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Un Mes De Vacaciones En México por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Lean, disfrutan y comenten.

Sin más, los dorados se resignan, pues de hecho no están nada mal.

Son hombres que de hecho todo les queda de maravilla, así que no harán o dirán nada en contra y la verdad su anfitriona está sumamente emocionada por esto.

Lo pueden notar en su misma energía como ella lo llama, o cosmos como ellos se refieren a ese gran poder que manejan.

-Vamos chicos, disfruten, viértanse, coman, rían, griten, emociónense- Da varios giros en su propio eje, demostrando su inmensa alegría que conlleva este día en su ser –Pueden explorar el lugar, pero con cuidado y manténganse siempre con su pareja, para que no se pierdan o sucedan cosas raras- Sonríe, cerrando sus ojos y demostrando un rostro gentil.

-¿Qué se puede hacer aquí?- Pregunta Capricornio, serio, sin soltar la mano de un león muy empalagoso.

Algo que sabemos no es tan usual en Aioria y sagitario lo puede notar.

-Lo que deseen, solo vayan, explore, hay muchas cosas, actividades, solo pasen si desean, sentarse a comer un buen pozole, algunos dulces típicos, incluso bebidas sin alcohol muy deliciosas y… Encontraran muchas cosas e historias que les gustara, pero no puedo decir más, ustedes deben explorar cada una de ellas- Sonríe sin más, y luego mira al pequeño Lemuriano –Mu, si gustas puedo acompañar a Kiki a que conozca la ciudad, mientras ustedes se divierten- Se ofrece a ser de niñera la jovencita.

-Oh… Bueno… Mira al rubio y luego al niño -¿Qué dices Kiki? ¿Te gustaría ir?- Algo preocupado, pide la opinión de su preciado hijo.

-¡¡¡SI, MAESTRO!!!- Para el menor es algo divertido ir con la castaña rojiza, ya que ella es más permisiva a explorar, pero igual lo mantiene bajo seguridad extrema -¡¡¡SERA MUY DIVERTIDO!!!- Sin más corre con la joven, vestido curiosamente con las prendas típicas de la anterior ocasión, haciendo una alusión con las de la Diosa.

-Bien, está decidido- Se dirige a los demás –Nos vemos aquí en dos horas, antes de que inicie el grito- Mira su teléfono –Inicia a las diez y media de la noche, así que diez minutos en este punto nos encontraremos, ¿Entendido?- Asiente entusiasmada.

Sin más, ellos asienten, y por lo dicho por ella, se dispersan para ir explorando el lugar, curiosos en lo que están por encontrarse.

Primero pasaremos con Capricornio y Leo, los cuales se fueron directamente a ver algunos bailes típicos de la zona, como entretenimiento para los transeúntes.

Sin duda una hermosa pareja que se puede notar, con esas ropas, serios colores en el peliverde y muy llamativos en el león, pero ninguno se queja, son simplemente felices por estar de esta forma unidos.

Pasan unos minutos viendo, cuando el castaño claro, sonríe nervioso, bajando algo la mirada, con un sonrojo en su rostro.

-Shura…- Llama con cuidado al otro.

-Dime- Presta total atención a lo su novio desee.

-Me gustó mucho, lo que hicimos…- Revela con cierta timidez, pero sus ojos verdes oscuro reflejan un brillo único.

Como un acto de improvisación, Capricornio acaricia la mejilla el otro con toda la ternura que conlleva ese hecho, el corazón de ambos late de forma inquieta, pero sus sonrisas son de amor puro.

-A mi igual, fue maravillo- Besa con cuidado esos labios de un delicioso sabor a la miel más dulce del mundo -¿Te duele?- Susurra al oído, con un semblante de preocupación.

-Solo un poco, pero… Es soportable- Suspira, sonrojado y con los nervios en su ser –Fuiste muy suave y delicado conmigo, gracias…-

-No agradezcas, te jure que no te lastimaría de ninguna forma- Sin más abraza a Leo con todo el cuidado del mundo, estrechándolo contra su pecho, para cuidarlo de cualquier persona que se acerque, como advirtió la diosa –Te amo tanto, yo soy el que agradece que aceptaras volverte mío-

Esas palabras jamás creyó escucharlas de la boca de su capricornio, de solo imaginar que siempre se mostraba serio, algo frio y dedicado a su deber.

¿Quién imaginaria que ahora estuviera de esta manera?

Amando al león dorado, abrazándolo, dedicándole palabras que solo Aiora escuchará siempre y habiendo hecho una entrega mutua tan preciosa e íntima.

-Shura…- Llama de nuevo, sin embargo su tono es diferente, como de preocupación -¿Tú crees… Que tú y yo, igual que los demás… Por esto, ya… Estaremos esperando un hijo?- No levanta la cabeza, se siente más tranquilos al escuchar ese suave palpitar.

-Posiblemente, sería algo hermoso ¿No crees?-

-¿Te parece?-

-Claro, seria de ambos, y me sentiría honrado de formar una familia contigo, y solo contigo Aioria- Levanta la cabeza del Griego, para besarlo, y mirar a esa hermosa carita, que aun pericia conservar algo de esa inocencia de la infancia.

El corazón del quinto guardián late desbocado, pero una idea que surca por su mente, ya que de solo imaginar que eso suceda, sería feliz llevar una vida en su vientre, pero también otra cosa lo hace reír.

-Es posible que mi hermano te desee matar…-

-Sí, es lo más seguro…- Suspira, para abrazar de nueva cuenta al más joven –Cásate conmigo y así no podrá decir nada-

-¿He?- Se sorprende, pero es imposibilitado de levantar la cabeza, al tener la mano del capricornio, detrás de su nuca, para que no vea como se encuentra.

-Me harías muy feliz, si aceptas ser mi esposo, juro que te hare el más feliz del mundo, y nada te faltara- Su rostro esta sonrojado, no se puede permitir que su amado león lo vea así, pues le causa vergüenza.

Aunque otra cosa debería darle pena, pero bien que no le dio, comerse al león ayer en sus pláticas privadas.

Que dulzuras son ellos dos, al fin de cuentas, su amor se veía desde un inicio latente, solo hacía falta un empujón y ellos solitos siguieron a lo demás.

Ahora veremos, si será un cachorro de león o una cría de cabra.

Dejando a estos dos enamorados con su emoción, acompañados de un bailable, que deja apreciar una música sublime al son de los taconeos, disfrutan esa declaración y pedida de mano, con un premio sorpresa dentro del quinto.

Ahora vamos directamente con los tóxicos.

Si bien, ya fueron bastante regañados por los mandamases, o mejor dicho Dohko, el cual ha tomado el papel de ser el estricto de la familia.

Saben que no debe estar haciendo de los suyas en lugares públicos, ya que por varias razones, eso los podrá llevar a la cárcel, si es que andan de exhibicionistas.

Por lo cual, y ahora ya formalizados como pareja, harán lo que cualquier pareja sana y con salud mental estable, deben hacer…

Caminar tranquilos, tomados de la mano y hablar de lo mucho que se aman.

No, eso no… Es demasiado cursi para ellos.

Si no, que Death está a cada rato, tapando que la falda algo corta que le toca a su florecita no sea capaz de mostrar más del piscis.

Aunque el décimo segundo guardián es así de atrevido a veces, para que su cangrejo pueda ver un poco, claro que lo hace solo cuando está seguro que Death es capaz de ver.

Sentándose con las piernas cruzadas, cuando compraron algo de comer, mostrando parte de sus piernas blancas y con unas pequeñas marcas rojas de chupetones, que no le molesta, para que vean que tiene dueño.

 Y claro Death también tiene domador.

Cosa que le gusta al cuarto guardián, pero a la vez, lo pone en alerta, por si algún imbécil se le ocurre decirle algún piropo a su novio.

Aunque sabiendo como son las personas con copas de más, no han faltado esos imbéciles.

Fue exactamente en un momento que Dita cansado de caminar, se sienta en una banca desocupada un instante, y le pidió a su novio que le comprará algo para beber, pero sin que tuviera alcohol.

Piscis le agrada beber, pero… Tampoco todos los días, sabe que eso le puede causar verse algo acabado a largo plazo.

A lo cual Death acepta sin más, le cumplirá los caprichos a su rosa, pues sabe que tiene buenas recompensas al final.

Mientras espera, tiene las piernas cruzadas de forma elegante, tomándose su papel de usar esa ropa femenina enserio, después de todo, reconoce que es el más hermoso como hombre y fingiendo ser una fémina igual.

Incluso es capaz de tomarse algunas fotos con ese celular actualizado que la Diosa le dio.

Sonríe coqueto para sí mismo –La verdad soy el más hermoso de todos-

No presta atención a su alrededor, ni le importa hacerlo, ya vio lo lindo de los colores y lucecitas, pero fuera de eso, solo tiene ojos para su cangrejo torpe.

Pero debería fijarse bien, pues un idiota como siempre anda cerca, para acosar a bellezas como él.

-Hola preciosa, lindas piernas… ¿A qué hora abren?- El cumplido bastante idiota y sucio se presenta, el tipo con una sonrisa, oliendo a cerveza, sin duda alguien que solo piensa en eso.

El peli celeste solo mira al tipo, y vuelve a su celular, el ceño fruncido delata la molestia.

-Para ti, nunca. Aléjate de aquí, apestas, además tengo novio, y ni de lejos estar cerca de competir con él- Responde, sabiendo que puede con esto golpearle en su ego.

Lo cual funciona, pero al momento de tener copas de más, reacciona mal.

Sujetando a Piscis por la muñeca, para jalarlo bruscamente.

-¡¡¡OYE!!! ¡¡¡TE DIJE UN CUMPLIDO, LO MÁS EDUCADO ES AGRADECERME POR ELLO!!!- Se cree con ese derecho, creyendo que podría intimidar a alguien con eso, bueno algo así con Afrodita no funcionara.

Los celestes ojos se fijan en el tipo, dedicándole una mirada de furia, para acto seguido, zafarse del agarre y darle una buena patada en los bajos y así de simple dejarlo sin posibilidades de estar fastidiando.

-Escucha imbécil, nadie quiere escuchar cumplidos de un maldito ebrio, sucio y desagradable como tú- Claro que para ese momento, el tono de voz que usa, es la más profunda que tiene, y convocando a una de sus queridas rosas, para darle un golpe final, claro…

No lo mataría, pero si un buen susto se llevaría.

-¿E… E… Eres un… Un… Hombre…?- Al principio furioso, ahora temeroso, por que sintió la fuerza de este joven, la cual… Ni por lejos podría igualar.

-Sí, y uno de los más hermosos, y te enseñare una pequeña lección- Claro que se controlaría, pues las personas miran, pero lejos de parecer desaprobado dicho espectáculo.

Podía escuchar las voces de otras mujeres y jovencitas que fueron acosadas por este tipo.

Se volvería alguien que reparta justicia sin quererlo.

Para cuando volvió Death, se encuentra con la escena de varias chicas hablando tan causal con Afrodita, halagándolo por su hermoso traje típico, y a un tipo tirado en el suelo.

No necesitó muchas pistas, entendió lo ocurrido.

-¿Te divertiste mientras me esperabas?- Sonríe, entregándole una bebida de agua dulce al dueño de su corazón, y abrazándolo por la cintura, marcando su territorio de esta forma.

-Claro, ese tipo necesitaba una lección y, es bueno dársela, si tanto lo pedía- Digno y orgulloso, como lo es, un buen Piscis.

Sí que estos manejan su relación con cosas divertidas y pervertida, de todo un poco.

Ahora pasemos a Milo y Camus, que están dando algunas vueltas, aunque el escorpión se la pasa comprando algunos dulces, pues apenas los miraba y se le antojaba comerlos.

Sí que el embarazado pareciera él, pero es sin duda un hecho que a veces los padres de un futuro bebe, pueden llegar a presentar los síntoma de todo tipo y quien proteja al bebe en su interior, esta como si nada cambiará en su vida.

-Estas cosas… Son deliciosas- Come lo que parecer ser un dulce en forma de una momia.

Pero no de esas típicas de Halloween, sino una inspirada a las famosas momias de Guanajuato, adornadas con ropas tricolores por la festividad.

-Milo, te has comido como cinco Charamuscas, ocho Tumbagones y seis jamoncillos… ¿No crees que es mucho?- Ya preocupado el mago de gua y hielo, pues sabe que lo único que de esto resultará, será un vomito muy colorido.

-No, mi cubito, son dulces tan ricos y la verdad, no puedo creer tantas cosas que hacen aquí- Sonríe, ofreciéndole algunos a su amado.

-Estoy lleno, ya comí demasiados- Niega con la cabeza y pone su mano delante.

En efecto Camus había estado acompañando en este deguste de alimentos a su prometido, pero es incapaz de seguirle el paso con tanta comida.

Y aun se pregunta por que lleva de más, como para un ejército en dos bolsas, que las carga como si nada.

Claro un peso de casi cuatro kilos, para ellos es como cargar una pluma.

Pero si es demasiado.

-Pero, mi amor… Debes comer mucho más, llevas a nuestro pequeñito en tu interior y…- Sin más, toca el vientre aun plano de su peliaguamarino, para acariciarlo y sonreír.

Valiéndole que la gente lo viera, aunque la mayoría sonríe enternecidos, pues son una bonita pareja, creyendo que son una pareja hetero, bueno cualquiera se confunde, la belleza de Camus y con esa ropa, no le pide nada a nadie de su hermosura.

-¿Mi… Milo…?- Se apena tan rápido, por como él otro recarga su cabeza, dándole igual ensuciarse la ropa por apoyar su rodilla en el suelo.

-Hola mi pequeño o pequeñita… ¿Estas feliz?- Sonríe, intentando escuchar algo o sentirlo.

Y que en efecto… Al concentrarse puede notar un muy diminuto cosmos en ese interior, lo que significa un latir de corazón, una vida nueva creciendo.

-Tu papi Camus y yo, soy tu padre Milo- Sonríe –Te vamos a cuidar muy bien y vas a tener muchos amigos con quien jugar, sabes…-

Dándole igual todo, platicar con su hijo, aun en el interior de Camus.

Es algo que ha estado haciendo cada que puede.

Aunque es algo dulce, le da mucha vergüenza a Acuario, pero le agrada sentir la calidez de su amor por Milo, y dedicándole estas dulces palabras a su bebe.

-Amo mucho a mi Camus, es el amor de mi vida, desde niños nos hemos querido tanto, aunque es muy tímido para demostrarlo, pero yo lo hago por los dos- Sonríe, dejando escapar algunas lagrima de emoción –Es el hombre más maravilloso del mundo, es tan bueno, cariñoso, y sabe criar muy bien a los niños- Una risita para calmarse necesita –Tienes ya un hermano mayor, le puedes decir pato, sé que se llevaran muy bien y…-

No pudo continuar, cuando sintió unas gotas frías en su cabeza y mejilla, denotando la preocupación que algo le podía estar ocurriendo a su amado Acuario.

-¿Mi amor?- Rápidamente se gira, para verlo y al notar esas lágrimas, se levanta, para verlo al rostro, asustado por que algo este pasándole –Mi cubito, ¿Qué tienes? ¿Algo te duele?- El corazón parece que se le saldrá por el miedo de que este en alguna situación angustiante.

-No… No…- Tartamudea al hablar, bajando la mirada y dejando escapar lágrimas y una sonrisa en sus labios –Es que… Siento tan hermoso, que digas esas cosas de mí… Yo… Nunca creí… Que…-

Ya ahora, la culpa que lo atormentaba, el dolor de verse envuelto en una traición dada hacia el santuario, ha desaparecido prácticamente en su totalidad.

Claro, quedan recuerdos, pero ya no son para herir a Camus, sino solo hechos del pasado, que así se quedaran.

Odia ver que llora, pero sabe que las hormonas tienden a llevarle mucha la contra al embarazado, desde luego pidió todo tipo de consejos a la Diosa, para estar listo en todo momento.

-Te las mereces, cada uno de esas palabras son verdades…- Besa la frente de su peliaguamarino, para dándole un suave confort –Tu eres quien más amo en esta vida, no existe nada que jamás te diga o haga por ti, eres el amor de mi vida…- Habla con sumo cuidado ese frágil cuerpo, para brindarle la calidez y tranquilidad que necesita.

-También te amo mucho… Mi Milo…- Es aun difícil para él, decir esas palabras de amor, pero lo intenta a su manera, aceptando el abrazo, con el corazón tan calmado y sonriente –Sé que nuestro hijo será muy amado…Y gracias por… También aceptar a Hyoga... Yo…-

-Nada que agradecer, mi cubito hermoso, es nuestro patito… Y veremos con el pasar del tiempo… Si nuestro pequeño será un bichito, o cubito o… Bueno…- Sonríe nervioso –Es difícil saber, ya que los embarazos están pasando muy rápido.

-Si…- Sonríe apenado, ya que las lágrimas de sus orbes violetas han sido limpiadas por el pulgar de quién más ama –Según mis cálculos y a lo que se entiende de este hecho… Saga y el patriarca, darán a luz a pocos días antes de irnos, no sé si yo lo haga aquí o en el santuario-

-Donde llegara a nacer, yo estaré a tu lado- Suspira, para pegar su frente con la de acuario –Siempre estaré a tu lado, jamás nos volveremos a separar- Le promete y declara con el corazón expuesto en emociones.

-Gracias…- Sonríe, sonrojado, pero sumamente feliz por esto, más se dejara llevar por lo que está pasando en su corazón.

Vámonos un poco más retirados, a donde un grupo de personas se encuentran escuchando una muy bella y triste historia de dos enamorados.

-Según cuenta la leyenda, en este callejón, una pareja de jóvenes enamorados se veían a escondidas- Señala con el dedo índice, aquellos dos balcones- Allí era donde la joven Carmen y Don Carlos, se podían ver, para hablar, ya que la pobre muchacha estaba encerrada por la modestia y celos de un padre muy estricto, que preferiría verla en un convento o casada con un viejo Español con una gran fortuna antes del amor de su vida- El hombre de mediana edad cuenta esta leyenda, haciendo énfasis en cada palabra, de manera necesaria para conmover a los demás.

-Si bien, la pareja pudo haber hecho algo para lograr escapar, no fue a tiempo, ya que una noche, que ambos muchachos platicando de balcón a balcón, el padre de Carmen los escucho y entro a la habitación, y observo con furia, que aun su hija mantenía relación con ese pobre minero- Callo un instante para afecto dramático.

-Tomo una daga, para clavarla en el pecho de su única hija y así dándole muerte a la joven, y Don Carlos, solo pudo tomar la mano de su amada, para depositarle un tierno beso, el último de esta vida- Baja la mirada, quitándose el sombrero en señal de luto.

-Cuanta la leyenda también, que su una pareja de enamorados, se dan un beso en el tercer escalón, tendrán siete años de buena suerte en su relación, pero quienes no lo hagan, solo la mala fortuna caerá en sus vidas- Asiente de forma solemne, mostrando el angosto callejón, que apenas dos personas podían caber.

Y acto seguido muchas parejas, comenzaron a hacer fila para hacer dicho ritual.

Esto llama la atención de dos jóvenes hombres, que si bien siguen estando vestidos de forma típica, y el de cabellera lila, interesado en la historia, pues se sabe que es aficionado a conocer de muchas culturas por historias y relatos.

Virgo, le pareció algo extrañó y sin mucho sentido, ¿Cómo era capaz un padre de hacer eso con su única hija de asesinarla?

Si bien su suegro es algo celoso, pero de allí a hacerle daño a Mu, jamás sería capaz.

Desde luego Shaka no estaría interesado en hacer ese ritual, que todos hacen, pues no cree en esas cosas de la fortuna o no, si no que eso uno mismo la crea.

Pero… Ver a Mu de esa manera, sonriente, con sus esmeraldas verde brillante, curioso por saber más, además que el vestido lago que usa, y de espalda descubierta, bueno ya no de esta forma, El rubio se retiró el saco que lleva su traje típico para cubrirlo, igual como la última vez que usaron esas ropas.

Nadie debe ver de forma vulgar a su borreguito.

Una idea surca a su mente, pues tiene la suave y delicada mano de Mu, el lugar se despejo y bien, aun en contra de que esto le parece ridículo y torpe, no puede negar que…

Le gustaría darle un beso a Mu, sin importar que sea parte de una leyenda o no, sería algo lindo de su parte.

Solo Aries lo hace cambiar de oportunidad de cosas que jamás creyó hacer.

Y sin que el pelilila le diga algo.

Tomando la iniciativa, camina hacia dicho punto, con un Lemuriano curioso a esta acción, que apenas si tuvo tiempo de reaccionar a lo que ocurría, al momento de ambos estar parados en la tercera escalinata de ese callejón y el rubio dedicar un inocente beso a esos labios rozagantes.

Tomando la cintura de Aries con suavidad y firmeza, aprisionándolo, para que se acerca a su cuerpo.

Jamás se cansaría de la boca de Mu, y le es perfecto.

Ambos cierran sus ojos, se dejan llevar un instante por ese cálido contacto.

Mu rodeando el cuello de su Virgo, es intenso el sentimiento de estar siendo parte de una leyenda tan bonita y trágica.

Tal vez en otro mundo, ellos bien pudieran haber sido parte de una historia así de cruel.

Pero no es su caso, al contrario… Ellos saben que su vida amorosa depende de ellos, pero no está de más, un poco de ayuda de la suerte y fortuna, aunque ambos no crean mucho en eso en sí, es divertido darse estos detalles mutuamente.

-Te amo Shaka- Lo que pronuncia Mu, al separarse, después de haber disfrutado esos labios de Virgo.

-Te amo mucho Mu- Ver es rostro sonrojando, le provoca un aceleramiento en su corazón y cumulo de sangre en una cierta parte del cuerpo –Por favor… Quédate a mi lado siempre…- Un sueño, que parece lastimero, pero carga una emoción muy profunda.

-Jamás lo haría… Te amo con todo mi corazón, sin ti… Estaría incompleto- Una dulce sonrisa, dedicada a su preciado novio o mejor dicho también prometido a estas alturas.

Se funden en un inocente abrazo, sintiéndose los únicos en ese lugar tan concurrido, disfrutando el cálido contacto uno con el otro.

No se necesita mucho para entender que su amor perdurara por toda la eternidad.

Si tan solo los dos pudieran prestar más atención, se podrían dar cuenta que dos seres no pertenecientes a este mundo, los logran apreciar.

Como si fueran aquellos dos amantes que no pudieron estar en vida juntos y ahora en la muerte si, mirando a Aries y Virgo.

Con una sonrisa, nada de malicia claro, solo, lo único que desean es… Bendecir de igual forma su amor, deseándoles la mayor de las surtes, que ellos si cumplan su felicidad en toda la expresión de la palabra.

La hora se acerca, se puede ver por los cohetes que están siendo lanzados al cielo, iluminando por completo, significa que están previos a dar el grito.

Para este momento los mandamases, tomados de la mano, y Dohko cuidando que nadie se acerque al perímetro de su borreguito.

Admiran el espectáculo de luces.

-Son muy hermosos- Dice esto el peliverde, sus ojos rosas reflejan esas preciosas luces coloridas, con una sonrisa y suspiro se demuestra.

-Sí, pero, no se comparan con tu hermosura mi borreguito- Besa la mejilla del patriarca, para suspirar -¿Eres feliz conmigo?-

-Sabes que lo soy Dohko- Responde con una sonrisa y curioso al castaño -¿Por qué me preguntas alga si?-

-Solo quiero confirmar que lo eres- Suspira, mirando atento a su peliverde –Yo soy inmensamente feliz a tu lado, y sigo sin poder creer que tendremos un bebé… Un hijo de ambos… Producto de nuestro amor yo…- Parece estar con la emoción a flor de piel ahora.

-Yo también soy tan feliz, me siento afortunado de haber venido a estas vacaciones- Dedica las palabra con todo su amor, para recargarse en Chino.

-Lo sé, han sido tan magnificas y espectaculares- Limpia una pequeña lagrima traicionera a veces cree que vive un sueño y teme despertar de este.

Para cambiar el ambiente algo melancólico, Shion decide hacer una pegunta de la que han estado conversando un poco.

-¿Crees que sea una niña o un niño?- Curiosa, ante su vientre que parece haber crecido un poco en un día, pero no tanto aun.

-Pues… Se solo que sea, tenemos experiencia cuidando a ambos- Sonríe, llevando ahora también una mano junto a la que toca la pequeña pancita.

-Eso es verdad, aunque… Cuide más tiempo pequeños traviesos, que a niñas- Responde con cierta duda –Solo fue por un corto lapso que crie a la bebe Atena-

-Es cierto…- Suspira y se encoje de hombros –No pasa nada, yo cuide a nuestra pequeña Shunrei, así que soy un experto-

Lo mira algo curioso y luego asiente con una pequeña sonrisa -La pequeña está viva, así que… Si debiste hacer un buen trabajo-

-Borreguito… ¿Qué me quieres decir?- Le pegunta, con una mirada de curiosidad, pero indignación fingida.

-Ja, ja, ja, ja nada, mi amado tigre- Para acto seguido robarle un beso y luego sonrojarse, desviando la mirada.

-Oh…- Sorprende, pero sonríe de forma lasciva –No me provoques por favor…- Le ruega, para darle media vuelta y abrazarlo –Y sabes que adoro que me llames como tu tigre…-

Sin duda podemos ver que son algunos tipo de juegos para la cama, al momento de llamarlo así, pero al patriarca se le ha escapado estar con un coqueteo tan descarado y dulce en cuestión.

Ahora se debe pasar a un momento… Bastante tenso.

No se puede escapar de las cosas hechas, ni huir de tu realidad, solo afrontar las consecuencias.

Es algo que Aldebarán está entendiendo bien, pero Kanon, no lo hace.

Desde que se separaron, el segundo guardián se la ha pasado buscándolo por todos lados, pareciera que se estuviera de nuevo escondiéndose, pero está decidido a encontrarlo.

Y hablar de lo ocurrido la noche, que… Si algo llegara a pasar, se hará responsable de todo, que si está dispuesto Kanon, hacer formal esta relación, confesarse de manera adecuada y si engendraron un bebe, aceptar que lo cuidara.

Claro, lo que pasó la noche no fue correcto, ambos ebrios, no podían consentir de forma adecuada, aunque si bien Alde no se arrepiente, quiere saber la verdadera opinión del gemelo menor, pues este, solo al despertar y darse cuenta, le dijo que se alejara, que no le hablara y se encerró en el baño, por un largo tiempo.

Ya no hubo oportunidad de hablar, pues el cosmos del gemelo menor se propuso a alejarlo en todo instante.

Pero aquí, donde eso está prohibido, solo por defensa personal, hablara con él.

Y es su momento de suerte, lo ve, solo, suspirando, apreciando el cielo nocturno que se ilumina por los fuegos artificiales.

Aldebarán se acerca, no lo dejará huir.

-Kanon…- Lo llama con cuidado, un rostro de angustia se dibuja en el rostro del brasileño.

-No quiero hablar contigo- Es la respuesta tajante que dedica, para ignorarlo y dispuesta a pararse e irse.

-Por favor, no te vayas, necesitamos hablar- Le ruega, tomando su mano con fuerza –Lo que paso anoche… Si tú no quieras… Yo… ¿Te obligue acaso?-

Los ojos del dragón mirando se abren de par en par, sintiendo ese agarre, recodando algunos momentos de la noche, sonrojándose y molestándose.

-¡¡¡CLARO QUE NO ME OBLIGASTE!!! Pero… Yo no quería que eso sucediera en primer lugar… Por una…. Una…- Niega con la cabeza desesperado.

-¿Qué pasa?- Lo cuestiona –Ayer, tú me diste un beso, eso lo recuerdo y luego más… Y al llegar a la habitación, ambos… Lo hicimos, pero… Si te hice algo malo o… Lo que sea, dímelo…-

-¿Para qué te preocupas?- Le cuestiona Kanon, intentando zafarse del agarre y frunciendo el ceño –Tómalo como solo un acostón y ya, no te estés haciendo una falsa idea-

-¿Acostón? ¿Falsa idea?- Para el grandote, esta situación es confusa, por lo que Kanon estuviera sintiendo, pero… No por lo que él mismo presenta.

-Si- Al fin logra quitar su mano del agarre de Aldebarán, para cruzarse de brazos –Solo fue eso, y ya, ambos ebrios, me duele aun… Pero olvidémoslo, nada ocurrió y todo estará bien-  Ahora toma una actitud diferente a la que de verdad siente, eso no justica su enojo.

-No puedo…- Susurra el toro dorado.

-¿Qué?- Le pregunta de nueva cuenta, que repita esas palabras, pues no fueron escuchadas por él.

-¡¡¡NO PUEDO HACERLO KANON!!!- Aprieta su mandíbula, de la que sus ojos demuestren su sentir, con unas lágrimas y desesperación -¡¡¡PARA MÍ NO ERES SOLO UN ACOSTÓN ALGO DE UNA SOLA NOCHE!!!- Posa su mano en el pecho, rogando ser escuchado -¡¡¡PARA MI ERES MUCHO MÁS QUE ESO!!! ¡¡¡ERES ALGUIEN MUY IMPORTANTE!!!-

-¡¡¡¿DE QUE ESTAS HABLANDO?!!!- Su corazón late, confundiéndose por estas palabras, retrocediendo, al ver al grandote de esa manera.

-¡¡¡ME GUSTAS KANON!!! ¡¡¡DE VERDAD TE QUIERO!!! ¡¡¡INCLUSO, SIENTO AMOR POR TI!!! ¡¡¡ME ATREVO A DECIRLO, PORQUE AYER… LO DE ANOCHE, FUE ESPECIAL PARA MÍ!!!- De las pocas veces que se ha permitido ser diferente, esta es una de ellas, en donde deja ver que sus sentimientos a veces lo controlan y no siempre puede ser alegre.

El peli azul, solo niega con la cabeza, asombrado por esta confesión sin previo aviso.

-¡¡¡¿ESTÁS LOCO?!!! ¡¡¡¿QUÉ ES LO QUE DICES?!!!-  Se refugia en decir estas palabras, aunque su corazón este con otras diferentes al igual que su cabeza.

-Jamás te consideraría como algo de una noche, te amo Kanon, te amo tanto… Y temía decírtelo, pensé que jamás tendría una oportunidad, porque… De todos no soy un de cerca a alguien atractivo, pero... Anoche… Tú…-

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí mamá terrón de azúcar, trayendo el penúltimo capitulo del especial de la semana mexicanizada.

Jajajajaja se que hoy publico mas tarde de lo usual, pero aproveche para hacer varios arreglos hogareños, así que... Por eso tarde un poquito, pero no pasa nada, aquí estoy presente para seguir haciendo muchas cosas mas.

En fin, espero que disfruten mucho este capítulos.

Si se dan cuenta, pequeños fragmentos de lo que son nuestras tradiciones, tan hermosas y divertidas.

Pero también cosas a veces desagradables que ocurren.

Sin mas... Espero que les guste mucho.

Bueno mis terrones de azúcar, muchas gracias pro apoyarme, estar conmigo, votar y leer mis locuritas, kiaaaa, son los mejores del mundo mundial.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los quiero mucho.

Ammu se va.


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