Parte II: Rosas rojas para Shuichi
Casi una semana después del incidente, Shuichi llega a su departamento, como siempre, después de los ensayos con su banda. Al no encontrar a su rubio escritor, suspira y va directo hacia el baño para poder así disfrutar de un delicioso baño en agua caliente para relajarse. Una vez en la tina y jugando muy alegremente con un par de barquitos, siente la puerta del recibidor abrirse
- ¡¡¡YUKI!!! ¡¡¡ESTOY AQUÍ BAÑANDOMEE!!! ¡¡¡SI QUIERES PUEDES VENIR!!! – gritó Shuichi mientras se sonrojaba
Shuichi espera algo impaciente a su amado, escucha la puerta del dormitorio abrirse para después cerrarse. Shuichi se impacienta cada vez más y momentos después sale con una toalla rodeando su contorneada cintura para presentarse ante el rubio mientras una sonrisa de picardía invade por completo su rostro… ¿Qué planea hacer? Shuichi abre la puerta de la habitación y entra de golpe mientras abre la toalla para revelar su desnudez… Y no encuentra a nadie allí
- ¿Eh? – dijo Shuichi y volteando a ver a todos lados - ¿Yu…ki? ¿YUKI? – preguntó sorprendido hasta su médula, se acerca a la cama y con una alegría que no cabe en él se ríe de gusto
Dos horas más tarde, un irritado Yuki entra al departamento, inmediatamente después se encuentra en el suelo siendo atacado sin misericordia por su pequeño amante llenándolo de besos y repitiendo su nombre mil veces por segundo…
- Pero… ¿Qué…?
- ¡¡¡TEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMOTEAMO…!!!
Yuki se siente invadido por el pelirrosa quien lo sigue llenando de besos y claro, encima del rubio. Éste en un principio iba a reaccionar dándole una palmada fuerte en la cabeza, pero ante esa demostración de Shuichi que continua sin parar, se siente muy fuera de lugar… Aun así Yuki mentalmente acepta su “derrota” por unos momentos y el humor le cambia una vez mas por completo siéndole imposible apartar a su pequeño…
Al cabo de unos minutos lo aparta, porque de vez en cuando es bueno respirar y no sabiendo que decir o como reaccionar a las tantas muestras de cariño de su pelirrosa, se queda en silencio sentado en el suelo.
Shuichi lo vuelve a abrazar mientras un par de lágrimas asoman por sus bellos ojos violetas
- ¿Qué te pasa? – pregunta Yuki extrañado
- ¡¡¡Gracias mi amor!!! ¡¡¡Muchas gracias!!!
- ¿De… qué?
- ¡¡¡Por el regalo!!! – dijo Shuichi llorando de la felicidad - ¡¡¡Es tan bello!!! ¡¡¡Pensé que eras un maldito bastardo insensible pero no es así!!!
- ¿Un… qué? – dijo Yuki arqueando una ceja - ¿Qué me dijiste mocoso atorrante? – preguntó algo molesto
- ¿Eh? – Shuichi rió de buena gana - Nada… Solo es… se me escapó ¡digo!… Es que bueno… tienes dinero y nunca me has regalado nada en estos dos años que andamos juntos… Al principio pensé que eras un tacaño amarrete ¡¡¡pero me doy cuenta que no es así!!! ¿Cómo pude juzgarte tan mal, amor de mi vida?
- ¿Yo tacaño? ¿Acaso no me has hecho gastar en felpudos con moños (llámese “peluches”) kilos y kilos de dulces y en ropa interior?
- ¡¡¡Pero es distinto Yuki!!! – dijo Shuichi con una risita - ¡¡¡Yo te pido pero hasta ahora nunca me has regalado algo que yo no te pida!!!
- ¿Y que te he regalado, según tú? – preguntó Yuki alzando una ceja
- ¡¡¡Vamos no seas modesto!!!... <<Ni siquiera sabia que eras modesto en algo…>> ¡¡¡Además no quise siquiera tocarlo para no estropearlo!!!
- ¿Tocar que cosa? – dijo Yuki muy molesto mientras se levantaba
- ¿Tú no me has mandado…? – preguntó Shuichi algo confundido mientras miraba a su amado - ¡¡¡Claro que si!!! ¡¡¡Hasta con una linda tarjetita!!! ¡¡¡Ahhh, ya se!!! ¡¡¡Tú lo encargaste y por eso es que no lo has visto!!! – agregó mientras jalaba a Yuki de la mano - Ven… mira… ¡¡¡Mira lo que me diste!!!
Shuichi corre velozmente hacia el cuarto, Yuki lo sigue y cuando entra ve un enorme arreglo de rosas rojas encima de la cama de ambos amantes, para ser precisos en el lado donde duerme Shuichi. A Yuki se le abren los ojos de par en par, voltea y ve a Shuichi al lado de la cama oliendo las rosas frescas muy alegre. Yuki de un momento a otro jala del brazo a Shuichi apartándolo de la cama
- ¡¡¡Auch!!! ¡¡¡Yuki me duele!!!...
- Pero… ¡¡¡¿Qué significa esto?!!! – preguntó Yuki furioso
Ve a Shuichi y lo zarandea con fuerza
- ¡¡¡Me lastimas!!! ¡¡¡Yu… Yuki!!!... ¿Es que… Tú no me lo has regalado…? – preguntó Shuichi muy asustado y se puso a llorar
Yuki lo suelta de golpe… ¿Qué mierda significa esto?
- ¿Tú no fuiste?... – preguntó Shuichi viendo las rosas más asustado que antes - ¿Si tú no fuiste entonces…? – agregó y retrocede hasta dar con la puerta del cuarto
Yuki fija su mirada en el pequeño… No, él no está mintiendo…
- ¿Entonces…? ¿Q-quien entró hace… rato? – preguntó Shuichi mientras se abrazaba a si mismo
Yuki se eriza y ve a Shuichi… a su pequeño…. No de nuevo, no mas miedos ni tristeza reflejados en esos hermosos ojos violetas. Eso es lo que se prometió a si mismo, él no causaría mas sufrimiento a Shuichi (y eso que le está costando...)… así es y el año pasado recién aceptó, en su vida, al torbellino rosa con un resignado: “Ya pues…” (Si… es escritor de novelas románticas… aja…)
- Les dije rosas rosadas no rojas – dijo Yuki serio sin apartar su vista del "obsequio"
- ¿Entonces…?
- Ineptos – dijo Yuki seco - Dame la tarjeta para ver que diablos te han puesto… Espero que esté al pie de la letra lo que les dije que pusieran
Shuichi va hacia las rosas y le da la tarjeta, aunque se siente algo confuso por la reacción del rubio.
- ¿Por qué me jalaste así del brazo? – preguntó Shuichi con un pucherito mientras se sobaba el brazo
Yuki lee la tarjeta:
“Mi corazón es feliz amándote, mi ángel, mi Shuichi”
Yuki vuelve a leer dándole la vuelta a la tarjeta, no dice nada más que esa frase. No firma, no nada…. Yuki vuelve a su mirada fría de siempre cuando por dentro está que hierve y no solo de celos y de rabia…. Miedo… ¿Miedo?
- ¿Puedo ponerlas en agua? – preguntó Shuichi mientras veía a Yuki - ¡No quisiera que se marchiten tan pronto, amor…! Yuki… ¿Yuki?
- ¿Qué? – dijo Yuki mirando al pelirrosa
- A ti te está pasando algo raro… - dijo Shuichi y se acerca suavemente - ¿Qué pasa? Cuéntame
- Nada…
Shuichi lo quiere abrazar pero Yuki lo esquiva
- ¿Yuki?
- Vístete… saldremos a cenar esta noche
- ¡¡¡En seguida!!! – dijo un alegre Shuichi y tarareando saca las rosas ante la atenta mirada de Yuki quien no le despega los ojos de encima… desde hace rato…
-*-
Ya en un buen restaurante, Shuichi come que da miedo mientras un ensimismado Yuki apenas y toca algo de su comida
- Yuki… ¿no crees que te estas excediendo en tu trabajo?
- ¿Cómo que excediendo? – dijo Yuki volviendo en si
- Mírate… estas mas tenso que antes, por cualquier cosa estas molesto… bueno eso es lo de siempre, pero ahora estas mas molesto que nunca
Yuki se queda en silencio
- ¿Por qué… no te tomas unas pequeñas vacaciones y nos vamos a…?
La mirada de Yuki cohíbe al pequeño
- Tengo trabajo que hacer
- Solo era una sugerencia… - dijo Shuichi con un pucherito
- ¿A qué hora vino el mensajero a traerte las rosas?
- ¿Eh?... Pues como dos horas antes de que volvieras…
- ¿Te dijo algo? No se… algo
- Yuki yo me estaba bañando… ¿Acaso tú no le abriste la puerta?
- ¡¡¡Pero si yo no…!!! – dijo Yuki algo furioso pero luego ve a Shuichi - Ah… si, abrí y me fui
- Claro… además ¿Quién mas tendría la llave de nuestro hogar? – dijo Shuichi con una sonrisa
Ante esa pregunta inocente, a Yuki le vino un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo ¿Quién mas tendría la llave?.... La sombra que él jura que vio esa noche no pudo entrar por el balcón, eso Yuki lo pudo verificar al día siguiente de aquel incidente, cuando estaba “paseándose” por ese lugar y examinando a los alrededores…
- Es obvio, ni que todos tus amigos tuvieran la llave de mi casa ¿verdad? – dijo Yuki mirando fijamente a su amante
- ¡¡¡Claro que no!!! – dijo Shuichi extrañado y se rió - ¿Para que después se vengan a zampar después de una celebración o alguna fiesta?
- ¿Cómo la vez pasada? – preguntó Yuki parcamente
- ¿Ah?... Je, je, je… pero solo estuvimos Hiro, Suguru y yo, además estuvimos celebrando el cumpleaños de Hiro porque nos botaron del local y así fue que…
Shuichi sigue y sigue hablando, cosa que Yuki no le presta atención (para variar) Primero la sombra, aparece la marca de una mordida en la cadera y después rosas…
-*-
- Lo están acosando… - dijo Yuki mas serio de lo usual mientras botaba el humo de su cigarro
Tohma sentado en el sillón tras su escritorio, hace una llamada y momentos después K aparece con sus típicas gafas oscuras y su mágnum recién pulidita en el estuche de cuero marrón quien siempre lleva seguro consigo.
- ¿Has visto algo extraño últimamente? – preguntó Tohma mirando a K
Esa mirada del presidente de la compañía implica muchas cosas
- Nada fuera de lo normal
- ¿Shindo-san?
- Preparando las letras del próximo álbum
Tohma le explica rápidamente la situación
- Va a tener que cambiar la chapa de la cerradura… - le sugirió K a Yuki
- Ya está hecho – dijo Yuki mientras apagaba la colilla en el cenicero
- Estaré muy al tanto de Shuichi
- Eso era todo… - dijo Tohma mientras suspiraba
- No lo sabe…
Ambos lo miran
- Porque si se entera va a estar pegado a mi como una lapa… - dijo Yuki molesto
- Ok, then…
- Es preciso que Shindo-san sepa la verdad, así estaría prevenido
- No
- Shuichi ni cuenta se dará cuando agarre al culpable… - dijo K mientras salía de la oficina - Cuídese ud. también Mr.Yuki… - y sin más sale cerrando la puerta tras él.
Yuki aun intranquilo, con la mente lejana prende otro cigarro en silencio.
- Has cambiado bastante Eiri
- ¿Te parece? – dijo Yuki mientras miraba de reojo a Tohma
- Si… El Eiri de antes hubiese abandonado su casa en silencio viajando a Estados Unidos o simplemente hubiese echado a patadas a Shindo-san – dijo Tohma mientras sonreía
- No es culpa de él – dijo Yuki algo atono
- En el mundo del espectáculo siempre hay ese tipo de fanáticos… - dijo Tohma suspirando de nuevo - Los que quieren hacerse notar ante sus ídolos enviándoles cartas y objetos…
- Y los que entran a mi casa a morder a mi baka, también ¿no? - dijo Yuki mirando a Tohma muy molesto
- Estaba programando una gira para el grupo a fin de mes – dijo Tohma y lo mira - Aplazaré la fecha lo mas que me sea posible
Yuki asiente y sin decir nada mas sale de la oficina. Tohma espera un tiempo prudencial y hace una llamada por su celular…
-*-
En el estudio de la misma compañía, los tres miembros de Bad Luck están componiendo (o experimentando) nuevas melodías para un futuro álbum. Pero pronto la habitación se queda en un silencio sepulcral
- ¿Rosas? – preguntó Hiro a quien se le desencajó la mandíbula de la sorpresa
- ¿De Yuki-san? – preguntó también el desconcertado Suguru
Ambos músicos se miran extrañados a más no poder
Shuichi alegre hasta su médula baila y da vueltas en círculos, con sus ojos en forma de grandes corazones…
- ¿De verdad son de Yuki?
- ¿No se habrán equivocado de dirección? – preguntó Suguru mirando de reojo a Hiro
- WELL EVERYONE… - gritó K mientras entraba ruidosamente al estudio - ¿Dónde esta Shuichi?
Ambos músicos señalan la puerta con una gota que les sale de la nuca. K cierra la puerta y ve a Shuichi aplastado contra la pared como una mosca
- Como decía… ¡Tenemos nueva gira!
Shuichi cae al suelo suavemente como papel… y se levanta de golpe como si nada hubiese pasado.
A la salida de NG, Shuichi camina de regreso a casa contentísimo, con su disfraz de gorrita de lana y lentes redondos oscuros para pasar desapercibido entre la gente. K silenciosa y muy atentamente sigue al pelirrosa por las calles con una mano oculta acariciando su querida mágnum por si acaso.
En ese instante, Shuichi se detiene de golpe al recordar el incidente de la semana pasada en el cual intentó recrear los sucesos para si tratar de recordar que fue lo que exactamente pasó.
***Flash back***
Dos días después de saber que Yuki no fue quien dejara la marca de mordida en su cadera, Shuichi se quedó a solas en el departamento después que Yuki saliera hacia la editora. Intentando recordar lo que pasó desde un principio se quedó pensativo unos momentos. Esa mañana, el rubio escritor lo había llamado para decirle que no llegaría a casa hasta el día siguiente. Ok… Hasta ahí todo estaba claro… Después del desgano se le ocurrió salir al mercadillo para comprar las frutas favoritas de Yuki
- <<Y así darle la bienvenida… una ensalada de fruta…>> - pensó Shuichi con detenimiento
Shuichi con sus lentes oscuros y gorrita, salió del departamento para empezar a recrearlo todo….
Llegó al mercado y recorrió los puestos hasta dar con el de las frutas… sonrío a la vendedora y le preguntó acerca las frutas compradas
- Pero… ¿no te las llevaste ese día? – preguntó la buena mujer extrañada
- Es que… parece que se me perdieron… - dijo Shuichi riéndose nerviosamente
- ¡Pero hijo tienes que tener mas cuidado…!
Y sin más Shuichi salió del lugar luego de despedirse amablemente…. Después de comprar y con la bolsa en la mano le dio un antojo de querer tomar algo. Shuichi apresuró el paso hasta el restaurante aquel.
Al llegar al lugar se detuvo justo en la puerta de éste. El miedo empiezó a manifestarse en su semblante y después de unos momentos, hizo acopio de todo su valor y entró. El pelirrosa recorrió con la mirada el lugar y aunque no había nada fuera de lo normal, sintió un nudo en la garganta y las piernas le empezaron a temblar.
Se obligó a si mismo a calmarse cuando reconoció la mesa del cual él estuvo ocupando esa tarde… No… no se acuerda qué pasó ¿Cómo salió del local y fue al departamento?... Una voz lo sacó de sus pensamientos, el mozo quien le preguntó sobre la comida que deseaba ordenar.
- Eto… ¿Se acuerda de mí?
- Perdóneme joven pero… - dijo el mozo mirando a Shuichi de pies a cabeza - ¿Cuándo fue la última vez que vino? Verá aquí vienen muchos clientes…
- Pues me senté en aquella mesa y pedí un jugo de… fresa… El miércoles…
- ¿Acaso se olvidó ud. de alguna pertenencia?
- No… ¡Ah si! Yo justo compré una bolsa de frutas…
El mozo negó con la cabeza
- Nadie reportó alguna bolsa olvidada ese día joven… Sólo un reloj
- Entiendo… gracias de todas maneras…
Y así salió no sin antes mirar de nuevo el lugar donde estuvo…
***Fin del Flash back***
Shuichi vuelve en si, su rostro denota confusión y miedo… Desde aquel incidente tiene la sensación de que algo no está bien y así cabizbajo retoma el camino de regreso a casa ante la mirada preocupada de K quien continua con la labor designada.
No lejos de ahí, Yuki con un cigarro encendido y apoyado en la baranda del balcón de su departamento, divisa al pelirrosa llegar y desvía su mirada hacia K quien caminando lentamente, al otro lado de la avenida, ve de reojo a Shuichi entrar por la puerta del edificio y sigue de largo sin inmutarse, como un transeúnte cualquiera.
Shuichi saca sus llaves e intenta abrir el departamento, cosa que le resulta imposible puesto que ni la llave entra en la cerradura dándose cuenta, sorprendido, que la chapa es nueva. Y antes de que derribe la puerta a golpes y gritos, Yuki abre
- ¡¡¡Yuki!!! ¿Qué pasó? ¿Por qué no…?
- Cambié la cerradura – dijo mientras dejaba pasar al pequeño
- Pero… - dijo Shuichi extrañado
- Antes de que empieces algún nuevo berrinche… – dijo Yuki mostrándole la nueva llave
- Y-yuki… - dijo un emocionado Shuichi
- Es solo una llave – dijo Yuki mirándolo parcamente
- P-pero… pero significa mucho… ¡¡¡MUCHISIMO YUUUKIIII!!!
Y se le avienta encima… Claro, ya debería estar acostumbrado a la efusividad de su pequeño (ya se le hizo costumbre eso de aventarse hacia el rubio escritor)… diablos, que molesto es este engendro… pero ya pues, ya le dio la nueva llave ya…. Y la pregunta en si es: ¿Por qué esa extraña sensación de que tarde o temprano se va a arrepentir de habérsela dado? Respuesta: Porque suele sacarlo de quicio... en el fondo, pero muy en el fondo, el rubio sabe que no podría vivir ya, sin ese “martirio rosa”…
Yuki suspira una vez mas, mira hacia Shuichi quien lo sigue abrazando con una enorme sonrisa…
- ¿Ya?
- ¡¡¡UN RATITO MAAAAAAAAS!!! – dijo Shuichi contentísimo y con más fuerza lo sigue abrazando
- ¡Tengo que hacer, Baka!
- Esta bien… - dijo Shuichi y lo suelta no sin antes hacer un puchero
Yuki observa a Shuichi que va hacia la cocina y lo sigue en silencio… Silencio… ¿A que hora va a empezarle a hablar sin parar de cómo le fue en el día?... Quiere detalles, quiere saber si ocurrió algo extraño o fuera de lugar. Yuki frunce el ceño esperando a que lo atormente mientras Shuichi saca su consabido Yogurt.
- Ugh… - Shuichi hace una mueca de desagrado y comienza a hablar consigo mismo - Aun no me acostumbro al nuevo sabor de esto… - pero aun asi lo sigue tomando
- Baka... sino te gusta no te lo tomes – dijo Yuki mientras sacaba una cerveza del refrigerador
- No es eso… pero últimamente le siento un sabor distinto… - dijo Shuichi mientras apuraba el contenido de la botella
- Baka
- Yuki ¿Qué tal tu día? – dijo Shuichi acercándose a su amado y abrazándolo
- Lo de siempre – dijo Yuki con un suspiro
Ambos se miran y de un momento a otro, unen sus labios en un profundo beso. Yuki lo toma por la cintura acercándolo mas a él y Shuichi le corresponde el beso al amor de su vida. El beso se vuelve mas profundo aun, hasta que Yuki desvía sus labios y recorre el cuello del pelirrosa haciéndole arrancar unos cuantos gemidos dulces provocando en el rubio una deliciosa y bien ponderada erección
- Te… extrañé… Tanto… Eiri… Ah…
Yuki se detiene por completo y lo mira
- P-erdon… Yo… - dijo Shuichi algo cohibido
- Baka… - dijo Yuki a quien se le suaviza la expresión… ¡milagro!
En ese momento tocan el timbre, Yuki vuelve a su “dulce” semblante de siempre y sin decir palabra alguna abre la puerta. Shuichi por su parte se queda de pie, en su mismo sitio sintiéndose culpable por haber roto el momento…
- ¿Dónde lo puedo dejar Sr.? – dijo el mensajero
- En la mesa…
Una vez que el mensajero se va…
- Baka…
Shuichi asoma su cabecita con ojos de carnero degollado y las lágrimas cayendo a raudales. Yuki lo mira y le hace una seña con la cabeza para que Shuichi vea lo que hay en la mesa del comedor. Shuichi abre los ojos de par en par y una sonrisa se forma en sus labios hasta que su rostro solo expresa una inmensa felicidad.
- ¡¡¡¿P-PARA…. P-PARA MIIIIII?!!!
En el centro de la mesa hay un arreglo de rosas rojas y blancas mucho mas grande y mas fastuoso que el recibido el día anterior
Shuichi conmovido hasta su tuétano, se acerca lentamente hacia la mesa sin despegarle los ojos de encima a tan hermoso regalo
- ¡¡¡Yuki son preciosas!!! – dijo Shuichi mientras las olía y las tocaba con suavidad - ¡¡¡Mucho mejores que los de ayer!!! - y se ríe a carcajadas de lo feliz que se siente en esos momentos - ¡¡¡Y aun no es mi cumpleaños!!!... ¡¡¡Gracias Yukiiiiiiiiii!!!
Yuki, por su parte, ve la expresión de su pequeño y una sonrisa se le dibuja en el rostro (aunque ud. no lo crea). Shuichi con las mejillas sonrosadas no se cansa de admirar y suspirar, sintiendo que ama cada vez más a su escritor. Momentos después Shuichi voltea hacia Yuki y éste en instantes borra esa sonrisa a la expresión habitual de siempre
- ¡Gracias Yuki…! – dijo Shuichi, va y lo abraza nuevamente - Te amo tanto…
- Ah… - dijo Yuki quien se dejo abrazar
- ¡Beso! ¡Quiero beso! – y Shuichi se empina tratando de alcanzar los labios del rubio
- Bota el arreglo anterior – dijo el rubio sin inmutarse (Aparentemente)
- ¿Eh?... – dijo Shuichi quien voltea y ve el arreglo en un florero en la mesita de la sala - Pero aun no se han marchi…
- ¡Bótalo! – dijo Yuki molestándose pero luego trató de calmarse - Y pon el que está fresco ahí…
Shuichi no queriendo hacerlo molestar, hace lo indicado. Pero en vez de botarlo al tacho, como el pelirrosa pensaba hacerlo, Yuki le hizo cambiar de idea “sugiriéndole” que fuera hasta el contenedor de la basura (que queda en el pasillo del departamento) para al fin poder librarse de ese regalo de “dudosa procedencia”…
Una vez resuelto el “problema” Shuichi se sienta en el sillón de la sala sin dejar de admirar el tan hermoso arreglo adornando la habitación. Yuki gruñe, Shuichi voltea y lo ve aun de pie, dando la ligera impresión que Yuki está esperando algo….
- ¿Ya terminaste de verlo?
Shuichi de un salto felino se avienta hacia Yuki, éste pierde el equilibrio y cae al suelo… Claro que no esperaba, o mejor dicho, no sabía (hasta ese momento) que el pelirrosa pudiese ser así de ágil, ya que la distancia entre el comedor y el sillón de la sala, aunque no muuuy grande, era improbable que alguien pudiese atravesar de esa manera, ambos ambientes.
Shuichi lo llena de besos, contentísimo el pequeño éste. Yuki por su parte cierra sus ojos fuertemente no vaya a ser que se le ocurra también besarle las pupilas y dejarlo ciego por unos instantes… Ese cuadro da la impresión de que Yuki tiene por pareja a un cachorro quien se emociona con tan poco. Shuichi se detiene de golpe y se pone rojo como un tomate al sentir la erección de su amado entre sus nalgas.
- ¿Ya vez lo que ocasionas? – dijo Yuki serio (Si… se quiere reír pero aun no sabemos como se las aguanta)
Shuichi en vez de agachar la cabeza de vergüenza, como otras veces, cambia su mirada por completo. Yuki se extraña por unos momentos mientras ve un intenso brillo en los ojos violetas de su pelirrosa.
- Te amo Eiri, no te imaginas cuanto…
Yuki se queda mudo, perdido en ese mar violeta resplandeciendo más que la luz misma del sol… Su luz, la que ilumina no sólo su camino ni su destino. Esa brillante luz que hizo alejar las sombras que lo devoraban en vida. Recuerdos cada vez más lejanos de un pasado oscuro más que la noche misma. ¿Duele recordar el pasado? Si, aun duele pero cuando conoció a Shuichi sintió que volvía de nuevo a la vida, una nueva esperanza por un mañana, el creer en un futuro y esta vez, sin remordimientos ni tristeza.
Yuki acaricia el rostro del culpable de su dicha, ese escandaloso chiquillo quien ha acallado el silencio con su bulla y quien es el responsable absoluto de alimentar su inspiración (hacia sus libros) a niveles que nunca imaginó que existían.
Shuichi acerca su rostro lentamente hasta unir sus labios con su adoración hecha persona. Decir un te amo con un profundo beso, explicar la felicidad que produce el amor en ese beso, tanto y tan poco al mismo tiempo. Yuki lo abraza fuertemente respondiendo con acciones la falta de palabras. Un “te amo” a su manera… Su pequeño Shuichi y solo de él.
Una vez que el beso termina, Shuichi aun rojo lo vuelve a mirar con una enorme y hermosa sonrisa mientras Yuki se sienta aun con el pelirrosa descansando entre sus piernas. Ambos vuelven a unir sus labios, esta vez mas agitados que antes, el beso más profundo y desesperado mientras se abrazan y se recorren con caricias por doquier. Shuichi se levanta y Yuki ya de pie lo carga dirigiéndose al dormitorio de ambos.
Una vez allí, Yuki deposita a Shuichi en su cama e inmediatamente después se echa encima del pequeño. Éste por su parte no deja de besar y acariciar al amor de su vida haciendo que las ropas vuelen por los aires hasta aterrizar en el suelo. El rubio se separa un tanto de Shuichi, recorriendo con su mirada el rostro sonrosado y jadeante. Ojos violetas llenos de deseo y amor, tan hermoso y de facciones perfectas ante Yuki.
Shuichi extiende sus brazos hacia él esperando con mucha impaciencia a que el rubio vuelva a acercarse para volver a unir sus labios y ser uno solo en cuerpo y alma. No tuvo que esperar mucho, Yuki rápidamente vuelve a besarlo y desvía sus labios hacia el cuello, besando y mordiendo esa tan suave piel que lo vuelve loco. Los gemidos inundan la habitación haciéndose cada vez más fuertes cuando Yuki baja sus labios hasta lamerle alrededor de las tetillas. Shuichi por su parte enreda sus dedos en el cabello del rubio mientras se deja llevar por completo en ese río de sensaciones, uniendose una vez más en un solo ritmo, en un solo ser... su amado Yuki y sólo de él…