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Solo un poco equivocado #4 MiHae por Chulixxx

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- ¿No te sorprendió encontrarme en un club de sexo gay?

Preguntó en cambio.

Probablemente debería sentirse más preocupado por ello. Parte de él esperaba a que le entrara el pánico su sexualidad era un secreto cuidadosamente guardado, pero él estaba extrañamente despreocupado.

Zhou Mi solo tosió burlonamente.

- ¿Qué?

- Lo supe desde el primer día. Debería haber sido ciego para no notarlo.

- ¿Notar qué?

Dijo Donghae, una bola de ansiedad instalándose en sus entrañas.

¿Era realmente obvio?

- ¿Como lo supiste?

Zhou Mi siguió conduciendo en silencio.

- ¿Notar qué? - repitió, más fuerte. - ¡Zhou Mi!

- Tienes esa insinuante mirada en tus ojos. - dijo con irritación. - Todo el jodido tiempo. Incluso cuando estás siendo un idiota.

Donghae abrió la boca y la cerró.

Echando un vistazo sobre él, Zhou Mi rió sin humor.

- No me digas que te sorprende. Ves de esa forma a todo el mundo. Ahora deja de cambiar el tema. Vas a prometerme que no harás nada tan estúpido de nuevo. Cuando digo que no habrá sexo, lo digo enserio.

- Claramente naciste en el siglo equivocado. Lo siento, pero no soy tu esclavito, y no me puedes tirar en el cepo por desobedecer. Estás confundido, Kim.

Zhou Mi desvió el coche hacia la derecha, saliendo de la carretera, y frenó de golpe; los neumáticos chirriaron cuando el coche se detuvo.

Donghae miró a su alrededor.

Ellos no estaban lejos de su barrio. A esta hora, el barrio era oscuro y relativamente tranquilo.

- Déjame ver si lo entiendo. -dijo a través de sus dientes, agarrando la barbilla de Donghae con rudeza. - ¿Soy el responsable de tu recuperación, pero tu ignoras mis instrucciones otra vez y te arriesgas a joderte la ingle, y yo estoy confundido?

Donghae se humedeció los labios con la lengua.

Había algo desconcertante y emocionante acerca de Zhou Mi esta noche, igual que ayer, cuando se irritó mucho más de lo que la situación ameritaba.

- ¿Lo haces todo para enojarme, mocoso?

Dijo Zhou Mi, con una voz suave que contradecía por completo su agarre castigador en la barbilla del chico.

- No todo se trata de ti. - igualmente en voz baja. - Quería una follada. Quería una hermosa y gruesa polla en mí. Salí para conseguirla. Y lo haré de nuevo. No hay nada que puedas hacer para detenerme.

El mayor aspiró una respiración.

Abrió la puerta, agarró el hombro de Donghae y lo arrastró sobre sus rodillas.

Ocurrió tan rápido que Donghae sólo pudo balbucear y jadear cuando se encontró echado sobre el regazo de Zhou Mi, con la cabeza sobresaliendo del coche.

- ¿Qué...

Zhou Mi jaló abajo los pantalones y bóxer y le propinó una nalgada rápida.

Los ojos del menor se ensancharon, su cara enrojeciendo por la indignación.

- ¡Suéltame!

Él se resistió, tratando de rodar del regazo del hombre, pero éste lo sostenía firmemente en su sitio.

- ¡Estoy herido, imbécil! ¿Qué clase de terapeuta eres?

- Si estás en buena forma para follar, estás lo suficientemente en forma para ser azotado. - escupió. - Quizás finalmente esto te enseñe una lección.

Él lo azotó de nuevo.

En esta posición, no le dolía la ingle en lo absoluto, pero, aun así. Era el principio de la cuestión.

- ¡Vas a ser despedido por esto, se lo diré a Jong Hoon!

- Hazlo.

Otro golpe violento aterrizó en su nalga.

- Estoy hablando en serio, Kim. ¡Vas a ser despedido a primera hora de la mañana! Incluso Jong Hoon no se opondrá cuando se entere de esto.

- Ve corriendo y quéjate con él.

Le dijo pegándole de nuevo. Su voz sonaba áspera y extraña.

- No eres más que un malcriado niño pequeño, centrado en sí mismo, acostumbrado a salirse siempre con la suya. Si continúas actuando como un niño insensato, serás castigado como lo sería un niño.

- ¡Que te jodan!

Arremetió de nuevo, pero Zhou Mi lo ignoró, manteniéndolo abajo con una mano mientras la otra lo azotaba.

La paliza dolía, pero de ningún modo tanto como podría hacerlo: Zhou Mi estaba claramente conteniéndose, consciente de su lesión incluso ahora.

Otro tortazo, y luego otro.

Su piel comenzó a quemarle un poco y Donghae se oyó a sí mismo gimiendo y suspirando suavemente, su mundo reduciéndose a la mano de Zhou Mi y su calor.

Se sentía extraño, como si estuviera flotando, como si estuviera flotando dentro de su cuerpo en lugar de que lo vistiera, sin ninguna preocupación en el mundo.

Para el momento en que el otro se detuvo, Donghae descansaba inmóvil y flexible sobre su regazo.

Todo estaba extrañamente en silencio, salvo por la respiración agitada de Zhou Mi y el lejano sonido del tráfico.

El peso de la mano de médico en su piel desnuda se sentía casi insoportable.

Trató de decir algo mordaz, pero nada le vino a la mente.

Su mente estaba vacía.

No tenía energía o inclinación a discutir y pelear.

Su cuerpo se sentía... suelto. Ingrávido.

Él no quería moverse.

- ¿Donghae?

Preguntó tras de un largo silencio. Su voz sonaba rara. Con cuidado, subió el bóxer y pantalón y lo giró sobre su espalda.

Apenas podía distinguir el rostro de Zhou Mi. Lo alegraba, porque no estaba seguro de lo que su propia cara habría revelado.

Ni siquiera estaba seguro de lo que estaba sintiendo.

En silencio, salió del regazo del médico y se dejó caer en su asiento. Cerró los ojos, presionando su caliente mejilla contra el fresco cuero.

Después de lo que pareció una eternidad, la puerta se cerró.

El motor rugió.

El coche comenzó a moverse.

Donghae no dijo una palabra.

Zhou Mi no dijo nada, tampoco.

Cuando el coche se detuvo de nuevo, Zhou Mi dijo:

- Tu casa.

Su voz sonaba áspera, incómoda, y sin embargo, había algo más ahí... algo oscuro e intenso.

Donghae no se movió. No quería hacerlo.

Pasaron segundos en silencio.

- Eso fue muy poco profesional. -dijo después de un tiempo, su voz rígida, entrecortada. - No sé lo que estaba pensando. No va a suceder de nuevo, pero eres libre de quejarte con Jong Hoon si quieres. Estoy seguro de que va a encontrarte otro fisioterapeuta.

Donghae abrió los ojos, abrió la puerta y salió.

Los neumáticos chirriaron y el coche arrancó hacia el frente.

Se dirigió hacia su casa lentamente, con las piernas todavía un poco débiles y temblorosas.

Abrió la puerta, entró y se apoyó en ella con dificultad, sus pensamientos en desorden.

Y entonces lo golpeó: él realmente podría conseguir que Zhou Mi fuera despedido.

Finalmente tenía un excelente motivo para conseguirlo despedido. Jong Hoon se horrorizaría si se enteraba de lo que había hecho Zhou Mi: Nalguear a un paciente iba más allá de lo poco profesional.

Podría conseguir a Zhou Mi despedido.

Podría deshacerse de él para siempre.

No más conferencias, no más de esa prepotente actitud y, sin duda, no más azotes que lo dejaran sintiéndose completamente extraño.

No más Zhou Mi.

Frunció el ceño.

******

- ¿Por qué sigues mirando tu teléfono?

Donghae levantó la mirada y se encontró con Lynn observándolo.

- Zhou Mi llega tarde hoy. Sabes que odio cuando la gente me hace esperar.

Sus ojos lo estudiaron con curiosidad.

- ¿Qué?

Dijo Donghae, jugando con su teléfono.

- ¿Qué está pasando contigo y Zhou Mi últimamente?

- No tengo idea de lo que estás hablando.

- No sé... Algo ha cambiado.

Donghae le dió una mirada significativa.

- ¿Has terminado de ir a través de mi correo? No te pago para mover tus dedos.

Tragando visiblemente cualquier comentario bajo que ella quería hacer, Lynn volvió sus ojos a la pila de sobres en frente de ella.

Donghae volvió a mirar a su teléfono.

Ella tenía razón, sin embargo. Algo había cambiado.

Zhou Mi había sido... diferente.

Ya no trató de controlar todos los aspectos de la recuperación de Donghae... y su vida.

Zhou Mi se iba tan pronto como era posible después de comprobar la ingle de Donghae y darle instrucciones para el día. Incluso su actitud había cambiado. Ya no le llamaba "niño pequeño", "bebé" o "mocoso". No había más sonrisas torcidas y chistes. De hecho, su tono era neutral y muy profesional cada vez que hablaba con él.

Y cada vez, él quería darle un puñetazo en la boca.

El comportamiento oh-tan-correcto de Zhou Mi lo volvía loco.

Le molestaba mucho más de lo que esperaba. Y no ayudó que aún estaba caliente y frustrado como el infierno.

Al menos había dejado de sentirse mortificado cuando tenía una erección, mientras le masajeaba.

Debido a que ni siquiera ver su erección tenía absolutamente ninguna reacción por parte de Zhou Mi, ni siquiera el levantamiento de una ceja.

Era un perfecto profesional.

 


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