se lugar.

Se acomodó de lado derecho de su cuerpo, para descansar mejor, pero antes de dormir pensaba en algo que tenía que hacer –Mañana tengo que hablar con el señor Shaka- Asintió firmemente ante su declaración y sus ojos se fueron durmiendo.

La mañana llego o mejor dicho esa madrugada.

Mu se despidió de Kiki, por su misión. Junto al pequeño estaba el guardián de la segunda casa, que cuidara al pequeño ese día.

Pero el menor tendría otros planes para escaparse del taurino, por unas horas.

 

Notas finales:

Bueno mis terrones de azucar, hasta aqui un nuevo capitulo, subire otro mas y estaran al corriente de todo. 

Tambien que voy a actulizar muy pronto nuevo contenido, me estoy esforzando en actualizar todo, para que mis lectores no se aburran, es el momento de estar unidos, pero lejos. 

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).