La primera noche
La primera noche tras su rompimiento si así se le podría nombrar al hecho de ver al amor de tu vida parado en un altar a lado de una mujer, de una persona que no era él, de una persona quien sí amaba o bueno, disimulaba amar
Él lo sabía, lo había visto reflejado en sus ojos, en su mirada, en la manera en como observaba a todos a su alrededor, tan sonrientes, elocuentes, tan festivos de ver como él primogénito de los Uchihas contraia nupcias con la hija de una familia rica pero mientras todo los presentes hablaban, el moreno parecía lejano a todo aquello, siendo meramente pura formalidad el hecho que estuviera ahí, nada más.
Una vez más giro sobre su propio eje para terminar de espaldas hacia la cama, con las sábanas y cobertores siendo una pequeño bulto en un esquinero mientras el intentaba conciliar el sueño y retener las lágrimas que se le escapaban como pequeños prisioneros en busca de su libertad.
Por el amor de Dios, el sabía la verdad, no era tan estúpido para conectar puntos y saber que aquel matrimonio era meramente profesional para agrandar dichas empresas y darle más renombre a sus apellidos juntos pero aún así, eso no evitaba que su corazón doliera, que se sintiera cargar mil culpas, mil problemas como piedras que no se podían quitar simplemente porque si, esto iba más allá que todas sus fuerzas para poder avanzar.
Se estaba comportando como un cobarde.
Se rió de su propio pensamiento pero sus emociones lo estaban sacando tanto de sí mismo que ya no sabía ni lo que hacía o pensaba, simplemente había decidido encerrarse toda la tarde en su habitación corriendo o ignorando a quienes habían ido a socorrerlo en medio de su tempestad interna
Sonrió ante la idea de la "tempestad"
Recorrió entre los pasillos de sus recuerdos mientras lentamente cerraba los ojos e intentaba traer a la vida el día que conoció a ese arrogante idiota del moreno.
Trabajaba como repartidor de medio tiempo, si lose, ser repartidor de cosas variadas no era el mejor empleo del mundo pero la verdad es que a él le venía valiendo mierda lo que los demás pensaran, pero a él le gustaba su empleo, le gustaba conocer gente nueva, saber entablar amistades inesperadas, le gustaba estar en movimiento y sentir como la brisa del día tocaba sus mejillas mientras manejaba a toda velocidad en su motocicleta para entregar los diversos pedidos del día.
Nunca defraudaba y siempre intentaba llegar a tiempo a todos los sitios y era por esa carga de adrenalina que gustaba tanto de su trabajo
Aquel día, un completo extraño de cabellos pelirrojo y mirada turquesa clara, había usado por primera vez su servicio como repartidor y él con todo gusto había aceptado entregar unos importantes documentos a la empresa Uchiha con el remitente de urgente.
Lo único que nose esperaba era la tormenta que se desataría y por ende el tráfico aumentaría para los personas que buscarían transporte público o privado, y aquellos que tenían su propio medio de transporte dirigirse a sus hogares lo que ocasionó que se desesperara y buscará una forma más rápida de llegar a su destino, dejando abandonado su motocicleta y salir corriendo como alma que se lleva el diablo por avenidas, calles y unos cuantos atajos que conocía desde su juventud de "rebeldía" para poder llegar a tiempo.
Nunca se imagino que en un impulso de alegría acabaría pro abrir la puerta con todas sus fuerzas para terminar empujando al empleado trajeado junto con todas sus cosas
Fue un momento bastante incómodo
Sonrió nuevamente al recordar el molesto y a la vez incómodo silencio que se formó en toda aquella sala del primer piso.
De inmediato quiso disculparse pero cuando quiso abrir sus labios para pronunciar dichas palabras vio como aquel hombre de cabellos negros se levantaba poco a poco mientras por sus movimientos corporales podía fácilmente deducir que estaba más que molesto pero aun así no sentía que la culpa fuese totalmente suya, dado que, quien era tan idiota para pararse frente a una puerta que se abría empujando.
¡Nadie!
Pero aun así, se encontraba personas como la que tenía frente a él
Cuando estuvo en la primera sílaba fue detenido por la mirada asesina de aquel ¿joven? , ¿hombre? , persona que era lo más seguro, mientras le decía con voz filosa "No digas ni una palabra" para que volviera con su trabajo de recorrer los papeles tirados con la ayuda de la recepcionista que en algún momento se había movido de su sitio para ayudar a aquel peli negro
Sin darle más importancia a la situación decidió seguir con su trabajo.
Una vez más, cuando tuvo la oportunidad de ver que la recepcionista volvía a su sitio de trabajo se acercó y saludo cortésmente y con toda la alegría que aun contenía para preguntar por Uchiha Sasuke
Vaya Coincidencia más estúpida, pensó aún recostado en su cama
La joven era una chica de cabellos rosas, mirada jade y piel increíblemente blanca, por un momento le pareció atractiva pero hasta ahí.
La chica tomó sus datos para anotarlos en una libreta de visitas, dado que el no deseaba dejar en sus manos dichos documentos, ya que su "contratista" había expresado tangentemente que fuera él mismo quien le entregará esos documentos y por nada del mundo se lo diera a otra persona
Naruto sabía perfectamente el porqué
En una sociedad con un círculo de personas influyentes como en aquel lugar, en donde no sabias quien te podía traicionar al poco rato, era mejor ser precavidos que lamentarse por un descuido y era exactamente por eso, que odiaba ser parte de aquel círculo pero aun así, daba gracias a los dioses que tenía como albacea a Kurama, o bien dicho, que era el albacea de sus padres hasta que el encontrará un esposo/esposa y una estabilidad completa para poder hacerse cargo de la empresa Namikase-Uzumaki pero en la forma en la que se esperaba que el se hiciera cargo, alejaba cada vez más ese propósito.
Amaba a sus padres, tenía afecto a Kurama pero aunque sabía la manera en como se manejaba todo en la empresa, no tenía el menor interés por aquello, y era ahí donde su etapa de rebeldía en su adolescencia se hizo presente y aún siendo un joven de veintidós años, seguía decidiendo lo que quería y como quería hacerlo sin dejarse influenciar por sus padres pero siempre y cuando teniendo en cuenta de no matarlos de un susto con sus pequeños deslices de estupidez...
Una vez tomado todos sus datos, tomó el elevador, y se dirigió al quinto piso donde era el lugar en donde era lo más posible que el señor Uchiha lo estuviera esperando, [si tan solo supiera que quien había derribado momentos antes era a quien buscaba tal vez, solo tal vez hubiese dejado los documentos con la chica pelirosa y en esos instantes se hubiera ahorrado lágrimas demás y nunca lo hubiese conocido ni se hubiese ensañado en molestarlo una y otra vez cada vez que se topaban por casualidad dado que ese no había sido su única entrega en aquel lugar]
--¡Kurama!-- grito cuando las puertas del elevador se abrieron en par en par y pudo ver un rostro conocido y no pudo evitar gritar y correr hacia él
-- Tu mocoso, ¿que haces aquí? -- el usual saludo se llevo acabo entre ellos, ignorando olímpicamente al tercer hombre frente suyo
-- ¡No me digas mocoso, Kurama! --grito indignado -- Ya no soy un mocoso-dettebayo así que dejame de decirme así y para tu información vine a entregar un pedido a un tal Uchiha Sasuke --
--Mocoso insolente, para mi no dejaras de ser un mocoso sin importar cuantos años tengas, dado que fui yo quien cambiaba tus pañales sucios y llenos de mier...
--Ya,ya. Ya entendí el punto-- suspiro un poco azorado por dicho comentario. Un carraspeo los sacó de su nube de familiaridad para ver al hombre que había osado interrumpirlo
--Los papeles-- estiró su mano esperando "pacientemente" por los documentos
-- Y tú, ¿quien rayos eres y porque debería entregarte los documentos que él señor Sabaku me envió? Y lo más importante, ¿como sabes de esto documentos? -- su mirada desconfiada examinaba al hombre que momentos antes había tirado accidentalmente porque eso había sido un accidente y no adrede
--Mocoso estúpido, él es Sasuke-mimado-Uchiha, el hombre que buscas-- la socarrona risa del pelirrojo lo sorprendió mientras mirabade un lado a otro entre Kurama y el que decía ser Uchiha Sasuke
--Ohhhhh, ahora entiendo- dettebayo --sonrió alegre y le entrego los documentos mientras veía como el peli negro abría el sobre y hojeaba cada una de las hojas
--Al parecer todo está en orden, así que ya te puedes irte dobe. Vamos señor Bijuu, ahora podemos pasar junto a los demás que nos esperan para iniciar esta junta -- sin importar la molesta mueca que el rubio había hecho le sonrió altivamente mientras habria la puerta y se adentraba al lugar.
--Dejalo ir Naruto, pierdes tu tiempo si esperas que ese desgraciado se disculpe. Cuidate mocoso y regresa antes de la cena, entendido-- no espero respuesta e hizo lo mismo que el joven Uchiha
Abrió sus ojos mientras se levantaba de la cama y prendía su celular, lastimando un poco su vista ante el brillo de la pantalla para darse cuenta que eran las 3:20 de la madrugada.
Entendiendo que aquella noche no podría dormir a gusto estando encerrado en su habitación, camino hasta el pequeño balcón que había en su habitación para ver el cielo, que aquella noche casualmente no había rastros de ninguna estrella y la luna parecía estar cubierta por nubes que a duras penas dejaban colar algún destello de su luz
-¿Porque Sasuke?- susurro con pesar mientras suspiraba derrotado entonando una cancioncilla que había logrado escuchar en algún momento
No regrets is what we said
We can't go back again
Darling, nobody said that it would last forever
That doesn't mean we didn't try to get there
I never said that we would die together
That doesn't mean it was a lie, remember
Nobody said that it would last forever
"Que oportuna canción" fue el único pensamiento que logró hilar en esos momentos porque era verdad, nunca hablo de un para siempre pero él había dado por hecho que si
Head in my hands, cold coffee on the table
Wish you the best, I would if I was able
Morning light, it stings a little
Out of my mind, I don't remember calling
Had too much tonic wine, sometimes it does the talking
Hope you know I wish you all the love you're looking for
Darling, nobody said that it would last forever
That doesn't mean we didn't try to get there
I never said that we would die together
That doesn't mean it was a lie, remember
Nobody said that it would last forever
Forever
Forever
Forever
Nuevas lágrimas cayeron y fue en ese mismo instante que se preguntó, ¿cuánto tiempo duraría su mal de corazón?
¿Cuánto
tiempo tendría que llorar por él para olvidarlo?
No lo sabía y eso le aterraba, y mucho...
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