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Hope por Akatsuki3333

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Vivir con Zoro era como un sueño hecho realidad. Se levantaba todas las mañanas con el olor del desayuno que el peliverde preparaba para ambos. Lo cual era una suerte ya que si algún defecto se le podía señalar a Law era su incompatibilidad con la cocina. Se iba al trabajo pensando solamente en que al volver su amado estaría ahí esperándolo con la cena recién hecha.

Sin embargo al pasar de los días se iba dando cuenta como Zoro se marchitaba, el hecho de que él estuviera feliz de la vida por tenerlo para sí solo no significaba que el otro no se sintiera inútil. No había tenido suerte para encontrar trabajo como profesor y volver a su antigua escuela no era una opción así que había conseguido un trabajo a medio tiempo en una cafetería para pagar su parte de la renta a pesar de la negación de Law. Para colmo las constantes visitas de sus amiguitos no hacían más que entristecer al pobre peliverde que trataba de hacerse el fuerte ante ellos.

Cansado de la situación el ojeroso decidió tomar cartas en el asunto, pero todos sus intentos de animar a Zoro habían caído en saco roto. Sin embargo una tarde la solución le llegó de la manera más imprevista cuando una señora de aspecto grotesco le imploró que salvara a uno de sus hijos. Como siempre la operación fue un éxito pero lo que llamó la atención de Law al salir a darle la noticia a la angustiada madre fue la cantidad de niños de todas las edades que esperaban junto a ella. Preguntó más por inercia que por verdadero interés y así fue como se enteró que esa señora cuidaba de todos esos niños, la historia se le hizo muy familiar y enseguida pensó en Zoro y su niñez. Pero lo que más llamó su atención en que dos de esos niños trataban sin éxito de terminar sus deberes de matemáticas, en ese momento todos los engranajes de su cerebro maquinaron una idea.

Llegó a la casa feliz, y saludó con una alegría muy rara en él a su compañero de piso que lo miró sorprendido.

- estás muy feliz hoy, pasó algo bueno en el trabajo?- preguntó el menor de los dos.

- la verdad es que si, tuve que operar de urgencia a un niño.

- debería de preocuparme el hecho de que abrir niños te haga feliz.- lo interrumpió Zoro.

- Muy gracioso Zoro-ya, pero eso no es lo importante. El punto es que el chico vive en una casa de acogida, él y los otros chicos del lugar van a una escuela pública y adivina cual es la materia que los trae locos.

El peliverde lo miró serio - se lo que intentas Law, pero no funcionará las escuelas no me quieren.

- y quien dice que tienes que ir a la escuela, los chicos necesitan alguien que los ayude eso perfectamente lo puedes hacer en su casa, no creo que te puedan pagar mucho pero harías lo que te hace feliz.

- no lo sé Law, eso también depende de la persona que los cuide, no creo que pueda soportar otro rechazo.

- que te parece esto, mañana iremos a su casa, le prometí que le haría una visita ya que no se podían permitir seguir en el hospital, que tal si vienes conmigo y tanteamos el terreno.

- no lo se

- vamos, por favor, por mí- pidió el ojeroso mientras trataba de poner carita de cachorro abandonado

- ok, ok pero deja de hacer esa cara por Dios que me das escalofríos.

Al día siguiente fueron al lugar era una casa vieja pero grande, tenía un pequeño patio donde se veían juguetes tirados.

La señora de la casa los recibió con los brazos cruzados y cara de pocos amigos, pero 10 minutos después ya los trataba como si fueran sus propios hijos y el resto de los niños se pegaron a Zoro como si fuera su hermano mayor. Finalmente tuvo que prometer que iría todos los sábados a darles clases y jugar un poco con ellos.

De camino a casa Zoro parecía otra persona, su cara estaba iluminada, y su sonrisa, hace tanto que no veía esa sonrisa sincera que pensó que podía morir en ese momento sin ningún problema.

- te estoy aburriendo con tanta palabrería verdad- dijo en peliverde.

- para nada, me encanta verte así, estás radiante

Zoro se sonrojó ligeramente - todo gracias a ti, no sé cómo pagarte todo lo que has hecho por mí.

- no hay nada que pagar, verte feliz es suficiente para mí.

- eres un gran amigo Law, pero en serio tiene que haber algo que pueda hacer por ti, cualquier cosa, quisiera retribuirte un poco y solo hacerte ocuparme de la cocina es muy poco.

- bueno si insistes, me gustaría que fueras a cenar conmigo este fin de semana.

- Law cenamos juntos todos los días.

- no me entendiste Zoro-ya. Me refiero a una cita

- una cita? T... tú y yo..? Law p.. pero  nosotros somos amigos.

- supongo que si no te lo digo a la cara nunca lo vas a saber.- suspiró- Zoro-ya yo te amo.

- Q.. que p..p.. pero desde cuándo.

- desde la primera vez que te vi, incluso Portgas-ya lo sabía.

- de qué hablas? Que tiene que ver Ace con esto.

- él se dio cuenta de mis sentimientos por ti, me hizo ver que no tenía ninguna posibilidad contigo así que me sentí frustrado y me fui.

La cara de Zoro era un poema, estaba atónito, no logró articular palabra.

- sé que es egoísta de mi parte declararme ahora, y que debería de estar satisfecho con solo tenerte cerca, pero yo no soy así. Si quiero algo lo tomo, pero a ti me aterra perderte por eso me he contenido hasta ahora, a pesar de lo mucho que te deseo.

El peliverde seguía en silencio.

- por favor di algo, si no quieres solo dilo. Pero si hay alguna posibilidad de que me correspondas aunque sea en el futuro o crees que puedes pensar en mí como más que un amigo, te prometo que te esperaré.

Law comenzaba a desesperarse, el silencio del otro solo lo ponía más nervioso.

- entiendo- dijo mientras se quitaba el cinturón de seguridad- no te preocupes no te molesto más con estas tonterías, has como si no te hubiera dicho nada.- abrió la puerta y se dispuso a bajar del auto. Pero el agarre del menor lo detuvo.

- espera, no te vallas, no me dejes- le dijo el peliverde aterrado- yo..yo no tenía ni idea, déjame pensarlo por favor.

- está bien, pero sería un buen inicio que aceptaras mi invitación a salir.

- ok, iremos a una cita el fin de semana.

Law se acercó y le robó un pequeño beso en los labios,- gracias Zoro-ya no sabes lo feliz que me haces.

Y así poco a poco el ojigris logró hacerse de un lugar en el corazón del peliverde. Nunca se había esforzado tanto en conseguir algo pero se sentía tan jodidamente bien cuando obtenía aunque fuera una muestra de afecto de parte de Zoro. Recordaba a la perfección la primera vez que hizo suyo a su amado, llevaban un mes juntos y luego de una de las rabietas de muguiwara-ya el peliverde había quedado bastante triste, Law desprendía ira por cada uno de sus poros así que decidió salir un rato para calmarse. Cuando regresó se encontró a su ahora novio casi al borde de la histeria. El peliverde al verlo lo abrazó con fuerza, su cuerpo temblaba.

- perdóname Law, yo trataré de controlar a Luffy, haré lo que sea necesario pero por favor no me abandones- dijo el chico entre lágrimas.

 Podría haberle dicho que no estaba molesto con él, o simplemente explicarle que su intención al salir de casa nunca fue dejarlo sin embargo no lo hizo, la expresión de Zoro era tan enternecedora que lo único que pudo hacer fue besarlo. Tal vez tuvo que haberse detenido cuando notó el esfuerzo enorme que hacía el muchacho por entregarse a él, pero no lo hizo, su autocontrol solo le permitió ser lo más delicado posible. Aun así para él había sido perfecto.

Los siguientes años de relación tuvieron sus altas y sus bajas. Su amor por Zoro no disminuyó en lo más mínimo, pero siendo un hombre tan atractivo las propuestas indecentes no se hicieron esperar. La verdad nunca se sintió culpable aunque su cuerpo estuviera con alguien más su corazón estaba con su amado así que no lo consideraba infidelidad. Varias veces terminaron debido a sus aventuras pero luego de algún detalle y la promesa de no volver a hacerlo Zoro volvía a él.

Sin embargo todo empezó a cambiar cuando el peliverde comenzó a trabajar en esa maldita escuela. Por supuesto que tenía que ser culpa de Muguiwara-ya. El peliverde incluso le prohibió acercase a su trabajo y luego estuvo todo el asunto del famoso calendario. Pero si tuviera que escoger el momento en que todo empezó a deteriorarse fue aquella noche.

Lo recibió con un beso como siempre, pero Zoro lo tomó de la camisa y aprisionó sus labios con una necesidad casi animal. Sorprendido le correspondió, sin embargo cuando la falta de oxígeno se hizo presente se dispuso a hacer algún comentario, pero Zoro se le adelantó.

- Law te deseo, fóllame por favor.

Su voz sonó tan cargada de deseo que no pudo evitar excitarse automáticamente. Así que tomó a su pareja y le hizo el amor ahí mismo, en el suelo de forma salvaje.

- valla, que rayos viste en la calle que te puso así. No es que me queje pero tengo curiosidad

- nada amor, es solo que hace una semana que no me dabas cariño, al parecer el hospital es más importante que yo.

- claro que no. Nada es más importante que tú.- no mentía, Zoro era su todo.

- qué hora es?- preguntó el peliverde.

- son cerca de las 8.

- Mierda ya se me hizo tarde.

Tarde para qué? Su rostro hizo la pregunta por él.

- olvidé decirte, Nami regresa hoy de su gira y los chicos quieren reunirse o celebrar.

- y pensabas decírmelo cuando...- estaba molesto, esos idiotas siempre arruinaban su felicidad.

- ya te dije que lo olvidé además últimamente pasa tanto tiempo en el hospital que apenas nos vemos.

- podrías haberme enviado un mensaje o es que acaso no querías que te acompañara.- que rayos estaba pasando, Zoro siempre le pedía que fuera su apoyo en esas reuniones.

- no digas eso, es que sé que mis amigos son demasiado escandalosos para ti, pero si quieres venir adelante.

- estoy listo en un minuto.- no es que quisiera ver a la pandilla de fenómenos, pero no podía dejar de ser imprescindible en la vida del peliverde.

Llegaron al restaurant donde trabajaba Kurohashi-ya. Nada más entrar su novio fue derivado por Muguiwara-ya que al verlo le saltó encima como era costumbre. Por mucho que fuera habitual no dejaba de molestar a Law.

Gracias a Dios que Tony Tony-ya estaba ahí por lo menos alguien con quien tenía una buena relación. Se distrajo un poco con el pequeño pero algunas palabras fuera de lugar hacia su amado lo pusieron en alerta

- no hay necesidad de que marques territorio Law, solo estábamos bromeando- dijo seriamente Nami luego de que enlazara su mano con la de Zoro.

- No es eso Nami-ya es solo que la conversación se oía interesante, entonces quien fue el que le compró sake especialmente a Zoro-ya?- preguntó

- pues fui yo, lo vi en una tienda del aeropuerto y recordé que era su marca favorita. Algún problema?- explicó la pelinaranja.

- para nada solo era curiosidad.

Nunca se acostumbraría a la cercanía de ese grupo. En ese momento su móvil comienzo a sonar. Como siempre lo necesitaban en el hospital.

- Rayos, Zoro-ya tengo que irme el alcalde Sengoku se cayó de las escaleras y el director del hospital insiste en que lo revise personalmente. Vamos, te dejo en casa y sigo para el hospital.

- me quedaré un rato más con los chicos, nos vemos más tarde.- Eso no se lo esperaba.

- Haz lo que quieras- dijo antes de salir.

Ese fin de semana fue desastroso, pensó que se encontraría con un Zoro arrepentido por no haberlo acompañado pero en lugar de eso el peliverde se la pasaba suspirando por los rincones por alguna causa desconocido y no mostraba ni pizca de arrepentimiento por haberse quedado jugando con sus amiguitos.

-Tal vez deberías de ir solo de ahora en adelante a verlos, por lo visto solo te estorbo.- dijo esperando amedrentar a su novio.

- quizás no sea tan mala idea- la respuesta del peliverde le heló la sangre, agradeció por la emergencia que lo hizo salir de casa, ya que el terror se apoderó de el al escuchar esas palabras salir de esos labios que tanto amaba.

Pasó el fin de semana reflexionando, necesitaba arreglar las cosas.

 

-Has algo romántico, tu sabes velas, pétalos de rosa a mi novia le encanta- le aconsejó Penguin.

 

Eso hizo y al ver la cara de Zoro que estaba sin palabras supo que había funcionado, sin embargo había que ponerle la cereza al pastel.

- Solo escúchame Zoro-ya, se que me he comportado como un cretino estos últimos días y se que Muguiwara-ya tiene razón y mereces algo mejor que yo, pero a pesar de eso no quiero perderte, por favor dame una última oportunidad.- dijo con su dedo en los labios ajenos.

- Law..- trató de hablar Zoro.

- espera déjame terminar. Te prometo que me esforzaré por ser amable con tus amigos y trataré de ser menos celoso, pero por favor no me abandones.- pidió con ojos suplicantes

- idiota, quien dijo que te fuera a abandonar, solo tuvimos una discusión.

- si pero estabas tan molesto y triste que pensé que te desharías de mi.- nunca estaba de más hacerse la víctima.

- Baka, no es eso, solo digamos que fueron unos días complicados.- le acarició el - gracias por esto, has logrado levantarme el ánimo.

- pasó algo- preguntó preocupado.

- no, es que fue un día duro y aún tengo que regresar a la escuela por el baile de primavera. Pero no te preocupes trataré de escaparme rápido y disfrutaremos la velada juntos.

- Claro aquí te espero- eso le molestó pero debía de esforzarse por Zoro.

- estas guapísimo- le dijo antes de llevarlo a aquel sitio infernal.- cuando termines llámame y pasaré a recogerte, se disponía a marcharse cuando un histérico anciano hizo acto de presencia.

- entonces que le parece si le traigo un par de manos extra.

No lo podía creer.

- él es Trafalgar Law, es mi novio y si quiere pude quedarse a ayudar.

Law lo miró atónito- Zoro-ya de que estás hablando, me prohibiste venir a tu trabajo

- no, técnicamente te dije que no vinieras a menos que te lo pidiera, entonces que dices me ayudas a controlar que las pequeñas fieras.

- nada me haría más feliz.- al parecer esa noche sería mejor de lo que esperaba.

Así su plan comenzó estuvo siempre pendiente de Zoro, pero sin descuidar las tareas que le asignaban y manteniendo las distancias. Sin embargo la curiosidad fue más fuerte que el cuándo algunos desconocidos y Kurohashi ya se acercaron a su amado. Si sus oídos no le fallaban ese rubio oxigenado e había dicho tierno a Zoro.

- quien es tierno Kurohashi-ya.

 Law ni siquiera esperó respuesta tomó el calendario y fijo su vista en la foto en la que se podía apreciar al peliverde - Es cierto luce muy tierno, como siempre, mejor que sean siete porque Zoro-ya aún no me lleva el que me prometió.- trató de suavizar su entrada a pesar de su palpable molestia al saber que toda esa escuela había visto esa foto de su peliverde.

- y quien eres tu bombón?- dijo uno de los acompañantes de Zoro, su tono coqueto no pasó desapercibido para Law pero en ese momento tenía otras cosas en mente.

- él es Trafalgar Law, mi novio.

Esas seis palabras lo hicieron tocar el cielo, sonrió orgulloso. Se situó al lado de Zoro y tomó su mano. - es un placer conocerlos a todos, Zoro-ya me ha hablado mucho de ustedes- mintió- por favor cuiden de mi despistado novio.

- Oye..- se quejó Zoro mientras le golpeaba suavemente el hombro.

- te lo tenías escondido Zorito, y yo pensando que eras presa fácil.- bromeó el pelirrojo que antes le había coqueteado.

- Valla así que no les hablaste de mí.- eso no le gustó nada

- tu sabes que no ando publicando mi vida privada, además no es gomo si fuera parte de mis funciones de trabajo.- esa explicación no lo convenció sin embargo la intromisión de otro sujeto cortó el tema. Y Law dejó de prestar atención hasta que oyó algo que lo descolocó.

- no te pongas celoso, pero es que Zoro era tan brillante y tan adorable. Aún tengo la mancha en el techo de la cocina de cuando trató de hacerme el desayuno por primera vez, fueron los mejores huevos con tocino de mi vida- porque ese anciano hablaba asi.

- Ray SENSEI DEJE DE DECIR ESAS COSAS VERGONZOSAS POR DIOS!

- valla menos mal que no tenía nada de qué preocuparme, con razón no me querías cerca de aquí- soltó extremadamente molesto.

- Law compórtate, no es lo que piensas Ray sensei es como un padre para mí.

- así que este es el famoso doctor Trafalgar Law, finalmente nos conocemos.

Law lo miró intrigado. Pero el mayor siguió hablando.

- Zoro me ha hablado mucho de ti, como él dijo tenemos una relación de padre e hijo así que espero que nos llevemos bien y que cuides mucho de mi pequeño- dijo el de blanca cabellera mientras le extendía la mano. Law correspondió al saludo pero fue alado hasta quedar atrapado en un incómodo abrazo que correspondió por cortesía.- Luffy también me ha hablado de ti, así que solo diré esto una vez, lastimas a mi bebé y te las verás conmigo- la amenaza fue apenas un susurro pero el médico la entendió fuerte y claro. Por lo menos lo podía tachar de su lista de rivales

Luego de ese incidente se alegró de ver una cara conocida.

-Valla Trafalgar, cuanto tiempo.- lo saludó Marco.

- Yo tampoco pensé ver tu cabeza de Piña por aquí.

- Tan cruel como siempre y por lo visto sigues consiguiendo lo que quieres, tú y Zoro, quien lo hubiera imaginado

- Por lo visto solo Portgas-ya, como has estado?

- Sobreviviendo ya sabes….- el rubio fue interrumpido por una gigante pelirrojo

- Oye cabeza de piña como me vuelvas a dejar solo como árbitro entre el flamenco y el cocodrilo te castro.

- Wau Marco-ya tu como siempre rodeado de personas interesantes

- y tu quien coño eres- le retó el pelirrojo

-Como te decía Marco-ya solo te juntas con gente con clase

- No me ignores tu idiota- el pelirrojo estaba hecho una furia

- ya, ya no se peleen él es Eustass Kid, el profesor de deportes y este es Trafalgar Law, es un viejo amigo.- intervino el rubio

- diría que es un placer pero no se me da bien mentir- dijo el ojeroso

-que te follen- fue la respuesta de Kid

- la verdad es que prefiero ser el activo, asi que mejor no. Aunque parece que tú lo necesitas

-que insinúas- dijo el pelirrojo notablemente sonrojado

Law no se esperaba eso, la verdad es que le había parecido divertido molestar a ese sujeto tan macho, pero verlo así de sonrojado hizo que su vena sádica saliera a la luz, quien sabe si no obtenía más diversión de la que pensaba esa noche

-no estoy insinuando nada, solo digo que la boca pide lo que el cuerpo necesita

Kid se puso del color de su cabello

-Oigan consigan un cuarto- bromeó Marco, quien tuvo que separarse de ellos dos para atender una nueva emergencia con las bebidas

Esto fue aprovechado por Law que tiró del brazo de Kid para susurrarle al oído- Sígueme, te daré lo que necesitas. No esperó que el otro fuera tras él, pero si lo hizo. Entraron al baño donde tomó al pelirrojo y lo besó apasionadamente. El otro le correspondió con torpeza lo que aumentó el morbo del moreno, una idea pasó por su mente pero la desecho. Sin embargo una vez que bajó los pantalones de Kid y este empezó a temblar no pudo evitar preguntar. – Tranquilo, ni que fueras virgen.

-A quien le dices virgen idiota- dijo Eustass cual tomate.

- Ah no, entonces no tengo por que contenerme en lo absoluto- dijo con una sonrisa torcida en su rostro. El pánico en la cara ajena fue oda la evidencia que necesitó, suspiró frustrado, se separó del otro y comenzó a arreglar su ropa.

- Que haces- dijo confundido el pelirrojo.

- Vuelvo a la fiesta, ya he pasado por esto no quiero que mañana estés escribiendo corazones con nuestros nombres solo porque fui el primero.

- Yo no haré eso idiota.

- No pienso arriesgarme

- Por favor no te vallas, cada vez que me gusta alguien siempre se intimidan por mi aspecto, esta es la primera vez que alguien se acerca tanto a mi, no me importa lo que pase mañana pero ahora mismo solo se que te deseo.

Las palabras del pelirrojo movieron algo dentro de él – bueno, luego no te quejes- fue lo ultimo que dijo antes de volver a atrapar sus labios.

Salió del baño satisfecho ese pelirrojo si que le había gustado sin embargo al notar la ausencia de cierta cabellera verde en el gimnasio de puso como loco. Finalmente lo vio entrando con un hombre ridículamente atractivo- Zoro-ya donde te habías metido.

- Fui a comprar unas bebidas con Dracule sensei.

- si me lo hubieras pedido te hubiera acompañado no tenías que ir con un extraño.

- disculpe pero soy colega de Roronoa así que no se preocupe no es como si lo fuera a secuestrar o algo.

- Law compórtate, Dracule sensei lo siento mucho.- iba a responder pero Sanji interrumpió.

- marimo que bueno que llegaste marimo, Garp sensei estaba a punto de un colapso nervioso, lleva las bebidas adentro.

Una vez Zoro se hubo marchado se dirigió a Law. - Trafalgar deja de poner en ridículo a Zoro, que va a pensar el subdirector, primero Luffy llamándolo vampiro, luego Vivi chan de cotilla y ahora tu montando una escenita de celos.

- valla entonces sucede que ese tipo es famoso, ya toda la pandilla lo conoce y yo ajeno a todo. Será mejor que converse un poco con él.

El fuerte agarre de Sanji lo detuvo- no te confundas, el hecho de que me pelee a toda hora con el marimo no quiere decir que no sea importante para mí. Si no intervine en todo este tiempo en que lo marchitaste fue porque creí y creo que puede sobreponerse a cualquier cosa, pero por primera vez en cinco años estoy viendo al Zoro fuerte y feliz que conocí todo gracias a esta escuela, así que no pienso permitir que lo arruines con tus estúpidos celos.

- y que vas a hacer, obligarme- se burló.

La sonrisa en los labios del rubio no le gustó nada.- tal vez solo le diga lo mucho que te demoraste en el baño con ese profesor pelirrojo

Law empalideció- que te detiene de decírselo, nunca te he agradado, de hecho a ninguno de ustedes

- ya te lo dije, sé que él puede resolver solo su vida, tarde o temprano se dará cuenta de la basura que eres y ese día está por llegar. Para que apurar lo inevitable. - Las palabras de Sanji no le gustaron ni un poco. Acaso pasaba algo que él no sabía. Por lo visto la noche no sería tan perfecta, o quizás si…

- que pasa, aún estas molesto porque me fuí sin avisarte. Ya te dije que no quise interrumpir tu conversación con Marco al fin y al cabo no se ven desde que terminaron la universidad.- trató de explicarse Zoro una vez en casa.

- no es eso. Tengo que contarte algo.- dijo Law seriamente - Zoro-ya quieres casarte conmigo

- QUE!!!!! – Eso no le gustó.

- valla supongo que eso es un no.

- no es eso, es que me sorprendiste. A qué viene eso ahora.

- nada en especial, es solo que me di cuenta cuanto te amo. Hoy en esa fiesta cuando me dejaste ser parte de tu trabajo y me presentaste a todos como tu novio fui realmente feliz, incluso me presentaste a tu famoso "padre", así que pensé que solo faltaba dar este paso

Zoro lo miró a los ojos.- es eso, o te sentiste tan inseguro que deseas ponerme una correa para que todos sepan que soy tuyo.- mierda Zoro una vez más se resistía.

- así que eso crees del matrimonio conmigo. Te equivocas, es solo que me di cuenta que solo te necesito a ti en mi vida.- tendría que jugar más rudo.

Zoro rió- vamos Law, si la palabra monogamia no está en tu diccionario.

- Eso dolió, para tu información hoy uno de tus compañeros trató de seducirme, incluso me siguió al baño para tentarme pero lo rechacé- mintió.

El peliverde lo miró sorprendido- Quien?

- es mejor que no lo sepas, sería incómodo para ti trabajar con él y no quiero eso, no después de ver lo mucho que este trabajo significa para tí.- touché, daba gracias por su inteligencia.

Zoro lo miró sorprendido- Law yo..

- no te preocupes, lo entiendo, como todos tus amigos dicen soy solo el paño de lágrimas para superar a Ace-ya y una vez que no me necesites me dejarás. Pero estoy bien con eso, con tal de estar junto a ti no me importa ser solo tu apoyo temporal.- vamos, si no caía con eso no sabía que mas hacer.

- Eso no es verdad, Law yo te quiero es cierto que has sido un apoyo para mi estos años sin ti me hubiera vuelto loco, no se vivir sin tí, no quiero vivir sin tí.

- entonces aceptas- dijo emocionado.

- Si, me casaré contigo. -"jake mate Kurohashi-ya"pensó

Al día siguiente su persona era la personificación de la felicidad, sin embargo su buen humor se esfumó cuando en la tarde divisó una cabellera roja frente a la puerta de su oficina.

-Que haces aquí Eustass-ya? Creí oírte decir que no estarías como una adolescente enamorada acosándome.

 

-Eso era antes de saber que eres el novio de Roronoa, como rayos pudiste hacer algo tan sucio.

- Ayer parecías bastante feliz con lo que te hacía.

- Me pregunto que tan feliz estará Roronoa cuando le cuente.

Law empalideció- De que rayos hablas, que tiene que ver Zoro-ya con esto.

-Por supuesto que le contaré, no puedo trabajar a su lado sintiéndome culpable. Lo que hicimos estuvo mal, tenemos que decirle.

- Si ya lo decidiste que haces aquí entonces, no era mejor hablar con Zoro-ya y no volver a ver a una basura como yo.

-Y…yo so..solo pensé que de..bias saberlo.

-En serio? Solo eso? Acaso no tenías ganas de volver a verme, o tal vez que te convenciera que no lo hicieras.

-No es así, te equivocas.

Law sonrió de lado, abrió la puerta de su oficina.- Has lo que quieras de todas formas mi relación con Zoro-ya cada día va a peor, solo no me gustaría terminarla así pero supongo que no puedo hacer nada, si ya tomaste la decisión. Pero estoy un poco decepsionado cuando te vi en mi puerta pensé que me habías extrañado tanto como yo a ti.

Problema resuelto, solo con esas palabras, una sesión de sexo y unas cuantas promesas vacías tenia a Kid comiendo de su mano. Ya vería luego como librarse de él. En ese momento solo quería i a casa y ver a su amado, se lo encontró acostado.

- te preparé la cena.- le dijo

- no tengo hambre.

- como médico te digo, que no puedes pasarte la noche sin comer y como tu prometido te ordeno que abras la boca.- comenzó a alimentarlo.

- si hubieras visto lo felíz que se pusieron mis padres y Lami cuando se los conté.- Zoro se atragantó.

- QUE, SE LO CONTASTE A TUS PADRES?

- algún problema con eso.- a que venía esa reacción.

- es que es muy pronto, debiste de consultarme.

- que pasa Zoro-ya, te arrepentiste o solo lo hiciste por lástima y ahora te lo pensaste mejor

- no, pero es que me sorprendiste.- respiró aliviado.

- entonces aun te quieres casar conmigo.

- cla..claro.

No sonó muy convincente aun así lo abrazó con fuerza. Ya pensaría luego como asegurar más su posición y dejarle en claro a todos que el peliverde era suyo. La respuesta fue simple, Kid, podría utilizarlo para organizar una reunión donde todos sabrían sobre su compromiso.

- Zoro- ya que coincidencia encontrarte aquí.

- Law que...?- Su plan salió a la perfección ese tonto pelirrojo se había tragado la historia de que quería tantear el comportamiento de Zoro con sus compañeros antes de terminar con él. Como le gustaba las caras descolocados de todos esos, principalmente de Muguiwara-ya, que suerte que estuviera ahí.

- QUE MIERDA- gritó el pelirrojo

- No seas así Eustass-ya, acaso no sabes que el matrimonio entre hombres ya es legal. No me digas que eres homofóbico.- no podía dejar que ese tonto hablara de más.

- No yo....solo… que sean muy felices- le dio un poco de lástima pero ya luego lo recompensaría.

Llegaron a la casa y entraron en silencio. Law decidió romper el hielo.

- pues que casualidad habernos encontrado, viste al final no fue tan malo que todos lo supieran.

- Law, en serio fue una coincidencia?- preguntó Zoro seriamente.

- pues claro, como si no hubiera podido saber que estabas ahí con todos tus compañeros, no te confundas Zoro-ya, te amo pero no soy un acosador.- mintió

- Lo siento, es que todo fue tan repentino que me sentí emboscado.

- Solo tienes que confiar en mi y dejarte llevar. Yo te protegeré y te haré feliz por el resto de nuestras vidas.- lo abrazó con fuerza.

……………………………………………………………………………………………………………

-MALDITO HIJO DE PUTA

- Yo también te quiero Eustass-ya.

- Me usaste, de verdad te vas a casar con Roronoa.

-No digas eso Eustass-ya tu eres muy importante para mi, lo que pasa es que mi relación con Zoro-ya es complicada, el es inestable y tengo miedo de lo que pueda hacerse a si mismo si lo dejo.

-Pues yo creo que lo que hará será revolcarse tranquilamente con Dracule sensei.

-De que rayos hablas- no pudo esconder la rabia en su voz

- Que no sabías que tu amorcito estaba haciendo manitas con el subdirector, no lo recuerdas, es el tipo super sexy de los ojos dorados.

-Los celos son malos consejeros Eustass-ya deja de inventar cosas

- Yo no invento nada solo digo que hasta el novio del subdirector está preocupado

Esa información no le gustó por lo visto tendría que tomar cartas en el asunto, ahora entendía por que ese hombre era tan popular entre los amigos de Zoro. Por un momento miró a Kid, puede que aún le reultara útil.

Bueno si es así, mejor para nosotros- dijo acercándose al otro peligrosamente.

-En verdad?- preguntó lleno de esperanza el pelirrojo.

- Te lo prometo.

Comenzó a quitarle la ropa y a los pocos mintos ya estaba dentro de él. El ruido de la puerta abriéndose lo puso en alerta, se había olvidado de cerrarla.

- Tony Tony-ya que acaso no sabes tocar.- dijo al reconocer al intruso, pero se quedó de piedra cuando vio a su novio detrás de este.- Zoro-ya no es lo que parece, yo...

No pudo terminar la oración ya que el peliverde dio media vuelta y comenzó a caminar. Trató de perseguirlo ignorando al pelirrojo que le hablaba. Pero como siempre tuvo una emergencia en el quirófano. Fue la operación más rápida de su vida

Llegó a casa lo más rápido que pudo, lo vió subirse a un auto con su “padre” - ZORO-YA ESPERA!!!!- gritó desesperado.

- vamos a casa y hablemos, te puedo explicar.

- yo creo que todo está muy claro, y no te preocupes que ya saqué mis cosas del apartamento, originalmente era tuyo así que es lógico que te lo quedes, vendré por los libros otro día.

- Para de que estás hablando, vamos a conversar, yo te puedo explicar. Eustass-ya me sedujo y tu sabes que yo soy débil, pero solo fue esta vez, por favor Zoro nos vamos a casar, perdóname.- no podía dejar que se marchara.

- no mientas más, fue con él con quién estuviste en el baño del colegio cierto?

- ya te dije que no fue así, dejame explicarte

- no mientas más Law, ya me cansé nada de lo que digas va a cambiar mi decisión, esto se acabó.

- es por el cierto?- tenía que jugar su última carta.

- de que estás hablando.

- del tipo con ojos de halcón. Quieres la verdad pues aquí te va. Si me acuesto con Eustass-ya desde la fiesta. Pero sabes por qué lo hago, porque él me informa de cada paso que das en el trabajo. El muy idiota incluso hizo que todos fueran a cenar al restaurante de kurohashi-ya, y según me contó tú y el subdirector son bastante cercanos así que no te hagas el ofendido conmigo.- se acercó y tomó su mano- no te preocupes, te perdono. Ya se nos iremos de la ciudad y comenzaremos de nuevo. Solo tú y yo, que dices?- había hablado de más pero ya no había opción

- Law estás enfermo, como puedes jugar así con las personas. No te reconozco.- no se esperaba esa respuesta y menos esa mirada.

- Está bien vete, pero recuerda nadie nunca te va a amar como yo, nadie te va a aceptar y entonces volverás, y yo te estaré esperando.- se aferró a esa esperanza.

Luego de que el peliverde se marchara estuvo un rato más parado en la calle, cualquiera lo hubiera confundido con una estatua. Subió a su apartamento pero al ver la llave de Zoro en el suelo y ver como la mitad de su casa ya no estaba comenzó a romperlo todo. Lo último que alcanzó su puño fue el espejo que había en la sala, su mano comenzó a sangrar. Se quedó perdido mirando la sangre caer por sus dedos y deseó con todas sus fuerzas que alguien curara sus heridas.

 

 


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