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Mi apellido es Kaiba. por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza, empezó mi cuatrimestre y se ha vuelto complicado escribir con toda la tarea que tengo. 

 

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo. 

Capítulo único.

 

Seto llevaba 5 minutos analizando lo que le había propuesto, al parecer no parecía entender lo que estaba pasando en ese momento o tal vez veía la posibilidad de que fuera una trampa, por lo cual debía de asegurarme de que no sospechara nada de mi malévolo plan de lo contrario mi esposo y yo estaríamos condenados a morir antes de que pudiera mover mis piezas correctamente.

 

-       ¿Cuál es tu plan? – sonreí al pensar que lo tenía donde quería, una vez que este chico aceptara sólo tenía que disfrutar como se destruían entre ellos.

-       Bueno el plan es muy sencillo, para evitar que ustedes me deshereden necesito un hijo de tu padre y para evitar que me lo quiten me tengo que deshacer de mi esposo, que por obras del destino es la misma persona y nuestro enemigo en común – sonreí mientras me empezaba a tallar de manera lenta el cuerpo, había zonas donde Ganzaburo había mordió tan fuerte que me dolía pasar el jabón, así que hacia caras de incomodidad.

-       ¿Así que la única razón por la que quieres el hijo es para defenderte de mí? – se sentó sobre la tina y me quito el jabón para empezar a tallarme la espalda donde tenía marcas de dedos, mordidas y de plumón.

-       Bueno si tengo el hijo y fallece misteriosamente antes de que nazca y antes de que anuncie que ustedes no son los verdaderos herederos del imperio Kaiba quedaremos amparados los tres, yo tendré la parte proporcional que se merece mi hijo y tu tendrás la compañía completa para ti, obviamente manteniendo nuestra buena relación de padre e hijo – sentí como sus manos iban bajando hacia mi trasero y sonreí hacia mis adentros, al parecer este chico estaba buscando un beneficio adicional de este contrato y a estas alturas del partido no me importaban muchas cosas, pero debía de asegurarme de que ese chico aún no se emocionara – cuidado donde tocas vaquero, que nuestra relación será sólo de negocios, no pienso cruzar esa línea contigo – me vio con evidente molestia, pero al final acepto los términos y condiciones de nuestra relación.

-       Me parece un buen trato, pero te lo advierto estaré siguiendo todos tus pasos y si tratas de engañarme – se acercó a mi oído y susurro de manera cruel – te llevaré personalmente a las puertas del infierno – salió de la habitación del baño justo cuando Tristán iba abriendo como si el alma se le saliera, me imagino que pensó que me haría daño, para su sorpresa yo me seguía bañando y Seto estaba empapado hasta los interiores por haberme estado tallando con el jabón y adicional por haberme lanzado.

-       Joven Kaiba, le voy a pedir de la manera más atenta que no vuelva a noquear a los guardias para poder entrar a este cuarto, el amo tiene prohibido que usted interactúe con su esposo – Seto vio con inmenso odio a mi guardas espaldas mientras yo me reía por como Tristán tenía la habilidad de decir de manera amable que no le importaba si era un Kaiba, no quería que se acercara a mí.

-       No me hables mono cilíndrelo – así se retiró de mi habitación y se fue molesto seguramente por mi reacción y por la actitud de mi mano derecha.

-       No debería de hablar con él en privado, recuerde que el amo lo está vigilando y si sospecha sobre su plan… - me levante de la bañera lo cual causo que Tristán guardara silencio de inmediato y me pasara una bata para secarme.

-       Él no va a sospechar nada, ya que él cree que respetare el contrato, además ayer le di razones para que piense que mi lealtad esta con él, solo debemos de evitar que cualquiera de los dos se dé cuenta – así termine de secarme y me acerté al closet de tamaño estrella de cine que me había comprado en vista del éxito matrimonial que tenía – ahora es tiempo de esperar que entre ellos se asesinen.

 

Me cambie para poder salir a trabajar, ya que me estaba enfermando el hecho de estar tanto tiempo encerrado, justo cuando salí recibí un mensaje de texto donde Seto me volvía a advertir “Te estoy vigilando”, yo solamente me reí lo borre y lo ignore, mientras iba de camino a mi oficina le pedí a Tristán que mandara a revisar la habitación diariamente antes de que yo llegara de trabajar, ya que no quería que nadie me espiara, ya que mi esposo estaba lo suficientemente dañado psicológicamente para espiarme las 24 horas del día y Seto estaba buscando cualquier indicio que me involucrara en una trampa.

Me puse a pensar sobre Mokuba y en el problema que sufría por ser hijo de un padrastro que no lo quería, ser hermano de un psicópata asesino y ser odiado por toda su escuela por su apellido, desde que había empezado a convivir con él había aprendido que era el único afectado por el pleito que tenían por el dinero de la familia y me puse a pensar en que tal vez el problema con ese chico era que se sentía odiado por todo el mundo y siendo honestos tenía ganas de perdonarlo y de volver a ser como padre e hijo, me había gustado estar con él, además de que no tenía corazón para odiarlo, desde que había llegado mi misión había sido poderlo ayudar y no por culpa de su hermano le iba a dejar de hablar.

 

-       Tristán, desbloquea el teléfono de Mokuba, quiero hablar con él – mi guardaespaldas me vio con sorpresa, ya que me había jurado jamás perdonarlo, pero aun así acato la orden – tranquilo, será un comodín en caso de Seto se quiera pasar de listo conmigo – di un pretexto para que no pensara que era débil a los sentimientos que tenía por el pequeño.

 

Al llegar al edificio mi papá me saludo y al ver las mordidas en mi cuello se sonrojó, al parecer no esperaba que mi matrimonio fuera tan bueno como para presentarme así al trabajo, terminamos hablando del por qué había trabajado tanto tiempo en casa y también me cuestionó del por qué no les había marcado en casi medio año, al final acabe regañado por mi padre por ser un mal hijo y haberlos preocupado. Camine hacía mi oficina y mi asistente me indicó que tenía a alguien esperándome, no le di mucha importancia, ya que las únicas personas que podían entrar a esa oficina eran los altos mandos de Kaiba Corp, así que estaba a salvo.

Al entrar una mancha negra veloz como ninja me callo encima y se aferró a mi cuello de inmediato cual sanguijuela, Tristán entro en pánico de inmediato y entonces al tratar de separarla de mi nos levantó a ambos del piso, al parecer no iba a soltarme tan fácil, inspeccione bien la mancha y me di cuenta de que era el mismísimo Mokuba el cual ahora me asaltaba en mi propia oficina. Detuve a Tristán para que dejara de jalarlo, porque sólo nos estaba lastimando y le pedí que se retirara para poder hablar con el menor.

 

-       Esta ha sido la opción más ingeniosa que has tenido para hablar conmigo – Mokuba se separó un poco, con confianza al ver que había corrido a Tristán y no lo había tratado mal en ningun momento.

-       Es que no querías escucharme, pero creo que no era necesario caerte encima – estaba totalmente sonrojado por sus acciones y se podía ver en sus ojos que había estado llorando y desvelándose, ya que tenía ojeras bastante pronunciadas.

-       No, creo que no, pero bueno llegando al punto, ¿a qué debo el honor de tu visita? – le pregunte mientras escribía una nota de mi teléfono y se lo enseñaba antes de que contestara “Nos vigila tu padre, no digas nada”.

-       Quería invitarte a comer para platicar un rato – Mokuba se veía algo nervioso al momento de enseñarle la nota así que decidí sacarlo de ahí, no quería que llegara ese hombre a molestar.

-       Vamos a desayunar al comedor – caminamos lentamente hasta el comedor de empleados, que a esas horas de la mañana se encontraba completamente vacío, al verlo caminar se podía ver que repetía mentalmente un discurso que había estado practicando al parecer por días, nos sentamos en una mesa y él no me veía a los ojos, así que decidí amenizar el ambiente – ¿a qué debo el honor de tu visita?

-       Bueno primero que nada quería explicarte lo que realmente pasó, no quiero que pienses que no disfruté el tiempo a tu lado… o qué todo lo que vivimos fue una mentira mía y de mi hermano – le pedí a uno de los trabajadores nos diera una taza de té caliente, al parecer esto iba a durar bastante.

 

Flash back.

 

-       Hermano, yo jamás he hecho esto, ¿por qué me pides ahora que yo me encargue? – Mokuba se movía nervioso por toda la habitación pensando en cómo embaucar a su nuevo padrastro.

-       Mokuba, sabes mejor que nadie que si ese chico llega a tener un hijo Ganzaburo no dudara en quitarnos todo por lo que hemos trabajado, además de matarnos por haber nacido – desde que Seto se había enterado de que era hijo del amante de su madre se dedicó a crear su propio futuro, ya que no sabía en qué momento Ganzaburo dejaría de cuidarlos, lo cual lo orillo a trabajar el doble para poder tener su propia fortuna y no acabar en la calle en el peor de los casos.

-       No creo que le dé un hijo, por Dios lo muele a golpes cada que tienen… - se quedó callado y se sonrojo al pensar en la palabra sexo y sobre todo porque la relacionaba con su padre y su nuevo esposo y la verdad le daba escalofríos esa imagen.

-       No podemos confiarnos de ese hombre, además cada que lo pienso se me hace más sospechosa su boda, nunca lo vimos por la compañía, tampoco salió con él en algún tabloide que se la pasa cazando todo lo que hace, tampoco hubo preparativos de la boda llamativos, lo más raro es que absorbió su empresa y lo hizo socio de la firma – cada que pensaba como se había enterado de la boda de su padre, se le hacía más sospechosa la llegada de aquel rubio a su armoniosa vida familiar – él es un voto con el que no contaba, si someto a la junta a una votación para sacar a Ganzaburo, quedaría a favor por culpa de él, prácticamente nos cerró varios caminos en un solo movimiento y por lo poco que oí de su abogado tienen un contrato prenupcial y nadie tiene acceso a ese contrato, no sabemos que tanto le ha cedido de la compañía, casi puedo jurar que con tal de fastidiarnos le ha vendido su alma a ese chico – Mokuba no podía creer que ese hombre que había llegado con los ojos llenos de tristeza de la que se suponía sería su gloriosa luna de miel fuera tan malo como su hermano lo pintaba.

-       Seto, siento que estas demasiado obsesionado con esto – sus ojos ya mostraban miedo a las palabras de su hermano, no quería pensar mucho en como muchas de las mujeres con las que había salido su padre se habían ido, muerto o desaparecido misteriosamente, porque cada uno de esos pensamientos le gritaba que Seto estaba involucrado y le daba miedo pensar que su hermano había enloquecido de poder.

-       Mokuba, debes entender que esto lo hago por nosotros sé que parece imposible, pero Ganzaburo de verdad está planeando ponerse en nuestra contra, actualmente estamos a salvo porque no quiere que sus socios se enteran de que no tiene herederos legítimos, si llegaran a saber ese secreto estaría en la mira de todo empresario que quiera adueñarse de su compañía – Mokuba se quedó pensando en que su hermano era demasiado alarmista, pero de cierta manera entendía su punto de vista.

-       De acuerdo hermano, para antes de que regreses lograre deshacerme de Joey.

 

Esa era la promesa, sacar a Joey Wheeler del camino o hacerlo desistir en cuanto a que tuviera un hijo de su padre, lo cual no parecía difícil si se tomaba en cuenta que Ganzaburo parecía querer matarlo a golpes, por lo poco que había visto su padre tenía especial saña con ese chico, nunca había visto a alguna de las mujeres ser maltratada de esa manera, no a menos que Ganzaburo se enterara que Seto había salido o tenido relaciones con su pareja.

Durante una semana intentó acercarse a Joey, pero le era imposible se sentía desnudo cuando lo veía a los ojos, como si él pudiera leer a través de los suyos, así que solamente lo evitaba a toda costa, pero se volvía cada vez más difícil, su hermano todos los días le pedía un reporte sobre lo que pasaba en la mansión, sobre el avance de su misión y sobre todo le contaba todos sus logros para poder sacar a su papá de la compañía.

Un día simplemente explotó por la presión y decidió desquitarse con cualquier persona que se le pusiera enfrente y su chofer sufrió las consecuencias, le gritó de todo lo que se iba a morir y al final el pobre hombre decidió renunciar antes de tener que aguantar sus berrinches.

 

Se sentía mal al saber que había tratado mal a su único compañero de vida, si bien Seto lo quería mucho, no convivían más de lo necesario y su padre se había olvidado de que existía, porque se encontraba más ocupado haciéndole la vida miserable a su hermano y bueno en su escuela no era precisamente la estrella del show, todo el mundo le hablaba por conveniencia y por obligación, él era el hijo del dueño del mundo era obvio que sus amistades se basaran en la mutua conveniencia.

Al final a pesar de todo lo malo que creía que era, Joey se acercó y le tendió la mano para poderlo ayudar a salir de la ansiedad, lo escucho quejarse de todo y de todos, también se presentó en la escuela cuando requerían a su tutor, le había dado una vida normal. Por primera vez desde que había nacido se sentía cómo un chico que no debía de preocuparse de nada más que de divertirse y eso había hecho que Joey se ganara su corazón honestamente.

Cuando escucho que su hermano venía de regreso se alegró, ya que se había alejado de casa por 6 meses, todo por culpa de su padre. Aunque si se volvía honesto consigo mismo, no se sentía tan feliz de volverlo a ver, ya que aún no había logrado deshacerse de Joey como prometió y además le agradaba la idea de que ahora fuera parte de su familia, se habían vuelto como hermanos.

Así que al ver a su hermano en la puerta apuntándose para el día de hijos en el trabajo supo que su tiempo de diversión se había terminado, Seto lo alejaría de Joey lo más posible y empezaría a planear algo malo en su contra para deshacerse de lo que él creía que era un estorbo, así que trato de hablar con él para que desistiera de su plan y pudieran conservar a Joey como aliado y no como enemigo.

 

-       Seto, lo que te digo es verdad, él no es una mala persona y además creo que sería un gran aliado dentro del circulo de Ganzaburo, deberías de darle una oportunidad – su hermano estaba furioso al escuchar sus excusas sobre el por qué no se había deshecho de su padrastro y ahora parecían los mejores amigos del mundo.

-       Mokuba que no entiendes que te está usando para llegar a mí – el pelinegro no lo demostró, pero se sentía herido por esas palabras, durante toda su vida su hermano siempre era el objetivo y por eso se acercaban a él todos, nunca pudo tener una amistad honesta por ser un Kaiba y ahora que tenía la oportunidad de tenerla, al parecer también se trata de su hermano.

-       No creo que él se así, tampoco creo que él quiera llegar a ti y hasta cierto punto entiendo el por qué – Seto se quedó impactado por la revelación que había hecho su hermano, pero no quería enojarse con él y perderlo, era su único aliado en esa guerra sin cuartel en la que vivía contra su padre.

-       Mokuba si no lo haces tú, lo haré yo y creme no te gustará que yo me encargue de este asunto – Seto decidió zanjar el asunto con la última advertencia que su hermano no iba a ignorar –Ya lo tenemos todo listo Mokuba, sigue como hasta ahora siendo su amigo y podremos mantener nuestra herencia, recuerda que en cuanto Ganzaburo tenga un heredero legitimo se deshará de nosotros como si fuéramos basura o peor nos matara en cuanto no tengamos poder para defendernos – lo último lo dijo esperando que Mokuba no se sintiera mal por la amenaza.  

-       Hermano cuando llegue la hora yo quiero ser el que se deshaga de él – trataba de sonar lo más seguro posible, debía de advertirle a Joey sobre los planes de su hermano… siendo honesto prefería huir de ahí y dejar a Ganzaburo y Seto en su pleito, que seguir viviendo a la sombra de ambos, además sonaba tentador vivir una vida a lado de Joey ignorando el mundo delante de ellos.

 

Lo que no imaginó es que su padrastro lo oyera en ese momento tan decisivo y callera en una depresión severa que casi lo mataba, había intentado de todo para poder hablar con él y explicarle que no quería dañarlo, al contrario quería estar a su lado y formar un bando que se alejara de toda la toxicidad que significaba ser un Kaiba, quería que Joey lo quisiera… si él lo quería entonces no había nada en el mundo que lo afectara… podía traicionar a su hermano y negar ser un Kaiba para que Ganzaburo lo dejará en paz, pero con una sola condición, que Joey siguiera siendo su padre, amigo… y tal vez su primer amor.

 

End flash back.

 

Al escuchar toda la historia de Mokuba me quedé con los ojos tan abiertos que seguramente parecían platones en mi cara y al ver los ojos llenos de lágrimas del chico supe que no me mentía, al parecer esos meses juntos si se habían significado algo y a pesar de que no lo había dicho directamente ahora prefería dejar todo de lado con tal de que ambos siguieran como hasta el momento.

No sabía cómo interpretarlo, durante casi 2 meses y medio había odiado a aquel niño y ahora le abría el corazón y le decía sus sentimientos… ¿cómo pretendía que analizara todo eso en tan poco tiempo?

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW.


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