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Un Papá Para Kiki por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azucar, ya se esta acercando el final. Asi que lean, disfruten y comenten. Nos vemos abajo.

---Séptimo mes---

Ya entrando en el tercer trimestre… Es el momento que mucho mas se nota el embarazo, estando más crecido el vientre, obviamente los dolores han aumentado, la fatiga igual, algunos calambres, respiración entrecortada y más.

Lo más frecuenta era el insomnio, podría ser cuatro veces a la semana… Preocupaciones, miedos, sobre todo en esta noche.

-Amor, ¿Qué tienes? ¿Por qué no has dormido?- Un rubio, entraba a aquella habitación que compartía con su ahora esposo en el templo de Aries.

Suspira cansado, se notaban las ojeras que marca el signo de la falta de sueño –Nada…- No podía mentirle a Virgo jamás.

Se notaba cuando algo le molestaba o atormentaba.

Sentándose a su lado, en aquella cama –Dime… Mi amor- Le besa la mejilla, acariciando su mano –Si algo te preocupas, puedes decírmelo-

Hacia su mejor esfuerzo, para no preocupar a su marido, pero ¿Era difícil, no decirle lo que tenía?

-Shaka… Estoy angustiado… Por tu misión de mañana- Su voz se notaba con miedo.

-Solo es una misión de unas semanas, no tienes nada que temer- Besa su frente, acomodándose detrás de él, para recargarlo en su pecho.

-Se la clasificación de la misión, no será nada sencilla- Un nudo en su garganta se hizo presente, acariciando suavemente su vientre.

-Yo puedo con ello y más, no tienes nada de que preocuparte- Le acariciaba con suavidad, el cabello y las manos que estaban en el estómago.

-Sí, si tengo…- Algunas lágrimas escaparon de sus ojos –Tengo miedo… De que… No…- Callo de golpe, no podía decir aquello.

-Mu, soy un caballero dorado, al igual que tú, tengo la fuerza y el cosmos capaz de enfrentarme a lo que sea- besaba sus lágrimas, para hacerlas desaparecer –Así que no debes temer, volveré para antes que nazca nuestro hijo- capturo los labios ajenos, sin dejar de tocar la piel de su esposo-

Al separarse de ese beso, aun temía por el bienestar de la persona que más amaba en este mundo, por aquello lo abrazo sin más, ocultando su rostro en el pecho de este, sentía terror el tener que separase de Shaka por esas tres semanas.

Tenía un horrible presentimiento en su corazón, pero no quería decirle, a veces al contar tu mayor temor, lo puedes volver realidad. Solo se aferraba a él, aunque se por esa noche no lo dejaría ir.

El también, entendía esa preocupación en su amado Aries. Pues a lo contrario que se cree… Sigue teniendo pensamientos y miedos humanos, pues era lo que es.

Mas como se lo había explicado la misión el patriarca, entendía que era algo importante.

---Flash Back---

-Buenas tardes, patriarca- Hizo la reverencia típica, aun existía el respeto en esa diferencia de rangos.

-Buenas tardes, Shaka- Lo miro severamente, pero por alguna extraña razón se notaba también preocupado.

-¿Para qué me requiere?- Le gustaba ir al grano, como siempre.

Suspira –tengo una misión para ti- Saca un pergamino de su escritorio, amina en dirección del rubio.

-Dígame… ¿De que ese trata?- Se pone de pie, al tener al mandamás enfrente.

Extiende aquel rollo de papel a el –Últimamente ha habido desapariciones en una región cercana, de varias personas, cada noche- La explicación sonaba simple y no aprecia de gran importancia para darla a un caballero de ese rango.

Tomando el pergamino, abriéndolo a la vez –Parece una misión simple, si me lo pregunta- Comienza a inspeccionar dicho papel, en el cual solo se podía ver un extraño dibujo de un ser difuminado, como si de humo se tratara.

-Si fuera simple, no te hubiera llamado- Aquella voz seria del mayor, lo hizo levantar la visa.

-Al parecer, esa criatura s la que ha estado devorando a los habitantes de esa zona-

-Solo en un lugar, de concentración de resentimiento y odio, podría llegar a manifestarse- Conocía la criatura de la que hablaban.

-Es el bosque donde descansa los Ángeles caídos- enfatizo aquello dándole la espalda a virgo -¿Ahora entiendes la magnitud del asunto?-

Asiente firmemente –Si lo comprendo- Una mueca de pesadez, se posiciono en su rostro. Entendía que significaba ello.

-Sé que no pediría que fueras solo, pues esta es una misión para dos caballeros de tu rango, pero…- Suspira desolado –Con las condiciones de Saga que apenas tiene un mes de haber dado a luz, Mu en el último trimestre y Camus estando embarazado, ellos están descartados- Carraspeo un poco –Además que todos los demás, también están en misiones o por salir en otras…-Niega con la cabeza –No puedo tener un trato diferente contigo por ser… El esposo de mi hijo- le costaba decirle yerno –Así que espero que cumplas esta misión con éxito total-

El rubio, asintió sin más –No se preocupé patriarca, realizare la misión de manera eficaz- Su voz tratando de sonar segura.

-muy bien, eso espero- Camina hacia su escritorio dándole la espalda el joven hombre –Puedes retirarte-

Virgo, inclino levemente su cabeza, en señal de respeto y se dirigió a la salida de ese salón principal.

-Shaka- Llamo con fuerza, sin voltearlo a ver.

El joven giro para ver al peliverde.

-Regresa con bien por favor… Tu familia te estará esperando- Aquello fue lo último que el mayor le dijo.

Era algo angustiante, cuando aquel hombre, que siempre se mostraba serio con respecto al trabajo mismo, en ese instante su cosmos se mostraba algo turbio, la preocupación también estaba en él.

Pero no se podía hacer, era una misión, un pedido de ayuda de aquellas personas que estaban sufriendo y siendo azotadas por ese mal que los atormentaba, debían ayudarlas sin importar que sea el resultado.

Mantener la paz, a costa de lo que sea, era lo que un caballero dorado tenía que hacer.

---Fin Black---

Todo eso, resonaba en Virgo, se sentía también preocupado, pero quería demostrar que todo estaría bien, si lo lograba dejaría a su borreguito tranquilo y a sus hijos igual.

Pero ¿Cómo hacerlo, si temías también lo peor?

-Se está moviendo- Aries levanto la cabeza, para en contratarse con los ojos azules -¿Lo puedes sentir? –llevo una de esas cálidas manos de Virgo a su vientre, para que sintiera la maravilla de esa vida.

Al tocar, sentía esos pequeños movimientos en el interior de Mu. Eran tan hermosos, significaba que su bebe pronto llegaría, y se estaba haciendo presente d alguna forma… para reconfortar a sus padres en esa noche de angustia que pasaban.

La sonrisa tan hermosa de Mu, no cesaba le aprecia tan maravillo, era una conexión única que una madre y su hijo poseían. Se sentía tan entusiasmado.

Esa era la sonrisa que el quería proteger, la que debía mantenerse siempre en ese rostro precioso.

Pase lo que pase, volvería para tener más noches como esas.

El seguía acariciando el vientre de su pareja. El cual llevaba para dormid, una especie de bata larga, que dejaba ver su estado de gestación muy notable, pero se veía tan hermoso. Su cabello recogido en una coleta alta, a veces lo hacía para dormir.

Pero poco a poco, el movimiento fue cesando, sin duda él bebe reaccionaba así, pues quería acomodarse para dormir.

-Se detuvo- Susurro levemente.

-Sí, pero últimamente está muy inquieto- Volvió a tocar su vientre –Ya quiero que nazcas mi bebe, todos te queremos conocer.

La escena más bella que podría apreciar nunca… Mu se veía realmente precioso en ese estado, sobre la cama, con las rodillas dobladas, sonriendo, con sus ojos cerrados y tocando su pancita.

Por alguna extraña razón, su cuerpo reaccionaba a esa belleza que tenia de esposo.

Hacerlo durante el embarazo.

¿No sería peligroso?

Lo había preguntado sin más.

Y la experta le había indicado, que no resultaba riesgoso siempre y cuando hubiera más cuidado del normal.

Pero, no sabía si era el momento adecuado para pedírselo a su esposo.

Aunque mañana partiera a esa misión, sabría que volvería y podría estar con Mu, todo el tiempo que quisiera.

Suspiro cansado, debía alejar esos pensamientos de su cabeza, para conciliar el sueño y no estar deseando el cuerpo de su amado.

-Shaka…- La voz inocente de Aries, se hizo presente.

Al mirarlo con más atención, pudo darse cuenta de que, el también había estado pensando en lo mismo, podía verlo en su cuerpo.

El pelilila, se acercó a él, y le dio un beso en los labios, profundizándolo un poco, pero separándose, por la vergüenza que sentía, sus mejillas rojas lo demostraban.

-Sé que… Debería estar tranquilo en este último tiempo, pero…- Bajo su mirada avergonzado.

-Mu, no te fuerzas a nada que no quieras…- Le sonríe para reconfortarlo –Podemos hacerlo más adelante.

-Es que… Yo quiero hacerlo…- Puso sus manos en su pecho, con su cara baja, sumamente rojo.

¿Se podría ver más adorable?

Ese era un pensamiento de Virgo.

-¿Estás seguro?- Aquel rubio, estaba también en su límite de prudencia, siempre mantendría lo que el otro deseara.

Asiento con su cabeza, al ver los ojos azules, yendo hacia él.

Un beso más profundo se pudo conectar entre ambos y así quedando recostados en esa cama, que ha sido testigos de tantos encuentros amorosos.

Las caricias, en los cuerpos ajenos se presentaban, los débiles gemidos que callaban con sus bocas, debían tener conciencia de que tenían a un hijo mayor en otra habitación, no debían arriesgarse a que los escuchara.

Con todo el cuidado del mundo, si antes lo creía un ser de frágil, ahora era de cristal más delicado del universo.

Esa noche paso, sin más en otra entrega que ellos realizaban, el deseo y la lujuria no era lo único que realizaba, también el amor sincero y puro es lo que representa esta muestra de afecto.

A la mañana siguiente, con los primeros rayos del sol. Aquella familia se tuvo que despedir, era el momento de la misión del caballero dorado de Virgo.

El abrazo del menor no falto.

Los besos de Aries tampoco.

-Regresare pronto Kiki, cuida mucho de Mu- Sonrió al niño.

-Sí, padre… Cuidare a mi mamá y a mi hermanito con todas mis fuerzas- Se enorgulleció de ello, con nueve años ahora, se sentía mucho más fuerte.

-Adiós mi amor- Un beso le planto en los labios al carnero.

Este se lo correspondió, pero al separarse le dijo algo –No digas adiós, es una palabra triste, corazones que se aman… Nunca deben despedirse- Esa frase que siempre le dedicaba Aries, le trasmitía con seguridad ese infinito amor que tenían.

Sin más partió, a cumplir aquello que se le encomendó.

Dejando a un pequeño, sonriente porque sentía el orgullo de tener un padre tan fuerte.

Pero al pobre pelilila, le estrujaba el corazón, no quería pensar en ello, pero lo seguía en su mente… Uno de sus mayores miedos.

Debía confiar en la fuerza de Virgo. Siempre lo hacia

¿Por qué ahora no?

La despedida, era una de esas que sabes con todo el corazón que solo es un hasta pronto.

---Bosque de los Ángeles caídos---

Virgo, había llegado a ese lugar, después de recabar más información, de lo sucedido, y de las personas que habían desaparecido en los últimos días.

El conocimiento que se tenía de esa criatura era apenas escasas, se sabía que habitaba en lugares donde el odio y resentimiento estaban latentes, tomaba la energía vital de los seres vivos.

Lo más probable es que esas personas desaparecidas fueran su alimento y con ello, se hacía más fuerte y los cuerpos los utilizaba como una especie de sirvientes, sin contar que las almas quedaban llenas de odio hacia el mundo.

Había hecho su tarea, así que dirigió sus pasos al lugar indicado, de noche es cuando atacaba, lo esperaría sin duda.

Sus ojos cerrados, le daban una mejor percepción de las cosas, que si los tuviera abiertos, sentir el cosmos de esa criatura, seria fácilmente si aumentaba considerablemente.

El modos operandi, era algo realmente sencillo, creaba ilusiones vividas de las personas que se cruzaran en su camino, mostrándoles sus mayores deseos o sus peores temores, así lograba que cayeran y no prestaran atención, cuando su energía vital era devorada.

Esta misión, hubiera sido perfecta para él y Mu, con las habilidades más desarrolladas de telequinesia y mentales, seria mas sencillo, pero su esposo no podría.

Estaba bien, el libraría esa batalla, sabía que tendría que acabar con los servidores muertes de este y hacer que expulse cada alma que lo alimenta, por eso era una misión cansada. Se tardaría mucho.

Pero en su mente, solo estaba en terminarla y volver con su familia.

Cada paso que daba, sentía ese pesar que inundaba el lugar.

Estaba preparado, para entrar en cualquier momento en una ilusión.

Pero mientras más se adentraba, solo el resentimiento podía sentirse, mas no percibía nada, el ambiente pesado sin más. Había pasado ya un rato, en medio del bosque no divisaba nada.

Pensó que posiblemente, tomo una dirección incorrecta, pero él no era de los que se equivocaban así.

Suspiro, había mantenido la mente concentrada en acabar con ese ser, lo más importante era volver.

Levanto su mirada a la luna que estaba en cuarto menguante, sonrió un poco y toco el anillo que unía su alma con la de Aries.

Solo basto un solo segundo, un pensamiento, para caer en la trampa.

Todo su alrededor, comenzó a cambiar, se preparó para cualquier ataque, estaba concentrado.

Una ilusión muy vivida del santuario en cuestión, enfrente de él apareció el primer templo.

Frunció el ceño, se sentía insultado por recrear todo de una manera tan descarada, pero no saldría de allí sin llegar a donde se concentraba.

Mientras no se alterara, todo estaría bien, un experto en ese ámbito.

Debía entrar, no había otro camino que seguir.

Mientras caminaba al recinto, había analizado cada situación.

-Así que está en la forma que los engaña- Aun con los ojos, su paso firme y solmene. Portando su armadura, estaba preparado.

-Con un pensamiento, de lo que más quiere o quienes más quiere, los controla- Niega con la cabeza –Es muy simple-

Su mente, pensaba que lo más seguro es que viera allí a su amado, su hijo y él bebe… Con eso creía que lo podría conmover para no atacar.

Shaka no era fácil de convencer, sabía que si debía atacar, serian copias, ilusiones. Él tenía el conocimiento que ellos estaban a salvo en el santuario.

Mas sin embargo cada paso que daba, más oscuro se volvía, la luz de la luna no llegaba tanto.

Poco a poco, sus pasos parecían chipotear en algún líquido, bajo su mirada y era un color carmesí, ese instante que no se fijó hacia el frente, pudo ver a sus cámaras en el suelo, incluso a su Diosa, a los de bronce incluso a los recién llegados, todos… Muertos.

Aquello lo sorprendió un poco, negó rápido con la cabeza, debía volver con su temple alerta.

-Solo es una ilusión demasiado cruel- Siguió caminando, pero no existía más paso, que atravesar por donde los cadáveres estaban, todos tenían los ojos cerrados.

Lo condujo hacia el frente de una puerta, la reconocía era la misma sala que se estaba preparando para el parto de Mu.

Debía entrar, pero sabía que se encontraría.

Apretó sus labios, aunque fuera un caballero dorado, que lo viera todo… Esa escena que lo esperaba, lo tenía angustiado.

Sin más abrió la entrar. Era una oscuridad absoluta, no podría ver nada más allá de sus manos.

Ingreso, y la puerta se cerró detrás de él. Lo que sea que estuviera controlando la ilusión, estaba cerca, lo podía sentir.

Un ruido fuerte lo alerto, se escuchaba como un desgarramiento de carne… Cuando un cuchillo atreviera el musculo y el hueso.

-¡¡¡SHAKA!!! ¡¡¡NO PERMITAS QUE LOS LASTIMEN!!!- Aquella voz, pertenecía al Lemuriano que amaba.

-¡¡¡PAPÁ!!! ¡¡¡AUXILIO!!!- Ahora el timbre de voz del pequeño.

Y un grito de un recién nacido, se escuchaba.

Inundo sus oídos, abrumando su cabeza.

Apretó sus ojos, y puños. Esta ilusión le estaba llegando directo a lo más profundo de su mente y corazón, meterse con su peor temor.

Apretando su mandíbula, se concentraba en estar atento a su al redor, no permitiría que nada lo obstruyera.

De repente, todo se ilumino y pudo ver su mayor miedo hecho realidad allí.

Aquel pelirrojo en el suelo, con signos de heridas mortales, perecía jadear por el último suspiro de vida. Dirigió su mirada hacia el rubio -¿Por… Por… Que… No llegaste…?-

Se estremecido por completo, ver a Kiki así, lo estaba haciendo caer, no podía acercarse, aunque quisiera. Aún tenía algo de cordura en sí.

Todo era igual, las imágenes, las voces, todo… No podía engañarse. Aunque quisiera… no podía

-Dijiste… Que nos… Pro… protegerías…- Ese era Mu.

Al divisarlo, sus ojos presenciaron esa escena, cubierto de sangre, su vientre estaba abierto… Parecía que le hubieran arrancado a su hijo con una crueldad inmensa.

Ambos seres que él amaba, juntos en su lecho de muerte… Ya no aguanto más, se tenía que acercarse.

Había logrado su cometido aquel ser enemigo. Hacer que Virgo caiga en su ilusión, con el dolor más grande del mundo, la perdida de lo que amaba y aún con vida, en sus manos muriendo.

-Esto… No es verdad…- Su mente trataba de reaccionar, su corazón no podía más.

Trataba de tocarlos, se sentían aun tibios… La sangre caliente, aprecia quemarle, pero no le importo, solo pedía que desaparecieran.

No se daba cuenta de lo que crecía detrás de él, todos sus miedos ayudaban a alimentar a ese ser maligno que se apoderaba del ambiente.

Estaba sumergido en su dolor, no podía reaccionar, enserio estaba dejándose llevar. Las lágrimas estaban recorriendo sus mejillas

Comenzó a pensar que de verdad, había llegado tarde.

Mas sintió un su mano izquierda un destello y un punzada muy grande que lo hizo reaccionar de manera rápida.

Pero ¿Habrá sido suficiente...?

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches. ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? Jajajajaj ¿Como están mis terrones de azúcar? ¿Que hacen? 

Saben una vez, mi mejor amiga me dijo que que hiciera un fic con un final trágico... Ay que cosas ¿No? Jajajjaja

En fin... Leer todas las muertes de los caballeros y... Uffff me recordó todo eso y me dio tanta tristeza, moviio algunas fibras sensibles en mi corazón Ayyyy... Pero bueno, no lagrimas, nada de eso. JajAJAJAJA

Ahora vallamos a la pregunta del día de hoy: ¿Pertenecer a la filas de Poseidon o al ejercito de Hades? Solo se permiten uno de esos bandos, Lo siento pero Atena aquí no cuenta.

Una ultima pregunta ¿Alguien tiene el PDF del "Diario De Anna Frank?

Dejen sus comentarios, respuestas y no acepto reclamos ahora. jajajaj No se crean, pueden hacerme los comentarios que quieran

Ahora si a contestar los hermosos comentarios que me han dejado mis terrones de azúcar:

Belen09: Terron de azucar Kiki, si sufrio mucho, tenia que existir este cap, donde lo explicara, era algo necesario del bebito hermoso. Si todo es normal el sentirse asi. Shaka aprendio a comprender a los demas, lo que hace el amor. El ya sabe utilizar el don de ser padre. Nunca se le dejara como tal. Todos lo queieren de corazon. 

Espero que me respondan de manera con sus comentarios y la pregunta, digo las preguntas, por favor... Necesito ese libro sin duda.

En fin... Creo que esto todo por el momento. Los mega quiero terrones de azúcar, y el final se acerca peligrosamente.

Ammu se va.  

 


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