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Amor Secreto por Angie404

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Notas del capitulo:

Ahora si que si, con esto se cierra el especial "cumpleaños", entramos a la estapa final del fanfic yeeey:")

Capítulo 41

Retratos

⁃ Solo ten cuidado, recuerdo que coloqué algunas trampas en algún la- ¡Wa!

De repente Onodera ya estaba colgando de cabeza. Ambos se quedaron en shock por unos segundos solo para estallar en risas. Así como estaba, colgando a la altura de su cara, Takano vio una oportunidad.

⁃ Oye Onodera, ¿somos amigos de nuevo?

⁃ ¿Que? … pues supongo que si

⁃ ¿Entonces puedo hacer bromas contigo?

Onodera lo miró mal, intentaba descifrar a qué se refería, pero no lo entendía.

⁃ ¿Bromas como cuales?

⁃ Bueno es que, así como estás me recordaste una escena de Spiderman, ¿la has visto?

Takano se acercaba lentamente a Onodera, dejando sus rostros muy pegados. Toda la sangre del cuerpo del castaño comenzó a acumularse en sus mejillas irremediablemente.

⁃ Parece que vamos a recrear la escena de Peter y Mary Jane, ¿sabes de cuál hablo?

Hasta ese momento lo capto, enojado, Onodera empujó a Takano lejos de él.

⁃ ¡Bájame de aquí en lugar de estar diciendo estupideces!

⁃ ¡Jajajajaja! ¡Era broma era broma! Ahora mismo te bajo

Siguiendo la cuerda, buscó un punto que pudiera alcanzar para cortarla. Onodera cayó de cabeza apoyándose en sus manos y luego saltó dando una voltereta. Al quedar de pie, Takano comenzó a aplaudir y vitorear su asaña, logrando que el menor se relajara e hiciera una reverencia en agradecimiento, como todo un acróbata de circo. Una vez abajo, lo único que hizo fue ayudarle a acomodar de nuevo la bufanda y continuaron su camino, entre bromas y risas. Si lo pensaba con la cabeza fría, estaba bien que terminaran solo como amigos, podría superarlo con el tiempo. Bajaban, daban vuelta hacia la izquierda y derecha una y otra vez, hasta que por fin en un punto Onodera abrió otra entrada. Takano volvió a sorprenderse puesto que, él no pudo haberse dado cuenta por si mismo. Habían llegado finalmente al último piso del sótano, una enorme bodega llena de autos clásicos y de lujo, Takano se quedó tieso.

⁃ Hey, no pienses mal, no todos son de mi padre

Decía Onodera despreocupado mientras caminaba entre los vehículos. Takano iba detrás, atento a no acercarse a ninguno lo suficiente como para rayarlo, si lo hacía ni su vida entera alcanzaría para poder pagar por aquello.

⁃ ¿Y alguno de estos es tuyo?

⁃ Alguno lo era, no recuerdo cual, pero en resumen lo de mi padre va a ser mío en algún punto

Onodera hablaba como si no importara, y la envidia de Takano creció.

⁃ ¿Entonces sabes conducir?

⁃ Si, pero prefiero andar en motocicleta, siento que puedo acelerar con más libertad, me gusta ir rápido

Vaya que Takano podía confirmarlo, otra de sus tendencias suicidas quizá.

⁃ Bien, llegamos.

Onodera había sido el primero en encontrar el auto, ambos se quedaron parados frente a él, viéndolo, hasta que Takano habló.

⁃ Le di las llaves al señor …

⁃ …

⁃ …

Entre burlas y reclamos, ambos regresaron a los pasadizos. A través de ellos llegaron al armario en donde se guardaban todas las llaves y tomaron las del auto de Takano. Aprovechando, llegaron a la cocina y tomaron copas, platos, y una botella de vino. Regresaron al garage, sacaron el pastel y regresaron a los pasadizos, prácticamente recorrieron toda la mansión a través de estos. Finalmente, Onodera abrió una puerta pequeña, esta los llevaba a una torre que no tenía otra forma de ingresar, parecía que se habían transportado otra época completamente. Cuando Takano la vio supo de inmediato de que se trataba, había peluches, libros por montones, revistas, fotos, posters, y un pequeño fuerte hecho con almohadas y mantas.

⁃ Así que este era tu refugio

⁃ Ajam, aquí me ocultaba cuando me enojaba por algo y no quería ver a nadie, nunca nadie lo había visto hasta ahora

Por alguna razón, el que Takano fuera el primero en ver el lugar seguro de Ritsu hizo que su corazón latiera con intensidad. Inevitablemente pensó en las cosas obscenas que podrían hacer ambos ahí sin ser molestados, ni vistos, ni oídos por nadie. Rápido se sacudió para quitarse esa idea de la cabeza.

⁃ ¿Takano? ¿Que haces?

Al buscar al dueño de la voz, se sorprendió al verlo asomarse por una de las ventanas desde fuera, rápido lo alcanzó. Onodera le ofreció la mano y lo ayudó a subir, podía sentir pequeños tirones en la pierna por el esfuerzo, pero todo valí la pena si podía seguir junto a él. Onodera lo guió a través del tejado hasta llegar a una parte plana, en donde colocó una de las mantas del fuerte, la cual Takano no se dio cuenta en que momento tomó. En ella colocó todo lo que habían recolectado y se sentó, invitando a Takano a hacer lo mismo con unas palmaditas. Con algo de dificultad el pelinegro lo logró.

⁃ Hace un poco de frío para comer aquí afuera, ¿no crees?

⁃ Vale la pena por la vista, además no se si volveré a traerte aquí algún día

Onodera miraba al horizonte, a aquella cuidad que los saludaba con luces destellantes, debía aceptar que era una vista hermosa, pero aquello sonaba como una despedida, y a Takano no le gustaba.

⁃ Pues puedes traerme aquí siempre que quieras, esta no tiene por qué ser la última

⁃ Ja, por favor Takano, lo más probable es que terminen borrándome la memoria y enviándome al otro lado del mundo, puede que ni siquiera yo pueda volver a ver este lugar

Su voz sonaba cada ves más resentida, aunque también parecía haber aceptado ya por completo lo que le esperaba. Pero Takano no, Takano no estaba dispuesto a dejarlo ir así.

⁃ Obvio no te van a borrar la memoria, es estúpido

⁃ ¿Pero si saben sobre mi trabajo? Toda Marukawa corre peligro por mi culpa

⁃ Por supuesto que sabe que trabajas en algo parecido, pero nada nos asegura que sepa de Marukawa, tus registros personales no tienen nada que ver con la organización y tampoco había más información en las computadoras

⁃ Pero me está buscando, seguramente me quiere para que le de toda la información que necesite

⁃ ¡Ay por favor! ¿No crees que ese sujeto tiene a la gente necesaria para que les investigue sobre Marukawa si quisiera, no te necesita para eso, no te quiere para eso

Onodera lo veía confundo.

⁃ ¿Entonces para que me querría?

⁃ ¡¿Que nos es obvio?!

⁃ ¡No! ¡No lo es! ¡Pero si tú lo sabes me encantaría que me iluminaras!

⁃ ¡Te quiere a ti Ritsu! ¡No información, no lo que guarda tu cabeza! ¡Te quiere a ti!

Sin darse cuenta, ya se estaban gritando. Apenados, ambos miraron a lados contrarios, con la cara completamente roja.

⁃ … Sigo sin entender, ¿a que te refieres con eso?

⁃ … Dios mío dame fuerzas

Takano refregó su cara con ambas manos y dejó salir un suspiro de derrota.

⁃ … Te quiere para él, si no logramos detenerlo y el mundo cambia, es obvio que quiere tenerte a su disposición, un esclavo. Piensa, te empezaron a seguir después de Seúl, que fue justo después de Halloween. Si fuera por información o cualquier otra cosa, bien podrían haber intentando atrapar a cualquiera de nosotros, pero no, te busca específicamente a ti porque ya te conoce, porque sabe lo que eres, ya te probó después de todo …

Un incómodo silencio se instauró entre ambos.

⁃ N-no entiendo … él puede tener a quien quiera, ¿por qué me querría a mi? Debe haber algo más

⁃ … Puede que tengas razón, pero si yo estuviera en su lugar, a punto de convertirme en el rey del mundo y hubiera pasado una noche contigo, también haría hasta lo imposible por atraparte y tenerte solo para mi

⁃ Hey, basta, me asustas

Por fin se miraron, había una mueca extraña entre la incomodidad y la incredulidad en la cara de Onodera, una expresión graciosa que hizo reír un poco a Takano.

⁃ No te van a borrar la memoria, si te tienen bajo arresto domiciliario es porque quieren protegerte mientras deciden cómo actuar. Y mientras yo siga aquí, te aseguro que no te va a pasar nada

Takano miraba la cuidad completamente convencido de sus palabras, nunca dejaría que le pasara nada mientras él estuviera vivo. El sonido de la vajilla moviéndose lo guió de nuevo hacia su compañero, quien ya tenía los trozos de pastel en platos diferentes, extendiéndole uno de ellos.

⁃ Bueno, si eres tú el que me cuida entonces no tengo nada que temer

La amplia y sincera sonrisa que le dedicaba le habían derretido el corazón. Amaba esa sonrisa, amaba todo de ese chico, pero estaba cada vez más convencido de que nunca podría amarlo como realmente quería. Con estar a su lado bastaba.

⁃ Bien, feliz cumpleaños 24 Takano, cada día más viejo

Takano intentó hacerse el ofendido, pero no pudo, rápido una risa lo delató.

⁃ Gracias, veremos si llegas a verte tan bien como yo a tus 24

⁃ Hum, ya verás que si

Y así, en un ambiente más relajado, continuaron comiendo el pastel. No decían nada, tampoco se miraban, pero no era necesario para sentirse acompañados. Y hubieran seguido ahí un rato más de no ser por una gélida ráfaga de aire y nieve que casi le arranca a Onodera la bufanda. Takano, preocupado por la situación que Onodera le había platicado decidió dar una sugerencia.

⁃ Está cada vez más frío aquí, deberíamos regresar a tu habitación para que te calientes

Takano recogió las cosas y se levantó, detrás de él Onodera también lo hizo, pero él no se movió, se mantenía atento al horizonte.

⁃ Pues yo diría, que si te gusto tanto debiste haberme abrazado para que ambos entráramos en calor

Aquella declaración paró en seco a Takano, lentamente giró en sus pies y lo miró, pero Onodera no lo veía de vuelta, ¿acaso había sido atrapado? ¿Sus sentimientos eran tan obvios? ¿Debía decirlo?

⁃ … Ritsu, yo-

⁃ ¡Ya viene!

Onodera lo interrumpió, miraba a la distancia apuntando. Takano se acercó pero lo único que pudo ver eran unas lucecitas en movimiento.

⁃ ¿Quien viene?

⁃ Es el auto de mi padre, ¿Lo vez?

⁃ Onodera, tengo miopía, ¿lo olvidas?

⁃ … Oh … ¡Bueno el caso es que va llegando!, ¡vamos! Podemos alcanzarlo en la entrada de la casa.

Y sin dar tiempos a más explicaciones o confesiones, Onodera corrió hacia la ventanilla de la torre. Resignado, Takano lo siguió. Volvieron a correr por ese laberinto de pasillos angostos y curvos hasta llegar a uno que desencajaba con todos los demás. Era un pasillo recto y cuadrado, este no tenía luz alguna, solo era iluminado a través de pequeños orificios que dejaban entrar una ligera luz. Onodera avanzó confiado hasta llegar a la mitad, donde se sentó y miró a través de los orificios. Curioso, Takano lo imitó, al hacerlo se dio cuenta de que esos pequeños agujeros permitían ver a la perfección todo el lobby de la mansión. Observo mejor por dentro, dándose cuenta de que aquello no era pared, si no una especie de tela, un lienzo, estaban espiando a través de los enormes retratos que colgaban por toda la casa. Impresionado buscó la mirada de Onodera, éste se veía como un niño pequeño haciendo una travesura, completamente divertido, se veía adorable.

⁃ Así que, aquí te escondías para acosar a la gente

⁃ Je, pues podría decirse que si, me gustaba observar a la gente que venía, al menos así me sentía un poco acompañado

⁃ Hm, ¿creer que llegaste a verme el día que vine? Porque yo no podía dejar de ver los cuadros, me sentía observado

Aquello lo había soltado como una broma, pero la mirada seria de Ritsu, escarbando entre sus recuerdos, lo hicieron sentir inquieto.

⁃ … Puede que si, de hecho, estoy casi seguro que si. Con razón tu cara se me hacía tan familiar la primera vez que te vi

⁃ ¿E-en serio?

Ambos se estaban sonrojando.

⁃ P-pues si, digo después de todo tus ojos son muy peculiares, son difíciles de olvidar … yo estaba seguro de haberlos visto antes, pensé que los había soñado pero creo que más bien, te vi ese día

Onodera se agachó apenado, su cara roja y sus manos inquietas delataban lo nervioso que se había puesto. Reaccionando así, ¿era justo pensar que no sentía nada? Algo le decía a Takano que Onodera podría corresponder sus sentimientos, y se lo iba a decir, lo iba a hacer, de no haber sido por el sonido de las enormes puertas principales abriéndose. Ambos miraron atentos esperando a ver quienes entraban. El primero fue el señor Onodera, riendo junto a otros dos hombres.

⁃ Oye Onodera, ¿ese de los cuadros es tu hijo?

⁃ Si, cuando estaba pequeño

⁃ ¿Cuantos años tiene ahora?

⁃ Está a nada por cumplir 22

⁃ Wow, mi hija tiene 20, deberíamos presentarlos, quizá hay una alianza futura ahí, ¿que te parece?

⁃ Mm, suena bien, lo hablaré con él cuando lo vea

Ambos, castaño y pelinegro, hicieron una mueca de asco tras escuchar aquello.

⁃ ¿Y vive con ustedes?

Preguntó el otro hombre, Onodera se sentía incómodo por ser el centro de atención de esa conversación.

⁃ No, se mudó hace tiempo, ahora tiene su trabajo y su departamento

⁃ Mira, un chico trabajador, de verdad me gusta para mi hija

Onodera iba a quejarse de algo con Takano, pero unas fuertes pisadas hicieron resonar todo en su interior, de inmediato supo de quién se trataba, y sus ojos no pudieron despegarse de la puerta. Lentamente, aquel alto y guapo hombre entraba a la mansión, parándose justo frente al cuadro del que Onodera lo espiaba. Sus ojos hicieron contacto visual, Onodera lo sentía, lo miraba hasta el fondo de su alma, escrutando cada parte de su ser. El nerviosismo comenzó a transformarse en pánico, y sin darse cuenta ya estaba buscando la mano de Takano para tomarla y apretarla. Takano lo veía aterrado, sabía lo que le estaba provocando toda la situación, pero tampoco encontraba que decir. De pronto, la voz del hombre retumbó en todas las paredes.

⁃ Tú hijo es muy bien parecido Onodera, si así se veía de pequeño, ya me lo imagino ahora de adulto

Sus ojos no se despegan del cuadro, por un momento Onodera pensó que los habían descubierto, pero eso no era posible, era solo su paranoia y mala suerte.

⁃ Bueno si, heredó la belleza de su madre, que puedo decir, me alegro por ello

⁃ Seguramente trae a muchas jovencitas detrás de él, ¿no te causa problemas Onodera?

Habló otro de los invitados.

⁃ Para nada, es un buen hijo, muy diligente. Y nunca me ha presentado a ninguna señorita

Onodera se hubiera emocionado por las palabras de su padre, de no ser por el resto de la situación. Entonces, Asami volvió a hablar.

⁃ Me encantaría conocerlo en persona, ¿crees que pueda venir a mi fiesta de año nuevo? Te enviaré una invitación especial para él

Y sus ojos jamás se despegaron de los contrarios.

Notas finales:

Olvide ponerlo ayer, ¡Feliz año nuevo a todes! Espero que les vaya de maravilla, lo que es seguro es que ha este año termina el fic, incluso a lo mejor antes de que termine el mes, así que traré cosas nuevas por aquí :3 nos leemos!!!


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