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Shatter Me por Silvia_Riffie

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Notas del fanfic:

Hello a todos como van, espero que de corazón todos bien junto con sus familias, espero que se estén cuidando y no saliendo de sus casas a lo tonto y a lo loco, como la gente de mi País que salió a comprar pescado????????‍??

 

En fin, os traigo un nuevo fic porque en cuarentena he estado trabajando como hormiguita en varios fanfics, hay algunos que los terminé, cosa que me hace estar muy orgullosa de mí y que en los próximos días os traeré actualizaciones.

Notas del capitulo:

::::::::Aclaraciones antes de comenzar a leer::::::::


La Historia está Basada en el Personaje de Faith de la serie Buffy la Cazavampiros,(Algunas de ustedes aún no habían nacido cuando terminó la serie en el 2003 jijiji) 


Así que nuestro rubio es bastante bragas sueltas, y en realidad es un reto para mí que siempre hago a Naruto muy puro e inocente, quería hacer uno más atrevido, de cuestionable moral y que sobre todas las cosas Ni él ni Sasuke cayeran rendidos al amor de inmediato, de hecho voy en quinto capítulo y se odian muchísimo, estoy muy orgullosa por este hermoso fic tóxico jajajaja (Me cuesta mucho hacer personajes tóxicos y más relaciones)  


::::::::::Pero en fin, este fic tiene varios Warning::::::::::


Muerte de personajes, mucha suculencia, incestos, tríos, parafilias, gore y sangre... y más, y este es un SasuNaruSasu - MadaIzu - Mada-Mina-Izu y un ItaDei (Ya que nunca los hago como pareja) 


Todo el mundo que rodea a los personajes con el pasar de los capítulos se hará evidente, espero que disfruten del fin, lo hago con mucho amor para todas y todos.

 


Naruto Uzumaki observaba un funeral que se realizaba  a unos cuantos metros de distancia, donde se encontraba él.


Miraba el féretro de su madre colocado sobre el decensor, posicionado en la tierra su cuerpo descansaría eternamente.


Nadie se percataría de su presencia completamente oculta, sentado sobre una gruesa rama del gran pino Oregón de cientos de años.


Dolía como si millones de espadas ardientes atravesaran su cuerpo, su madre, dulce y loca madre estaba muerta. Sentía tanta ira, tan rabia, su mamá no tenía más de cuarenta y cinco años y se fue en un momento.


Escuchó a lo lejos como su progenitor daba un discurso, de la maravillosa mujer que Kushina Uzumaki fue en  vida y cómo ese trágico accidente de autos le arrebató la vida.


Patrañas su madre murió por negligencia del concejo estaba seguro de esa mierda, si no porque otra razón ella habría ido a meterse a ese nido de vampiros sola. Su madre era una mujer poderosa pero no  tanto como para hacer frente a más de un centenar de vampiros y demonios.


Si tan solo él hubiera estado presente, quizás las cosas serían diferente, su madre estaría viva, pero claro, él había sido exiliado a los quince años de la cofradía, era la oveja negra del clan Namikaze, cuando fue despojado de ahí, le arrebataron “Sus dones” su apellido, y cualquier tipo de conexión con su familia.


Diez años después volvía a Japón con ganas de destruirlo todo, al maldito concejo de la Cofradía, destruir a su estúpido y mal nacido padre e incluso a sus hermanos.


Sus ojos azules duros y fríos como un zafiro observo como su padre hablaba de Kushina como su única y mejor amiga. Como si muchos de los que estaban presente no supieron que fue su amante, la madre de uno de sus hijos, ese que despreciado por todos.


Naruto quiso que se callara, Minato Namikaze, hablaba falacias, era un puto cobarde que no fue capaz de dejar a su mujer por la mujer que amaba, por miedo a su padre y a la cofradía, dejó a su madre sola llena de dolor, le quitó todo, su juventud, su amor, su hijo y por último su vida.


Vio a Nakaya la esposa de Minato como miraba con altura de mira, como se mostraba visiblemente molesta por estar presente en el funeral del verdadero amor su esposo.


Minato Namikaze un hombre de cuarenta y siete años, estaba por terminar de dar su discurso cuando levantó la mirada hacia el cielo, entonces le vio, sus ojos azules chocaron con los azules de su hijo Naruto, hacía diez años que no lo veía, muy parecido a él, alto de casi uno con ochenta, de largos cabellos rubios, con cicatrices en sus mejillas, que lo asemejaban a un zorro.


Carraspeó  para poder volver hablar, cerró sus ojos y los volvió abrir para ver si se trataba de una ilusión, Naruto ya no estaba, quizás era su imaginación. El cansancio y el dolor estaban jugando con su poca paz mental.


Terminó el discurso agradeciendo a las personas presente.


Todos se marcharon quedando aún el ataúd con un ramo de flores rojas sobre él, cuando no quedó más que los sepultureros, Naruto de un salto bajó del árbol, fue junto al féretro ante la sorprendida mirada de los hombres que antes no lo habían visto.


Con un manotazo botó el ramo de rosas rojas – Mi madre odiaba las rosas rojas – Le dijo a los hombres que lo miraban mal por lo que había hecho – Ella amaba los girasoles – En el lugar donde antes estaba el ramo de rosas, Naruto coloco un ramo de grandes girasoles.


- Les importaría dejarme unos minutos solo – Pidió entregándole una cantidad de dinero nada despreciable.


Cuando estuvo solo, gruesas lagrimas se hicieron presente, tocó con amor el ataúd donde reposaba el cuerpo de la única persona que lo amo en ese mundo.


- Mami, haré exactamente lo que dijiste – Habló con la voz entre cortada – Te prometo que me cueste lo que me cueste haré tu voluntad – Besó el féretro y le hizo un movimiento de manos a los sepultureros para que comenzaran a descender el ataúd.


Se quedó parado mientras veía como descendía y luego los hombres comenzaban a echar la tierra, el sonido de ésta chocando con la madera del ataúd hacían un sonido que Naruto difícilmente podría olvidar en lo que le restaba de vida, sollozo con un dolor que partía su alma.


Los enterradores se fueron dándoles las condolencias, la tarde cayó de cuajo en el lugar, el crepúsculo se hizo presente dividendo el finalizar del día y dando comienzo a la noche.


Naruto hizo un movimiento de manos y desde la tierra emanaron brotes de girasoles pequeños, una lapida apareció, Naruto dibujo sobre ella con su dedo y las palabras aparecieron.


“Kushina Uzumaki fue la mejor madre que un hijo tuvo la oportunidad de Tener.


Mami descansa en paz, siempre te recordaré tu siempre amado hijo Naruto”


 


Un dibujo simple de una silueta de una mujer sosteniendo en brazos a un bebe.


 


Se marchó de ahí ya de noche, limpiando sus lágrimas con  la manga de su chándal negro, sabiendo perfectamente que haría para calmar el dolor y la rabia que sentía.


Uchiha Sasuke de impresionante ojos negros y cabellos ébanos,  observaba desde la distancia un edificio en específico en donde se estaba realizando un gran fiesta en las dos primeras plantas, la gente bailaba al ritmo de Rammstein.


Era un nido de vampiros, él mismo en donde Kushina, la buena amiga de su madre, murió, no estaba muy convencido de ir a ese lugar, pero la cofradía estaba solicitando la cabeza de todos los responsables de la muerte de Kushina. El consejo lamentaba la muerte de la última Uzumaki, por el extraño poder que tenía.


Sasuke fue el encargado de llevar un pequeño grupo de exterminadores para acabar con él nido, era algo muy peligroso.


- Cuándo crees que los cabecillas de la casa se dejen caer – Shikamaru Naru, un hombre de cabello atado en coleta de color negro y ojos marrones,  su rostro reflejaba seriedad, cosa inusual siempre estaba con aires de aburrimiento.


- No lo sé – Sasuke dejó de mirar el lugar para mirar a su compañero uno de los mejores estrategas dentro de la Cofradía.


- No entiendo a estos terranos que van solos a la cueva del murciélago – Dijo con frustración el Nara.


 - Muchos no tienen idea de donde están metidos – La dulce voz de Ino Namikaze llego a ellos. Alta de hermosas curvas, rubia y de ojos celestes muy parecida a su padre.


- La ignorancia no es un pase libre para la idiotez – Dijo mordazmente Sasuke, mirando como dentro de la disco a un rubio.


- Oh que hermosa cabellera rubia, amo sus glitter hair – Ino a pesar de la misión que se encontraba no pudo no admirar al rubio que bailaba sensualmente junto a un vampiro.


- Su qué – Shikamaru también miró al rubio. Tuvo que aceptar que era hermoso, vestido con una camisa negra transparente, enfundado en unos apretados pantalones de cuero  que marcaba con descaro las contorneadas piernas y el trasero de infarto.


- Su cabello, tiene extensiones de hilos de seda con purpurina – Explicó la chica – Waaa, que hermoso es – Era imposible no dejar de notarlo, a pesar de la distancia, el chico brillaba como un diamante en medio de la oscuridad, llevaba un hermoso antifaz de encaje negro.


- Demasiado para ser humano – Ladro el Uchiha.


- Lo es copia barata – Sai Shimura, un artista del espionaje y misiones peligrosas. Era muy parecido.


Dentro de la disco muchos vampiros se le iban los ojos al ver al rubio bailar sensualmente con uno de sus compañero en medio de la pista, muchos tenían la intención de ir arrebatárselo, el aroma que expelía era una locura.


Sakon y Ukon miraron desde su salón vip en el lugar al rubio, eran los vampiros encargados del lugar, hermanos gemelos, fueron convertidos hacía casi cuatro siglos en caminantes nocturnos, fueron testigos del caos y la hambruna de la historia, de todos los años que llevaban siendo vampiros, aceptaba que no había mejor momento en la historia del mundo que ese.


Cada uno tenía a una hermosa mujer a sus pies, medias vivas aterradas por ser el bocado de cada uno de ellos, ambos amaban torturar a sus victimas, pero en esos momentos les apetecía probar al rubio.


Antes de poder llamar a  uno de sus guardias para que lo trajera, se habían acercado dos súcubos al rubio.


El chico sintió como unas manos traviesas apretaban firme su cintura, no dejó de moverse sensual, sino que lo hizo más, de pronto se vio en medio de dos hombres que lo apretujaban al ritmo de Sonne de Rammstein. Naruto los observo eran dos tipos hermosos, súcubos pensó que eran, sonrió divertido, bueno porqué no divertirse un rato.


- Hola guapetones – Dijo con una risita tonta mientras les sonreía sensualmente.


- Hola ricura – Dijo uno de ellos, el más alto y varonil –Soy Zabuza y mi compañero es Haku – Se presentó.


- Un gusto Zabuza – Beso los labios del hombre y luego se giró para besar a Haku –  Un gusto Haku – Miró al mencionado, de suave facciones casi femeninas, de cabellos largos y negros, era delicado y bello, se mordió el labio mirando con deseo al chico.


- Creimos que te gustaría unirte a nuestra fiesta privada – Le susurró Zabuza era más alto que él, Naruto, tenía el cabello ébano en punta, con cuerpo atlético y bien formado.


- No me importaría estar en medio de ustedes, siempre y cuando yo sea el activo contigo – A punto a Haku – Y el pasivo contigo – Luego apunto a Zabuza, los tres rieron por el trato.


- Vamos entonces – Zabuza lo guió a través de la pista de baila, hacia una pequeña escalinata custodiada por unos grandes gorilas, que al verlos abrieron el acceso para luego cerrarlo.


Naruto fue atacado con tan solo llegar al vip, sintió como era elevado desde la cintura por Zabuza, y como Haku lo besaba haciendo una prisión estando él al medio de ambos hombres.


Naruto gimió al sentir los labios de Haku sobre sus pezones, mordiéndolos y chupándolos, su camisa había caído hecha girones en algún lugar del vip.


Inmediatamente comenzó a desvestir al más bajo, y sintió que Zabuza hacía lo mismo con él.


El Uzumaki empotró con salvajismo a Haku contra el sofá mientras lo besaba con locura, su mano se coló inmediatamente en la entrada de un caliente Haku, insertó un dedo que fue aprisionado, Naruto gimió ronco al sentir la estreches del súcubo.


- Como te gusta rubio, rudo o suave, dime y te complaceré – Zabuza mordió el hombro de Naruto.


- de ambas formas, pero no tengo mucho tiempo, muchas cosas que hacer en esta hermosa noche, por lo cual prefiero que sea rudo y rápido, podrás saciarme – Le retó con erotismo, mientras fregaba su trasero justo donde estaba el miembro de Zabuza.


- Como desees –


- Aaah – Gritó el rubio, cuando sus cabellos fueron jalados con fuerzas para que su cabeza mirara hacia atrás, mientras era besado con locura por Zabuza, sintió como Haku chupaba su miembro. Cerró los ojos ante el pacer que sentía.


Estaba por acabar por lo cual él ahora jaló el cabello ébano de Haku – Ponte en cuatro – Ordenó y el chico lo hizo de inmediato – Me gusta cuando son obedientes, me dan ganas de simplemente penetrarlos – Naruto así lo hizo, de una estocada certera, se hizo con el interior de Haku quien grito de placer, el miembro de Naruto estaba sobre la media de un humano, según Haku.


Zabuza pasó su lengua con libidinosidad por sus labios, había tenía razón en ir por el rubio, iban a succionarle toda la energía, aprovechó que Naruto estaba casi sobre Haku, para abrir los glúteos de éste y posicionarse en medio de ellos con su miembro, entró de sopetón arrancando un sonoro gemido a Naruto, que estaba ardiendo de placer, penetrar y ser penetrado era una cosa gloriosa, para un lujurioso como él.


Los gemidos de placer de los tres se mezclaban en el lugar, el vaivén de los cuerpos era sincronizado, llegando al clímax en cuestión de minutos, pero los súcubos no le dieron tregua,  Haku lo giro para ahora él entrar en Naruto, y su boca fue llenada con el pene de Zabuza.


Fue de nuevo encumbrado al placer, en medio de fuertes envestidas de Haku, éste lo masturbaba al son de las estocadas, mientras él se entretenía chupeteando golosamente el miembro del más alto.


Cuando todos llegaron al orgasmo, sintió como era soltado, era el momento de terminar con ello. Pudo sentir a lo lejos como se acercaban cazadores, quizás con la tonta idea de ayudarle aunque no lo creía posible.


- Estuvo rico hacerlo con ustedes – Dijo mientras estiraba la mano para que su pantalón fuese a él ante la evidente sorpresa de la pareja – Pero es hora de irse, esto será una carnicería en cuestión de segundos – Se puso los pantalones ante el estupor de los otros por lo dicho, toco su pecho con las manos y de la mismísima nada apareció una musculosa negra – Es en serio súcubos, quiero repetir nuestro encuentro, pero si no se van ahora serán asesinados por los exterminadores que vienen de la cofradía –


- Como lo sabes –Dijo aturdido Haku – Wooo – Dijo cuando Naruto lo tocó y ya estaba vestido – Eres un brujo – Sonrió con malicia.


- No tienes idea Haku – Beso los labios de quien lo entretuvo momentos antes – Zabuza toma a Haku y váyanse por la ventana – Levantó su brazo con fuerza con dirección hacia la ventana extendiendo su palma, la pesada ventana se abrió – Ahora- Grito.


- Nos vemos rubio – Dijo Zabuza tomando a Haku saliendo por la ventana – Te debemos una – Sin más desaparecieron.


- Ni que lo digas – Susurro a la nada – Es hora de jugar – Tomó su cabello que caía como una melena sobre sus hombros e hizo un chongo le gustaba tener despejado el cuello y los hombros cuando se trataba de vampiros.


Salió a paso lento del lugar caminado unos cuantos metros hasta llegar donde estaban los gemelos Ukon y Sakon, abrió la puerta de vidrio espejo, los gemelos le miraron sorprendidos de verle ahí.


- No te divertiste suficiente con los súcubos rubio – Sakon se movió con rápidez sobre humana para tomarlo por la cintura – Mmmm hueles a sexo y a melocotones – Pasó su lengua por el hombro y cuello del rubio, besando el cuello del menor – Quieres jugar con nosotros – Sus colmillos aparecieron comenzando a moverlos de aquí por allá sobre el cuello del menor.


Sakon salió volando hacia atrás, alguien lo había tomado con sorpresa por el cuello de su camisa y lo mandó a volar de tal forma que llego a la pista de baile, en cosa de segundos tal como Naruto lo dijo quedó la escoba.


- Vete de aquí rubio – Escuchó la voz de alguien que conocía muy bien y que nunca le cayó bien en el pasado, era de Uchiha Sasuke, su maldito enemigo de toda la vida, siempre humillándolo y riéndose de él, creyéndose el mejor, todo porque desde muy niño había podido usar el fuego a diferencia de todos los niños perteneciente a la cofradía.


- No quiero – Respondió, esquivando sin esfuerzo a uno de los guardias de los gemelos, en cuanto Sakon voló por el lugar Ukon se había movido yendo junto a su hermano, ordenandole a sus guardias que matasen al exterminador.


- Eres una puta que no tiene idea de dónde mierda estás hueles a súcubo que asco – Dijo furioso Sasuke, habían tenido que adelantar su ingreso porque Ino les dijo que no podían dejar que el rubio fuese asesinado por  los súcubos, pero cuando hallanaron el lugar, los demonios ya se habían ido.


- Que disfrute del sexo con los súcubos no me convierte en un puto Uchiha – Naruto se giró mirando a Sasuke – Si disfrutaras más de él, no tendrías esa cara de estreñido que te cargas debajo de tu mascara – Dijo Apuntando la máscara  negra con los bordes de los ojos en rojo que llevaba Sasuke – Sé perfectamente dónde estoy, me pregunto si tú realmente lo sabes –


Naruto golpeó uno de los vampiros que había ido a por ellos con rapidez pero con letalidad. Ante la vista de Sasuke el movimiento del rubio fue demasiado rápido, no solo uno de los guardias musculosos estaba muerto sin cabeza, sino que los dos lo estaban en menos de un segundo.


Naruto saltó por la barandilla del segundo piso para llegar al primero, cayó limpiamente sobre la pista de baile, en donde Sakon y Ukon tenían a un par de humanos como rehenes y estaban amenzanado al grupo de exterminadores que no se les acercasen, todo era en broma, los gemelos solo se estaban divirtiendo, sabían que eran más poderosos que todos los cazadores que estaban ahí.


- Rubio, vienes con ellos – Dijo Sakon divertido apretando con más fuerza a una de sus rehenes – Qué harás, nos harás caso o trataras de salvar a estas pobres e inocentes humanas – Le dijo riendo.


- Que yo sepa no existe animal que sea inocente – Contestó mirando a la mujer que estaba trepidando de miedo – Usaron el mismo jueguito para matar a Kushina – Preguntó.


- Quién la pelirroja – Ukon recordó como hace unos días habían matado a una cazadora y por eso sabían que en cualquier momento se iban a dejar caer los demás.


- Sí, ella – Naruto le miró con furia. Los gemelos se miraron y comenzaron a reírse como poseídos por un demonio de la risa.


- Fue tan divertido, ella rogó para que no mataramos a unos niñitos –Sakon habló – Aunque no nos gusta matar niños, tienen sabor a leche aún, preferimos a los jovencitos o un poco más adultos si son tan deliciosos como tú –


- Pero ella hizo de todo para salvar a los mocosos, fue divertido convertirla, la pesadilla de los cazadores ¿entonces qué pasó? Quién de ustedes la mató –


Sasuke, Ino, Shikamaru y Sai se miraron todos entre sí, ninguno sabía que Kushina se había convertido, la habían encontrado muerta cuando llegaron, eso dijo el cuerpo de recuperación.


- Lastima ella hubiera sido una exquisitez como vampiresa – Dijo con fingida lastima Sakon.


- Bueno cuanto tiempo nos van hacer esperar – Ukon ya se estaba fastidiando – Seamos honestos nadie en este lugar es lo suficientemente fuerte para matarnos –


- Estás seguro de eso – Naruto dijo caminado hacia ellos, levantó su mano hacia la persona que tenía Sakon de rehén y la persona se esfumo apareciendo en la otra esquina del lugar ante la vista de los demás, vio la cara del vampiro amaba cuando eran prezas del desconcierto.


Todos los vampiros y exterminadores del lugar estaban congelados en sus sitios sin poder moverse por una extraña atracción al suelo desde hacía algunos segundos, ninguno sabía quién era el responsable de aquello.


- Todos los humanos aquí presente podrán salir de aquí atravesando esa puerta – Naruto señaló la puerta que se abrió ante los demás – Todo claro que no tenga alianza con los vampiros, si se les ocurre pasar siendo familiares o traficantes de sangre serán calcinados por un fuego que les hará padecer peores horrores que el infierno por la eternidad – Advirtió.


La gente comenzó a correr hacia afuera, todos los que creían ser inocentes, hubo unos idiotas que pensaron que eran patrañas del rubio, pero fueron calcinados  ante los gritos de las personas que pasaban por sus lados sin quemarse con ese extraño fuego azul.


- Qué tipo de brujo eres – Grito Sakon


- Quién dijo que soy un brujo – Naruto rió.


Todos los exterminadores trataban de moverse, recitando distintos tipos de conjuro pero nada.


- Si no eres eso, qué eres – Ukon se movió dejando caer a su rehén, caminando hacia Naruto – La gente no se puede mover porque lanzaste un hechizo pero ves como nosotros podemos movernos igual, somos superior que tú –


- No, no eres superior a mí en nada – Naruto lo golpeó con un certero puñetazo en el mentón de Ukon que lo mandó a volar – Nadie en esta habitación es más poderosa que yo, sabes qué soy – Naruto fue hasta a ellos comenzando a pelear con ambos a la vez, lanzando a los dos al suelo – Soy un hijo que tuvo que atravesar el corazón de su propia madre para evitar que fuese un vampiro – Reveló – Ustedes me obligaron matar a la única persona que he amado en mi vida – Gritó Levantando y dejando caer sus brazos haciendo que los gemelos se elevaran hacia el cielo y luego cayesen estrepitosamente al suelo.


- Naruto – Susurró Ino sorprendida y horrorizada a la vez, sin poder dar crédito a lo que escuchaba y veía.


Sasuke observo a Naruto, rubio, ojos azules, solo era sumar para saber que era hijo de Kushina, lo vio moverse con una agilidad que antes no poseía, lo vio hacer cosas con un poder que no debería tener, un expulsado de la cofradía no podía tener dones en lo absoluto. Cómo podía estar pasando aquello.


Los gemelos se levantaron del suelo furioso, fueron con todo contra el rubio, Naruto saltó haciendo un giro de trescientos sesenta grados sobre sus cabezas quedando a espalda de ellos, de la nada una guadaña apareció del otro extremo del lugar, tirado por unas cadenas, la guadaña atravesó la pierna izquierda de Sakon y la derecha de Ukon, las piernas se hicieron brazas al instante de ser cercenadas.


Naruto levantó la restricción sobre los vampiros de esa planta, ellos se le fueron encima cuando descubrieron que eran libres.


El Uzumaki tenía sed de sangre, quería pelear y quería recibir golpes y dar paliza a todos los que estaban ahí, cada una de las criaturas en ese lugar debían pagar por la muerte de su amada madre.


Los exterminadores presenciaban la pelea con estupefacción, cualquiera de ellos tendría problemas para acercarse tan letalmente a un nido de vampiro, querían moverse, furiosos con el rubio, uno de ellos grito cuando un vampiro se acerco para succionarle la sangre.


- Yo que tú no haría eso – Grito Naruto mientras con su guadaña mataba a unos cuantos, su cabello, rostro y brazos se tenían de sangre y hollín. El vampiro le miró sin tomar en cuenta lo que le decía, Sai notó los colmillos del vampiro sobre su cuello, temió lo peor pero solo sintió una calidez a sus espaldas – Te lo dije – Volvió a gritar Naruto aprovechando la distracción de otros vampiros para acabar con ellos.


Shikamaru vio lo que Sai no, el vampiro había procedido a hincarle el diente pero al tocar a Sai comenzó a incinerarse de la nada. Acepto que Naruto era un cazador de otro nivel, cualquiera de ellos, incluso Sasuke, qué había hecho es ex mejor amigo durante eso diez años, cómo había recuperado sus dones, no, más bien como había obtenido dones mayores.


Naruto cayó de bruces al suelo cuando fue golpeado por una mujer de tacones de cabellos carmesíes y ojos marrones, la mujer abrió la boca entonando una canción, que volvió locos a muchos de los exterminadores, agradecían en esos momentos estar restricción.


Mierda, pensó Sasuke Tayuya era una vampiresa con los dones de una sirena, al ver al rubio caminado con cara de idiota hacia ella soltó otra maldición, está tenía un puñal, uno especial de acero demoniaco, para matar cazadores, lo levantó hacia Naruto para apuñalarlo, sonrió triunfante, pensando que en el estado de los gemelos ella sería la nueva jefa del lugar, pero su sonrisa se desvaneció cuando probo el sabor de su propia sangre en la boca.


Naruto la había atravesado con una espada de cristal en la boca del estomago, miró a la mujer a los ojos, viendo como la vida se le iba, esa espada succionaba la energía vital de cualquier criatura desde el interior.


- Lo sientes, sientes como la energía te abandona, esta espada es una mezcla de cuarzos, piedras y cristales, la llamo la vampireza – Sonrió con ironía – Succiona todo, hasta el alma – Le dijo.


Tayuya emitió un grito desgarrador que quebró los cristales del lugar, no comprendía porque no cayó en la ilusión de su voz.


- Te preguntas porqué – La mujer asintió casi sin vida – Conozco  a Uchiha Itachi – Le reveló viendo la sorpresa en el rostro de la mujer y luego la comprensión para después desaparecer en una estela fina ceniza.


Naruto cerró los ojos haciendo desaparecer la espada, giro a su alrededor, hizo unos movimientos raros con sus brazos y manos, y luego junto sus palmas, una luz lo invadió a su alrededor, movió  nuevamente sus manos hacia arriba y abajo, y luego hacia los lados, y de pronto una luz brillante inundó todo el edificio, los cazadores tuvieron que cerrar los ojos antes tal resplandor, fue el sonido como de un pulso magnético cuando pudieron abrirlos, solo podían ver cenizas cayendo alrededor, pero Sakon y Ukon estaban aún con vidas.


- Ustedes ni por asomo van a tener una muerte tan rápida – Naruto hizo aparecer una esfera  la cual se abrió en dos, una ráfaga de viento  negro salió de ella, envolvió a los gemelos atrayéndolos hacía la esfera. Un silencio sepulcral reinó.


Naruto miro a todos los exterminadores, mientras hacía desaparecer la esfera, estaba agotado, uso más energía, al crear esa luz solar, de la que debía. Pero bueno lo hecho, hecho está, sabía lo que debía hacer ahora.


Levanto la restricción de todos los cazadores, quienes respiraron aliviados de poder tener poder sobre sus cuerpos nuevamente.


Sasuke se movió con una rapidez casi inhumana y golpeo a Naruto de un certero golpe en el rostro, los ojos antes de negros ahora de un rojo carmín, chocó sus orbes con los de Naruto, haciendo que el rubio se desmayase.


Naruto escuchó el murmullo a su alrededor, abrió sus ojos tratando inmediatamente de ubicarse, lanzó una risita, al percatarse que estaba encadenado en la maldita silla del juicio, más diez años atrás. Ante él un salón repleto de personas, de distintas familias que conformaban la cofradía de Japón.


Los encargados en ese país de mantener a ralla a toda clase de criatura que amenazara la vida de las personas humanas ignorantes de todo.


Vio específicamente el rostro furioso de Nakaya, la esposa de Minato, la impuesta por el consejo de la cofradía, porque pensaron que Nakaya Yamanaka y Minato Namikaze harían un grandes hijos para la cofradía, pero un desliz de mi Minato, lo castigo y le quitó su puesto en el consejo, que volvió a ser retomado por su padre.


Desliz fue acostarse con Kushina y engendrar a Naruto, una caída del cual Minato solo pudo levantarse despreciando a su verdadero amor y haciendo la vida de Naruto a cuadritos para que su padre (abuelo de Naruto) viera que no lo quería y que rechazaba cualquier tipo de cariño por él, cosa que hizo muy feliz a su esposa y a los hijos de este, excepto uno…Deidara.


Eso hizo que Naruto buscara a su hermano, mayor por cuatro años de largo cabello dorado y ojos azules, llevaba un parche en su ojo izquierdo, tenía el semblante preocupado obviamente por él.


Escuchaba como todos los exterminadores ladraban palabras hacía el consejo que estaba sentado en una mesa rectangular a un lado de él, los mismos viejos de mierda, pensó Naruto, aún ninguna mujer tenía derecho de usar una de esas sillas.


La voz de Sasuke cobró más fuerzas contándole al concejo y a los demás lo que Naruto había hecho, contándoles con asco que antes de atacar se había revolcado con una pareja de súcubos, haciendo que Naruto lanzara una carcajada tan fuerte que hizo callar a todos.


- Por qué tanto espanto, el sexo es sexo y es bastante bueno para la salud y animo, deja de ser tan virgen Sasuke – Lo molestó – Aprende a Itachi, él sí que sabe disfrutar del sexo, bueno creo que él siempre te ha ganado en todo, es un amante de temer tu hermanito –


Sasuke se lanzó contra Naruto para golpearlo pero fue detenido por Minato y Tobirama Senju, un inmortal de la casa más distinguida de todas, los Senju cada uno con dones súper especiales y cada uno de ellos terriblemente poderoso, Alto de cabellos platinados y ojos carmín.


El Uchiha miró con odio al Uzumaki, había activado su poder ocular, pero la mano de Tobirama se poso sobre ellos – Tranquilo muchacho deja que el hámster hable lo que quiera – Sabía de sobra que hablar de Itachi Uchiha era tabú. – Y tú mocoso de mierda cierra el pico a menos que quieras que te calle – Amenazó al rubio.


- En serio, tú y cuantos más – Naruto lo retó


- Naruto cierra la boca – Ordenó uno de los hombres del consejo, Danzo Shimura


El rubio odiaba a ese asqueroso y viejo topo, le observó, aún tenía vendas en su cabeza y el ojo derecho, además del brazo envuelto en ellas, cabellos negros, un viejo de crepito de unos setenta y tantos años, tenía una cicatriz de de X en el mentón.


- Por qué, me van hacer algo acaso, me van a azotar, torturar, despojarme de mi orgullo y dignidad, de un asqueroso apellido que desde el comienzo no quería, separarme de mi madre, arrebatarme mis dones – Enumero todo lo que le hicieron en el pasado – Qué falta de creatividad sería, ya lo hicieron una vez –


- Naruto – Gritó Nakaya horrizada, viendo como Minato miraba a su hijo y luego al concejo.


- NOOOO – Gritó Naruto – En serio Minato, no sabías que me habían torturado y golpeado hasta casi matarme, mira incluso tu hijo Yahiko me hizo bigotes en las mejillas para que me viese como la zorra que era – Dijo furioso, aún reservando gran parte de las cosas que le hizo.


Yahiko su medio hermano mayor, se sintió observado por todos ahí, tenía el rostro y orejas con un decenas de aretes, cabellos cobrizos y ojos marrones, más parecido a su abuelo materno que a sus padre.


- No estamos aquí para discutir eso – Se aclaró la garganta Danzo, a sabiendas que vendrían los cuestionamientos de casi todos en el concejo por lo dicho por el bastardo de Minato.


- Sí, qué estoy haciendo aquí – Preguntó – Soy un exiliado no debería estar aquí – Puntualizó – No soy algo de ustedes para que puedan enjuiciarme –


- Pero lo haremos – Dijo Tobirama, una vez en su asiento – Pusiste en peligro a todos los exterminadores hoy, mantuviste relaciones carnales con demonios, volviste a Japón y además tenemos preguntas que hacerte, como por ejemplo porqué tienes dones de nuevo, qué sabes de Itachi Uchiha entre otras cosas –


- Que curiosos están – Naruto rodó los ojos en  blancos – Me niego a decirles algo –


- No es una opción, si no hablas morirás – Habló A Raikage un gran hombre corpulento rubio, de tupidas cejas ojos negros y un ridículo bigote.


Naruto suspiró a ese hombre le tenía respeto, era uno decente y bueno, fue el único que lo defendió.


- Lo siento de verdad Señor A no puedo deciros sobre Itachi, ni sobre mi dones – Le dijo – Protegí a sus exterminadores de una muerte segura, ese lugar estaba atestados de vampiros, Sai Shimura fue protegido por mí, cuando uno de los vampiros se acercó fue incinerado, ningún terrano salió herido, ni hubo daño colateral, aniquilé toda una casa de vampiros  con decena de ellos con cientos de años –


- Si mataste humanos – Ino intervino, haciando que su medio hermano volviese a rodar los ojos.


- Esas escorias no eran humanos, eran familiares y traficante de seres humanos para el consumo de vampiros y otras entidades – Explicó más A y Tobirama que los demás.


- Ellos merecían un juicio, podrían haber sido inocentes – Volvió a decir Ino.


- Lo dije antes, no existe humano inocente en este mundo – Siseó con dientes apretados – Además ninguno de los aquí presente puede juzgar a otro, todos tenemos las manos llenas de sangre –


- Por supuesto que No – Se quejó Danzo.


- En serio, entonces quién es el responsable de la muerte de cazadores, exterminadores, o de mi Madre – Miró al concejo – Enviar a esas personas sin los resguardos suficientes me parece que hace a alguien responsable –


El silencio reinó en el lugar, algunos se miraban entre sí y otros agachaban la mirada, sin saber muy bien que pensar o decir.


- Pero henos aquí, juzgándote – Danzo le sonrió con malicia a Naruto.


- Estamos aquí porque yo quiero que estemos aquí – Dijo levantándose como si nada de la silla que lo tenía supuestamente sujeto con cadenas de gruesos eslabones de obsidiana  que se rompieron en el momento que el rubio se incorporó – Me carga decir las cosas dos veces – Se quejó recuerdo la frase de Shino Aburame – Conozco a Itachi, Izuna y Madara Uchiha – Sonrió con malicia ha danzo – Soy inmune al poder ocular de los Uchiha – se giró para enfrentar a Sasuke – Tus ojos no son nada, en comparación de tu hermano y tío, me pusieron en más de un doloroso aprieto – Le informó – No le llegas ni a los talones, no solo tú, ninguno de los Uchiha aquí presente podrían hacerle frente a Itachi, Madara e Izuna –


Sasuke trató nuevamente de golpearlo sin ser detenido por nadie pero Naruto lo evadió, amaba sacar de sus casillas a ese hijo de putas, se acercó y lo golpeó en el mismo lugar que antes Sasuke lo había golpeado y le susurro “Te lo devuelvo”


Muchos ahí lo rodearon con sus armas dispuestas a matarlo, Naruto llevo sus brazos en cruz sobre su pecho y luego los descruzó con fuerza hacía los lados, en el acto una decena de Naruto aparecieron en el lugar a espaldas de  los exterminadores apuntándolos con dagas de acero demoniaco en el cuello.


Todos en el lugar estaban en shock, nadie en centenares de años, había podido multiplicarse como lo hizo Naruto.


- Ahora vamos hablar  en mis términos – Dijo Naruto mirando hacía el concejo que al igual que todas las personas a excepción de Deidara tenían un daga en el cuello.

Notas finales:

Nos vemos pronto con la actualización, en unas horas más lees traere Unmai y subiré otros fics más.


Dudas, consultas o saludos son bien recibidos, nos leemos pronto,


Silvi Riffie


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