Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Solo un poco equivocado #4 MiHae por Chulixxx

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

32

Mientras que Donghae se sentaba en el sofá junto al hermano de Zhou Mi, en la sala de éste, mirando la televisión y bebiendo la cerveza, se preguntaba qué carajos estaba haciendo.

Quería agarrarse a patadas a sí mismo, pero sobre todo culpaba a Kibum.

Fue culpa de él, por haberlo sacado tanto de quicio ayer, que cuando Heechul lo llamó y le preguntó si podían pasar el rato, aceptó sin pensarlo.

Cuando Heechul le había dicho que estaba en casa de Zhou Mi, definitivamente debería haberle dicho que no podían pasar el rato allí.

Pero no lo hizo, y ahora aquí estaba.

Idiota.

Para complicar más las cosas, el brazo del chico estaba sobre el respaldo del sofá, con sus dedos apenas tocandole el hombro.

Donghae no era ingenuo.

Podía notar que el chico estaba ya medio atontado por él. Lo único que impedía hacer un movimiento sobre él, era probablemente su estado de celebridad.

Heechul era cauteloso. Como debía serlo, ya que Donghae era supuestamente hétero, dado que todos los futbolistas supuestamente lo eran, pero él sabía que no duraría.

No habría conocido demasiado al tipo, pero podía notar que no estaba en la naturaleza de Heechul el ser cauteloso.

El tipo era la definición de imprudente; no parecía tomar nada en serio. También era un ligón desvergonzado.

Todavía estaba indeciso sobre qué hacer al respecto. Probablemente debería pretender ser hétero y desalentarlo con sutileza.

Era más seguro de ese modo.

Pero una parte de él... La parte responsable de fomentar su relación quería ver la cara de Zhou Mi cuando se diera cuenta de que Donghae se estaba tirando a su hermano.

Y eso molestaba a Donghae.

No se suponía que le preocupara la reacción de Zhou Mi.

Zhou Mi era su ex fisioterapeuta. No era más que un hombre con el que había tenido una aventura.

El tipo que iba a casarse en un mes.

El hombre no le gustaba, y el sentimiento era completamente recíproco. A él no le importa un carajo.

No lo había visto en ocho días.

Disgustado por la dirección que habían tomado sus pensamientos (de nuevo), trató de concentrarse en la película que estaban viendo, pero esos idiotas pensamientos se negaban a desaparecer por completo, zumbando en el fondo de su mente.

Que carajos.

En estos días, se sentía como si tuviera una doble personalidad. Su personalidad 'estúpida' tenía una mente unidireccional.

Su personalidad 'normal' se encogía sobre sí misma cada vez que se sorprendía pensando en las manos de Zhou Mi, en su boca, su calor, sus brazos alrededor suyo, su aroma.

La parte sobre el aroma era la más ridícula. Por amor de Dios, él nunca había notado cómo es que olía la gente. A menos que olieran mal.

Se estaba volviendo loco.

Ayer mismo, atacó a uno de los terapeutas del equipo por masajearle mal, sólo porque anhelaba las manos de Zhou Mi sobre él.

Dios, se sentía como una perra masturbándose a sí mismo.

Se estaba convirtiendo en Bum, peor, en realidad, ya que Bum por lo menos se volvía patético por un hombre que daría una mierda por él; Donghae no podría decir lo mismo sobre Zhou Mi.

El pulgar de Heechul rozó su cuello, trayéndole de vuelta al presente.

Donghae se mordió el labio.

Tal vez debería alentarlo.

¿Por qué no?

El chico era guapo y con ganas de meterse en sus pantalones, y era poco probable que divulgara algún rumor: no parecía ser de ese tipo. Y sería bueno para él follarse a alguien que no fuera Zhou Mi.

Jesús, ni siquiera podía recordar lo que se siente tener sexo con otra persona. Un mes de tener sexo sin parar con un hombre, claramente le había jodido la cabeza.

- Tengo curiosidad sobre algo.

Heechul dijo repentinamente.

Donghae volvió la cabeza hacia él.

- ¿Sí?

Los ojos del chico barrieron su cara, buscando algo.

- ¿Por qué Zhou Mi está enojado contigo?

Donghae no tuvo que fingir su sorpresa.

- ¿Lo está?

El pelirrojo se rió un poco.

- Mordió mi cabeza cuando le pedí tu número. Me sentí de alrededor de dos centímetros de alto. - Hizo una mueca, aunque sus ojos todavía estaban llenos de diversión. - No me da vergüenza admitir que Zhou Mi me asusta cuando está enojado. Es un reflejo pavloviano. No puedo evitarlo. - sonrió. - De hecho, tuve que escabullirme en su habitación para obtener tu número, mientras que él estaba en la ducha. - miró a Donghae a través de ojos entornados. - Pero valió totalmente la pena.

Este le devolvió la sonrisa, sin saber qué decir. El tipo realmente era muy atractivo. En la penumbra, se veía aún más como...

No, él no iría allí.

El silencio se prolongó.

La mano de Heechul se dejó caer sobre su cuello y sus labios estaban repentinamente mucho más cerca.

Se tensó, pero antes de que pudiera decidir qué hacer, se abrió la puerta.

- ¿Estamos interrumpiendo algo?

El estómago cayó a sus pies.

Zhou Mi estaba junto a la puerta con su brazo alrededor de una mujer magnífica.

Negándose a encontrarse con los ojos de Zhou Mi, Donghae centró su mirada en la mujer.

Da Hae.

- Hey, Da Hae. - saludó Heechul con pereza, agitando la mano que no estaba alrededor del cuello de Donghae. - ¿Regresaste?

La mujer sonrió. Incluso su sonrisa era preciosa. Ella y Zhou Mi realmente hacían una bella pareja: ambos altos, confiados y llamativos.

- Hola, Heechul.

Dijo antes de mirar hacia Donghae. Sus afilados ojos oscuros, sin duda no se perdieron la mano de Heechul en el cuello del otro. Ella sonrió más ampliamente.

- Veo que estás siendo grosero, como siempre. ¿Vas a presentarme a tu... amigo?

- Este es Donghae. - dijo con una sonrisa y girando un poco los ojos. - Hae, ésta es la pobre mujer que aceptó casarse con el aburrido de mi hermano.

- Encantado de conocerte.

Dijo Da Hae con genuino placer en su voz.

Donghae asintió con una sonrisa brillante.

- Igualmente.

- ¿Qué haces aquí?

Zhou Mi. Su voz sonando un poco extraña.

Donghae no veía su salida.

- Tus ojos te están fallando por tu avanzada edad. - le dijo a su hermano. - Estamos viendo una película.

- No estaba hablando contigo... Donghae.

De mala gana, arrastró su mirada hacia Zhou Mi. No estaba preparado para la posesividad que los ojos de Zhou Mi despertaron en él, o la forma en que fue inmediatamente atacado por una repugnante oleada de emociones y necesidades.

Dios, no era justo.

¿Cómo podía un hombre verse tan bien?

Las mejillas de Zhou Mi estaban bien afeitadas, llamando la atención sobre su fuerte mandíbula y sus firmes, sensuales labios.

Labios que había probado.

Labios que lo habían probado a él en todos lados.

Los ojos de Zhou Mi se desplazaron a la mano de su hermano sobre el cuello de Donghae, su cuerpo emitiendo ira como olas que azotan la costa.

Casi podía oler la testosterona saliendo de él. Tuvo que sacudirse el impulso, totalmente ridículo, de empujar a Heechul lejos.

Sus miradas chocaron y se bloquearon juntas. Los ojos de Zhou Mi estaban ardiendo.

- ¿Qué?

Logró decir.

- Se te olvidó el DVD que quería que vieras. - dijo Zhou Mi escuetamente. - Ven conmigo.

Y se dirigió hacia arriba, seguro de que Donghae lo seguiría. Ugh. Casi se había olvidado de sus formas altaneras.

No iba a ir.

No lo haría.

Zhou Mi ya ni siquiera era su entrenador personal.

Este se detuvo en lo alto de la escalera y lo inmovilizó con la mirada.

- Ven conmigo. Ahora.

Heechul dijo algo, pero Donghae apenas pudo oírlo.

Se puso de pie y lo siguió hacia arriba, enfadado consigo mismo. No podía creer que estaba haciendo lo que Zhou Mi quería, como un... como un perro moviendo la cola por un hueso.

Increíble.

Zhou Mi estaba esperándolo en el segundo piso.

Tenía los brazos cruzados sobre el pecho, la expresión en su cara positivamente asesina.

- Te dije que te mantuvieras alejado de mis hermanos.

Su voz era engañosa baja y tranquila.

Donghae se cruzó de brazos, imitando inconscientemente la postura de Zhou Mi.

- ¿Y qué? No tienes derecho a decirme qué hacer. No eres nada para mí y yo soy nada para ti.

- Heechul es algo para mí.

Donghae se echó a reír.

- ¿Así que estás preocupado por tu hermano? Que hermano maravilloso que eres, salvándole de mis malvadas garras. No te preocupes, el sexo no mató a nadie todavía.

- ¿Sexo?

Donghae ladeó la cabeza, sosteniendo su mirada.

- Es mejor que tú, ya sabes. A diferencia de ti, él puede durar en ello por horas.

Zhou Mi se le quedó mirando por un momento antes de que sus labios se curvaran hacia arriba.

- ¿En verdad crees que voy a comprar eso?

- No me importa si lo compras o no. - se encogió de hombros. - No me puede importar menos lo que pienses. Ahora, si me disculpas, Heechul está esperándome...

- No vas a dormir con él.

Donghae parpadeó lentamente. Luego entrecerró los ojos.

- ¿Discúlpame?

Zhou Mi parecía irritado, como si ya se lamentara de haberlo dicho. Sin embargo, lo repitió.

- No vas a dormir con él.

Si Donghae fuera un personaje de dibujos animados, habría habido vapor saliendo por las orejas.

- ¿No lo haré?

Su voz fue muy suave.

- No lo harás.

Abrió la boca y la cerró sin emitir sonido.

Entonces, se acercó y ahuecó la mejilla de Zhou Mi con su mano.

El hombre se puso rígido.

Estaba tan silencioso allí.

¿O era sólo porque sus respiraciones sonaban tan fuertes?

Apoyándose en él, Donghae rozó sus labios contra la mandíbula bien afeitada de Zhou Mi.

El cuerpo del hombre se puso rígido por la tensión.

Inhalando superficialmente, arrastró sus temblorosos labios a través de la barbilla de Zhou Mi, sintiendo la respiración entrecortada de este, caliente sobre su piel.

Se detuvo cuando sus labios estaban a una pulgada de distancia.

Un latido pasó.

Sonrió y susurró:

- Jódete, Zhou Mi.

Cuando se apartó, la mirada fulminante que Zhou Mi le disparó casi valía la pena por sus rodillas débiles y su furiosa erección.

Casi.

- Tu conmovedora preocupación por tu hermano ha sido debidamente anotada.

Lanzó antes de retirarse.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).