Atem escuchaba atento las palabras del sacerdote sin embargo comenzó a escucharse el bullicio de la gente, unos apoyándolo y otros negandolo, sin embargo, el único con voz y voto en ese momento era Wheeler ya que fue el afectado y sin embargo el tenía los ojos cerrados apretando sus puños, estaba dolido y harto de escuchar lo mismo, una y otra vez era igual, tanto el castaño como el tricolor menor notaron eso y Yugi se acercó a estrechar su mano con el sonriéndole para darle confianza, el rubio abrió los ojos ante ello sonriendo por fin relajando su rostro
-Gracias Yug
Antes de que el sacerdote siguiera hablando, el cachorro se separó de su amigo y de su pareja para después aclarar su garganta para ponerse frente al moreno que se encontraba siendo juzgado
-Nadie interfiera!!!
Ante la orden del faraón ninguno de los presentes se interpuso en especial Yugi y Seto, quienes tenían una mayor confianza a lo que haría el melado frente a todos, sin duda era notorio su estado de ánimo y era necesario su desahogo frente al mensajero de Ra, el rubio ya frente a el parecía querer abofetear lo pero en lugar de eso acaricio su mejilla y le sonrió de forma amable como siempre lo hacía en su mundo
-Me disculpo, por tomar el alma de tu amada como mía, se que es doloroso cuando la persona que amas no se encuentra a tu lado...quizás, no soy el más indicado para decir esto, yo solo lo sufrí algunos días...tú lo sufriste al pasar de los siglos, aún así, el dolor y la angustia siguen siendo las mismas, yo no soy esa mujer de nombre Kisara y jamás lo seré ...
Ante lo dicho el sacerdote deslizaba lágrimas de sus ojos sin dejar de ver al melado, más sentía que un enorme comenzaba a dejar su cuerpo que sin duda a cada palabra parecía arder en su corazón pero aún así, después de un instante se sentía un alivio extraño
-No dudo, que ella te amo con todo su corazón y su ser, pero ella querría sin duda que tú siguieras con tu vida, que fueses feliz y que siguieras con tu misión en este mundo y este tiempo
Ante la sorpresa de todos, Wheeler beso en la frente al sacerdote haciéndolo por fin arrodillarse frente a el llorando sin parar mientras rogaba por perdón al cachorro, el CEO no se veía nada feliz por aquella muestra de compasión, sin embargo lo dejaría pasar como regalo de caridad para el miserable infeliz que sufriría sin SU cachorro, Joey solo volteo a ver a Atem y le sonrió mientras lo reverencia
-Mi Faraón...suplico el perdón a este hombre...y que si ha de ser castigado...solo sea de forma leve pero...que continúe más adelante con su labor sagrada...por favor
Atem sonrió ante las palabras de su melado amigo, en verdad era un ser de gran corazón y sin duda mataría a Kaiba si llegase a lastimarlo, pero eso se lo diría más tarde, por ahora se enfocaría al veredicto sobre el sacerdote de Ra