—Extraño a Iruka —la voz de Kakashi se quebró
—Oh, senpai, ¿por qué?
Kakashi puso sus manos sobre los hombros de Yamato —Fui un imbécil, debí hacer algo para salvar mi matrimonio y solo lo deje ir —pegó su rostro al pecho del castaño mientras lloraba
—Vamos Kakashi-san, no te pongas así —Tenzō le dio palmaditas en la espalda, sintió algo dolerle dentro de él
—Debo llamarle —dijo Kakashi separándose de golpe para tomar su celular
—No lo hagas senpai, ya es muy tarde, se puede molestar
—No, no, debo llamarle y pedirle perdón —Kakashi no podía desbloquear ni siquiera su celular el cual le fue arrebatado por Tenzō
—No lo hagas Kakashi-san
—Pero debo decirle que lo amo y que fui un idiota, dámelo —Kakashi intento quitárselo pero Yamato lo lanzo lejos de su alcance
— ¿Estás seguro de eso? —preguntó el castaño
—Claro que lo estoy, es el amor de mi vida
—Pero…tú y yo… —Yamato sentía como el dolor de su pecho iba en crecimiento —últimamente has estado muy cercano a mí, me tomas de la mano, hacemos cosas juntos, ¿por qué?
—Lo hago porque todavía me siento mal por el problema que te ocasione hace tiempo
— ¿Solo por eso? —preguntó Yamato dolido
—Si Yamato, lo nuestro ya fue, yo me case con Iruka y era muy feliz con él
—Y si eras tan feliz con él, ¿por qué descuidaste tu relación? ¿Por qué le hiciste daño? —reclamó molesto Yamato
Kakashi lo vio y su llanto aumento —tienes razón, soy un idiota, no sirvo para nada, todas mis relaciones siempre terminan así —llevo las manos a su rostro para cubrirlo —Siempre lastimo a todos, merezco quedarme solo
Era la primera vez que veía a Kakashi llorar de esa forma, estaba furioso, ¿realmente era culpa de Kakashi o de él por ilusionarse?
—Soy una basura —dijo Kakashi secando sus lágrimas de forma inútil ya que volvían a brotar más
Kakashi veía tan vulnerable de esa forma, verlo así provoco que Yamato entrara en razón de nuevo.
—No senpai, no eres eso —dijo acercándose a abrazarlo. Se odiaba en ese momento, lo acaba de lastimar, ¿por qué volvía a tratarlo bien?
—Si lo soy Tenzō
—Para mí no lo eres senpai —murmuró, el Hatake no pareció haberlo escuchado
Kakashi siguió llorando hasta que se quedó dormido en sus brazos. Yamato lo recostó en el sofá y se sentó recargando su espalda en el mueble. Él también era un idiota por haberse ilusionado sin preguntarle primero a Kakashi que sentía por él. Había sido solo amable y lo malentendió todo.
Regreso creyendo que todo podría ser como antes pero era obvio que no sería así, Kakashi ya tenía a alguien más, incluso si ya se había separado debió haber sabido que no superaría tan rápido a Iruka.
—Lo lamento mucho Tenzō, no era mi intención hacer nada de eso
—Descuida senpai, entiendo que aún estas en duelo, además, tienes cosas más importantes en que preocuparte como Naruto. Fui muy tonto al querer algo sin pensar en ti primero —dijo Yamato sonriendo de forma triste
—Tenzō, lo que siento por ti en realidad…
—No es necesario que lo digas—lo interrumpió—creo que primero debes superar tu duelo y luego hablamos —Yamato retomo el camino hacia su casa
—Tenzō… —Kakashi se quedó viendo cómo se iba, lo había arruinado de nuevo y esta vez sin siquiera haber iniciado algo.
Entro a la casa para encaminarse hacia su habitación. Naruto se asomó desde la suya para verlo.
—Papá
—Me duele la cabeza, voy a dormir un rato —dijo antes de entrar a la alcoba para recostarse en la cama y cubrirse por completo con las cobijas.
¿Por qué había terminado todo de esa forma? ¿Qué sentía realmente por Tenzō que le dolía tanto ahora? Sabía que estaba sintiendo lo mismo que años atrás, pero negaba sus propios pensamientos, en el fondo él mismo estaba consciente de que aún no superaba a Iruka, aun así, ¿por qué estaba llorando otra vez?
Cerró los ojos y lo recordó, recordó cómo es que Tenzō se había convertido en el primer amor de su vida.
Algunos años atrás, estaba estudiando la secundaria, no faltaba mucho para terminarla. Era la hora del almuerzo y se encontraba en el salón de clases, Gai decía algo sobre cómo iba a ganar unas competencias estudiantiles, Asuma decía que él aún no sabía si competir, Kurenai le dijo que si lo hacia lo estaría animando. Él estaba en su mundo viendo por la ventana. No había nada fuera de lo común, al menos hasta que vio a los lejos a varios chicos intimidando a uno que se veía menor que ellos, lo tenían arrinconado contra la pared sin dejarle ir.
— ¿Qué hay de ti, Kakashi? ¿Te unirás también? Porque no pienso dejarte ganar —dijo Gai apretando su puño
Kakashi se levantó de su asiento y fue hacia la salida del salón ignorando a su compañero.
— ¿Kakashi? —lo llamo Gai
— ¿Qué le pasa ahora? —preguntó Anko arqueando una ceja
Asuma se giró a la ventana intentando buscar a dónde se dirigía su compañero.
El Hatake salió del edificio y se dirigió al patio, exactamente dónde estaban los bullys. Odiaba a ese tipo de personas que disfrutaban de molestar, intimidar y acosar a otros.
—Entonces mañana también queremos tu dinero —dijo uno de ellos
—Pe-pero es lo de mi almuerzo —contesto un castaño de manera nerviosa
—No me importa, solo dánoslo y no se te ocurra decirle a nadie mocoso —soltó viéndolo de forma intimidante. Habían encontrado una mina de oro en ese niño. Lo habían observado por varios días, no tenía amigos, era hijo de un político por lo que tenía bastante dinero y cualquier cosa que le dijeran la hacía, era algo extraño pero eso no importaba.
— ¿Qué pasa aquí? —preguntó Kakashi acercándose
—Nada, solo estamos haciendo un nuevo amigo —dijo el mayor dándole una palmada en la espalda al chico
—Pues parece que él no quiere su amistad —Kakashi observaba al castaño que parecía asustado
— ¿Y eso a ti qué? —gruño cambiando su semblante amable a uno molesto buscando intimidar también al peli plata
Kakashi se acercó y tomo la mano del castaño para jalarlo hacia él quien instintivamente se ocultó en su espalda.
—Si vuelvo a ver que lo molestan les pateare el trasero
— ¿Es una amenaza?
—Tómalo como quieras
—Tsk, nos volveremos a ver mocoso —dijo el bully antes de irse con sus otros dos secuaces
— ¿Estás bien? —preguntó Kakashi
—Sí, gracias —respondió con la cabeza agachada
—No les hagas caso, no van a regresar, y si lo hacen yo me encargo
— ¿Eh? ¿Por qué?
—No tolero a ese tipo de personas. ¿Cómo te llamas?
—Tenzō, Shimura Tenzō
—Yo soy Kakashi, Hatake Kakashi. Todavía te ves un poco asustado, ¿quieres que almorcemos juntos?
—N-no, estoy bien —negó de forma tímida
—Te quitaron el dinero de tu almuerzo, ¿verdad? —Tenzō asintió—. Entonces vamos, yo invito —dijo para caminar hacia la cafetería
Tenzō lo siguió, aunque no sabía porque, quizá porque era la primera vez que alguien mostraba interés en él. Hasta ahora había pasado inadvertido para todos ya que era algo torpe para socializar.
Kakashi compro el almuerzo para sentarse en una mesa dónde el castaño se encontraba esperándolo.
—Gracias senpai —dijo Tenzō viendo la comida
— ¿Eh? ¿Cómo me llamaste? —Kakashi lo miro algo sorprendido
—E-eres mayor que yo, ¿no? Entonces sería mi senpai, ¿o prefieres que te diga Kakashi-san?
—Solo dime Kakashi —dijo de forma relajada
—Pero no quiero ser irrespetuoso con usted senpai
—Mmm bueno, entonces hazlo como prefieras
—Oh, bien senpai. Gracias por la comida —dijo antes de iniciar a comer
— ¿Y qué tipo de cosas te gusta hacer? —preguntó Kakashi
—Leer
—Que sorpresa, tenemos algo en común, ¿qué más? —cuestionó con curiosidad
—Solo eso —soltó de forma seca, ¿debía de haber más?
— ¿Solo eso? ¿No haces otras cosas en tu tiempo libre? — interrogó el Hatake arqueando una ceja, Tenzō negó con la cabeza— ¿Videojuegos? — negó de nuevo — ¿ver anime? — otra vez movió su cabeza de un lado a otro — ¿salir a dar un paseo? — una vez más la respuesta fue “no”
—Mi papá es algo estricto con todo eso, dice que es una pérdida de tiempo
—Vaya, es la primera vez que escucho algo así —Kakashi tomo su jugo para beber de él mientras seguía procesándolo, estaba bastante sorprendido.
Ambos siguieron charlando, pero sobre cosas de la escuela y libros, no había muchos otros temas que tocar, al menos de los que Tenzō pudiera hablar.
A la hora de la salida Kakashi lo encontró de nuevo, quería asegurarse de que los matones no aprovecharan ese momento para molestarlo. El Hatake lo acompaño hasta donde parecía que el camino ya era seguido.
—Gracias por todo Kakashi-senpai —agradeció el menor haciendo una leve reverencia
—Vamos, no seas tan formal, además te dije que no es nada.
—Es mucho para mí
—Bueno, ve a casa con cuidado, nos vemos mañana.
Tenzō asintió y ambos partieron por caminos distintos. Kakashi camino de forma tranquila hacia el departamento donde vivía.
—Estoy en casa —dijo al entrar para lanzar su mochila a un costado de la puerta. Se dirigió hacia una de las habitaciones para asomarse por la puerta —Papá —llamo sin obtener respuesta del mayor que parecía estar durmiendo por lo que cerró la puerta y fue hacia la cocina.
Tenía 17 años pero ya era todo un adulto funcional, al menos las circunstancias lo habían obligado a serlo. Tiró la comida que había sobrado del día anterior para preparar nueva, esperaba que ese día fuera diferente y su padre se levantara a comer algo. Cuando termino dejo todo servido y fue a cambiarse el uniforme, debía ir a su trabajo de medio tiempo, era mesero en un restaurante. Entre las propinas que ganaba y el dinero que recibía por la jubilación de su padre debía de arreglárselas para sacar su hogar adelante.
—Deje el almuerzo servido, come algo —dijo asomándose de nuevo a la habitación, pero seguía sin haber una contestación. —Regreso más tarde
Ese era su día a día. Ir a la escuela, llegar a preparar la comida y limpiar si era necesario, luego ir a su trabajo y regresar a casa a realizar su tarea. Los fines de semana salía a algún lugar con sus amigos, en ocasiones sentía la necesidad de salir de su monótona rutina y lo hacia esos días, al menos hasta el día que conoció a Tenzō.
Al día siguiente, en la hora del almuerzo, sin darse cuenta tenía al castaño a su lado buscando su protección, aquello se repitió al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente. Con el paso de los días se habían hecho bastante unidos.
Kakashi se encontraba recostado en el pasto viendo su celular.
—Mañana se estrena una película que he estado esperando y resulta que todos estarán ocupados para acompañarme, maldición —se quejó revisando los mensajes de sus amigos donde negaban el poder ir con él
—Oh, pero mañana hay clases senpai —comento Tenzō sentado a su lado
—Pensaba faltar, solo estamos repasando temas, no me pierdo de mucho
—Eso… ¿no está mal?
—Solo será un día, ¿quieres venir?
—No, no, si falto a clases mi papá se molestará mucho
—Ni siquiera se enterara, vamos, el otro día me dijiste que querías probar cosas nuevas, esto será una experiencia nueva para ti
—Pe-pero
—Será divertido y nadie lo notara, te lo prometo, ¿qué dices? —decía Kakashi mientras lo veía
Tenzō lo dudo un poco para luego dar su respuesta —está bien senpai
—Bien, mañana ven como si nada la escuela, cuando cambies a la segunda clase no entres, espérame bajo ese árbol —indicó señalando un árbol tras el edificio.
Tenzō asintió nervioso y así lo estuvo hasta que llegó el momento de hacerlo.
Había hecho todo tal como Kakashi indico, se encontraba esperándolo bajo el árbol, viendo de forma ansiosa de un lado a otro, con miedo a ser atrapado hasta que vio a su senpai acercarse.
—Por un momento pensé que no ibas a venir —comento Kakashi
—Yo tampoco creí que lo haría —dijo soltando una risita nerviosa
—Ya no hay vuelta atrás, vamos —Kakashi camino hacia una abertura en la pared —. Esta es una salida secreta, no le cuentes a nadie —decía para cruzar por el estrecho lugar—. Ven, Tenzō
El castaño dudo por un momento, ¿realmente estaba a punto de saltarse las clases? Su padre decía que eso hacia los delincuentes juveniles, ¿si lo hacía se convertiría en uno? Dio un paso hacia atrás mientras dudaba, Kakashi lo vio y le extendió la mano para darle una sonrisa. La mano de Kakashi parecía un fruto prohibido, y él quería probarlo, así que la tomo para salir del lugar.
Durante todo el camino se sintió paranoico, como si en cualquier momento su padre lo descubriera y llegara el fin.
Kakashi actuaba como si nada, había hecho eso en muchas ocasiones antes, en una de esas incluso se encontró a su papá y fueron a comer juntos. Al llegar al cine sintió como su brazo fue sujetado de forma fuerte.
—Espera senpai —dijo Tenzō
Kakashi se giró a verlo — ¿qué pasa?
— ¿Está seguro de esto? Mejor regresemos a la escuela, llegaremos a tiempo para la tercera hora
—Ya estamos aquí, entremos —respondió Kakashi
—Pe-pero…—Tenzō insistió aumentando la fuerza del agarre— ¿qué tal si la gente del cine nota que somos estudiantes y llama a la policía, y los policías a nuestros padres? —soltó alarmado y de forma rápida
Kakashi lo miro extrañado —Eso no pasa Tenzō, a esa gente mientras le pagues tu entrada y compres golosinas no le importa si eres estudiante o no así que vamos, todo estará bien —le dijo mientras le dedicaba una sonrisa, una de esas que tranquilizaba por completo al menor y le inspiraba confianza
Tenzō soltó un suspiro y soltó el brazo de Kakashi quien sujeto su mano buscando hacer que se sintiera seguro.
El entrar al cine fue solo el inicio de nuevas experiencias juntos. Y en un par de meses Kakashi le había mostrado un mundo completamente distinto al que Tenzō conocía.
Comió tantos postres y frituras como pudo, visito lugares a los que no había ido antes, desde un parque de diversiones hasta una convención de comics. Siempre iba temeroso al inicio, pero al final se terminaba divirtiendo y pasándola bien.
Kakashi también se la había pasado bien, al estar con Tenzō era como si todas sus preocupaciones desaparecieran, lo había sacado de su rutina y era algo que agradecía.
—Estoy en casa —dijo de forma alegre llegando a su casa, incluso si seguía sin haber respuesta no le importaba, nada le quitaba el buen humor que llevaba.
—Bienvenido —se escuchó desde la cocina, Kakashi se quedó pasmado por un momento para luego correr hacia esta y encontrarse con su padre. —Ya casi está el almuerzo, en un momento te sirvo
—Papá… ¿qué haces aquí? —preguntó incrédulo
—Aquí vivo —respondió con un leve tono sarcástico
—No, me refiero a que tú… ¿te sientes bien?
—Me canse de estar durmiendo y quería comer contigo hoy, así que toma asiento
—Está bien —contestó Kakashi aún algo confundido para sentarse sin despegar la vista de su padre quien puso el plato frente a él
— ¿Qué tal tu día? —interrogó el mayor
—Bien, todo normal con las clases y eso —dijo Kakashi, en realidad había ido a una firma de libros con Tenzō dónde conoció a su escritor favorito.
—Vi en las noticias que ese escritor que te gusta, ¿cómo se llama?
— ¿Jiraiya-sama?
—Él, iba a estar firmando libros hoy, ¿quieres ir? Pide permiso en tu trabajo y te llevo
—No, no es necesario papá —dijo con tranquilidad negando con la cabeza—, sería muy aburrido esperar en una fila de 3 horas solo para que Jiraiya-sama te firme un libro, se tome una foto contigo y te cuente sobre lo que está próximo a escribir
Sakumo lo miro extrañado pero Kakashi siguió comiendo como si nada—Si eso crees hijo, está bien, pero aun así pide permiso en el trabajo y hagamos otra cosa
— ¿Cómo qué?
—No sé, cualquier cosa que quieras
Kakashi sonrió, ese día parecía ser perfecto. Por primera vez en meses salió junto a Sakumo a dar un paseo. Incluso si fueron a un lugar tan simple como comprar un helado, él no podía estar más feliz por eso.
El tiempo paso tan rápido que sin darse cuenta llego la hora de dormir. Kakashi estaba recostado, Sakumo lo arropo y le dio un beso en la frente.
—Vamos papá, ya no soy un niño pequeño
—Tienes razón en eso, ya eres todo un hombrecito —contesto el mayor sentado en el borde de la cama —. Estoy orgulloso de ti Kakashi
— ¿A qué viene eso de forma repentina?
—Es algo que debes saber; Eres un buen hijo, independiente, responsable, maduro, no puedo sentir otra cosa que no sea orgullo por ti, lamento que tengas un padre como yo
—No digas eso papá
—Todo esto acabara pronto Kakashi —dijo Sakumo levantándose de la cama. Se detuvo en la puerta para observar fijamente a su hijo por un momento y sonreírle—Descansa, te amo
—Y yo a ti, descansa también papá —respondió Kakashi para acomodarse y cerrar los ojos. Sakumo lo observo un instante más cambiando su expresión a una seria para finalmente salir de la habitación.
Kakashi se durmió con una sonrisa en el rostro la cual se mantuvo incluso al día siguiente mientras observaba el cielo sobre él.
—Mira senpai, las flores no tardan en florecer —señaló Tenzō el pequeño jardín de la escuela—, me gusta mucho esta época
—A mí también me está gustando
Tenzō despego su vista de las flores para ver a Kakashi—Senpai
—Si
—El otro día unos chicos dijeron que yo parecía tu novio
—De seguro lo hicieron para intentar molestarme
— ¿Entonces sería malo si lo soy?
— ¿Eh? No…creo
—Ya veo. Tú dijiste que no te agradan ese tipo de personas, ¿no?
—Sí, mi papá tuvo una mala experiencia en su trabajo, sufrió acoso laboral y eso le trajo varios problemas a su salud mental, por eso no soporto a ese tipo de gente
—Entiendo senpai, espero que tu papá este mejor
—Creo que ya lo está
— ¿Algún día iré a tu casa y podré conocerlo?
—Claro que sí, ayer le hable de ti y creo que le agradaste, así que un día de estos ven a mi casa a cenar
— ¿En serio? Estaré encantando de ir —habló emocionado el castaño sonriendo
— ¿Yo conoceré en algún momento al tuyo?
La sonrisa de Tenzō se borró —No creo que quieras hacer eso
—Bueno, tienes algo de razón en eso. Si me conoce probablemente crea que soy mala influencia para ti
—Es como si lo conocieras a la perfección —bromeo Tenzō para ver fijamente a Kakashi, ese día tenía una sonrisa distinta al resto. Su corazón comenzó a latir rápido, desde hace días sentía algo extraño por su senpai, más allá de admiración, pero aún no sabía cómo decírselo.
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—Estoy en casa—dijo como de costumbre al entrar para ir hacia la cocina —Oye papá, le dije a Tenzō sobre que venga a cenar y dijo que si —al llegar al lugar vio que estaba vacío, de hecho el silencio inundaba el lugar y el ambiente se sentía frio, como si de un mal presentimiento se tratase lo cual no le gustaba para nada— Papá —lo llamo de nuevo para dirigirse a su habitación. Tomo la perilla y trago grueso para girarla, empujo la puerta con lentitud. —Papá… —asomo su cabeza en el interior del lugar recorriéndolo con la mirada sin encontrar a nadie. Soltó un suspiro y vio al final del pasillo, la puerta del baño parecía entre abierta.
Cada paso que daba parecía resonar por toda la casa, sentía que su corazón saldría de su pecho por lo rápido que latía. Tomo la puerta y dudo si abrirla, temía por lo que encontrara dentro, aun así la abrió.
— ¡Papá! —gritó al ver la figura de su padre dentro de la bañera la cual estaba llena de agua roja, en el suelo había una cuchilla de afeitar junto a un frasco de pastillas tirado con varias de estas regadas por el lugar.
Se acercó a moverlo mientras lo llamaba de forma desesperada, pero al igual que antes no obtuvo respuesta. Corrió por la casa en busca del teléfono para solicitar una ambulancia, pero cuando esta llego lo único que hizo fue confirmar que ya no había nada por hacer.
Kakashi se desplomo en el suelo cuando escucho al paramédico decir que ya no tenía signos vitales. No lo entendía, ayer había hablado con él, charlaron por horas juntos, rieron juntos, su padre incluso lo arropo como si de un niño pequeño se tratase, entonces se dio cuenta de algo que ignoro, de ese leve momento donde lo miro fijamente, él ya había tomado esa decisión entonces.
Llevo sus manos a su cabello plateado, mientras comenzaba a llorar, debió darse cuenta y detenerlo.
Vio a los paramédicos cubrir el cuerpo con una manta blanca para sacarlo del lugar y solo se quedó observando, su cuerpo no le respondía, simplemente se quedó sentado en una esquina viendo todo, viendo como su vida se iba al diablo.
— Oh, las flores se marchitaron, que lastima, eran muy bonitas, ¿no crees senpai?
Kakashi estaba sentado dándole la espada, ocultando su rostro en sus piernas. Había ido a la escuela solo por no estar en el lugar donde su padre se había quitado la vida, su hogar. Tenzō no sabía cómo reconfortarlo con palabras, no era bueno en eso y no quería cometer una estupidez en un momento tan delicado como ese por lo que simplemente se acercó a abrazarlo por detrás.
Ese solo sería el inicio de una inminente y dolorosa caída de la cima donde ambos estaban.