Tony se encontraba en su sillón mientras veía aquellas fotos que Peter le había enviado después de su plática y recordando todo lo que habían vivido las semanas anteriores. En ese momento fue cuando Tony comenzó a analizar y pensar qué clase de vida había tenido su compañero de equipo antes de congelarse en el hielo.
Ahí, es cuando los recuerdos de aquellas aventuras que un día le narraron su padre y la tía Peggy llegaron a su memoria como si fueran una película. Por lo poco que sabia y había visto hace una semana, Steve había sido un chico débil físicamente, demasiado delgado y estúpidamente enfermizo, que quedo solo a temprana edad, que hizo lo imposible para ingresar al ejército, aun luego de cinco rechazos consecutivos. Un chico que acosta de su propia vida accedió a ser el objeto de experimento de su padre y el doctor Erskine pero que, gracias a ello, le dio el físico de infarto que poseía hoy en día. Un chico que vio morir a sus seres queridos, menos al fósil que seguía junto a él. El mismo chico que recibió infinidad de humillaciones, solo para defender al país que lo vio nacer a costa de su felicidad.
Para complementar su información, un chico que tuvo una nula vida amorosa por sacrificarse por su país, lo que le consumió esos setenta años en el hielo y, para terminar, el chico que apareció en una era que no era suya viendo como todo con lo que creció había desaparecido y haciendo que al principio se aterrara hasta de salir a comprar algo de comer.
Luego de varios minutos teniendo estos pensamientos, hizo que se replanteara tanto su vida como el comportamiento que había tenido con su compañero, a quien ya estaba viendo más que a un simple compañero y que por fin estaba aceptado sus malditos sentimientos. Él, Tony Stark, había sido un completo bastardo y si, por fin lo sabía, se había enamorado.
El grandioso playboy por fin había caído románticamente por alguien y ese alguien era el grandioso Capitán América. Debía arreglar esta situación y debía hacerlo ahora, pero… ¿Dónde podría estar Steve?... con esa idea, se fue hasta su habitación, pensando en cómo haría para encontrarlo, primero para disculparse y segundo para, quizá, declararse.
A la mañana siguiente, el moreno se levantó con energías renovadas y caminó hasta la habitación de la única persona que sabía, sabría dónde estaba su rubio;
- ¡espía del mal! - grito desde fuera - ¡abre la puerta! - volvió a decir mientras tocaba con fuerza. Cuando la mujer se asomó Tony miró hacia otro lado, ya que solo llevaba una blusa muy escotada y unos pantalones cortos
- ¿Qué quieres tan temprano Stark? - preguntó recostándose al marco de la puerta y mirando al otro
-quiero que me digas donde esta Steve
- ¿Por qué debería? O más bien ¿para qué quieres saber?
-mi asunto con él no es de tu incumbencia
-pero si mía. - se escuchó una voz detrás de la pelirroja, haciendo que Tony se asomara para ver a Bucky acercarse hacia él. Tony los miró por un momento y volvió a su postura luego de carraspear - ¿Qué quieres con él? -el castaño suspiró
-no preguntare porque están juntos, es más que evidente, pero… solo quiero disculparme con él y arreglar esto
- ¿por fin pusiste en orden tus sentimientos?
- ¿Qué?
-no somos ciegos Tony. - agregó la pelirroja haciendo que el otro se sonrojara -De igual forma no te diré donde esta, debes ganártelo
- ¡¿Qué?!- soltó molesto cuando la pelirroja cerró la puerta en su cara dejándolo con la boca abierta.
El hombre bufó con molestia y se comenzó a dirigir a la cocina por su café, encontrando a su hijo, Clint y Sam mirando caricaturas;
- ¿no deberías estar en clases, Petey Pay? - preguntó cuando el otro negó con la cabeza
-solo tengo laboratorio en la tarde, hoy no teníamos. - contestó comiendo palomitas junto a los adultos -Por cierto, papá, quería pedirte un permiso
-dime- contestó tomando un nuevo sorbo de su segunda taza de café
-hoy… mmmm… tengo una pijamada
-aja
- ¿puedo ir?
-claro. - sonrió el castaño acercándose y sentándose en el sillón frente a los otros mientras veía unos hologramas - ¿Es en casa de Ned?
-mmmm no
- ¿entonces?
-en casa de Steve
- ¿es un compañero nuevo?
-no tanto… es en casa del Capitán… Steve Rogers- terminó susurrando, haciendo que Sam se atorara con unas palomitas y Tony escupiera todo el café que tenia
- ¡¿sabes dónde vive Steve?! - el chico negó
-ayer me lo topé y me contó lo que sucedió. Me invitó a quedarme con él hoy y me dijo que me recogería en el parque
- ¿puedo ir a dejarte?
- ¡no! - soltó aterrado, para luego calmarse -Pero si logro abrirte terreno, permitiré que vayas por mi mañana y así puedes hablarle
- ¡si! - soltó el castaño mayor emocionado -Debo ir a la oficina, te amo Peter- sonrió besando su cabeza y saliendo algo contento del lugar.
. . .
Al terminar sus clases, Peter tomó su mochila y corrió rápidamente hacia el parque encontrándose con la enorme y hermosa sonrisa del Capitán, quien esperaba por él;
- ¡siento el retraso! - gritó algo agitado sosteniéndose del brazo del otro
-no te preocupes, llegue hace poco. - sonrió guardando la mochila del chico en uno de los morrales de su motocicleta y colocándole el casco al menor - ¿Cómo te fue en la escuela?
-bien, - sonrió el menor subiéndose detrás del rubio y abrazándose a este -solo tuvimos laboratorio, pero fue genial. Ned y yo ganamos la competencia de la clase
-me alegra escuchar eso- contestó el mayor emprendiendo el camino hacia el apartamento.
Ambos anduvieron por un rato, hasta que llegaron a un complejo de apartamentos que se veía un poco elegante pero bastante modesto. Steve aparcó la motocicleta en el espacio asignado y se adentró al edificio junto al menor. Cuando llegaron al lugar, Peter quedo maravillado con lo acogedor que se veía a pesar de ser tan pequeño.
El lugar tenía solo dos habitaciones, la principal y la otra obviamente sería el baño. La sala constituía gran parte del lugar mientras que la cocina era algo pequeña y estaba a un lado, la cual se separaba de la sala por una barra bastante elegante. A un lado de la sala había un saco de boxeo colgando del techo y unas cuantos instrumentos para hacer ejercicio esparcidas por el suelo;
-me encanta- soltó el menor sentándose en uno de los sillones individuales del lugar
- ¿verdad que es acogedor? - preguntó el rubio mirando con una sonrisa
-sabía que tía Nath tenía buen gusto. - sonrió y comenzó a sacar de su mochila varias cajas con títulos de películas que creyó que a Steve podrían gustarle -Pops, traje estas películas para ver si te gustan, espero que no te moleste que haya escogido estos títulos. Pensé que te llamarían la atención. - levantó dos y se las mostró con una sonrisa -También traje dos animadas que son mis favoritas- el hombre sonrió
-no me molesta. Al contrario, te agradezco que te tomaras el tiempo de elegir algo que podríamos disfrutar juntos, como…
-familia- terminó el castaño con una enorme sonrisa que fue devuelta por el mayor. Steve se acercó y se sentó junto a él,
-ahora… ¿te gustaría pedir pizza o que cocinara algo junto a unas palomitas?
- ¡COCINA! - soltó emocionado Peter viéndolo con ilusión -Extraño demasiado tu comida Pops, pero así mucho- Steve rio y le despeino los cabellos al otro
- ¿Qué te gustaría que cenáramos? - el castaño lo medito un momento
- ¿macarrones con queso y verduras? Siempre fue mi platillo favorito con…
-helado de chocolate- terminaron al unisonó riendo a carcajadas
-será eso entonces- rio el mayor entrando en la cocina y sacando los ingredientes para la cena, siendo seguido por el menor quien sonrió enormemente y comenzó a ayudarle a su ahora nombrado padre.