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Amor Secreto por Angie404

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA puro lemon este cap XD 

Capítulo 43

Despedidas

Corrían divertidos por los pasillos del hotel, ni siquiera los tacones le impedían al castaño hacerlo. A lo lejos el bullicio alegre de la gente adornaba el ambiente, pronto darían las 12, y Ritsu sabía cómo quería pasar ese año nuevo. Llegaron apresurados al elevador, jadeado por la adrenalina del momento, más que por la carrera.

⁃ ¿Y que fue lo que pasó con Asami? Te veáis muy asustado

Aquel nombre hizo al castaño tensarse, pensar eso lo sacaba de su fantasía. Por lo que antes de que pudiera seguir con ese interrogatorio, se le abalanzó a los labios enmudeciendo al pelinegro. El beso era demandante, fogoso, lamían y succionaban el labio del contrario, produciendo un extraño sonido pegajoso que rebotaba dentro de la caja de metal. Y aunque parecía que no era posible el beso subió de intensidad cuando Takano se abrió camino en la boca del menor usando su lengua. Ritsu podía sentir el cosquilleo en el paladas y en las paredes de sus mejillas. Contraatacó intentando hacer lo mismo, tomando el mentón del mayor con ambas manos para profundizar aún más el contacto entre ambos. Takano, sin poder resistirlo acarició la pierna descubierta de arriba a abajo en varias ocasiones hasta tomarla del muslo y levantarla, quedando flexionada a la altura de su cadera. Su mano libre se aferró a la delgada y descubierta espalda de Onodera, haciéndolo encorvarse hacia atrás a merced del mayor, manteniéndose suspendido en el aire hasta que el beso los asfixió, separándose en medio de los hilos de saliva que habían intercambiado.

⁃ No se de qué me habla, Takano-san, eso debería preguntárselo a mi primo cuando lo vea

Aquella sonrisa coqueta y la forma en la que daba golpecitos en la nariz de Takano le parecían sumamente encantadores. Sonrió de lado entrecerrando los ojo, divertido por la posición que el castaño había tomado. Tomando su mentón limpió el labial corrido con el pulgar, haciendo que la boca de Onodera se abriera ligeramente, tentándolo.

⁃ Pensé que me llamarías Masamune por hoy

Ritsu sonrió, y sin ánimos para protestar simplemente volvió a unir sus labios en un beso. Tranquilo, temeroso, lleno de sentimientos, como un beso nostálgico de despedida, poniendo fin a una historia que no había ni comenzado. Como la despedida de dos amantes en la estación de un tren, solo que no era realmente amantes y la despedida vendría después.

El timbre el elevador los despertaba de aquella hermosa ensoñación, y como de una pareja de recién casado en su luna de miel se tratara, Takano levantó a Ritsu y corrió por el pasillo llevándolo como toda una princesa. Onodera se sostenía firmemente de su cuello, riendo por la actitud tan infantil de su compañero. Pero no le reprochó nada. De esa forma, en ese ambiente lleno de romance desbordado llegaron a la habitación, y por supuesto Takano se dirigió directamente a la cama, en donde colocó a Ritsu lentamente mientras reanudaban el beso.

⁃ ¿Y bien? ¿Hay algo especial que quieras que haga?

Susurró Takano muy cerca del cuello de Ritsu, éste solo suspiró y lo miró, con esos ojos perdidos, de animalito abandonado a medio morir. Lentamente, el castaño fue abriendo las piernas, invitando al otro a reforzar la cercanía. Aquellos delicados movimientos debajo del flamante vestido rojo hicieron a Takano estremecerse por completo. ¿Había visto alguna ves un cuadro más sexy? No, y en su vida lo iba a volver a ver si se alejaba de ese chico. Con los ojos vidriosos y la respiración entre cortada, Ritsu habló:

⁃ Haz conmigo lo que te plazca, ámame sin prejuicios, sin límites, sin condiciones, solo ámame

Su voz salió en súplica, casi agonizando, aún con miedo a que Takano se arrepintiera en el último momento. Pero cuando lo vió sonreír y acariciar su pierna desnuda desde su tobillo hasta su muslo toda duda se disipó. Nuevamente, se acercó a susurrarle al oído.

⁃ No me culpes por lo que haré entonces …

Mordió su oreja y lamió su cuello mientras bajaba el cierre lateral del vestido. Onodera, entre suspiros y jadeos alejaba el saco negro y desabrochaba la camisa. Rápido, el vestido se había deslizado hacia abajo, dejando a la vista su abultado pecho y cintura diminuta a causa del corset. Takano se alejó y lo miró desde arriba. Era una imagen extraña, pues no estaba acostumbrado a ver a su compañero de esa forma, pero tambien debía aceptar que era extremadamente erótica. Verlo ahí, a ese chico altanero y prepotente debajo de él, como una presa indefensa, con la cara enrojecida y labios entre abiertos. Jadeaba lentamente, haciendo que su pecho subiera y bajara de manera tentadora. Y ese largo cabello castaño lo envolvía por debajo como si enmarcara el más bello de los retratos. Sin poder contenerse más, bajó directo a lamer y succionar uno de los pezones del menor, como si fuera un bebé siendo alimentado por su madre. Con la otra mano pellizcaba, jalaba y estrujaba el otro pecho simulado, hundiéndose en la sensación tan familiar y que aceptaba había extrañado un poco de estár con una mujer.

⁃ Aah…¡Ah! ¡Masamune!… n-no…eso, pa-para!

A pesar de sus reclamos, Onodera apresaba la cabeza de Takano contra su pecho, enredando sus largos dedos entre los oscuros cabellos. Las sensaciones eran tan diferentes y placenteras que encorvaba la espalda y llevaba la cabeza hacia atrás, soltando sin cuidado sonoros gemidos y suspiros. Takano, feliz por lo que estaba logrando bajó su mano desocupada hasta el miembro despierto del menor, acariciandolo sobre la ropa interior. Aquel acto, erizó la piel del castaño en sobre manera.

⁃ ¡N-no! ¡No hagas eso! i-ignora que esa cosa está ahí

Dijo separando a Takano rápidamente. Este lo vio por unos segundos desconcertado, como intentando averiguar a qué se refería.

⁃ … Y-yo hoy soy una chica, ¿recuerdas?…

Takano abrió los ojos ligeramente sorprendido, pero entendió perfectamente a que se refería.

⁃ Está bien, como mi … - vaciló - como mi princesa ordene

Continuó con una gran sonrisa, volteando a Ritsu sobre si mismo para dejarlo con la cara sobre la almohada. Se levantó y caminó al buró más cercano, buscando en los cajones algo que le pudiera servir, y lo encontró. Onodera no se movió, ni siquiera intentó ver por qué Takano se había detenido, estaba más concentrado en recuperar la respiración que había perdido en tan poca actividad, había olvidado lo incómodo que era él corset para respirar.

⁃ ¿podrías levantar tus caderas para mi, Ritsu?

Le habló Takano en el oído, provocando un temblor que recorrió todo su cuerpo y el escape de un jadeo involuntario. Casi como si aquella petición lo hubiera hechizado, subió rápido su cadera manteniendo el pecho contra la cama. Takano se incorporó, deleitando su vista aún con la ropa interior puesta. Bajó las panties sólo lo suficiente, quería mantener el deseo de Ritsu hasta el final después de todo. Se tomó un tiempo para acariciar y estrujar su trasero, sin duda, mucho mejor que estrujar unos pechos. Tomó aquel pequeño objeto que había sacado del cajón, lo abrió y derramó sin tapujos entre los glúteos. La sensación fría y desconocida hizo que Ritsu sintiera escalofríos. Cuando estaba a punto de voltear para saber de que se trataba, dos dedos se abrieron paso por su entrada.

⁃ ¡A-ahg!

Cayó de nuevo en la cama, sintiendo cómo su respiración comenzaba a agitarse nuevamente. Podía sentir cómo el lubricante escurría por sus piernas hasta llegar a la cama, era una sensación rara, nueva, pero que de alguna forma hacía poner alerta todos sus sentidos. Takano comenzó a embestirlo con sus dedos, robándole los primeros jadeos bochornosos. Al castaño le encantaba la sensación, pero dejaba de satisfacerlo muy rápido. Afortunadamente no tuvo que esperar mucho, pues de una sola y sin avisar, Takano lo penetró completamente. Tan abrupto fue el movimiento que hizo a su cuerpo entero echarse para delante y volver a caer en su lugar acompañado de un fuerte gemido.

Takano pretendía quedarse en esa posición hasta que el menor se acostumbrara por completo, pero para Ritsu, tener sólo ahí dentro el miembro palpitante era más una tortura que una consideración, así que, apoyándose en sus manos para enderezarse, comenzó a moverse de adelante hacia atrás en repetidas ocasiones autopenetrnadose. Esto no duró mucho, pues en cuanto Takano despertó de la sorpresa inicial, tomó la pequeña cintura firmemente para embestirlo de manera más profunda.

⁃ ¡Ah! ¡Ah! ¡Si! ¡A-aah!

Inevitablemente volvió a caer de pecho a la cama, intentando ahogar sus gemidos con la almohada. Takano entraba y salía de manera constante, deleitándose con el calor del interior del castaño y la forma en la que lo apretaba. Se preguntaba si alguna vez disfrutó el sexo tanto como lo disfrutaba con su compañero, la respuesta rápida era no, quizá, sus sentimientos habían empezado a crecer por esa razón. Fuera la razón que fuera, ya estaba completamente enamorado. Dominado por las sensaciones, probó tomar a Ritsu por la larga cabellera y levantar su cabeza ligeramente. El alarido placentero que le escuchó lo estremeció por completo.

⁃ Ma…!Masamune! Ha, ha, no… ¡no aguanto más!

Ignorando sus declaraciones, Takano lo abrazaba con una de sus manos por el estómago, con la otra, estrujaba uno de sus pechos, y con su boca, probaba todo su cuello y hombros. Sintiendo todo al mismo tiempo, sobre estimulándolo, sintiendo sus pulmones contraídos y quedándose sin aliento, sintiéndose asfixiado, llegó al orgasmo más placentero que había sentido en toda su vida. Un sonoro gemido, cercano a un grito, lo aisló por un momento de la realidad, sintiendo su cuerpo temblar y contraerse de manera incontrolable.

Takano, al sentirse de más apretado, no pudo evitar terminar también dentro de su compañero, sintiendo cómo todo su cuerpo se sacudía de forma violenta. Salió del interior del castaño, perdiendo su vista en aquel líquido blanquecino bajando por sus piernas. Sin remedio Onodera cayó en la cama, agotado, sintiendo su cuerpo ser invadido por pequeños temblores de manera continua. Luchaba por respirar agarrando bocanadas de aire una y otra vez. No se dio cuenta del momento en que su ropa interior, ahora empapada, desapareció de su cuerpo, tampoco se percató de la incauta mano que deslizaba delicadamente los listones del corset dispuesto a desaparecerlo. No se enteraba de nada.

⁃ Ritsu … mírame

Dejándose llevar por la dulce voz, se volteó quedando frente a Takano, desprendiéndose él mismo finalmente del corset. Cuando sintió cómo respiraba más fácil se alarmó, encontrándose a sí mismo completamente desnudo.

⁃ ¡T-takano pero!-

⁃ Ssssssh -. Interrumpió con un dedo en su boca. - dijiste que me llamarías Masamune, y me pediste que te amara sin prejuicios, ¿recuerdas?

Los ojos verdes se abrieron grandes aún sin ser capaz de separar la atención de aquellas orbes miel. Era en cierta forma lindo que Takano dijera aquello, al menos su despedida sería inolvidable. Sonriéndole, estiró sus brazos para recibir al pelinegro en un abrazo, acto que por supuesto no fue rechazado. Como bala, Takano se lanzó a los brazos del menor, rodeando su espalda completamente mientras besaba todo lo que alcanzaba a besar.

⁃ En serio, no sabes cuanto te amo

Dijo antes de morder la roja oreja de su compañero, quien rió de forma juguetona mientras enredaba las piernas alrededor de su cadera.

⁃ Entonces demuéstramelo

Le dijo sin rodeos, mirándolo a los ojos, y Takano no podía sentirse más feliz. Sonriéndole de vuelta, rápido se aproximó a unir sus labios en un beso lento, superficial, pero cargado de cariño. Sentía cómo las delicadas manos de Onodera acariciaban sus mejillas, su mentón y su cuello para luego subirlas y enredarlas en su cabello. Takano no se quedaba atrás, mientras el beso se iba haciendo más y más profundo, aprovechaba para acariciar su abdomen, su cadera y su trasero. En medio de ese ambiente relajante, no dudó en sorprenderlo con una nueva estocada, tomándolo de la cadera y penetrándolo de nuevo de una sola.

⁃ ¡Aah!~ ¡No ataques por sorpresa!

Takano río ante el reclamo, tan tierno y terco como siempre.

⁃ No finjas que no lo esperabas, tu cuerpo me lo pide a gritos

Takano solo se movía ligeramente, como si quisiera torturarlo. La cara de enfado de Onodera no se hizo esperar, seguido de un acto sorpresivo, con el castaño moviendo las caderas para salir y entrar él mismo, quedando la mitad de su cuerpo ligeramente suspendido en el aire. Takano lo miraba atónito, encantado, el solo ver cómo el castaño subía y bajaba mientras su cabello se alborotaba, dejando escapar suspiros y jadeos sin consideración alguna.

⁃ Dios, eres tan sensual

Sin poder contenerse más volvió a tomar la fina cintura, y firmemente lo embistió lo más profundo que podía. Rápido dio con ese punto sensible en el interior del castaño, y viendo cómo se desvanecía frente a él siguió arremetiendo ese punto.

⁃ Ah, ah, ¡ah! Ta-¡taka! ¡Ngh! Te-te aah~

⁃ A-agh, Ritsu, por favor… quédate a mi lado… ¡ha!

Aquella petición salió casi como una súplica, como si Takano estuviera consciente de lo que iba a pasar. Una tristeza profunda invadió la mente de Onodera, no podia decirlo, no lo haría, no le daría todo a su amado para luego arrebatárselo. Las lágrimas que antes salían por el placer, comenzaron a desbordarse por la melancolía, siendo opacada por un nuevo orgasmo que atacó a ambos a la vez. Ambos cayeron rendidos, uno sobre el otro. Sus respiraciones agitadas y sus corazones desbocados era lo único que se escuchaba. Takano abrazó aquel delgado cuerpo de forma celosa, como si se le fuera a escapar en cualquier momento.

⁃ Te amo, te amo, te amo tanto … quédate conmigo para siempre, por favor …

Onodera no dijo nada, solo lo abrazó. Besó su cabeza dulcemente y acarició su hombro. Cuando Takano finalmente se separó, se vieron un unos segundos, ambos sonreían, pero en sus ojos, un esbozo de tristeza se asomaba. Finalmente se besaron, se entregarían de nuevo al otro, y Onodera lo haría las veces que fueran necesarias, todo para llenar todo el amor que quizá no podría darle a Takano en el futuro, todo para que se llevara la mejor de las despedidas.

Notas finales:

Hoy, 9 de febrero de 2024, día de mi cumpleaños número 23, pasó a la historia del fandom como el día que Kadokawa la cagó. AGUANTE 0 DÍAS PARA QUE ONODERA CAIGA PERDIDAMENTE ENAMORADO YEEEEI MI MEJOR CUMPLEAÑOS CTM

 

ya ahora si hablando del capítulo, esta fue la única vez que lo hicieron complétamente consensuado y va a ser la última del libro, perdón por darle el aire triste :") les juro que llegará un momento en que puedan disfrutar de momentos así, lo juro, pero no fue en este libro JAJAJAJAJ 3 capítulos más y terminamos 


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