26
Dos días más tarde, Zhou Mi se encontró cara a cara con Lynn por primera vez desde que se había enterado de ellos.
- ¿Todavía estas seguro de que tienes todo bajo control?
Dijo Lynn después de Donghae desapareció escaleras arriba para tomar una ducha.
Zhou Mi miró y dijo:
- Sí.
- ¿Has visto la forma en que lo miras?
Él ni siquiera quería saber.
- Déjalo ir, Lynn.
Soltó un suspiro, dejándose caer en el sofá.
Lynn le dio una mirada terca como de costumbre.
- ¿Por qué sigues aquí? Es tarde.
Él se encontró con sus ojos de manera constante.
- Tuvimos que acelerar el programa de rehabilitación de Donghae. Él tiene sesiones de entrenamiento dos veces al día ahora.
Ella frunció los labios, claramente no creer en él.
- Pero...
- Mira, yo no quiero ser grosero, pero no es asunto tuyo.
Habló tan suavemente como pudo. No era especialmente suave.
Lynn le gustaba, lo hacía, pero él estaba harto de su constante interferencia. En realidad, no estaba de humor para otra queja sobre la maldad de Donghae y cómo Zhou Mi debería poner fin a esto.
Él no necesita ningún recordatorio.
Sabía lo que debía hacer, lo había sabido todo el tiempo. Ejecutarlo era un poco difícil de alcanzar.
- Lo siento. - dijo ella, torpemente. - Sé que puedo pasarme un poco. Está bien, voy a irme. No es como si fuera bienvenida aquí. Me sorprende que no me saque fuera ya.
- Estoy tratando de evitar que te despida, pero no estás ayudando, ya sabes.
Ella le dio una mirada extraña.
- ¿Él realmente te escucha?
Zhou Mi se encogió de hombros.
- No es tan descabellado como parece.
Silencio.
Podía ver lo mucho que quería discutir con él. Por fin, ella suspiró
- Está bien, ya conoces mi opinión. No voy a decirlo una vez más. - Ella tomó su bolso. - Dile que su relación pública dijo que sería bueno si se tomara algo con Fai Olive en algún restaurante de lujo esta noche para celebrar.
- ¿Celebrar qué?
- Su cumpleaños.
Le dijo Lynn, cerrando la puerta tras ella.
¿Era el cumpleaños de Donghae?
Zhou Mi frunció el ceño.
La rutina de Donghae no había cambiado en absoluto. No hubo llamadas telefónicas, ni amigos o familiares felicitándolo, no hubo regalos.
Nada.
Donghae actuó como si fuera un día normal.
Después de unos minutos, escuchó el ruido de pies descalzos en la planta baja y se preparó mentalmente.
- ¿Ella se fue?
Salió limpiando su torso con una toalla blanca grande, mullida. Sólo llevaba un par de pantalones cortos, montando bajos en sus caderas.
- Sí - arrastrando los ojos lejos. - Ella dijo que tus relaciones públicas que dijo que tomes algo con Fai Olive en un restaurante esta noche.
Una mirada de confusión apareció en el rostro de Donghae.
- ¿Quién es Fai Olive?
El tono de Zhou Mi era neutro.
- ¿Tal vez tu acompañante?
Las cejas de Donghae se levantaron por un momento, luego su expresión se aclaró.
- Correcto. Probablemente. - Él hizo una mueca. - No estoy del todo en un estado de ánimo para vagina. - vió a Zhou Mi con hambre una vez más, lamiendo sus delgados, bonitos labios. - Prefiero tener tu polla.
El pene en cuestión se contrajo en los pantalones de Zhou Mi, saltando a media asta.
Hizo una mueca, maldiciendo por dentro, pero sin sorpresa.
Cuando estaba alrededor de Donghae, no tenía el control de su pene. No importa que ya hubieran tenido relaciones sexuales por la mañana antes de la llegada de Lynn.
Él no tenía la intención hacerlo, pero Donghae lo había mirado enrojecido con sueño y suave, y Zhou Mi no había sido capaz de resistirse a tocarlo.
Muy, muy patético.
- No sabía que hoy es tu cumpleaños.
Habló duramente, tratando de recomponerse. Ceder a su debilidad una vez al día era bastante malo. Él podía alejarse sin poner su pene en el niño una vez más.
Él podría.
- Es un día como cualquier otro. - dijo Donghae, paseando su camino hacia Zhou Mi. - Nunca entendí por qué la gente hace un gran alboroto sobre ello. Creo que es algo que celebrar para los padres, pero mi madre está muerta, así que...
Se sentó a horcajadas en muslos de Zhou Mi.
- ¿Qué hay de tu padre?
La mano del menor se detuvo en la cremallera del otro. Una sombra cruzó su rostro antes de desabrochar la cremallera de los pantalones y meter su mano dentro.
Zhou Mi siseó mientras los dedos delgados del chico se envolvían alrededor de su pene. A pesar de sus mejores esfuerzos para distraerse a sí mismo, estaba dolorosamente duro.
- Él no dio una mierda sobre mí cuando yo tenía cinco años. Dudo mucho que daría una mierda por mi cumpleaños cuando tengo veintidós - sonrió. No era una sonrisa agradable. - Tú y él tienen algo en común, ya sabes.
Sus dedos se cerraron alrededor del hombre.
- ¿El qué?
Zhou Mi logró decir, con los ojos rodando hacia la parte posterior de su cabeza.
- Es un culo prepotente. Más tarde descubrí que es un Conde. - rió. - De todos modos, él estaba casado, pero no pudo mantener su pene fuera de mi madre. Ella era muy bonita. - acarició el pene de Zhou Mi lentamente. - Sé qué piensas que soy bonito. Me parezco mucho a ella, antes de que ella enfermara. - rió. - Al menos no me puedes embarazar.
Zhou Mi se le quedó mirando.
Luego les dio la vuelta y apretó sus labios contra Donghae con suavidad.
El chico se quedó inmóvil, su agarre en el pene de Zhou Mi alejándose.
Zhou Mi lo besó suavemente, una y otra vez, el beso muy inocente en comparación con las cosas que habían hecho en el último mes.
Dios, una boca tan dulce.
La más dulce del mundo.
Donghae hizo un pequeño ruido y rompió el beso.
Apretando el pene de Zhou Mi duro, lo miró.
- ¿Qué crees que estás haciendo? No soy tu jodida novia. Sólo date prisa y jódeme.
Zhou Mi lo hizo.
Por supuesto que sí.
Cuando hundió el rostro en el cuello del chico y empujó dentro de él, casi podía identificarse con ese pene que había embarazado a la madre de Donghae.
Si la madre de él había sido la mitad de embriagadora que su hijo... para vergüenza y disgusto de Zhou Mi, podía entender al tipo.
Había una diferencia, sin embargo.
Estaba claro que en algún momento el padre de Donghae se había detenido.
Zhou Mi ya no estaba seguro de poder hacerlo.