Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una nueva vida por JennVilla

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

"Hola mamá y papá.

Hoy tendremos nuestra primera clase de vuelo y estoy muy emocionado. Draco también lo está, pero Blaise no; él prefiere el Club de Duelo que el profesor Tom quiere formar con los estudiantes de primer y segundo año.

Mamá, ¿por qué no me habías dicho que la madre de Blaise está viviendo en nuestra casa? No tengo problema con ello, de verdad, pero pudiste decirme. Blaise me ha dicho esta mañana que yo soy su hermanito inglés y me ha abrazado muy fuerte. A Draco no le gustó, pero Blaise no le hace caso, y dice que tiene todo el derecho a abrazarme ya que soy su hermano. ¿Eres tan amiga de la madre de Blaise como para que él se crea eso? En realidad, tampoco me molesta que Blaise me llame así, es sólo que Draco se enoja muy fácil.

Papá, el profesor Tom te envía saludos y dice que si puedes mandarle una foto mágica con tu nuevo uniforme de Auror. ¿Tienes nuevo uniforme en tu trabajo? ¿Y por qué me dijo él que mamá no se podía dar cuenta de que te está pidiendo fotos? También me dijo que no le importaría una foto de Remus.

Snape dice que soy malísimo en pociones gracias a ti, papá, pero que él puede hacer algo por mí para que mejore en ello. También se lo ha dicho a Blaise y Draco accedió a enseñarnos algunas cosas, para que tengamos más tiempo disponible para jugar al Snap Explosivo.

Anoche he tenido más de esos recuerdos. Los he sentido mucho más fuerte, no sé si me entienden... es como si sí los hubiera vivido. Por ejemplo, anoche recordé que fui al Londres Muggle con mamá, Draco y la señora Malfoy a un parque de diversiones. Draco se vomitó en mi ropa porque el carrusel iba muy rápido. Fue asqueroso.

Quisiera que ustedes estuvieran acá para explicarles algo muy raro... es sobre que estoy confundiendo las cosas que recuerdo y que pasaron en mi vida anterior. Es muy confuso, y me duele la cabeza.

Debo irme, Draco está gritando que vamos tarde y Blaise ya ha salido de la habitación.

Los quiero.

Harry P. "

Harry selló la carta y se la entregó apresuradamente a Hedwig para que la llevara a destino. Luego, poniéndose los zapatos, fue tras Draco para la clase de vuelo con Madame Hooch.


— ¡Profesor Ryddle, es mi clase! Le agradecería que se abstuviera de dar indicaciones.

Tom frunció el ceño y todas las niñas miraron mal a la profesora de vuelo.

— ¿Por qué siento que no me tienes en estima, Rolanda? Ya te he dicho que me llames Tom, y sólo quiero estar un rato aquí con los niños. No tengo clases ahora y soy un aficionado al Quidditch.

—Pero no estamos jugando al Quidditch, Tom. Sólo estamos aprendiendo a volar en escoba.

—Casi lo mismo, ¿no? —dijo Tom cantarinamente— Chicos, ¿no les gustaría jugar a un mini partido luego de aprender a volar correctamente en escoba? —y mirando a Hooch dijo: — Claro, sólo los que puedan volar bien. Los que no, pueden esperar a aprender y así unirse a nosotros en otra ocasión. Claro que yo puedo enseñarles los fines de semana. Fui el mejor cazador en el equipo de Slytherin cuando fui estudiante.

Pansy y Daphne suspiraron y Blaise frunció el ceño.

— ¡Por las barbas de Merlín! —dijo la profesora— ¡Dumbledore no lo permitiría! Soy yo la única autorizada para las clases y juegos en escoba.

—Rolanda, puedes darme un poco de crédito al menos. Sabes que soy uno de los mejores en escoba. ¡Albus no dirá nada!

Harry en verdad estaba impaciente. Mientras ambos profesores discutían, él y Draco habían estado apostando ranas de chocolate al que más alto volara en la escoba, sin que ninguno de los adultos se diera cuenta. Al juego, se sumó Ron, Seamus, Blaise, Dean y Theodore. Greg y Vincent no podían siquiera hacer que la escoba se levantara del suelo.

—Sé tus capacidades, Tom —dijo Hooch, con voz comedida—. Pero ellos son niños de once años, no podemos arriesgarnos.

—Siempre podemos poner un hechizo de protección para que ellos no se golpeen al caer. Claro que ninguno caerá, ¿eh? —dijo, mirando a los Slytherin y Gryffindor de primer año— Estarán conmigo, y, además, todos son muy buenos. ¿Te he contado, Rolanda, cómo llevé a mi equipo a la gloria en dos años consecutivos?

—Mi padre lo hizo en tres. —dijo Harry sin poder evitarlo. Ron rio y Blaise silbó con asombro. En cambio, Draco le frunció el ceño, al igual que Tom.

—Eso, señor Potter, pasó porque su padre utilizaba unos métodos poco... confiables —Harry abrió la boca para defender a su padre, pero el profesor continuó: —. Y, además, si Gryffindor ganaba, era sólo porque él atrapaba la Snitch... lo cual da una cantidad considerable de puntos. En cambio, mi equipo, con cazadores como el señor Black y mi persona, un Buscador formidable como el señor Malfoy y unos golpeadores como el señor Nott y Avery... ah, y el guardián, el señor Lestrange. Éramos un buen equipo, sí... —terminó, con tono pensativo.

Hooch puso los ojos en blanco e hizo sonar su silbato.

—Tenemos poco tiempo, niños. Les enseñaré lo básico y los que pasen la prueba... podrán volar con el profesor Tom.

Los niños gritaron y saltaron y poco faltó para que Tom hiciera lo mismo.

—Ya verás cómo nos divertiremos, Rolanda. Tú te encargarás de vigilar el partido y-

—Sí, sí, sí. —dijo ella suspirando y mirando con cansancio al profesor para luego proceder a empezar la clase.


— ¡Fue tu culpa! ¡No debiste cruzarte en su camino!

— ¡Se supone que debía hacerlo si es que quería ganar!

Draco y Ron llevaban discutiendo buen rato sobre el partido de Quidditch que habían jugado en la clase de vuelo en la mañana.

Como resultado final, los estudiantes de Gryffindor ganaron; dejando a Ron como un buen candidato a Cazador y a Dean como un buen Buscador para ser su primera vez. Ah, y también a un Harry un poco golpeado y a un Draco muy enojado.

El profesor Tom había reído divertido al ver caer a cualquier niño, haciendo crispar los nervios de la profesora Hooch. Pero cuando fue el turno de Harry de caer, todo estuvo lleno de gritos y chillidos, y el profesor de DCAO había demostrado qué tan rápido podía ser en la escoba al caer en picado, para poder evitar que Harry diera contra un árbol.

Ron se había atravesado en la trayectoria de Harry, impidiéndole alcanzar la Snitch. Dean aprovechó el movimiento, y ganó la pelota dorada otorgando el triunfo a los leones, quienes, por celebrar, por poco no se dieron cuenta de que Harry caía como muñeco de trapo.

— ¿Qué tal que Harry hubiera muerto? —preguntó Draco, mirando a Ron con enojo— Oh, Weasley. Estoy seguro de que yo mismo acabaría contigo.

Harry de verdad temía que Draco hiciera algo de lo que después se tuviera que arrepentir.

—No seas exagerado, Draco. El profesor pudo atraparle a tiempo, Harry está bien. —se excusó Ron.

— ¿Y qué tal que no hubiera pasado así? —exigió Draco cruzando los brazos— Además, no llegó tan a tiempo, si es que tiene golpes en los brazos.

—Ya te dije, Draco, que fue Millie la que me golpeó con el bate sin querer. En realidad, no me pasó nada en la caída. —dijo Harry.

—Pues, de todas maneras, Weasley tiene que disculparse.

— ¡Ya lo hice! —Ron levantó los brazos con impotencia— Y no me digas Weasley. Somos amigos, Draco, ¡no creerás que lo hice con intención! —Draco giró la cabeza para no mirarle y esperó pacientemente— Está bien... —Ron suspiró después de un rato, y miró a Harry— Harry, otra vez, lamento lo que pasó. No quise hacerte caer, colega.

—Lo sé, Ron —Harry sonrió tranquilizador—. No te preocupes. Es mejor que vayas a la torre Gryffindor de una vez. Filch te atrapará sino lo haces.

Ron asintió y se puso de pie para salir de las mazmorras.

—No le cuentes a Hermione lo que pasó, ¿sí? Se pondrá furiosa.

—No se lo contaré. —prometió Harry.

—Pues yo sí. —dijo Draco. Ron le hizo una mueca y despidiéndose, salió de allí.

—Vamos a dormir, Draco —dijo Harry, llamando la atención del rubio—. Estoy muy cansado.

Draco le dio otra breve mirada al brazo de Harry y asintió. En realidad, Harry no estaba tan mal; sí, le dolía un poco, pero Pomfrey había curado cualquier golpe y le había dado un líquido viscoso para disminuir la hinchazón.

Ya en la habitación -Blaise estaba profundamente dormido-, Harry y Draco se prepararon para ir a dormir.

— ¿Puedo dormir contigo hoy? —preguntó Draco en voz baja con el pijama puesto y una almohada bajo el brazo.

— ¿Eh? ¿Por qué? —Harry le miró con curiosidad.

—Quiero cuidarte esta noche.

—Draco, estoy bien, de verdad —Harry sonrió—. No me pasó nada.

— ¡Pero yo te vi caer! —Draco exclamó— Estoy preocupado.

—Estaré bien, pero si quieres, puedes venir —Harry bostezó y se encogió de hombros. Draco sonrió y se lanzó a la cama de Harry haciendo mucho ruido—. ¡Despertarás a Blaise!

— ¿Y? ¿Por qué te importa tanto?

—Draco, yo-

— ¿Lo quieres más a él? —interrumpió Draco.

Harry suspiró y se acomodó en su cama, dándole la espalda a Draco.

—Es mi amigo, y tú eres mi mejor amigo.

— ¿Y entonces? —la voz de Draco, aunque demandante, también estaba teñida por el sueño.

—Pues es obvio que te quiero más a ti. —respondió Harry.

—Pero él dijo esta mañana que quería ser tu hermano.

—Bueno, entonces le querré como a un hermano.

— ¿Y a mí?

Harry giró en su lugar y enfrentó a Draco.

Al parecer muchas cosas respecto al Draco Malfoy de antes, ya no eran problema para Harry, pues simplemente Harry ya no las recordaba, y si lo hacía, no lo asociaba con algo malo o significativo.

Ese día había sido muy intenso para Harry, pues además del accidente con Ron, otro de esos recuerdos había atacado su mente y le había desconcentrado. Uno donde él y Draco volaban muy alto en unas escobas distintas, siendo supervisados por Lucius Malfoy. Allí, ellos reían y gritaban como sólo dos grandes amigos podían hacerlo.

Draco... Draco era su amigo de siempre. Y con un poco de esfuerzo, Harry estaba comprendiendo que, de alguna manera, Mopsus había hecho algo más con el tiempo, pues lo demás, excepto esta nueva vida, estaba yéndose a retazos de su conciencia.

Y era bueno, Lily se lo había dicho por carta esa misma tarde, pues ella quería al Harry de siempre. También había escrito que no le gustaba verlo lleno de experiencias turbias y extrañas de otra vida. Y Harry estaba de acuerdo; él sólo era un niño de once años. Era momento de hacer nuevos amigos, retener a los de siempre y disfrutar su estadía en Hogwarts.

Como debía ser.

—Harry, me estás mirando mucho. —dijo Draco, sacándolo de sus pensamientos.

—No, no lo estoy.

—Sí —Draco pasó las manos por su propio pelo para luego acercarse más a Harry en la pequeña cama—. Entonces, ¿me quieres más a mí, o a Blaise?

Harry se cubrió la boca para bostezar nuevamente e intentó enfocar la vista. Sin sus gafas, tenía que entrecerrar un poco los ojos para poder apreciar más a Draco.

—Tú eres Draco. Eres especial para mí.

Y eso fue suficiente para la curiosidad de Draco. Este sonrió y se inclinó para besar la mejilla de Harry, y luego se acomodó, cubriéndose más con las mantas. Harry le devolvió el gesto y sonrió, para luego caer finalmente dormido.

A media noche, los dos fueron despertados por el llanto de Blaise; al parecer, tenía pesadillas. Con una mirada compartida, Draco y Harry accedieron a que Blaise durmiera con ellos, claro está, juntando las camas de Harry y Draco para que hubiera más espacio.

Amaneció, y Draco y Harry abrazaban al cada vez menos tembloroso cuerpo de Blaise.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).