Algo andaba mal en Quentin, hasta el mismo lo sabía. Sabía que algo en el andaba muy mal y todo se debía a Peter Parker. Beck no quería aceptarlo, pero tendría que, si a alguien se debía de culpar por las noches de insomnio y el dolor de muñeca debía de ser solamente a Peter Parker. El rumor del que Peter le había hablado que insinuaba que él era uno de esos profesores que cambiaban calificaciones por actos sexuales, era un rumor solo eso. Pues jamás había llegado tan lejos con alguien como lo estaba haciendo con Peter. Y todas las noches trataba de encontrar la respuesta a porque estaba comenzando a obsesionarse con el muchacho.
¿Qué tenía Peter de especial como para que el, comenzara a sentirse tan terriblemente atraído hacia él?
Claro, Peter era el prototipo de chico que Beck siempre quiso tener de novio en la escuela, pero debía de haber algo más. Ese algo era la respuesta de porque a la hora de poner calificaciones había decidió ponerle una C en vez de una B. Quentin había entendido de manera indirecta que Peter ocupaba una muy buena calificación para que no le afectara, pero ese algo hizo que le pusiera esa calificación porque sabía que si se la ponía Peter estaría en problemas y debía de buscarlo. Ahora si como quien dicen todo había sido plan con maña, y es que Beck todavía no había tenido suficiente de su alumno.
Debería de apresurarse a encontrar la verdadera razón de su atracción hacia él, pero por el momento todo lo que debería de estar haciendo era disfrutar de los ricos movimientos en círculos que las caderas de su alumno estaban haciendo arriba de su pene.
—Y ¿cuándo voy a chuparle la polla?
Beck levantó las cejas en tono de burla y Peter al darse cuenta como había dicho las cosas se maldijo internamente.
—¿Ansioso? — afirmó más su agarre a la cintura de su alumno.
—N.…n-no sólo que es algo incómodo, estoy aquí sentado encima de usted y lo único que hago es sentir tu pene gigante rozando con mi trasero.
Y también estoy escuchando como su respiración se siente tan caliente y excitante cerca de mi oreja, ¿se ha dado cuenta? que ya está roja y todo es por su culpa. Lo maldigo profesor Beck, pues no debería de estarme excitando esto.
—Es un halago que le llames gigante. —hizo su cadera hacia adelante clavando más su polla en el trasero lindo y redondo de Peter. —Si de verdad quiere una +B vas a tener que soportar que restriegue mi polla en tu trasero por un tiempo más.
Peter cerró los ojos e inconscientemente oculto su rostro en el cuello de Quentin Beck, estaban en una posición tan íntima que Peter no podía con la vergüenza que todo su rostro estaba transmitiendo. No importaba si ocultaba su rostro en el cuello de su profesor porque de todas las cosas que estaban haciendo esto era lo más raro que habían hecho.
—No puedo soportarlo más, muévete más rápido.
Ni siquiera estaban teniendo sexo, solo eran roces, era como quien dice restregarse uno al otro con sus ropas encima, Peter moviendo sus caderas hacia adelante para hacer que sus nalgas frotaran el pene de Beck sobre su ropa.
-N…no me vaya a ensuciar por favor. Mi Tía May a veces lava la ropa. –susurro en el cuello de Beck y este último al sentir el aliento caliente de Peter sabía que estaba a punto de correrse.
- ¡Levántate! –eso ultimo había salido tan urgente de sus labios que parecía que estaba enojado. Peter no sabía que hablaba enserio, pero en cuanto volvió a repetirlo, el chico se puso de pie y solo cuando hizo eso pudo ver el gran bulto en los pantalones de Quentin ¿Todo eso lo había provocado el? –Contra el escritorio. –demando.
- ¿Qué? –el pánico recorrió todo su cuerpo. –No me voy a poner contra el escritorio.
Beck torció los ojos mientras con las manos ansiosas trataba de quitarse el cinturón y bajarse la cremallera.
-Vamos, no es lo que piensas solo ponte contra el escritorio antes de que me arrepienta de cambiarte de calificación.
Antes de que las palabras se volvieran realidad Peter se pegó al escritorio con la respiración irregular, ojalá no fuera lo que estaba pensando porque definitivamente si era eso iba a terminar golpeando a Beck y siendo expulsado de la escuela.
Cuando Beck se acercó a él por detrás, solo sintió un jalón y de pronto las manos grandes y fuertes de Quentin estaban sobre sus caderas agarrándolo fuerte y firme.
-Quédate quieto yo haré todo el trabajo. –susurro cerca de la nuca de Peter y este último, pronto comenzó a sentir como su propia polla comenzaba a tener vida.
Todo lo que supo es que Beck se bajó un poco los pantalones de vestir, para que su polla caliente pudiera salir y ahora si piel contra la tela de los jeans de Peter estaban teniendo contacto real, ya no era la polla de Quentin restregándose contra el lindo trasero de Pete, bueno sí. Pero ahora la polla estaba sin ninguna ropa mientras estaba a punto de explotar por la rica sensación que el roce entre las nalgas redondas de Peter y la ropa le brindaban.
-Ahg…mha…
Peter no pudo contener un gemido cuando el agarre en su cintura se intensifico, pues Beck se había corrido en ese preciso momento. Las mejillas de Peter estaban como un comal.
-Ha manchado mis pantalones… -fue lo único que pudo decir.
Beck sonrió triunfante cuando se alejó de su alumno y vio su propia firma en el trasero de Peter, que afirmaba que ese lindo trasero ya era suyo, o pronto lo seria. Se volvió a acercar para limpiar el semen con su propia polla y obligar a Peter a girarse y ponerse de rodillas.
-Chupa.
Le mostro el grueso miembro a Peter que contenía en la punta de la cabeza su propio semen, los ojos de Peter se agrandaron pues se veía tan obsceno, pero aun así lo hizo, acerco su linda boquita y sus labios besables hasta la polla de su profesor y chupo toda la semilla que había en ella para después comenzar a chupar la polla sin que Beck se lo haya pedido.
Cuando Quentin centro toda su atención en Pete y vio en él, rastros de que lo estaba disfrutando, fue cuando su mente comenzó a planear lo próximo que iba a hacer. Dejo que Peter siguiera disfrutando de chupar su polla, hasta el punto de ponerlo duro de nuevo y correrse otra vez en su boca.
- ¿Te gusta tu biberón? -dijo burlón haciendo enojar a su alumno.
-S-solo hacia mi parte del trato. –dicho eso se puso de pie un poco adolorido por haber pasado tanto tiempo de rodillas y vio como Beck se acomodaba el pantalón de nuevo. –Ahora si tendré mi +B ¿cierto? Sin excusas de que no especifique.
-Claro que sí, usted no tiene nada de qué preocuparse. Ahora mismo corrijo su calificación y podrá dormir como bebe.
Peter asintió y tomando su mochila del suelo se disponía a ir se dé una vez fuera de esa oficina, antes de que empezara a cuestionarse porque le había chupado la polla sin que le dijeran, pero antes de poder lograr huir la voz de Quentin lo llamo.
-Solo una última cosa. Quiero poner las cosas claras con usted de una vez por todas. –Peter se quedó atento. –Con la corrección de su calificación podrá pasar a tercero, pero sabe usted que yo sigo impartiendo el siguiente curso de Idioma III ¿verdad? –dada a la sorpresa que el rostro de Peter reflejaba suponía que el chico no tenía idea de ese dato tan importante –Se había dicho que el profesor Strange iba a dar esa materia, pero su linda esposa acaba de dar a luz y se le ha concedido el pase de paternidad por un año así que no me queda más que suplantarlo y tomar el control del curso.
-Eso quiere decir que no me librare de usted tan fácil –Beck sonrió de manera agria.
-No, lamentablemente no. Pero no le hare la vida imposible, o eso es lo que planeo siempre y cuando lleguemos a un acuerdo.
- ¿Acuerdo? ¿De qué está hablando?
Poco a poco Peter era consciente de como Beck se acerca más a él ¿Acaso iba a volver a acorralarlo contra la pared?
-Me he dado cuenta de su terrible situación, me he enterado por algunos superiores de la pésima condición económica por la que usted y su Tía May han estado pasando desde hace un par de tiempo.
¿Se ha dado cuenta de eso hasta ahora? Que acaso no se lo estuvo diciendo siempre. ¡Maldición! Este hombre solo escuchaba lo que quería escuchar.
-Tengo varios doctorados y varias maestrías el dinero para mí no es ningún problema. –Peter entrecerró los ojos. ¿De qué estaba hablando? –Si a usted le interesa Sr. Parker podríamos seguir haciendo el trato que hemos estado haciendo para que usted pueda seguir teniendo un buen rendimiento en clases aun si no entrega tareas o pasa los exámenes.
- ¿Qué me está queriendo decir?
-Lo que quiero decirle, es que, si usted acepta seguir haciendo estas cosas sexuales conmigo, jamás tendría que preocuparse de nuevo por sus calificaciones o por dinero. Estoy dispuesto a pagar lo que sea por esto.
Ahora si todo se había ido al demonio, Quentin le estaba diciendo que estaba dispuesto a pagar por favores sexuales que Peter pudiera brindarle, como si él fuera una maldita puta.
- ¿Se volvió loco? ¡No soy una maldita puta! –su enfado sonaba hasta en su voz.
- ¿Enserio? Por un momento podrías haberme engañado. –Peter ignoro el tono burlón con que lo había dicho.
-Todo esto fue diferente, fue por las calificaciones no por dinero.
-A mi manera de ver es más decente chuparle la polla a un hombre por dinero, que chupársela por una calificación, además no tienes por qué ofenderte es más que obvio que lo necesitas.
- ¡¿Necesito?! ¿Qué es lo que usted supone que necesito, Profesor Beck? –apretó su mandíbula.
-Mucho dinero. Parker no estoy ciego. Vienes con la misma ropa casi siempre y es obvio que necesitas calzado nuevo y que tus problemas económicos no te dejan hacerlo. Si piensas bien mi propuesta no suena tan descabellada, hacer lo que ya sucedió dos veces por algo de dinero y calificaciones.
-PERO NO SOY UNA MALDITA PUTA, PROFESOR BECK.
Estaba muy enfadado, para él una cosa era hacer esto una o dos veces por alguna que otra calificación, pero hacerlo por dinero para ayudarlo con sus problemas económicos eso era una completa tontería, ¿Qué se creía Beck, un maldito ángel por tratar de resolver sus problemas económicos de esta manera tan sucia?
-No, la respuesta es no. No pienso venderme de esa manera ni por todo el dinero del mundo.
- ¿Cuánto quieres? –insistió antes de que él se marchara –Te daré 3,000 mil por cada mamada, 3,500 cada vez que me dejes hacer lo que hicimos contra el escritorio hoy. Eso fácil podría ayudarles a ti y a Tía May, podrías dejar uno de todos los trabajos que tienes y ponerle más atención alguna que podrá materia para subir tu promedio y no perder la beca.
Como lo había planteado Beck de esa manera todo lo malo podría verse tan tentador y Peter le dio muchas vueltas en su cabeza mientras la mirada intensa de su profesor estaba clavada sobre él. Estaba a punto de ceder, pero los rostros de sus padres fallecidos aparecieron en su mente y se preguntó si a ellos les gustaría enterarse de que su retoño le chupaba la polla a su profesor por dinero. Peter no era tonto y sabía que Beck si tenía dinero de sobra, pero si ya había caído en esto, no caería más bajo. Era mejor terminar las cosas aquí que hacerlas más grandes.
-No. El trato era sobre esta calificación y es todo. No necesito su estúpido dinero Profesor Beck usted y su polla enorme pueden ir se al demonio. –azoto la puerta de la oficina y salió huyendo de ahí.
-Solo recuerde una cosa ¡Yo siempre consigo lo que quiero! –grito antes de que pudiera marcharse totalmente.
Quentin se quedó con el ceño fruncido y notablemente muy molesto, su plan no había resultado como pensaba que iba a hacer, pues él estaba más que seguro que alguien tan carente de dinero como Peter Parker iba a aceptar su trato fácilmente, pero se le olvido por completo el sentido de la dignidad y el orgullo que cada uno posee de diferente manera.
Aun así, no se preocupó por eso, tendría cuatro largas semanas para pensar en un plan de como traer a Peter de regreso a su oficina implorando ponerse de rodillas exclusivamente solo para él.
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Las benditas vacaciones habían iniciado y todo el mundo por fin estaba despejando su cabeza lejos de las materias y cosas académicas, los niños corrían de aquí y por allá y los chicos de la edad de Peter salían a divertirse al cine o a bares con sus amigos, o eso era lo que la gente normal de su edad hacía, pues Peter y sus amigos se reunían en casa de este último pues era la que normalmente no tenía supervisión adulta a ver películas de terror, cosas paranormales o muy geek’s como las de Star Wars o Star Trek. Si, entre ellos les llamaban las dos estrellas.
Justamente hoy estaban reunidos en la casa de Peter viendo un maratón completo de Friends, mientras comían palomitas y opinaban sobre los personajes o el capítulo. Tía May tenía turno nocturno así que iban a tener toda la noche. El plan era quedarse a dormir, pero conforme iba pasando el tiempo a cada uno le surgió algún asunto que hizo que se retirara pronto, y así cada uno fue abandonando la casa de Peter, cuando Pete despidió a MJ que fue la última en irse, ni dos minutos habían pasado cuando alguien volvió a tocar la puerta de nuevo.
- ¡MJ! ¿Ahora que se te olvido? –abrió la puerta sin mirar si realmente era su amiga y se dio una gran sorpresa cuando vio al mismísimo Tony Stark del otro lado. –Oh, oh s… Señor Stark –sus mejillas se tiñeron de rojo y sin querer comenzó a tartamudear. Tony sin preguntar dio el primer paso dentro de la humilde morada.
-Así que ¿Cómo van las cosas ocultándote de mí Peter?
Peter se apresuró a cerrar la puerta de su pequeño departamento.
-No me estaba ocultando de usted, Sr. Stark.
- ¿Así? –se paseaba por los alrededores de la sala sin saber a dónde ir ni a donde mirar mientras conversaba –No respondías mis mensajes y estaba realmente preocupado por ti ¿Lo sabes no? –por fin sus ojos se habían posado en su pequeño y cuando vio sus ropas desgastadas mordió sus labios - ¿No te había dicho que si ocupabas tú y tu tía dinero solo tenías que pedírmelo?
-S..e…ñor Stark, yo n-no. Yo realmente no quería molestarlo, es un hombre muy ocupado.
-Eso no importa Peter, eres mi protegido y si necesitas algo solo debes de pedírmelo, dinero me sobra y todo el mundo lo sabe.
Maldición solo hablaban de dinero y recordaba lo que Quentin le había dicho.
-Yo no estaba listo aun…-cruzo los brazos y miro para el suelo –Como iba a pedirle dinero si le quede mal a usted.
- ¿En qué momento me quedaste mal, muchacho? Yo entiendo que estos dos años estuviste recuperándote de lo de tus padres, pero no tenías por qué ocultarte de mí.
-Pensé que estaba mo-mo-lesto –Tony lo miro con curiosidad. –Deje la pasantía así sin más y abandone todas las ganas de ir al MIT. Sé que se tuvo que disculpar por todas las influencias que tuvo que mover en esa escuela y que al final no asistiera, no podía seguir viéndolo cuando le quede mal en cada uno de los favores que me había hecho.
-Chiquillo, chiquillo…si no te dije nada antes es porque quería darte tu tiempo. Sabía que lo de tus padres fue muy duro, no quería presionarte y no lo hice, pero ¿enserio creerías que te iba a dejar en paz toda la vida? Sino vine antes no fue porque estuviera molesto porque dejaras la pasantía o las ganas de entrar al MIT, simplemente quería darte tu espacio, pero escúchame bien –levanto uno de sus dedos y a punto hacia el –Una cosa es darte tu espacio y otra que me saques de tu vida, eres mi mocoso ¿No me extrañaste? –sonrió con esa sonrisa que siempre lo había caracterizado. –Ven aquí y abrázame entonces…-extendió sus brazos y Peter no tardó mucho en ser envueltos por ellos. –Maldito, mocoso. Creíste que te ibas a librar tan fácil de Tony Stark –le despeino la cabellera juguetonamente mientras las risas salían de la boca de Peter.
-No, claro que no Sr. Stark. –rio –Y ya déjeme sino voy a tener que peinarme de nuevo.
-Pues ve a arreglarte, que nos vamos de compras.
- ¿De compras?
-Sí, ¿Qué creías? que iba a dejar a mi protegido vistiendo como un vagabundo, claro que no. Vas a mover ese lindo trasero que tienes y vamos a ir a comprarte cosas decentes ¿Ya estás de vacaciones no? –Peter asintió –Perfecto, así no tengo que regresarte a casa temprano.
-Tía May, tiene turno nocturno de todas formas.
- ¡Entonces genial! Tenemos toda la noche para nosotros solos. –susurro y Peter se estremeció, a veces podría jurar que el Sr. Stark parecía que decía las cosas con doble sentido.
Pero no podría ser así pues con los años que se llevan conociendo Peter sabe que Tony solo lo veía como al hijo que jamás tuvo, pero siempre quiso tener, o al menos eso era lo que él pensaba.
El resto de la tarde se la pasaron en tiendas departamentales, Tony le compraba todo lo que a Peter se le hacía bonito, incluso si Peter no decía en voz alta que lo quería Tony conocía esa mirada y con solo ver la le decía al chico de la tienda que quería que envolviera ese también. Así fue como Peter se hizo de zapatos nuevos y un armario renovado.
-G…gracias, Sr. Stark, por todo no solo por esto –levanto todas las bolsas que habían comprado cuando ya estuvo cerca de su casa –Sino por venir hasta aquí y decirme que no está realmente molesto conmigo.
-Mocoso…jamás voy a poder estar molesto contigo nunca –le despeino el cabello de nuevo –Pero eso sí, si tienes problemas económicos y no me los dices realmente voy a enojarme. ¿Cuántos trabajos tienes ahora ocho, diez? –cuestiono y al no ver respuesta siguió –Bien, pues ahora en adelante te pagare el doble de lo que sea que esos trabajos mal pagados lo hacen ¿Qué te parece? –estaba realmente preocupado por la salud de Peter. –Todo lo que tienes que hacer es venir a seguir la pasantía independientemente de la carrera universitaria que estés cursando, solo ve a la Torre Stark y será como un trabajo de medio tiempo. –Tony sabía que a Peter no le gustaba recibir ningún tipo de ayuda especial, es por eso que le ofrecía ese trato para que no lo sintiera como una ayuda a la beneficencia. –Lo estás pensando mucho, mocoso…
-L—lo siento, es que justo ahora estoy bien, quiero decir si andamos algo cortos Tía May y yo, pero no es nada que no podremos solucionar con el tiempo. Agradezco su ayuda y todo, pero ¿Puedo pensarlo?
-Bien –suspiro –Piénsalo y luego me hablas ¿De acuerdo? –Peter asintió- -De acuerdo, ahora papi Stark tiene que ir sé, pero no sin antes recibir mi beso de despedida –Peter se sonrojo, ¿Por qué Tony Stark tenía que ser así? –Mi beso Pete.
Peter todo avergonzado se acercó hacia Tony y le planto un buen beso en la mejilla y parte de la mandíbula con vellitos de Stark.
-Gracias por todo Sr. Stark.
-No, gracias a ti Pete, por no cerrarme la puerta en la cara. Te veo en unos días cuídate mucho. –dicho eso cerró la puerta del departamento y Peter se quedó anonadado, ahora tendría que acomodar toda la ropa que el Sr. Stark había comprado para él. El verdadero problema era donde.
-Tal vez debí de pedirle un armario nuevo también –una gran sonrisa se extendió por su rostro –Ay, ese Sr. Stark…
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Las vacaciones estaban a punto de acabar y para ser sincero Peter no había descansado de nada, pues aún seguía trabajando para sus ocho o diez trabajos como le había llamado Tony y aunque la propuesta de regresar a la torre Stark y recibir un sueldo por prácticamente ser el asistente de Tony era una oferta atractiva, pero Peter seguía en modo quiero ser independiente por mí mismo y su orgullo le impedía aceptar esa propuesta.
Habían pasado varios días desde que el Sr. Stark había estado en su casa así que Pete pensó que tal vez a Anthony ya se le abría olvidado, pero conociéndolo algo en el fondo le decía que todavía no. Esa noche a solo cuatro días de entrar a la escuela de nuevo, Tía May llego una vez más de otro turno agotador, pero no volvió como de costumbre.
Pete estaba en la cocina haciéndose un emparedado de mantequilla de maní y mermelada de fresa (al menos de la poca que quedaba) cuando la puerta del departamento se abrió y Tía May entro en ella con las ropas rotas y el rostro golpeado, maltratado y ensangrentado Peter dejo caer su emparedado al suelo y corrió hacia ella, para cuando llego Tía May apenas podía sostenerse.
- ¡May! ¿Q…que q-ue fue lo que paso? ¿Quién te hizo esto? –la tomo entre sus brazos y ella cayo en el sofá. - ¿Qué fue lo que paso? –dijo realmente preocupado, ella apenas podía hablar, estaba asustada, su cuerpo temblando y se veía a punto de llorar. -Fue ese hombre con el que has estado saliendo, ¿cierto? –Peter gruño cuando Tía May asintió. –Te dije que algo en él no me daba buena espina –la punzaba jamás fallaba pues el no necesitaba de conocer a la gente en persona para saber que algo andaba mal. –Voy a matarlo, voy a matarlo –se puso de pie como para querer salir, pero la mano de Tía May lo sostuvo.
-P…peter no, no lo hagas. N-no quiero que te lastime, no me dejes sola. Estoy bien, no es nada que algunas gasas y alcohol no puedan solucionar. –dijo con mucho esfuerzo.
Peter realmente quería ir a buscar al maldecido que se había atrevido a tocar a su Tía May, pero en ese momento ante las suplicas de May, decidió quedarse y cuidar de sus heridas.
Solo cuando Tía May se encontraba mejor, más tranquila y se quedó totalmente dormida, Pete se atrevió a ir a su habitación y buscar su pijama favorita, cuando la encontró vistió su bonito cuerpo con la tela de licra que se pegaba al cuerpo y saliendo por la ventana lanzo una telaraña y viajo por los edificios altos de la ciudad de New York en busca de el desgraciado.
Era hora de que el hombre araña regresara a casa…