Capítulo 9. Travesía.
Naruto no perdía detalle de la conversación entre Harry y Sakura. La ninja se había mostrado curiosa sobre el mundo de los magos, y preguntaba a Harry cada detalle sobre la sociedad mágica de la que procedía. En esos momentos estaban hablando de su trabajo como jefe de aurores.
- En el colegio siempre acababa metiéndome en líos, pero por Merlín ¡Juro que yo no los buscaba! Siempre había algún seguidor de Voldemort detrás de mí maquinando algo entre las sombras, y junto a mis amigos yo siempre acababa investigando y persiguiendo a estos. Así fue como decidí hacerme auror, quería atrapar a los magos oscuros. -Explicaba Harry, mientras seguían avanzando por el camino- Y ahora que soy jefe de aurores me paso más tiempo entre papeles que tras la pista de estos magos. -Dijo suspirando con resignación.- - Tiene sus ventajas por supuesto... Pero a veces echo de menos ser un auror más y tener algo más de acción.
- Cuidado con lo que deseas -Contestó Sakura señalando a su alrededor.
- ¡Desde luego! -Rieron un poco por lo bajo.- En realidad es muy interesante estar aquí, esto a los investigadores y teóricos del mundo mágico les va a fascinar. El estar en este mundo plantea muchos interrogantes, seguro que Hermione lleva en la biblioteca desde que desaparecí, preocupada probablemente, pero disfrutando como una niña mientras investiga.
- ¿Quién es Hermione? -Preguntó Sakura.
- Es una de mis mejores amigas. Nos conocimos en Hogwarts, siempre estaba en la biblioteca, y nos regañaba cuando no estudiabamos ¡Sus apuntes nos han librado de más de un suspenso! Ahora está casada con mi amigo y hermano de mi ex-mujer, Ron, y es la ministra de magia, para vosotros sería como la Hokage.
- A mi tambien me gustaba estudiar. Solía sacar las mejores notas en los exámenes teóricos, en cambio Naruto… -Sakura le miró con una sonrisa burlona.- Era un desastre en la academia, y lo único que decía era que esperaramos, que se iba a convertir en Hokage, siempre repetía lo mismo.
- ¡Lo importante es que al final si conseguí convertirme en Hokage! -Respondio a la mofa de Sakura un poco colorado.
- Si, si. -Sakura agitó la mano como restándole importancia a lo que acababa de decir.
En ese momento Sai descendió de las alturas en uno de sus pájaros pintados.
- Hay un pequeño restaurante un poco más adelante. -Dijo- Quizás sería un buen momento para descansar y comer un poco.
Naruto asintió. No tardaron mucho en llegar al sitio que Sai había visto desde las alturas. Harry y Sakura habían seguido hablando durante el camino, Sakura le contaba cómo había obtenido su cargo en el hospital, y cosas de su hija, y de Sasuke. Naruto a veces intervenía en la conversación, pero había pasado más tiempo escuchando y perdido en sus pensamientos que hablando.
A Naruto le alegraba haber hablado las cosas con Harry, y a pesar de que Harry no parecía sentir lo mismo que el Hokage, este no podía dejar de sentir felicidad al recordar a un Harry sonrojado diciendo que había disfrutado del encuentro de aquella noche. Apenas habían pasado unas horas desde esa conversación, pero Naruto había rememorado ese momento en bucle desde entonces (a pesar de sus esfuerzos por quitárselo de la cabeza para evitar que otras partes de su cuerpo sintieran esa felicidad también).
Naruto había pensado mucho en la última semana y media (desde la conversación que tuvo con Shikamaru, y su noche junto a Harry). Había intentado lidiar con sus fantasmas del pasado para decidir qué hacer con sus sentimientos hacia Harry, no es que pudiese olvidar a Boruto y Hinata... Pero finalmente había decidido tratar de superarlo y darse la oportunidad de intentar algo con Harry. ¡Por supuesto eso no significaba que todo estuviera hecho! Para empezar Harry debía interesarse por Naruto de la misma manera o similar. Al haber hablado con Harry había visto una oportunidad; por lo menos sabía que sexualmente no le era del todo indiferente (así se lo habían demostrado sus gestos y palabras). De modo que iba a intentar acercarse a él poco a poco, para así ir haciéndose un hueco en los pensamientos del moreno sin agobiarle.
Empezaron a comer. El pequeño restaurante que Sai había visto era un puesto de comida tradicional a un lado del camino con apenas cuatro mesitas. Como Harry no sabía de que eran la mayoría de aquellos platos, entre los tres se habían encargado de recomendarle y explicarle en qué consistía la comida de aquel lugar. Habían pedido platos variados para compartir, de manera que Harry pudiese probar una mayor variedad de comida.
Después de quedar satisfechos con la comida siguieron su camino sin contratiempos y sin volver a pararse hasta que empezó a caer la noche. En ese momento Naruto dijo que era hora de parar y pasar la noche en el lugar donde se encontraban, se apartaron del camino sin alejarse mucho y se asentaron en un pequeño claro junto a un riachuelo.
Para el asombro de los ninjas, Harry sacó de su bolsita de tela una tienda de acampada que estaba mágicamente ensanchada por dentro, de manera que a pesar de parecer una tienda con espacio solo para una persona, en su interior en realidad era mucho más grande. Naruto miró a su alrededor, en aquella tienda había tres literas de dos camas cada litera (lo que hacía un total de seis camas), una pequeña cocina y un baño. Naruto pensó en que tendría que hablar con Harry más adelante sobre todos estos objetos mágicos, si había alguna manera de conseguir este tipo de artilugios para sus ninjas, podría facilitar en ciertos aspectos las misiones de estos.
Tras mostrarles el interior de la tienda, Harry, volvió a salir para poner hechizos de protección en el área donde habían colocado la tienda. Según les explicó después, esos hechizos les permitía permanecer ocultos de miradas indiscretas o de posibles ataques, ya que para cualquiera que no fuera uno de ellos cuatro (que estaban dentro de las barreras de esos hechizos) si acudían a aquel lugar no verían más que el claro vacío.
Tras tener todas las barreras y la tienda, finalmente decidieron cenar. Sacaron la comida, y empezaron a comer. Sakura y Naruto se pasaron el resto de la cena burlándose (de forma amistosa) del obento que Ino había preparado a Sai, todo estaba lleno de corazoncitos y los vegetales estaban cortados con formas de animales demasiado monos. Naruto vio por el rabillo del ojo como Harry contenía la risa disimuladamente ante alguno de sus más ingeniosos comentarios.
Después de cenar no tardaron en irse a dormir para al día siguiente poder salir pronto por la mañana. Decidieron hacer turnos para vigilar mientras el resto descansaba, el primero en hacer guardia fue Sai, después le relevaría Sakura, Naruto y finalmente Harry.
Naruto cayó rendido sobre su cama. Durmió del tirón hasta el momento en que se levantó para relevar a Sakura. Salió de la tienda y la encontró sentada en frente mirando en los alrededores.
- Vete a descansar. -Dijo Naruto yendo hacia su dirección.
La ninja se levantó y se paró frente a él antes de entrar.
- He visto como le miras. -Sakura le sonrió con picardía.- Creo que tienes posibilidades. -Le pegó un puñetazo amistosamente en el hombro y después entró a la tienda bostezando mientras murmuraba un buenas noches sin dar tiempo a Naruto a reaccionar.
Después de unos segundos mirando por donde la pelirosa había desaparecido, finalmente Naruto se sentó. Sakura siempre había tenido buen sentido para las relaciones amorosas, aún recordaba cuando esta le habló sobre sus sentimientos por Hinata. A su amiga no se le escapaba una, ¿Significaba eso que realmente tenía posibilidades con Harry?
Suspiró. No le quedaba más remedio que seguir con su plan de ganarse un hueco en el corazón del moreno poco a poco, y esperar que le correspondiese.
Finalmente Harry apareció para relevarle.
- Buenas. -Se sentó a su lado- ¿No vuelves a la cama?- Preguntó al ver que Naruto no parecía tener intenciones de levantarse.
- Me ha apetecido ver el amanecer.
- Si me lo hubieses dicho habría cambiado contigo el turno sin problema, y asi podrias haber descansado más.
- Quería verlo bien acompañado. -Contestó simplemente levantando ligeramente los hombros.
- He preparado café, ¿Quieres una taza? -Dijo Harry cambiando de tema un poco sonrojado.
- Vale.
- ¿Cómo lo tomas?
- Americano, sin azúcar.
Harry agitó su varita y unos segundos después dos tazas humeantes se acercaron hacia ellos desde el interior de la tienda.
- Americano sin azúcar, -recitó Harry- yo lo tomo igual.
Naruto sopló un poco y probó el café.
- ¡Esta muy bueno!
- Me gusta comprar buen grano de café, y un buen amigo me enseñó a prepararlo para sacarle el mayor partido. -Harry bebió un sorbo de su taza.
Bebieron el café uno sentado al lado del otro en un cómodo silencio mientras disfrutaban de la brisa que corría. De repente el estribillo de una canción rompió la tranquilidad del ambiente, Harry buscó apurado entre sus bolsillos hasta sacar un pequeño objeto que tocó y dejó de sonar.
- Perdona, a veces me cuesta un poco levantarme, así que suelo poner muchas alarmas por si me quedo dormido…
- ¿Qué es eso? -Preguntó Naruto señalando el objeto que Harry tenía entre las manos.- ¿Otro objeto mágico?
- No, esta es una creación muggle, se llama móvil, y con el puedes hacer muchas cosas como ponerte alarmas, contactar con otras personas, consultar información, o escuchar música. -Harry se lo mostró mientras hablaba.
- ¿Y qué canción sonaba antes? Tenía buen ritmo.
- I was made for loving you del grupo Kiss, mira te la pongo.
Harry agitó la varita y aparecieron unos auriculares que conectó al móvil, después ofreció uno a Naruto, y el otro se lo puso él mismo en el oído. Naruto le imito y comenzó a sonar la canción.
Detrás de esa canción la música no paró, sentados uno al lado del otro y canción tras canción finalmente amaneció. Naruto estaba totalmente relajado, la música, las vistas y la presencia de Harry le hacían sentir que no existía nada más en ese mundo más que ellos y ese momento.
Sentía los ojos un poco pesados, cada vez le costaba más mantenerlos abiertos. Se sentía tan relajado que quería dejarse llevar por el sueño, pero por otro lado no quería dormirse mientras estaba con Harry, quería aprovechar cada momento junto a él.
- ¡Naruto!
Escuchaba como repetían su nombre cada vez más claramente y también notaba un zarandeo que hacía que su cuerpo se moviese. Abrió los ojos, Sakura le zarandeaba mientras le miraba con cara de malas pulgas.
-¡Levantate ya! Tenemos que irnos ya, y creo que ya has baboseado bastante al pobre Harry.
La última frase le hizo despertar de golpe, se incorporó rápidamente y limpio las babas de la comisura de sus labios. Miró horrorizado como Harry también se incorporaba, al parecer se había acabado durmiendo y de alguna manera había acabado con la cabeza sobre las piernas de Harry. En sus pantalones se podía ver una zona húmeda, seguramente debido a su saliva.
- Lo siento Harry, no era mi intención molestarte. -Se disculpó Naruto apurado.
- No te preocupes, parecías cansado así que me alegro que hayas podido dormir un poco más. No quería despertarte con lo agusto que parecías estar durmiendo. -Harry le sonrió mostrando con el gesto que no estaba molesto.
- ¡Perdona!
Naruto estaba avergonzado por haberse dormido y haber llenado los pantalones de babas a Harry, pero por otro lado saber que había dormido sobre sus piernas hacía palpitar rápidamente a su corazón.
- Muy bien Romeo, creo que llenar de babas a la persona que quieres conquistar es lo más romántico que puedes hacer. -Le susurro Sakura con sarcasmo para tomarle el pelo, mientras recogían sus cosas para poder irse.
Siguieron su camino sin percances. Naruto seguía un poco avergonzado por haber llenado a Harry de babas, pero este no parecía estar molesto o darle importancia a lo ocurrido.
Hacía medio día finalmente llegaron a la zona donde habían quedado con el informante para que les mostrase la cueva desde donde parecían operar William y Zetsu.
- Por fin apareceis.
- ¡Sasuke!