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Un Papá Para Kiki por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azucar a leer se ha dicho. 

-Fue realmente divertido entrenar con usted señor Aldebarán- Sonriendo dando algunos saltitos.

-No fue tanto para mí- Se sobaba un golpe que tenía en la mejilla, aun estando roja.

-Lo siento señor Kanon- Algo apenado, sonriendo.

-No pasa nada, pequeño- Le alborotaba sus cabellos.

-¿Cómo te fue Kiki?- Se giró a verlo, sonriéndole.

El niño salto directo sus brazos, para ser recibido por el, sin importarle al mayor lo sucio que se encontraba el pequeño.

-Yo me voy, tengo que ir a molestar a Saga- Sonrió malicioso, sin duda había planeado hacer algo muy malo.

Los demás solo asintieron, sin darle más importancia, pero antes le guiño un ojo al Lemuriano de Aries que solo giro los ojos, algo molesto.

Acción que no se dejó escapar por virgo, que ahora si estaba más convencido de que ese géminis menor estaba intentando algo con Mu y eso solo sobre su cadáver.

Sin duda los celos de Shaka, estaban dejándose llevar al aceptar sus sentimientos.

-Tendrás que darte un baño llegando- Bajando al chiquillo, que sonrió.

Riendo el taurino –Lo hubieras visto, le dio un fuerte golpe a Kanon, que lo hizo caer, Jajajajajaja-

Ríe de forma delicada –Jajaja, me siento orgulloso de ti-

-¿Nos vamos a almorzar?- Sonríe el más robusto.

El pequeño sonrió ansioso y asintió con toda la energía.

Aquel virgo, se comenzó a sentir ajeno a esa escena que veía, donde sin duda parecía la de una familia Mu, Aldebarán y Kiki, lo conformaba, por primera vez se estaba comenzando a sentir derrotado, sin siquiera haber luchado, pero…

-¿Nos acompañas Shaka?- Esos hermosos ojos verdes observaron con atención la repuesta del rubio –Bueno… Si es que quieres- Desvió un poco la mirada, con un leve sonrojo.

-Sí, me encantaría almorzar con… Ustedes- Le sonrió de una forma seductora o lo mejor que podría hacerlo.

Esto hizo, que las mejillas de Mu se pusieran rojas, gesto que se hizo notar por aquel rubio, quedando prendado de esa dulce imagen que disfrutaba, pero el pelilila no estaba dispuesto a ser visto por mucho tiempo por él y se giró, con los otros dos, para que los cuatro fueran a comer.

Pero alguien tenía un pequeño plan, que aunque fuera elaborado de improviso, lo haría para apoyar a cierto rubio.

-Señor Aldebarán- Se gira al grandote -¿Recuerda que me pidió que lo acompañara hoy a Rodorio?-.

-¿Qué?- El segundo guardián lo miro, sin entender lo que estaba pasando en su mente se cuestionó en qué momento se lo había pedido.

El pequeño se acercó al hombre lo más que pido, mirando a los ojos levantando mucho la cara –Recuerde que me lo pidió ayer en la tarde- Le guiño un ojo, lo mejor que pudo para que nadie as se diera cuenta.

Aldebarán, estaba realmente confundido, no entendía a lo que se refería el menor, pero por aquel guiño de ojo estaba dispuesto a seguirle el juego.

-¿Cómo que tienen algo que hacer?- Aries miraba confundido a ambos -¿Por qué no me lo dijeron?-

-Es que el señor Aldebarán quiere lo acompañe para ver a la señorita que le gusta de…- no alcanzo a terminar lo que decía, porque fue tapada su boca por una mano.

Sonriendo nervioso, cargando al menor –Ho, si es verdad… Ya me acuerdo… Jajajajaja… Debemos irnos entonces. Adiós Mu y Shaka-.

Se alejaron sin más, tanto el primer y sexto guardián se quedaron confundido, por esa reacción.

-¿Qué estarán planeando ambos?- Aquel pelilila, los conoce bien y ese comportamiento era extremadamente extraño.

-¿Aldebarán gusta de una chica?- El rubio pregunto, con cierta duda, girándose a Mu.

-Bueno… Creo que si- Sonrió apenado –No me siento cómodo hablando de esto, sabes es algo personal de Alde-.

Asiente con la cabeza –Si, tienes razón… Lo lamento-.

Se quedó en silencio el ambiente unos instantes, ya no había nadie en la redonda, así que estaba tranquilo.

-Creo que seremos solo tú y yo- Su tono se mostraba algo animado.

Se sorprendió al escuchar aquello –Si, tienes razón- Baja la mirada un poco nervioso -¿Vamos a mi templo?

-Por supuesto-

Ambos subieron hasta el primer templo, mientras uno iba analizando cada posible opción, visualizando las expresiones de Aries, que le encantaba.

El otro iba sumergido en el nerviosismo total, que de repente Shaka estuviera dispuesto a bajar de su templo, entrenar, hablar con él y ahora ir a su templo. Debía ser un sueño es lo que se repetía, pero si así fuera no deseaba ser despertado.

Al llegar le invito a sentarse, el prepararía el almuerzo, Virgo se ofreció a ayudarlo, pero Mu insistió en que se quedara allí, el quería cocinarle. Ya que hacía muchos años que eso no ocurría, pero no se lo diría.

Paso un rato en que el olor a esa deliciosa comida estaba casi lista, aquello le trajo al invitado recuerdos de una infancia feliz que ahora estaba añorando tanto y no solo por la incidencia de esta, sino por la compañía que disfrutaba.

Este había aprovechado el estar solo, para inspeccionar el templo de Aries, quería buscar cualquier cosa que le pudiera dar más pistas de como cortejar su corazón, encontró que era muy ordenado, todo el ambiente olía realmente bien, una combinación de lavanda con moras, olores delicioso, también objetos con temática Budista, ambos profesaban la misma religión, pero se podría decir que Mu no era tan estricto a las reglas antepuestas, decoración de Jamir y uno que otro peluche de borreguitos.

Aquello fue lo que le dio ternura, por un momento pensar que eran los juguetes de Kiki, pero recordó que al ser niños Aries tenía un borreguito de peluche blanco, que utilizaba para dormir.

Unas dulces imágenes vinieron a su mente.

Una noche a los cinco años, habían pasado toda la tarde juntos y al llegar el ocaso se dejó venir una fuerte lluvia con truenos intensos, que amenazaba con inundar los lugares bajos, en el santuario no había problemas. Estaban en el primer templo ambos, el pequeño rubio no se podía ir a su hogar, por el clima.

Truenos y relámpagos iluminaban de forma impresionante el lugar, no asustaba tanto a Shaka, le parecía fascinante aquello, pero se dio cuenta que al pelilila le ponían nervioso aquello, notándolo que templaba un poco, pero quería hacerse el fuerte.

El rubio quería darle ánimos y decirle que todo estará bien, por alguna razón en su corazón le decía que debía cuidarlo por esta noche.

Así que le saco platica, para que olvidara ese ruido tan intenso que estaba afuera de Aries y que no los podría alcanzar.

Aquello ayudo mucho a Mu para estar reconfortado. El tiempo pasó y se hacía más tarde y la lluvia aún seguía tan intensa como al principio.

Al no tener otra cama, el pelilila le invito a dormir con él. Hacia algo de frio y dormir alguno en el piso o el sofá, no sería bueno para la salud de ninguno.

Al ser niños no aplicaba ningún impedimento el que pudieran acurrucarse ambos en el mismo lecho. Incluso Mu le había prestado una pijama, una blanca con algunos canarios dibujados amarillos, provocando que el futuro sexto guardián se sonrojara por usar algo así, pero no duro mucho su venganza propia, pues al ver al contrario usar otra con borreguitos impresos de color lila, como sus cabellos hizo que sus mejillas ardieran pero ahora de admiración.

Ambos niños entraron a la cama, quedando el pequeño Lemuriano en la parte derecha de la cama y el Hindú de lado izquierdo, cobijándose con una manta muy tibia, sin duda típica de Jamir un lugar tan frio que ayudaba en estos instantes tener algo así.

Trataron dormir, pero el rubio comenzó a sentir mucho movimiento del otro lado de la cama, se giró y pudo ver solo la cabellera lila de su amigo, este estaba oculto debajo de la tela que los cubría, levanto un poco y pudo verlo, con los ojos muy cerrados, abrazando a un borreguito blanco tan puro como la nieva, estaba temblando.

¿Sería de frio? O ¿De miedo? Esa preguntas surcaron el pensar del rubio, pero no le importo la respuesta.

Su corazón latió muy rápido y estando nervioso y sin saber por qué lo hacía, solo que debía hacer, rodio al pequeño cuerpo con sus frágiles brazos y lo pego a su pecho. Provocando que Mu se estremeciera todo y preguntara la razón de aquello al invitado, pero este solo se limitó a decirle que durmiera que él lo cuidaría, y que no temiera a los truenos eso jamás le haría daño.

Con aquellas acciones ambos pudieron descansar.

Fue ese el momento en que Shaka se enamoró, de su compañero y mejor amigo de la infancia, en una noche tormentosa el amor floreció.

Todo eso pudo recordar por ver aquellos peluches, que le recordó el mejor momento de su vida.

-Ya está listo el almuerzo- Un sonriente ariano se mostró, al ver al rubio que caminaba en su dirección.

-Huele muy bien, ¿Qué preparaste?- Tomando los platos que este llevaba en sus manos y colocándolos.

Aprovecho esta acción para rosar esas manos y dedos tan delicados que deseaba sostener toda la vida.

Las mejillas calientes y rojas lo estaba traicionando de nuevo –Pues Thenthuk- Llevando la olla con dicha comida, hacia la mesa. –Como sé que no comes carne y yo tampoco soy muy partidario de la misma, decidí prepararlo- Sonríe.

Comenzó a servir dicho platillo, aunque se viera sencillo pues era una sopa con fideo y varios vegetales, estaba elaborada con todo su entusiasmo, pues estaba preparándolo para alguien que amaba mucho.

Ambos comenzaron a comer, estaba realmente exquisito, para Mu no le parecía la gran cosa, pero ver el rostro de emoción de Shaka, le conmociono un poco de forma positiva.

-¿Qué te pareció?- Pregunto con una gran sonrisa.

-Hace años que no comía la Thenthuk que preparas- Dijo esto con un leve sonrojo.

Recordó la última vez que lo comió, fue poco antes de que todo cambiara.

-Es que recordé que era el platillo que más te gustaba que hiciera de niños- Se sorprendió por lo que acaba de decir y se quedó callado de golpe, volviendo a comer su almuerzo.

Estaba realmente nervioso y sus defensas bajaban al estar al lado de ese hombre rubio que le hacía estar todo aturdido, se expondría el mismo si seguía así. Quería ocultar su sonrojo solo eso.

Para virgo esto era hermoso, estar a solas con Mu, comer algo preparado para él y los recuerdos era el complemento perfecto para aquel momento. ¿Todo eso se había perdido por sus miedos? ¿Por sus prejuicios? por sus idioteces mejor dicho.

-Oye… Mu…- El tono estaba realmente entre cortado, nervioso. Pero fijo si mirada abierta en el pelilila.

Ver los ojos abiertos de Shaka, era algo que no había presenciado hace tanto que no fuera dentro de las peleas. Provocando un escalofrió y latidos fuertes de su corazón.

-¿Si?-

-Quiero decirte… Que…-

-¡¡¡VUELVE AQUÍ KANON!!! ¡¡¡ESTA ME LA VAS A PAGAR!!!-

 

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches mis terrones de azúcar ¿Como se encuentran el día de hoy? Ya se, actualice muy pronto, pero es que desperté con un atacazo artístico y quise continuar lo mas que pude y, pues el resultado dos nuevos capítulos, si que me puse loquisima, pero eso es lo genial de aprovechar el tiempo libre. En fin actualizare de una vez,por que como hoy hay evento en casa de Pokemon Go, pues aprovechare eso, para jugar dentro de mi hogar, es lo principal no salir al menos que sea necesario. 

Me encanto escribir este capitulo, neta que ese recuerdo de Shaka, fue tan bonito y me los imagine y todo, hasta lo quiero dibujar, lo pondré en la lista de próximos dibujos subidos a Instagram. 

Díganme su dulce opinión ¿Si? 

Cuídense mucho esta emergencia sanitaria hay que tomarla en cuenta mucho, por favor cuídense mucho y lean bastante. 

Ammu se va. 


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