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Solo un poco equivocado #4 MiHae por Chulixxx

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Kim Zhou Mi era un tirano.

Al menos de ello estaba convencido Donghae mientras que miraba el desorden poco apetitoso en su plato.

- No voy a comer esto, devuélveme mi hot dog.

Para ser honesto, no lo deseaba demasiado; era sólo el principio tras la cosa.

- No, comes demasiada comida poco saludable.

- Sucede que me gusta mi comida poco saludable. Un hot dog no me va a matar.

- Uno no, pero Lynn me dijo que todo lo que comes es comida rápida y dulces.

Donghae levantó la barbilla ligeramente.

- ¿Y qué? Soy joven, tengo un metabolismo rápido, entreno todos los días... bueno, solía hacerlo.

- Me lo agradecerás cuando tengas más años. Una cuota regular de hot dogs puede hacer más que aumentar tus niveles de colesterol y presión arterial. La carne procesada puede aumentar el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. En realidad, comer uno todos los días puede aumentar el riesgo de cáncer colo-rectal en un veinte por ciento.

- Me siento tan mal por tu novia. Pobre mujer. Casarse con semejante aburrido.

- Que raro. - dijo Zhou Mi, con los ojos brillantes por la diversión. - Da Hae me dijo hace una semana que ella era la mujer más afortunada del mundo.

- Ella te ha engañado.

Donghae se quejó, apuñalando al desorden en su plato con el tenedor.

- Y, te odio.

- No estoy aquí para convertirme en tu mejor amigo... Ahora come.

Donghae frunció el ceño profundamente... y comió.

* * * * *

Tres días después, Donghae irrumpió en la oficina de su médico y exigió:

- Quiero que lo despidas.

El Dr. Lee Jong Hoon levantó los ojos de su computadora.

A pesar de su enojo, Donghae no pudo evitar mirar un poquito como hacía siempre. Con sus ojos oscuros, el pelo negro y la estructura ósea perfecta, Lee Jong Hoon era sin duda el hombre más guapo que había visto nunca. Pero apuesto o no, todo era culpa de él.

Era Jong Hoon el que lo había contratado.

- ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Todavía te duele al caminar?

- Sí, pero...

- Entonces, se supone que debes estar descansando. La regla general del pulgar es que, si una actividad te trae algún tipo de dolor o molestia, dejes de hacerla inmediatamente.

- Eso es lo que dijo él también. - se quejó. - Quiero que te deshagas de él.

Reclinándose hacia atrás, Jong Hoon le dedicó una mirada paciente.

- Asumo que estás hablando sobre tu nuevo fisioterapeuta?

- ¿Quien más? Quiero que lo despidas.

- ¿Por qué?

Donghae se metió las manos en los bolsillos, sus ojos cayendo por un momento. Realmente tuvo que morderse la lengua para evitar ponerle apodos despectivos a Zhou Mi.

Al contrario de lo que pensaba Zhou Mi, él no era un bebé. Dios, odiaba lo infantil e impulsivo que Zhou Mi lo hacía sentir.

- No me gusta.

- Me temo que esa no es una razón lo suficientemente buena. - dijo con calma. - Sabes lo cortos que estamos de personal.

- Soy la estrella de este equipo. - le dijo con una agradable sonrisa - Es para tu mejor interés hacerme volver a estar en forma tan pronto como sea posible. ¿No es ese tu trabajo, Jong Hoon?

Jong Hoon entrecerró los ojos.

- Soy muy consciente de cuál es mi trabajo. Soy responsable de la rehabilitación de todos los jugadores de este club y, no hay nadie con derecho a un trato preferencial. Debido a la avalancha de lesiones en el equipo de primera, el equipo de la reserva y el equipo del Sub-18 nuestros fisioterapeutas están con exceso de trabajo.

- Pero...

- Donghae. - lo interrumpió, nivelando con una mirada. - le pedí a Kim Zhou Mi que trabajara contigo como un favor personal para mí. Es uno de los mejores fisioterapeutas y preparadores físicos de Europa. Fuiste increíblemente afortunado de que haya aceptado hacerlo con tan poca antelación. Normalmente sería imposible. Él es muy demandado.

Donghae se burló.

- Eso explica por qué es un idiota mandón.

Jong Hoon se apretó el puente de la nariz.

- Si quieres volver a la cancha antes del final de la temporada y ser convocado para la Selección Nacional Inglesa, vas a hacer lo que él dice. Y no, no puedes contratar a otro fisio. No te voy a dar el alta si Zhou Mi no confirma que estás totalmente recuperado y listo para jugar. Después de todos los problemas que pasé para conseguirte al mejor fisio, no conseguirás que lo despida sólo porque no te gusta. - La voz de Jong Hoon se suavizó. - Es por tu propio bien, Donghae.

Donghae apretó la mandíbula.

En otras palabras, Jong Hoon le estaba diciendo que aguantara y lidiara con él. Pero Jong Hoon estaba equivocado si pensaba que Donghae lo dejaría tratarlo como a una pintura relegada a una esquina.

Nunca dejó que nadie lo hiciera.

No había dejado que la gente lo hiciera incluso cuando había sido un niño.

Donghae reconsideró sus opciones.

Él no quería hacer esto, pero tiempos desesperados requerían adoptar medidas desesperadas.

Dijo suavemente.

- Si no lo despides, alguien podría accidentalmente averiguar qué te estás follando a mi hermano. Eso sería una pena. Su carrera estaría arruinada.

Jong Hoon se quedó congelado, con los nudillos blancos mientras apretaba la pluma que sostenía.

Donghae sintió una punzada de arrepentimiento.

Le gustaba Jong Hoon.

Lo hacía.

Siempre había sido amable con él, a pesar de los intentos de Bum por convencerlo del pedazo de mierda que era Donghae.

Y él simplemente había demostrado que Bum tenía razón.

El sentimiento de arrepentimiento se hizo más fuerte mientras que Donghae observaba como la mirada de Jong Hoon se endurecía.

¿Había cometió un error?

- Agradable. - una voz familiar dijo detrás de él. - ¿Chantaje, Mocoso?

Frunciendo los labios, Donghae volteó la cabeza y fulminó con la mirada a Zhou Mi.

Zhou Mi entró en la oficina, sus ojos midiendo a Donghae con una mirada dura.

- ¿Por qué no estás en la cama? Te di instrucciones claras.

Donghae frunció el ceño

- ¿Quieres decir órdenes?

- Precisamente. - dijo, sin inmutarse. - Necesito hablar con Jong Hoon. Ve a esperarme afuera.

Qué temple nervioso.

Donghae le dio una mirada rebelde.

Zhou Mi sólo lo miró esperando.

La parte exasperante era que algo acerca de este hombre hacía que Donghae quisiera obedecerlo. Y eso le molestaba.

Salió de la habitación, bueno, intentó salir como una tormenta de la habitación, pero el dolor se disparó a través de su ingle y no pudo contener un gemido.

Agarrándose la cara interna del muslo, se ralentizó.

- Cállate.

Disparó por sobre su hombro.

- No dije nada. - dijo Zhou Mi, irónicamente. - Pero si dejas de actuar como un bebé y empiezas a escucharme a mí, te recuperarás el doble de rápido.

- Te odio.

Dijo y cerró la puerta ruidosamente detrás de él.

Fuera de la oficina de Jong Hoon, se dejó caer en el sofá, enojado y más que un poco desconcertado. Dios, ¿qué estaba mal con él? Kim Donghae no obedecía a nadie.

No dejaba que nadie le mangoneara. Él era quien engatusaba y manipulaba a las personas. Tenía a todo el mundo comiendo de su mano.

¿Por qué permitía que este gilipollas prepotente dictaminara lo que hacía? Zhou Mi le había dicho que esperara afuera y él había obedecido, como un niño bueno.

Increíble.

No entendía su propio comportamiento y eso le molestaba.

Donghae sería el primero en admitir que su brújula moral estaba probablemente bastante dañada para los estándares de la mayoría de la gente, y no veía nada de malo en decirle a la gente una mentirita blanca para conseguir lo que quería, pero siempre se enorgullecía de ser brutalmente honesto consigo mismo.

Conocía su mentalidad y no era propenso al auto-engaño.

Pero esta vez no tenía idea de lo que estaba pasando.

No se reconocía a sí mismo.

Se comportaba como un... Como un niño tonto.

Desde el momento en que conoció a Kim Zhou Mi, que había estado cometiendo un error tras otro. Lo más inteligente habría sido ser amable con aquel desde el principio.

Se podía atrapar más moscas con miel que con vinagre: lo cual prácticamente era el lema de Donghae. Pero cuando se trataba de Zhou Mi, su temperamento siempre sacaba lo peor de él y hablaba antes de que pensara. Era francamente estúpido y miope, y, no era estúpido y miope, bueno, normalmente.

El sonido de pasos interrumpió sus reflexiones y Donghae levantó la cabeza. Reprimió un suspiro al ver a Kibum, su hermano adoptivo y una constante espina en el costado.

- ¿Qué haces aquí?

Dijo Kibum con desconfianza, mirando la puerta del despacho de Jong Hoon.

- Acabo de terminar de tener sexo salvaje con el Dr. Lee.

- Estás tan lleno de mierda.

Dijo Bum con los ojos en blanco antes de desaparecer en la oficina de su... ¿Amante? ¿Novio? ¿Mejor amigo? La relación de Bum con Jong Hoon siempre había confundido a Donghae.

Siempre había sido tan rara y extrañamente cercana que rayaba en la co-dependencia y lo enfermizo.

Fue casi un alivio saber que estaban follando, ya que ahora era más fácil poner una etiqueta a su relación.

No entendía realmente lo que Jong Hoon vio en su hermano, pero no era ciego. Fue un milagro que no los hubieran descubierto todavía, se los veía tan nauseabundamente pegoteados entre sí, cada vez que los había visto juntos.

Sacudió la cabeza.

Bum era un idiota por arriesgar su carrera, no importa lo guapo que fuera Jong Hoon. Eran futbolistas profesionales. Siempre estaban en el centro de atención. El riesgo de ser descubierto era enorme.

Por eso él era tan cuidadoso cuando ligaba. Tener una relación real con otro hombre era muy arriesgado para un jugador de fútbol. Bueno, era problema de Bum, no suyo.

Si el pequeño idiota quería arriesgar su carrera por una polla, era su propia elección.

Donghae miró a la puerta del despacho de Jong Hoon de nuevo.

Está bien, ya era suficiente.

Se puso de pie, abrió la puerta y asomó la cabeza.

 


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