Me aventé a sus brazos y tomé con mis labios los suyos codiciosamente, no sabía besar, pero no era necesario Nijimura se encargaría; poco a poco tomo el control, me empezó a acariciar de una manera tan delicada, lleve mis brazos a su cuello; con la mano izquierda toque su trapecio apegándolo más a mí y con la derecha enrede mis dedos es su cuero cabelludo. Sentí su toque de mi cintura bajar y apretar mientras acunaba mi cuello para poder seguir metiendo su lengua en mi cavidad bucal, el tiempo se detuvo solo estábamos nosotros en ese pequeño espacio, solos, pude identificar su olor y el mío.
Abrí mis ojos rápidamente era imposible yo aún no me presentaba y era poco probable que lo haga a mis 18 años; yo iba a ser un recipiente de omega, un infértil, pero puedo olerme ¡Y PUEDO OLER A NIJIMURA! Cuantas veces me reventaba la cabeza pensando en su olor, era leñoso con un toque de chocolate agrio podía sentir el acre con intensidad. Me sentía embriagado, adormecido; me tensé cuando sentí su mano tocando mi estómago, me aparte y trate de respirar lo cual era demasiado difícil. Desde cuando respirar era doloroso, desde cuando siento que me ahogo sin su aroma.
-Ne… Necesito Ha… Hablar- dije mientras podía mi mano en su pecho y me acurrucaba en la puerta para tener distancia, pude ver sus ojos negros entrecerrados, sus mejillas coloradas y su fuerte respiración.
-El ser humano tiene muchas formas de comunicarse, Taiga- se mano se fue a mi mejilla y toco mis labios- y lo que necesito es otro tipo de comunicación en este momento-me tensé y saqué un leve gemido mientras él tomaba mi mano de su pecho para besarla lentamente y dar piquitos en mis dedos, me dio una mirada picara- eh esperado mucho- sus palabras me confundieron, salió del carro y me sacó tomando la parte posterior de mis muslos y mi espalda baja por inercia lleve mis brazos a su cuello así nos dirigimos a la casa.
Apenas entramos le arranque la camisa, volando los botones y dándonos besos apasionados y haciendo una danza erótica con nuestros cuerpos que cada tanto se tocaban enviándome al éxtasis. Nijimura me quito la polera en cuanto entramos al cuarto, caí en la cama haciendo fricción en nuestras entrepiernas. Gemí y enrolle mis brazos en su espalda haciendo un vaivén que me llevaba al cielo. En un momento dado yo estaba solo con boxers gracias al cielo que eran los negros ajustados y no los enchanchados de estampado de tigrecitos.
Rápidamente toqué sus pectorales, mis manos quemaban di pequeños besos en su cuello y mandíbula, sentí como me despojaba de mis boxers y tocaba mi duro miembro me arqueé, nunca me toqué esa parte, mis celos no eran fuertes y mi libido nunca salió a flote, sus dedos agarraron fuerte mi miembro yendo desde el prejuicio hasta mis bolas en un momento dado su pulgar acaricio mi glande lo apretó y tapo el agujeró por donde salía el pre-semen, sus besos fueron bajando desde mis pechos hasta debajo de mi ombligo dejando marcas de besos por todo mi cuerpo, dejándome sin respiración. Sus labios se dirigieron a mi pezón izquierdo dando movimientos circulares, cuando chupo sus dientes rozaron suavemente la punta y su mano se apretó en mi glande.
-AHHH… por… por favor… no- dije entre jadeos y gemidos mientras trataba de tapar mi cara y apagar mi voz que sollozaba.
-Déjame verte- lo mire y sus ojos tenían tanta profundidad, lo que ví en ellos era felicidad pura, deseo y devoción como si fuera esto fuera su deseo más grande, como si él fuera un hombre que había estado en hambruna y yo el festín que estuvo esperando desde la lejanía. Nos besamos nuevamente, ya le había agarrado el ritmo, nuestras lenguas hacían su propia danza. En un momento se separó de mí y visualice lo que tenía entre sus manos un pote y un sobrecito; era un anticonceptivo, abrió el sobre y puso el líquido en su boca para luego besarme y pasármelo a diferencia de lo que creía no tenía un mal sabor. Sentí unos dedos en el anillo de culo y traté de separarme.
-Shh… estas húmedo Taiga- me quede estático imposible, yo no podía secretar ningún liquido por esa parte, yo aún no me he presentado… a menos que en este momento… ¡¡¡MIERDA!!! Pero no pude pensar más cuando sentí como entraba un dedo en mí y era besado en mi pezón derecho de manera lasciva.
-AHHH… no… más… nhg… por… fa… favor- gemí fuerte y empecé a lloriquear, tenía la mente en blanco y nublada. Escuché una sonrisa tímida y nuevamente fui besado, sentí como algo liquido tocaba mi ano y otro dedo entraba haciendo movimientos de tijeras, abrí mi boca queriendo aullar de dolor y placer siendo imposible con los labios de Nijimura sobre los míos, puedo sentir como se resbala la sábila en un hilo por mi mandíbula. El tercer dedo me dejo en shock, yo ya ni sabía mi nombre, solo parecía un hombre hambriento de placer.
En un momento mis caderas empezaron a moverse buscando más contacto de sus dedos, quería que llevara más profundo, agarré las sabanas mientras extendía por completo mis piernas y los dedos de mi pie se apretaban. Sus dedos se curvaron y tocaron mi punto g, de mis ojos salieron lágrimas, me quedé estático, disfrutando de la sensación, sollocé y maldije en voz baja.
-Mierda, Taiga no puedo más- levante mi vista cuando sentí que sacaba sus dedos lentamente, estaba sudando dejando ver su cuerpo perlado, se estaba sacando los pantalones, los muslos marcados, su estómago bien formado y… su grande y venoso miembro que salió expulsado cuando se quitó su boxers. Mi boca se hizo agua y podía sentir como secretaba más liquido en mi parte trasera, doble mis piernas mostrando mi ano que se estrujaba y presente mi cuello, lo sé, es una pose muy sumisa, pero yo me estaba entregando a mi alfa, mi omega se estaba presentando a su alfa. Escuche un gruñido de aprobación, en cuestión de segundos Nijimura ya estaba penetrando mi agujero, me aferre a las sabanas y enredé mis piernas a su cuerpo- Sostenté de mi - Su voz era ronca y seca, me agarré de él cuando empezó a embestirme, la habitación tenía el olor almizcle y se escuchaba los golpes que daba su miembro a mi trasero. En cada embiste, mi cuerpo se curvaba, pero lo más excitante era que podía escuchar sus gruñidos y gemidos bajos. Empecé arañar su espalda y a gritar cuando su pene llegó a tocar mi próstata, joder juro que vi estrellas. Nijimura agarró mi cintura y me puso de costado, alzó mi pierna izquierda y me embistió profundo, sentí un cosquilleo con una quemazón, mi cuerpo se encogió, y sentí una electricidad correr desde mis pies hasta mi cabeza, mis nervios estaban a mil y me corrí. El chorro de semen cayó por mi pecho y unas gotas a mi mejilla por lo encorvado que me puse sin querer, todo mi cuerpo temblaba, Nijimura empezó a darme tiernos besos en mi cuello y cabello, por ultimo lamió mi mejilla donde estaba mi semen y me avergoncé un chingo, deje suelto un gemido.
-Eres muy sensible… me estas succionando aquí- Nijmura bajo su mano para dar con sus dedos una a caricia superficial en el anillo de mi ano. Gemí entrecortadamente, deseaba más aún, estaba sensible, pero quería que mi alfa llegara, deseaba verlo envuelto de placer por mi culpa.
-Lo siento, ya no puedo más- tomó nuevamente mi pierna y de pronto sus movimientos fueron más rápidos, más bruscos, más acertado, ahora solo escuchaba mis gritos por toda la habitación. Nijimura me levanto hacia su pecho, me abrazo fuerte, beso mi clavícula y nuestros ojos se encontrados le di una tierna sonrisa y bese su frente, él gruño y me sentó en su miembro, mi cuerpo se arqueo y grite… ahora su miembro estaba muy profundo en mí.
-Ma… mas… len… to- dije mientras trataba de respirar, Nijimura me miro me dio un casto beso y dijo- lo siento…- De pronto agarro mis caderas empujando a su pene, los movimientos eran llenos de deseo. Nijimura me tomo en ese momento como una bestia, sentí que su miembro se hacía más grande en mi interior y…
-M… ME… NGH… ¡¡¡AHHHH!!!- me corrí esta vez la sensación fue por mil veces más fuerte que el anterior hasta por segundos mis oídos se taparon y mis ojos centellaron, me aferré más a Njimura cuando sentí que él se corría en mi interior metiendo su nudo en mi agujero. Dolía, pero a la vez era excitante, su semilla estaba en mi interior y sentía una fuerte presión en la parte baja de mi estómago, nos desplomamos en la cama, Nijimura me dio besos y picos por toda la cara.
-Perdón…-hablaba entrecortado- quise retirarme a tiempo, pero…- cuando vi sus ojos sabía que en realidad no estaba del todo disgustado con su actuar.
-No te preocupes- mi voz salió baja y un poco rasposa empecé a oler su pelo, estaba feliz todavía podía sentir su aroma no era imaginación mía.
-Estas muy feliz- Nijimura se encontró con mis ojos y me beso, el beso no era romántico, pero tampoco apasionado aun así era el mejor, este tenía sabor a felicidad.
- ¿Qué quieres comer? -pregunte cuando nos separamos mientras él seguía besando mi clavícula, rápidamente se puso rígido se levantó y me miro con el ceño fruncido.
- En serio no me has preguntado por eso verdad- dijo con la voz ronca y arqueando las cejas. Traté de acomodarme y de pronto me sentí tonto.
- No tienes... uhm ¿hambre? –solté sin querer, la verdad yo no tenía hambre, pero… mierda no sabía que hacer después del sexo, es mi primera vez. Nijimura suspiro y se tocó la frente, hice un mohín… ¡El idiota se estaba riendo de mí!
- Eres muy lindo -beso mis labios y nuevamente me puso en la cama- la verdad tienes razón tengo hambre -la oración no tenían nada de malo, lo malo era como lo dijo mi cuerpo se tensó. Él se separó de mí, agarro mi pierna derecha y justo encima de mi tobillo, chupó y dio una mordida- mi comida favorita ya está aquí -me sonrojé a mil y sentí un vaivén de sus caderas. Sin querer solté un gemidito.
-Cre… Creí que- dije mientras trataba de tapar mi boca y me agarraba de las sabanas.
-Apenas te desanudé… te haré el amor una y otra vez, Taiga -sus besos fueron a mis pezones y mierda yo ya estaba duro como roca ahí abajo y sentí como mi ano seguía secretando jugos.
- Ngh… Nijimura-san … yo…
-Shuzo -lo mire confundido- llámame Shuzo - me sonroje y rápidamente negué con la cabeza, sentía mis mejillas calientes, estaba totalmente abochornado. Escuché una pequeña sonrisa y abrí mis ojos lentamente.
-No importa… tengo toda la noche para enseñarte a decir mi nombre- genial; lo que faltaba la cereza del pastel, mas no puede pensar en algo porque el nudo de pronto se soltó, gemí y cuando bajé mi vista un chorro de semen salía de mí, Nijimura metió sus dedos sacando más semen, pero lo que me sorprendió fue que su miembro parecía estar más que preparado para otra ronda.
-Comencemos- Nijimura se lamio lo labios, me doblo las rodillas y su miembro nuevamente exploró todo mi interior. Fue como un ciclo grite, chillé, suplique y arañe su espalda. La noche iba ser muy larga por ahora solo por ahora el placer carnal era lo único que importaba nada más.
Un momento Nijimura dijo… ¡¡¿HACER EL AMOR?!! Pero mis dudas se fueron volando cuando las penetraciones fueron constantes, rápidas y justo en donde miraba las estrellas.
Mañana preguntaría como seria a partir de ahora mi mundo, mañana recién podría culparme o llorar por la decisión que estoy tomando, pero en estos momentos solo quiero disfrutar, olvidarme de los problemas, olvidarme de la carga de Nijimura, por ahora quiero servirle, quiero adorarle, crear mis tal vez últimos recuerdos de él, de las horas que me amo, de las horas donde fui de él, de las horas en donde solo le importa yo, quiero crear mis recuerdos inolvidables con él, tal vez termine totalmente roto y sin reparación después de esto, pero ahora solo quiero disfrutar de mi cuerpo con el suyo en una danza única de nosotros dos, en estas sabanas que presenciaron que mi amor me amo por primera y última vez. Solo esta vez seré codicioso y tomare todo su amor sin dejar gota alguna para luego ser feliz en mi pequeña miseria. Oh amor cuanto quisiera que me quieras. Si hay algún dios ahí arriba lo único que quiero es que mi amor me quiera. Amor quiéreme…