Durante tres años estuve investigando desde las sombras a las personas de esa lista, logré expulsar a unas 10 del continente y regresarlas con su líder, sin embargo, al hacer aquello, también debía concentrarme en limpiar los desastres que eso provocaba, las mafias sin rumbo podían volverse muy peligrosas si no se erradicaba el problema adecuadamente y los sindicatos de trabajadores podían ser fácilmente manipulados para mal por burócratas avariciosos, solo por dar ejemplos, así que tenía que tomarme mi tiempo para buscar un sustituto que fuera benéfico para la comunidad y dejarlo a cargo cuando me deshacía de los peones de Damián.
Estuve trabajando relativamente solo durante ese tiempo, pues solo contaba con tres personas que jamás salían de la hacienda o la nueva Baticueva, como quieran llamarle.
Hasta que un día, mientras trabajaba en el norte de Argentina, estropeando el sistema de seguridad de una cantante que estaba seguro, trabajaba para el Demonio, un personaje inesperado fue a verme.
-Batman, eh -Llamo mi atención e instintivamente saque un batarang y se lo puse en la garganta -Tranquilo, eso en realidad no te serviría de mucho -Lo mire bien, de pies a cabeza.
- ¿Superman? -Traía unos visores amarillos hacían difícil el verle la cara.
-El mismo -Presumió.
-No, si fueras él, tendrías una apariencia menos...
- ¿Sí? -Sonrió
-Engreída -Guardé mi arma, reconocí cierto parecido con Clark - ¿Jon? -Dije tratando de esforzarme por reconocerlo. Inmediatamente cambio su actitud amable y me tomo del cuello antes de que pudiera hacer otra cosa.
- ¿Cómo sabes ese nombre? -Dijo colérico.
-N-no -Me estaba ahorcando - ¿Kon'? -Me soltó en seco - ¿Conner? -Pregunté una vez más -Es imposible, tendrías como 70 años -Dije frotando mi cuello.
- ¿Quién eres? ¿Cómo sabes esos nombres?
-Antes dime ¿eres Conner o no?
-... Lo soy -Se quito el visor y dejo ver sus ojos negros con el centro azul. Levante mi mano para tocar su cara, se hizo hacia atrás, cuando vio que no tenía intención de lastimarlo, se dejó tocar, lucia como alguien de unos 40, no más.
-Luces muy bien, sabía que conservarías la barba -Sonreí -Chico clon -Abrió los ojos con sorpresa -Te veré después, tengo un asunto del cual hacerme cargo ahora.
Entre a la casa de aquella artista y después de algunas horas de darle el susto de su vida para que abandonara su campaña en favor de Damián, dejé la morada y esperé a que Conner apareciera de nuevo. Una vez que estuve seguro de que nadie nos espiaba, me quité la máscara ente él.
-Tim... -Dijo casi en un susurro -Estas vivo -Su cara se iluminó de nuevo y vino a mí en un abrazo muy fuerte que hizo que algo crujiera en mi espalda.
-Fortachón, más suave -Dije sin aire.
-No, ha sido toda una vida sin ti, déjame disfrutarlo, no sé cómo es que estás vivo y no me importa -No me soltó, pero si aflojo el abrazo -No puedo creer que realmente hayas tomado el manto.
-Yo tampoco -Confesé.
-Vengo por ti, bueno... -Se sonrojo ligeramente -En la resistencia queremos que el nuevo Batman se incorpore a nuestro equipo, ya en todas partes se habla del hombre murciélago que ha diezmado la influencia del Demonio.
-Así que eres parte de la resistencia
-Si, esperamos que contigo las cosas vayan mejor, los últimos años, hemos quedado como indeseados en varias naciones, el repudio de la gente nos ha quitado fuerza y... A veces es difícil tan solo poner pan en la mesa -Eso se escuchaba bastante mal.
-Lamento que la estén pasando mal, pero esta es una lucha que debo librar solo -Respondí.
- ¿Qué? ¿Planeas ir contra él tu solo?
-Es un asunto de familia, Kon', por mi culpa él se convirtió en eso y es mi responsabilidad arreglarlo.
-Esto no solo se trata de ti o de Damián, se trata de recuperar la libertad la humanidad ¿Acaso crees que quiero que mi hija viva en el exilio y repudiada por ser...?
- ¿Hija? -Pregunté de inmediato.
-Es una larga historia -Dijo -Te la contare después, ahora solo quiero saber si estás dispuesto a ayudarnos -Me quedé pensativo por unos instantes.
-Me encantaría conocer a tu hija... ¿Qué pasó con Cassie? -Desvié el tema.
-Ella... Esta con nosotros -Aquí había mucho más que no me quería decir.
-Hablemos en la Hacienda, seguro recuerdas el camino -Le dije ya cuando estaba por irme.
-Creí que la habían destruido
-Solo tú hija, Cassie y tu, no puede venir nadie más por ahora...
-Tim ¿Vendrás con nosotros?
-Hablaremos allá -Terminé la conversación.
Regresé a casa, donde me esperaba un delicioso desayuno-cena, Julieta se convirtió en mi Alfred, era difícil, a pesar de que ya habían pasado tres años enteros, aun me era difícil el aceptar que todo lo que amé ya no existía.
Un par de horas después los radares de la Hacienda detectaron dos meta humanos acercándose por aire.
-Está bien, yo los invité -Le dije al chico que vino a informarnos.
-No puedes traer a cualquier persona aquí -Me regañó J.
-No es cualquier persona, además, estoy seguro de que nos traerá un beneficio a todos, esta reunión.
-Te dije que te daría todo mi apoyo, Tim, pero sigo siendo la líder de este lugar y no permitiré que sobrepases mi autoridad -Bueno, al fin me había pasado de la raya y sabía que esta mujer no iba a dejarme hacerlo de nuevo -La próxima vez lo consultas conmigo antes de traer forasteros, sobre todo si son de la maldita Resistencia.
Según me enteré, Kon' tuvo la indiscreción de hablarle del 2do pozo de Lázaro a un novato de la Resistencia y fue por él que Damián trato de apoderarse de esa tierra, la razón por la cual Dan y los otros murieron, no sería fácil que J perdonara eso.
-Como penitencia, te toca alimentar a tu hijo -Dejo al niño en mis brazos y puso un plato de verduras en la mesa.
El niño ya tenía tres años, como se esperaba, había aprendido a caminar y hablar como un perico, era más difícil vigilarlo y, además, debía cuidar mi vocabulario o Julieta insertaría mi cabeza en una estaca si lo escuchaba decir una mala palabra.
-Papá -Dijo emocionado de verme y riendo a carcajadas cuando lo levante y lo arroje al aire para atraparlo de nuevo.
-Te he dicho que no hagas eso ¿Sabes que su corazón puede detenerse por la impresión? -Me regaño la mujer.
-Pero le fascina y a mí también -Dije sonriendo y sentándolo en su sillita para que comenzara a comer. Ya se alimentaba por sí solo, pero era imprescindible que alguien lo vigilara por si en un descuido se ahogaba o necesitaba algo.
Mis invitados llegaron cuando estaba haciendo caras graciosas para que Terry se riera e hiciera un desastre que después J tendría que limpiar.
- ¡Tim! -Cassie se acercó llorando para abrazarme, la esperé con los brazos abiertos, aunque primero me dio una bofetada y después me abrazo con fuerza, Déjà vu -Idiota ¿Cómo te atreviste a morir? Peor que eso, no me dejaste explicarte lo que había pasado.
- ¿Me perdonas? No era mi intención morir -Dije en tono sarcástico.
Nos sentamos y a la mesa y me presentaron a una pequeña niña.
-Ella es Dana -Una niña pelinegra de ojos azul oscuro a penas un poco mayor que Terry, la niña era muy seria, pero en cuanto me vio, extendió sus manitas para que la cargara -Es raro, ella normalmente no se deja tocar por nadie -Explicó Kon'.
-No se parece nada a ninguno de los dos -Dije divertido.
-Eso es porque la adoptamos -Dijo Cassie -Yo la adopte, su madre era amiga mía y falleció al poco de tenerla, Kon' me ha estado ayudando con ella desde entonces -Dijo sonriéndole al hombre de Acero.
- ¿Y tú? ¿Finalmente Jully consiguió que le dirás un hijo? -Kon' es bastante malo escondiendo sus sentimientos, vi el hilo de tristeza detrás de esa sonrisa burlona.
-Si que me trajo un hijo, pero no tuve el placer de engendrarlo -J apareció con comida para todos -Terry, cielo, invita a Dana a jugar -Mi hijo bajo de la silla de un salto y corrió alegremente a jalar la mano de una confundida Dana y la llevo afuera a jugar en los columpios que yo mismo había puesto en el jardín para él -La parte más difícil es recordarle a Tim que su hijo lo necesita más de lo que aparenta -Le giño el ojo a Cassie.
-Ni me lo digas, Kon' es igual -Rieron.
Me alegraba tener un ambiente familiar mezclado con camaradería para variar.
-Entonces ¿ustedes dos están...? -Preguntó Superman.
-No -J se apresuró a responder -Yo solo hago el papel de figura materna por ahora, Tim y yo ya somos más hermanos que otra cosa -Aclaró por mí.
-Tenemos el mismo acuerdo -Dijo Cassie, eso era algo... No lo sé, creo que escuchar eso le alegro tanto a Kon' como a mí, pues me miró fijamente unos segundos.
-Por más que odie interrumpir esto, no los invité para desayunar entre amigos -Me levante de mi lugar -Sino para hablar de un mutuo beneficio.
-Te escuchamos -Dijo Cassie.
-Ustedes son pocos, la mitad de los gobiernos los odia y sus aliados son pulverizados por el Demonio, sin mencionar su estado de suministros -Deje su posición en claro -Nosotros tenemos recursos más que suficientes para compartir y un plan para acabar con el dominio de Damián, pero yo solo tardaría mucho tiempo y no voy a arriesgar la vida de las personas de este lugar -Julieta me sonrió -Nuestra propuesta es: Únanse a nosotros les daremos los que necesitan, tecnología, entrenamiento para los novatos, un plan de ataque, redención. A cambio, me ayudaran a llegar a mi hermano para que pueda hacerlo entrar en razón.
Conner partió la mesa a la mitad de un golpe al escucharme.
-Si te vamos a ayudar, será para ver la cabeza de ese desgraciado clavada en la punta de la lanza de Atenea -Respondió la ahora Mujer Maravilla - ¿No sabes lo que les hizo a mis hermanas? Después de Brainiac, nos refugiamos en nuestra isla, vino a exigir que se le entregara a Artemisa para su club de superhéroes o destruiría todo, cuando estúpidamente mis hermanas accedieron, aun así, las aniquilo a todas, apenas pude escapar -Si, y me había enterado de cosas peores.
-Son mis condiciones, pueden aceptarlas o no -Mi posición seguía firme. La mirada de J sobre mí, me decía que estaba con ellos, pero a ella la tenía igual de comprometida con mi causa.
-Tendrán que aceptar, todos se lo deben a Tim, sin él, ustedes pierden y por su lado, encontrara la manera de obtener lo que quiere incluso sin apoyo -Bart apareció con su traje de protección.
- ¿Bart? -Cassie y Kon' preguntaron al mismo tiempo
-Solo es una recomendación, aunque sé muy bien que su fuerte no es seguir mis consejos -Se dio la vuelta para retirarse.
-Bart, espera -Kon' se levantó para alcanzarlo.
- ¡No me toques! -Grito y Kon' dio un par de pasos atrás -Tu lo sabias, sabias que Barbara tenia a Tim, te rogué que nos lo dijeras, por el amor que alguna vez le tuviste y te quedaste callado -El hombre de acero solo bajo la cabeza -Todo esto pudo ser evitado, pero confiaste más en tu estúpido hermano menor, Jon le conto todo a Damián antes de lavarle el cerebro. Por tu culpa Barbara perdió a su familia, el mundo se fue a la mierda y todo lo que alguna vez amamos desapareció.
-Bart, él... -Cassie intervino, pero también había palabras amargas para ella.
-No te atrevas a hablar, Conner estaba detrás de Tim y estabas perfectamente consciente de ello, aun así, te revolcaste con él -Ella hizo su mayor esfuerzo para no llorar -En lo que a mi concierne, ninguno de los dos tiene derecho de siquiera mirarlo a los ojos, son un par de traidores que no merecen otra oportunidad...
-La merecen -Lo interrumpí -Por su hija, ella si merece un futuro donde pueda vivir como lo desee y no como sea obligada a serlo -Mire hacia la ventana donde los dos niños jugaban y se reían a carcajadas, ajenos a la gran discusión que teníamos nosotros -Es lo que quiero para mi hijo también -Nos quedamos en silencio un momento.
-Bien -Respondía Cassie -Pero cuando te des cuenta de que él no puede cambiar porque en el fondo esa es su verdadera naturaleza, libraremos al mundo de esa escoria.
-Si no puedo convencerlo de que dejé toda esta tontería del dominio total del mundo... -Pensé bastante antes de decirlo -Yo mismo le pondré fin -Tal vez no lo suficiente -Entonces ¿Tenemos un trato?
-Tenemos un trato -Kon' me dio la mano para estrecharla y de esa forma sellar ese convenio, Bart se fue, sabía que le tomaría tiempo superar ese resentimiento.