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Solo un poco equivocado #4 MiHae por Chulixxx

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Sentado en su coche, Zhou Mi se quedó mirando la casa.

Había luz en la planta baja, pero por lo demás la casa estaba a oscuras y en silencio.

Todavía lo sorprendía un poco lo común que era la casa.

Incluso su propia casa era más grande y llamativa que la de Donghae. Si no lo hubiera sabido, nunca habría adivinado que era el hogar de un famoso jugador de fútbol.

Tal vez ese era el punto, ya que las medidas de seguridad eran inexistentes.

Pero de nuevo, si la casa tuviera una mejor seguridad, él no sería capaz de mirar durante media hora como un espeluznante acosador.

Sacudió la cabeza con una mueca.

Suficiente.

Se bajó del coche y se dirigió hacia la casa mientras que empezaron a caer gotas de lluvia del cielo.

Se negó a dudar antes de llamar.

Había actuado ridículamente por semanas.

Suficiente era suficiente.

La puerta se abrió y él se puso tenso, pero sólo era Lynn.

- Oye.

Ella parpadeó, mirándolo con sorpresa.

- Hola. Donghae dijo que renunciaste.

Zhou Mi sacudió la cabeza.

- ¿Está en casa?

Ella hizo un gesto de arriba.

- Sí, pero no creo que sea buena idea hablar con él esta noche. Está de un humor terrible. - hizo una mueca y se apartó, dejándolo entrar. - Lo ha estado todo el día en realidad. Tuve que cancelar un evento de prensa muy importante. Su gerente de relaciones públicas está enojado conmigo. ¡Conmigo, no con Donghae! ¿Cómo es que es mi culpa que esté actuando como una diva?

- ¿Ha entrenado hoy?

- Sí. - sonrió con malicia. - Pero creo que fue sobre todo para confundirte y demostrar que puede hacerlo mejor sin ti. ¿Qué hiciste para cabrearlo tanto? ¿Lo hiciste comer demasiada comida sana?

Zhou Mi desvió la mirada.

- Necesito hablar con él.

Ella le dio una mirada comprensiva.

- Buena suerte con eso. Traba la puerta cuando me haya ido.

- ¿Te vas?

Ella abrió la puerta.

- Ya estaba a punto de salir. He estado aquí todo el día y ya son las diez, gracias a Dios. Necesito tanto un descanso de él. Estoy seguro de que puede sobrevivir hasta la mañana sin tener a alguien a su entera disposición. ¡Nos vemos!

Cerró la puerta después de Lynn, un surco marcado entre sus cejas.

Sus palabras le hicieron preguntarse.

Él tenía una familia grande, ruidosa, y aunque todos sus hermanos se habían independizado hace rato, todavía pasaban una gran cantidad de tiempo en su casa.

Pero cada vez que había visto a Donghae, siempre estaba solo. Ni amigos ni familiares parecían visitarlo nunca, a pesar de su lesión.

¿Incluso tendría a alguien?

Sacudiéndose el pensamiento fuera, Se dirigió hacia arriba. No estaba aquí para entender al mocoso o sentir pena por él.

No deberías estar aquí en absoluto.

Tomó la caminata con calma, con la mano en la barandilla de madera pulida, un paso lento después de otro paso lento.

Sintió resequedad en la boca, con el corazón acelerado.

La pequeña voz en el fondo de su mente le decía que estaba cometiendo un error.

Él no estaba cometiendo un error.

Jong Hoon estaba en lo cierto: esto tenía que hacerse.

Pero sin importar lo que se dijera, no podía quitarse de encima la sensación de que estaba haciendo algo mal.

Él no estaba haciendo nada malo.

A Da Hae no le importaría.

Da Hae y él habían estado entrando y saliendo de una relación desde hacía casi diez años y habían sido amigos durante veinte años. Por sus puestos de trabajo, a menudo no se veían uno al otro por meses, por lo que una relación abierta era simplemente práctica para ellos, y ambos estaban bien con el otro follando a alguien más mientras que estaban separados.

Se había acostado con docenas de otras mujeres en el transcurso de su relación y ella nunca había sido tímida sobre sus conquistas, tampoco.

Bromearon y compartieron una risa sobre ello. En muchos sentidos, él y Da Hae eran un viejo matrimonio, amigos más que amantes apasionados.

A decir verdad, nunca habían sido particularmente apasionados, ni siquiera a sus veinte años.

Nunca se había considerado un hombre apasionado. Tenía un impulso sexual saludable, pero eso era todo.

Era un hombre racional, siempre lo había sido.

Su sangre nunca se recalentaba si él no lo permitía. Nunca había conocido a alguien y simplemente sentir la imperiosa necesidad de hacerlo callar... con su polla.

Esto no era algo que le hubiera pasado a él anteriormente, hasta Donghae.

Este deseo ardiente de tener, poseer, follarse a alguien contra el colchón le era completamente ajeno.

Era crudo y primitivo; no era algo que pudiera explicar o racionalizar.

No quería hacer el amor o incluso tener sexo con Donghae, quería follárselo.

No parecía importar que fuera un tipo, y que a Zhou Mi no le gustaran los tíos. Quería cogerse a este.

No había nada bonito al respecto.

Era tan primitivo como se podría.

Eso lo tenía algo avergonzado y disgustado, y un poco incrédulo de que le estuviera pasando a él. Sus hermanos se reirían como asnos si se enteraran de que su hermano mayor, el hermano responsable, estaba actuando por su instinto y babeando por una celebridad caprichosa nueve años menor que él.

Infierno, Da Hae se reiría en su propio culo si ella lo supiera.

Y, sin embargo, ahí estaba él.

Debido a que Jong Hoon estaba en lo cierto: tenía que conseguir sacarse esta cosa fuera de su sistema antes de la boda.

Cuanto antes se deshiciera de ello, mejor.

Empujó la puerta del dormitorio de Donghae abriéndola.

La habitación estaba vacía, pero podía oír el agua corriendo en el cuarto de baño. El chico probablemente ni siquiera sabía que había alguien más en la casa.

Encontró a sus pies en movimiento, sin que su cerebro les dijera que lo hicieran.

El baño estaba sofocante por el vapor de la ducha.

Era grande y espacioso, la ducha lo suficientemente grande como para cinco personas, y solo ocupado por un tipo de tamaño mediano.

Un tipo muy desnudo, que estaba de pie, de espaldas a él, con el vapor ondulando en torno a él.

Había sido entrenador personal o fisioterapeuta para muchos actores y deportistas.

Para la mayoría de ellos, sus cuerpos eran la principal fuente de ingresos; muchos de ellos estaban en forma y con buen aspecto, y algunos de ellos eran perfectamente hermosos. Pero sus cuerpos eran trabajo, nada más.

Sin embargo, cuando su mirada siguió las gotas de agua que bajaban la elegante curva de la espalda del menor, su impecable piel ligeramente bronceada, a los hoyuelos por encima del oleaje de su culo perfectamente redondo, tuvo que recordarse respirar.

Estaba duro como una roca, con las manos y boca prácticamente picando de ganas por tocar y probar.

Él quería morder y besar ese culo perfecto, enterrar la cara contra él y comérselo, como había querido hacerlo ayer, cuando el pelianaranjado estaba tumbado sobre su rodilla, con las mejillas enrojecidas por sus manos y tan malditamente bonito que le había tomado toda su fuerza de voluntad para no estirar al chico abriéndolo y lamerlo hasta que estuviera flojo y listo para su polla.

Luego de que Donghae se quedara dormido, unos cuantos tirones de su polla fue todo lo que tomó para correrse como un colegial en su mano.

No estaba en mejor estado ahora.

Con la boca seca, vio como el menor cuidadosamente enjabonó entre sus mejillas, su delgado dedo moviéndose arriba y abajo antes de empujar dentro.

Un pequeño gemido salió de los labios del chico.

Se quedó inmóvil, dándose cuenta de que estaba masturbándose en lugar de limpiarse a sí mismo. Sus ojos se centraron completamente en ese dedo, mientras que ampliaba ligeramente su postura y apoyaba la frente contra la pared de la ducha para darse un mejor acceso.

Jesús, la curva de su culo era francamente obscena.

El dedo del chico se movía dentro y fuera de su agujero, y no podía dejar de imaginar la enrojecida punta de su polla desapareciendo lentamente dentro de él.

Mierda.

Donghae empujó un segundo dedo dentro y empezó a follarse con ambos dedos emitiendo pequeños jadeos de placer, que repercutieron directamente en la verga de Zhou Mi.

Zhou Mi cerró los ojos, tratando de obligarse a salir.

Debería esperarlo en el dormitorio.

Tenían que hablar.

No se hacía ilusiones de que pudiera dejar la casa sin meter su polla dentro del mocoso, pero necesitaban hablar primero.

Tenía que asegurarse de que Donghae estuviera en su misma página y que entendía que el sexo no significaría y ni cambiaría nada.

Muévete, se dijo a sí mismo.

Se movió, pero no para salir del cuarto de baño.

Se movió hacia Donghae, el agua encubriendo su acercamiento.

Se dejó caer de rodillas en los azulejos del baño y, agarrando las caderas del chico, arrastró su boca por la suave mejilla.

El cuerpo del otro se puso rígido, sacando sus dedos inmediatamente.

Trató de dar la vuelta, pero Zhou Mi aún lo sostenía y el menor sólo podía voltear la cabeza. Tenía el rostro encendido, sus ojos ampliados, sus largas y oscuras pestañas húmedas y brillantes por el agua.

Estaba tan jodidamente hermoso que las bolas de Zhou Mi empezaron a doler mientras que aquellos suaves labios rosados formaban una perfecta "o".

Donghae seguía abriendo y cerrando la boca sin poder articular palabra.

Dios, se veía lo suficientemente bueno como para comerlo.

- ¿Qué?

Dijo, pero sus palabras se convirtieron en un gemido cuando Zhou Mi le dio a su agujero una larga lamida.

Estirando las mejillas abiertas, Zhou Mi profundizó dentro, saboreando la piel limpia y el lubricante con sabor afrutado. Nunca le había importado hacerle un rimming a alguna mujer que se lo pidiera, pero esta era la primera vez que en realidad él tomó la iniciativa de bajar a hacerlo.

Los pequeños gemidos rotos de Donghae, resultaban un giro tan excitante que no podía conseguir suficiente. Pero pronto ya no resultaba suficiente: su polla deseaba estar en donde estaba su lengua.

Parándose, se quitó la chaqueta empapada, abrió la cremallera de sus pantalones y sacó su dolorida polla fuera.

- Lubricante.

Dijo, empujando su cuerpo mojado completamente vestido contra el desnudo de Donghae. Mierda, necesitaba follárselo.

Con dedos inestables, Donghae se acercó al estante y le pasó la botella de lubricante.

Zhou Mi recubrió rápidamente el agujero del menor con lubricante, empujó dos dedos dentro y comenzó a hacer tijera de forma rápida. 

 


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