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Volviendo en el tiempo... por KoichiBielefeld18

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Notas del capitulo:

Peter y Steve pasan una bella velada como una familia. El niño esta nervioso por todo lo que debe hablar con el hombre, pero sabe que debe hacerlo para que su enorme familia vuelva a unirse como debería ser.

Después de cenar, ambos se encontraban viendo películas y riendo de las anécdotas que se estaban contando. Peter sonreía cada vez que debía explicarle algo a Steve, ya que era bastante curioso y le gustaba como el niño le explicaba cosas que quizá no entendía de la película.

Luego de un par de horas y de risas, Peter tomó valor y miró al rubio, quien no había apartado la vista de la película que estaba viendo, al parecer hombres de negro le parecía una película bastante curiosa;

-oye… ¿puedo preguntarte algo? - preguntó el castañito jugando un poco con sus manos y mirando al rubio quien dejó de mirar la pantalla para dirigir su mirada al pequeño a su lado

-claro que sí, pregúntame lo que quieras

- ¿es cierto que usabas periódico en tus zapatos cuando eras joven para verte más alto? - bromeo el menor para aminorar su ansiedad. El rubio al oírlo se ruborizo y soltó una carcajada,

-sabía que Bucky no se iba a poder quedar callado nunca. - rio ante los ojos del menor -Si, si usaba. Era tan escuálido y pequeño que cuando salía con Buck, pasaba desapercibido, así que un día decidí meter periódico en mis zapatos para ver si lograba verme más alto… - soltó otra pequeña sonrisa -Bucky se rio por meses de mí y también Arnold. Recuerdo esos días… fueron algo difíciles, pero pudimos salir

-lo es- dijo el otro en voz baja

-es cierto. Me viste así, que pena que tuvieras que cuidarme. Te debo mucho

-yo te debo más a ti Pops. - sonrió el otro recostándole la cabeza en el hombro -Pero eso no es de lo que quiero hablar

- ¿entonces? - preguntó el otro con duda volteando a ver al niño, quien lo miró con determinación

-es sobre papá- el rubio tragó grueso

-oh no, Peter ¿viniste a escondidas? - preguntó Steve preocupado cuando el otro negó con la cabeza fuertemente

-no, no. Papá sabía que vendría, de hecho, él quería venir a dejarme, porque… quería verte

- ¿a mí? ¿Por qué?

-quiere hablarte… disculparse y… arreglar todo. - el hombre guardo silencio - ¿Qué opinas de esto?

- ¿crees que es sincero? - el chico asintió -No lo sé, Peter. Tu… sabes lo que siento por Tony y también sabes lo difícil que ha sido para mí estar cerca de él el último año y más aun, los últimos meses.

>> Yo… yo ya no podía más Peter, ya no podía más con sus burlas, bromas e insultos. Pero lo que rompió todo, fueron aquellas horribles palabras que me dijo antes de que todo esto pasara. - el hombre guardo silencio un momento intentando ahogar aquel dolor que estaba luchando por salir de su garganta -Esas palabras… todas son ciertas… todo lo que él dijo, supo donde golpear. Me humilló como nadie había hecho en mi vida, a pesar de que antes del suero era víctima de humillaciones, golpes, insultos… pero lo que Tony hizo… y luego, solo deja que me saquen de la torre y me quiten mi equipo. – Steve suspiró con dolor -Ya había perdido uno y me quitan otro. Al menos agradezco que lo único que tengo de mi pasado, nunca me deje solo

-ten en cuenta que también tienes cosas en el presente y yo, soy una de ellas- sonrió el menor hincándose en el sillón y pasando sus brazos por el cuello del otro abrazándolo, haciendo que el rubio escondiera su rostro en el cuello de este y soltara las lágrimas que tenía atoradas desde que lo sacaron de la torre.

Ambos se quedaron así por un rato, hasta que Steve se calmó y separándose del otro, se limpió con su puño;

-lo siento, no días verme así- dijo limpiándose las lágrimas y la nariz con una servilleta de las que había sobre la mesa

-no es nada, necesitabas soltar eso desde hace mucho y la verdad, ¿Qué mejor que conmigo que soy tu hijo?

-esa palabra me gusta- sonrió el otro despeinándolo nuevamente haciendo al otro sonreír -Gracias Peter

-por cierto… - comenzó a decir el otro volviendo a sentarse y tomando un poco de su refresco -Papá quiere venir mañana por mi… ¿puede? - preguntó con ojos de cachorro haciendo que el otro lo mirara un momento algo serio, para luego darle una leve sonrisa

-está bien. Oiré lo que quiere decir, pero… si empieza a pelear, lo sacare de aquí

-yo mismo lo sacare- rio el menor volviendo a lo que estaban haciendo, dando un aire de paz a ambos mientras el menor escribía en su celular.

Por otro lado, Tony se encontraba en su taller terminando de arreglar una pieza de su armadura, cuando BABAS le colocó con sumo cuidado el celular junto a la mesa de trabajo en la que estaba;

- ¿para qué me das mi teléfono, BABAS? ¿Ya te rendiste a que te venda? - se burló tomando el aparato

-tiene un mensaje, señor Stark- escuchó que decía VIERNES. El hombre desbloqueó su teléfono viendo un mensaje de Peter;

 

Recibido 00:32

Papá, Steve dice que si puedes venir mañana por mí y que va a escuchar cualquier cosa que desees decirle.

Prométeme que te portaras bien porque si empiezas una pelea, te sacare envuelto en una de mis telarañas y te dejare colgando del Empire State.

 

- ¡SIIII! - gritó el hombre emocionado apagando todo lo de su taller y mirando la dirección que su hijo le había enviado junto a una foto de él y Steve sonriendo. Por fin veía esa sonrisa que extraña desde hace tanto. Hasta ese momento, no se había dado cuenta de cuán importante era el rubio para él y de cuanto le daba cada día, incluida esa sonrisa tan hermosa -Prometo que te recuperare Capipaleta, juro que te tendré conmigo y viviremos como una familia- sonrió de nuevo saliendo del taller para subir a su habitación a descansar, mañana sería un gran día y el gran Tony Stark debía estar preparado.

Al siguiente día, el ingeniero estaba despierto desde muy temprano, algo muy raro en él. Así que con nuevas energías bajó hasta la cocina por su primer café cuando encontró a Bruce y Clint en el lugar hablando muy cerca uno del otro;

- ¡buenos días! - soltó anunciándose, haciendo que ambos hombres se separaran

-buen día Tony- contestó Bruce acercándose mientras que el arquero tomaba algo de agua

-buen día- soltó el arquero saliendo en carrera del lugar. Tony lo vio algo confundido

- ¿Qué le pasa a Legolas, Brucie-pooh? - preguntó cuando el otro negó con la cabeza

-sabes cómo es. - dijo cambiando de tema de inmediato -Veo que hoy amaneciste de buen humor

-del mejor… ¡Steve accedió a verme! Bueno, en realidad debo ir por Peter, pero Steve dijo que escucharía lo que debía decir, siempre y cuando no inicie una pelea… lo cual es obvio, porque quiero que regrese y poder decirle lo que siento… además de que todos lo necesitan en la torre ¿verdad? Y Peter también y…

- ¡Tony! - soltó el científico acercándose -Si, todos lo necesitamos y si, tú estás muy nervioso así que cálmate por favor y respira. - el otro inhalo y luego exhalo como su amigo le estaba mostrando -Bien, ahora… me alegra que Steve accediera a hablarte, eso es bueno, solo… ¡no lo arruines! - le reprendió cuando el otro asintió - ¿A qué hora debes ir por Peter?

-él quedo en avisarme… supongo que por la tarde

-perfecto, entonces ven conmigo un rato. Quiero mostrarte algo que me mando Shuri

-bien- contestó el moreno yéndose con su amigo.

Entre tanto, Steve estaba comenzado a despertar cuando sintió un peso extra sobre su cuerpo. El hombre abrió los ojos y sonrió viendo a Peter profundamente dormido sobre él. Sin ningún esfuerzo, Steve lo tomó en brazos y cargándolo como a una princesa lo llevo hasta su habitación para dejarlo descansar.

Se habían quedado hasta las cuatro de la mañana viendo películas y jugando cartas, así que el niño estaba agotado. El rubio lo dejó en su habitación y se fue a hacer su rutina de ejercicios, luego se ducho rápido, se vistió y se dispuso a hacer el desayuno. Cuando se dio cuenta, eran las ocho de la mañana y un muy hambriento y desorientado Peter venía arrastrando los pies hacia su cocina;

-buenos días Pops- dijo arrastrando las palabras mientras se sentaba en uno de los bancos de la barra

-buen día Pete- contestó el mayor colocando jugo y unos gofres con tocino y huevos frente al menor, para luego agregar un tazón con fruta

-fue la mejor noche del mundo- sonrió el menor comenzando a comer mientras su acompañante se sentaba frente a él

-yo también lo disfrute mucho. - sonrió -Debemos repetirlo mientras vuelvo

-podríamos hacerlo en la torre también ¡con todos! - el mayor sonrió

-eso me gustaría mucho y a todos les caería bien. Aunque no hay que decirle a Buck que juegue cartas, siempre hace trampa- ambos rieron y continuaron con su desayuno.

Cuando acabaron, el castaño se fue a duchar en lo que el rubio terminaba de lavar los platos y cuando ya el menor estuvo listo, se sentaron en la sala a ver televisión y hablar cosas triviales. Peter le comentó sobre una excursión que tendrían en la escuela y también sobre una feria científica que vendría pronto a la cual quería participar con un proyecto de robótica y nanotecnología. Luego Steve comenzó a contarle un poco del ejército y sacó un pequeño cuaderno con bocetos, enseñándole su mayor secreto, el dibujo.

Peter tomó la libreta con sumo cuidado y comenzó a ver los bellos dibujos en ella, hasta que llego a un retrato que estaba sin terminar;

-son excelentes, - comenzó a decir ojeando cada hoja con cuidado -tienes un talento increíble Pops

-no es para tanto Peter, pero gracias- contestó el otro algo sonrojado. Hasta que notó como el chico perfilaba el retrato que estaba sin terminar

-es… ¿es mi padre? - preguntó el menor con una bella sonrisa, a lo que el otro asintió - ¿Por qué no lo terminas?

-no he podido, porque la últimas veces solo me mostraba una mirada cargada de molestia o burla… y no quería eso- contestó con un ligero tizne de dolor. El hombre se palpó un momento las mejillas ante la mirada del menor y se puso de pie - ¡Bien! ¿Qué almorzaremos?

-papá dijo que él podría traer el almuerzo, si no te molestaba

- ¡¿vendrá tan pronto?!- se sobresaltó el rubio cuando vio la hora en su reloj de muñeca -n-no estoy listo

-tranquilízate, solo será comida- le tranquilizo el otro poniéndole una mano sobre el hombro -y yo estaré aquí, así que tu tranquilo

-está bien. Dile que traiga lo que desees comer- le sonrió el hombre poniéndose de pie admirando la brillante sonrisa del pequeño castaño mientras que escribía un mensaje.


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