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Hope por Akatsuki3333

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Notas del capitulo:

Hola a todos disculpen la demora pero es que no se me ocurría nada y para ir cerrando etapas decidí hacer un capitulo un tanto atípico ya que se centra más bien en la pareja de Sanji y Nami, espero que les guste y no se preocupen que ya en el próximo pienso ir desenredando el pasado de Zoro.

Por cierto tengo que aclarar que aunque Carue es en el anime un ave de monta aquí lo puse como el perrito de Vivi, en fin su mascota porque de la otra forma era un tanto raro, vamos mega raro.

Los personajes son propiedad de Oda sensei.

Llegó más temprano de lo que pensaba, así que aparcó y salió del auto. Buscó su tan acostumbrada caja de cigarrillos en el bolsillo y prendió uno. El humo en sus pulmones junto a la enorme edificación que tenía en frente le dió una infinita nostalgia.

Flashback

- La próxima vez que te vea fumando en la escuela Kurohashi, te meto los cigarrillos por dónde la espalda pierde el nombre y no es precisamente la nuca.

- Si, si Akainu-sensei. No sé preocupe la próxima vez no me verá.

- Así que te crees muy gracioso, pues nos vemos en detención.

- Mierda.

- Que has dicho, me parece que quieres detención mañana también.

- Nada, no he dicho nada.

- Eso pensé.

Perfecto segunda semana de curso y ya tenía detención. No es que fuera un delincuente ni nada, por el contrario, era un chico muy tranquilo. Pero se le había pegado el vicio del tabaco en el restaurante. Su padre contrataba a cocineros y meseros un tanto peculiares, vamos que todos eran ex convictos que trataban de reintegrarse en la sociedad, Sanji se llevaba muy bien con la mayoría, le habían enseñado a pelear para defenderse y defender a las damas en apuros, le hacían historias y le dejaban cocinar con ellos. Pero no había podido evitar caer en el vicio de los cigarrillos.

Entró al salón de clases donde fue recibido por la fuerte reprimenda de Nami. Aún se preguntaba cuando aquella pequeña pelirroja con la que siempre jugaba se había convertido en esa preciosura. Aún recordaba la primera vez que la defendió en el kínder, y como ella tiernamente le había dicho que cuando fueran mayores sería su esposa.

Claro si se atrevía a mencionar esa historia seguro que Nami lo asesinaba. Ya quedaba poco de aquella pequeña llorona, la pelirroja se había convertido en una preciosa e independiente jovencita y Sanji estaba perdido por ella.

- Nos vamos a casa Sanji-kun. - pregunto su amada.

- Lo siento Nami-swan, pero tengo un compromiso inevitablemente, aunque por ti soy capaz de evitarlo.

- Si, si, como no, y lo próximo que sabremos de ti es que Akainu-sensei se hizo una bufanda con tu piel. - se burló Usopp.

- a ver si así dejas el vicio de una vez- le reprendió la pelinaranja.

Pese a arriesgarse a ser capturado y torturado por Akainu acompañó a sus amigos hasta la puerta. Una vez los hubo perdido de vista se dirigió al salón donde debía de pasar las siguientes dos horas.

- Valla, valla Kurohashi, pensé que te habías escapado, al final no vas a ser tan estúpido como pensaba.

- un placer volver a verlo Akainu-sensei.

- ahórrate el sarcasmo y siéntate en la mesa de al lado de tu compañero.

Solo en ese momento se percató de que no estaban solos. Reconoció inmediatamente la cabellera verde que descansaba sobre el pupitre. Roronoa Zoro, la oveja negra de su grupo, por no decir de la escuela, su reputación era pésima, si llega a ser Usopp se muere antes de sentarse a su lado, por suerte él no le tenía ni gota de miedo, solo le desagradaban las historias que había oído y más si había hecho llorar a la preciosa Coni-chan. No entendía que le veían las chicas a esa alga con patas, por suerte su diosa era inmune a los incomprendidos encantos del peliverde.

- Te vas a sentar o tengo que sentarte de una patada. - le reprendió Akainu mientras dejaba un libro sobre su mesa y aventaba otro igual sobre la de Zoro que del susto levantó la cabeza.

- Traduzcan los capítulos 2 y 3. De no ser así no podrán irse.

Sanji miró con desagrado el libro. Era la novela Orgullo y Prejuicio en su lengua original, claro que había visto la película y la serie incluso conocía por encima citas del libro, no en balde era la novela favorita de su amada pelirroja, pero de ahí a traducir palabra por palabra había un buen trecho. Suspiró resignado no creía que en dos horas le diera tiempo de terminarla. Quién iba a decir que a Akainu con ese porte le gustarán las novelas románticas, ese planteamiento sin duda era mejor reservárselo no creía que le hiciera mucha gracia al mayor.

Llevaba ya 30 minutos traduciendo cuando el ruido de la silla de al lado lo hizo mirar. Para su sorpresa Zoro recogía sus cosas.

- Donde coño crees que vas Roronoa.

- A casa, he terminado. - dijo extendiéndose el cuaderno donde se podía ver la traducción.

- Tú no vas a ningún lado, si terminaste, entonces traduce el capítulo 4.

- eso no es justo. Usted dijo que podía irme cuando terminara.

- error, dije que no podías irte si no terminabas.

- es lo mismo.

- no lo es, ahora sienta tu trasero y traduce el 4. Además, dame tu teléfono.

- por qué?

- es lógico que estás haciendo trampas.

- Claro que no.

- esperas que me crea que lo hiciste tú solo.

- así es.

- si como no, no soy tan fácil como Rayleigh.

- a que se refiere.

Akainu lo miró con desprecio. - ponte a traducir pequeña mierda.

- Por lo menos no soy un reprimido que lee novelitas románticas en las noches.

Sanji tuvo que aguantar la risa. Ese marimo había leído su mente.

- valla así que te crees malo. Que te pareces, ahora traducidas el capítulo 4 y 5. Todavía piensas que soy un reprimido.

- Espero que aún construyan closets lo suficientemente grandes para que se esconda a leer novelas.

- 4,5 y 6

- tan solo está que quiere que me pase la tarde con usted.

- el libro completo.

- sensei no sé cómo decirle esto, pero usted no es mi tipo.

- me parece que mañana estarás aquí también, tengo muchas novelitas que necesitan traducción.

- Genial.

- Pues el fin de semana también nos veremos. Quieres más.

En peliverde se mordía el labio con impotencia. – no - murmuró.

- que bien, no quiero quitarle su juguete a Rayleigh.

Zoro lo miró con odio. Sanji que había permanecido en silencio todo el tiempo no pudo evitar sentir admiración por el peliverde, que carácter tenía ese chico, casi que rozaba la estupidez sin embargo no le desagradaban ese tipo de idiota.

- Cuando dieron las dos horas a Sanji aún le faltaban dos páginas por traducir, suspiró resignado no le hacía gracias otro día en detención y sin dudas que Akainu no lo pasaría por alto. Estaba recogiendo sus cosas cuando en un rápido movimiento su compañero puso dos hojas de papel sobre la mesa, el rubio miró extrañado el contenido, eran las dos páginas que le faltaban por traducir. Entregó el trabajo y para suerte suya Akainu estaba más interesado en revisar el trabajo de Zoro que el suyo por lo que no se percató de la diferencia de letra.

Una vez fuera esperó a que el otro saliera.

- Gracias- le dijo secamente.

- no te confundas, no lo hice por ti, solo no me interesa tener compañía en detención.

Tal vez debería haber dicho algo más, pero el tono burlón del otro le molestó bastante por lo que se ahorró el comentario ya encontraría alguna forma de agradecerle.

No sabía por qué lo había hecho, pero ahí estaba en su mochila, un bento adicional para ese marimo, no estaba seguro de cómo dárselo, era la primera vez que no cocinaba para una dama, pero se sentía en deuda con ese tipo. Decidió que el mejor momento para dárselo sería cuando terminarán la clase de deporte. Sin embargo, no contaba con que ese peliverde que siempre estaba durmiendo fuera arrastrado a la pista de carreras y terminar tan sudado que tuviera que sacarse la camiseta le molestó los murmullos de las chicas que lo admiraban, pero trató de no prestarle atención, sin embargo, no estaba preparado para lo que vió.

- Oye tú, si te vas a desnudar hazlo en el baño. - le dijo la pelirroja mientras le devolvía la camiseta que había lanzado al suelo y poniendo un dedo sobre el pecho contrario le recitaba el reglamento de la escuela.

Bien por Nami-swan, ese marimo exhibicionista se lo merecía… pero por qué ahora que el cabeza de alga se iba su pelirroja se ponía del color de un tomate… por qué Vivi-chan corría a ella y le preguntaba que tan duro era su pecho. Por qué ambas se ponían a alabar el físico de ese idiota.

Lo odio por primera vez. - Oye Sanji y ese bento extra.- pregunto Vivi.

- lo hice para Usopp.

- para mí

-si.

- gracias.

- no te acostumbres. Es solo que cociné de más.

Ahora que lo pensaba se había comportado como un mocoso. Tal vez si no hubiese sido tan infantil el peliverde no la habría pasado tan mal hasta que Luffy llegó. Sus pensamientos fueron interrumpidos por su amigo.

Fin del Flashback

 

- llegas temprano cejillas.

- y tú parece que acabas de ser asaltado. Que le pasó a tu ropa.

Zoro se percató de su estado y trató de arreglarse un poco. Que podía decir, después de la reconciliación de la mañana Mihawk le había pedido que pasará por su oficina para despedirse. Nunca se imaginó que el mayor hablará de ese tipo de despedida, sin dudas el sexo de reconciliación era el mejor y más si contaba con dos rounds.

Ante el silencio del otro el rubio volvió a hablar. - Tienes mejor cara que en la mañana, pasó algo bueno?

- Mejor hablamos cuando lleguemos a casa.

- Ok.

Se subieron al auto y permanecieron un rato en silencio.

- Como te va con Violet?

- Genial, es una chica fantástica y su familia es súper agradable. Creo que podría ser la indicada.

- Me estás jodiendo.

- no, estoy hablando muy en serio.

- y que hay de Nami.

- que hay con ella?

- ah no lo sé, que estás enamorado de ella tal vez.

- pero ella de mí no.

- claro que lo está, hay que ser ciego para no verlo.

- No, hay que ser capaz de ver unicornios para verlo. Si no pregúntale a todo el mundo.

- eso es porque es muy buena fingiendo, pero yo que lo sé todo te puedo asegurar que ella te ama.

- A lo mejor con el que ha estado fingiendo en contigo, si me amara no hubiera hecho lo que hizo.

- Si la dejaras explicarte...

- No, no quiero flaquear. Tomé mi decisión Zoro, nuestra relación es tóxica, estoy cansado de tener que esconderme, no sabes lo feliz que me hizo ver el orgullo en la cara de Violet cuando me presentaba como su novio. Sabes lo máximo a llegó a decir Nami de nosotros una vez que fuimos a cenar y nos encontramos con uno de sus compañeros. Este es Sanji-kun, mi amigo de la infancia…. ¿Novio? No qué va primero me meto a monja.

- vamos eso fue una broma, un poco cruel pero una broma.

- Cruel? No qué va. Cruel, la vez que le dijo a Nojiko que prefería hacerse lesbiana que ser mi novia. O cuando Usopp le preguntó con quién era preferible pasar la noche conmigo o con Carue el cachorro de Vivi-chan, y respondió que estaba segura que el jodido perro babearía menos. Tengo que seguir?

- Vale entiendo, pero…

- ni pero ni nada, además venimos a hablar de ti no de mí.

- ok, subamos entonces.

Bajaron del auto y tomaron el ascensor. Zoro giro la llave de su puerta. - Por cierto voy a evitar las reuniones del grupo por un tiempo, no quiero ver a Nami por ahora, así que te agradecería que convencidas a Luffy de hacerlas en otro lado.- pidió el rubio.

- Eso va a ser difícil.

- Vamos, si eres tú puedes convencer al idiota.

- no eso, digo que va a ser difícil que evites a Nami.

Solo en ese momento el rubio se percató de la pelirroja sentada en el sofá de su amigo.

- Pero que?

- oh me quedé sin arroz, mejor voy al mercado. Cejas de sushi, bruja no rompan nada.

Ambos se quedaron mirándose por un segundo. - Mejor acompaño al marimo, si no se perderá.

- No huyas Sanji-kun, por favor no huyas.

- Que dices Nami-san vuelvo enseguida.

Aunque su tono trató de parecer igual que siempre, la pelirroja notó lo forzado que sonó, además no la llamó Nami-swan.

- Por favor, por favor....

La voz entrecortada de la pelirroja movió algo dentro de él. Por puro instinto se giró y la abrazó, le fue imposible no recordar cuando aquella maltrecha relación había comenzado.

Flashback

Primer año de la universidad, ese iba a ser sin dudas su año. Por primera vez se había pasado las vacaciones de verano fuera de la ciudad, él y su padre en una última escapada antes de que la escuela ocupará todo su tiempo y se mudara a su nuevo piso con Luffy terminando así de perder toda posibilidad de paz y tranquilidad.

La primera semana fue la más complicada pero luego de amaestrar al monito con comida todo había mejorado. Zoro y Ace se pasaban a pasar el rato de vez en cuando, o si no quedaban en casa de la parejita. Viví aún vivía en la mansión de su padre, pero también siempre hacía un tiempo para ellos al igual que Usopp. La que menos se pasaba era Nami, siempre estaba ocupada o cancelaba a última hora. Para colmo su universidad quedaba bastante lejos. Sanji la extrañaba, pero sabía que la pelirroja estaba luchando por su sueño.

Era el día de su cumpleaños, para variar montaron la fiesta en su departamento. Usopp llegó acompañado de una chica bastante guapa, el rubio no lo podía creer hasta el narizón ligaba más que él. Sin embargo, cuando su amigo se la presentó se llevó una sorpresa.

- Oh Sanji, ella es Pudding - y dicho esto le susurró- feliz cumpleaños.

Sanji no entendió bien, pero al ver como la chica lo felicitaba y le picaba un ojo seductora, temió lo peor.

- Discúlpanos un momento Pudding-chan. - y dicho esto arrastró a su amigo hacia la esquina.

- Usopp, como me hallas traído una prostituta de regalo te reviento a patadas.

- Claro que no idiota, ella es una compañera de la universidad, te vio el viernes pasado cuando tú y Luffy fueron a recogerme y desde entonces me ha dado la lata para conocerte. Pero si no quieres se lo digo.

- Noooo, claro que quiero. Usopp eres el mejor.

Ya sin dudas se dedicó a disfrutar de la fiesta y de la compañía. Pudding resultó ser muy agradable y unido a su físico Sanji estaba encantado.

Ya eran las 3 de la mañana cuando todos comenzaron a retirarse.

- Pudding-chan te acompaño a casa.

- O si quieres te acompaño yo a la tuya.

- yo vivo aquí

- lo sé.

Casi grita de la emoción- será un placer, espérame un momento.

El rubio fue rapidito hacia su cuarto no es que fuera un desorden, pero quería que todo estuviera perfecto cuando la dama entrase. Sin embargo, su cuarto estaba ocupado por una cabellera naranja.

- Nami-swan que haces aquí.

La pelirroja levantó la vista y sonrió, a Sanji le pareció una sonrisa forzada.

- te estaba esperando, quería darte tú regalo.

- no tenías que molestarte.

- no te preocupes no es nada muy caro, es solo que los vi y pensé en ti. - dijo extendiéndole una pequeña cajita donde había un par de gemelos con forma de gorro de chef.

- me encantan Nami-swan, gracias.

- me alegra que te gusten.

En ese momento el móvil del rubio sonó.

- que pasa Usopp

- Oye donde te metiste Pudding está esperando por ti.

- ya voy dame un segundo.

- Oh disculpa, estoy interrumpiendo. Dijo la pelirroja poniéndose de pie y dirigiéndose hacia la puerta.

- Nami-swan..?

- Feliz cumpleaños Sanji-kun, ten una linda noche

Ese tono de voz desgarrador le tocó el corazón, tomó el brazo de la chica para hacerla quedar de frente a él y como se imaginó sus ojos estaban rebosantes de lágrimas.

- Usopp por favor lleva a Pudding a su casa, tengo cosas más importantes que atender. - dicho esto soltó el teléfono y abrazó a su amiga.

Sería ese abrazo apretado? O acaso cuando le contó que su vida en la universidad era un infierno? O cuando le confesó que su sueño nunca fue ser abogada, que solo lo hacía para complacer a su padre? O tal vez cuando le recriminó por haber pasado la mayor parte de la fiesta con otra mujer?

No sabría bien que responder, debe haber sido una mezcla de todo, y más cuando sus suaves labios se posaron en los de él. Necesito todo su autocontrol para resistirse.

- Nami-swan no podemos. Ahora mismo estás vulnerable si me aprovecho de ti ahora nunca me lo perdonaré y tú mañana tampoco.

- ya no me quieres Sanji-kun?

Golpe bajo - yo te amo, por eso no puedo hacerte esto.

- por favor quédate conmigo, promete que siempre serás mío.

- lo prometo.

No pudo resistirse y esa noche terminaron haciendo el amor. Pero pese a lo que pensó al otro día la pelirroja no se mostró arrepentida por el contrario parecía lista para derribar el mundo. Se sintió feliz de pensar que era por su causa. Luego de eso ella dejó la universidad y se unió al mundo del espectáculo y su relación secreta comenzó.

FIN Flashback

 

- Lo prometiste..- susurró- dijiste que siempre serías mío.

- Eso es bajo, no es mi culpa que todo se halla tornado así.

- Me drogaron.... yo no quería. Desde que estoy contigo eres el único al que le permito tocarme.

A Sanji se le hizo un nudo en la garganta. Ese maldito de Arlong como se hacía llamar un hombre.

- no te preocupes ya lo denuncié, ese miserable no quedará impune. Pero es cierto que es en parte mi culpa, debí escucharte y no hacer negocios con él, menos aún ir a su fiesta. Pero te prometo que no lo haré más.

- Ese no es el problema. Estoy cansado, solo quiero una relación tranquila, sin esconderme.

- Si me das otra oportunidad, le contaré a todos que estamos juntos.

- ves ese es el problema. Quiero a alguien que se enorgullezca de decir que me ama, tú lo dices como si me hicieras un favor y eso también es mi culpa estuve tan agradecido de que me dieras una oportunidad que te dejé pisotear mi dignidad.

- Sanji-kun yo...

- por favor para. Es mejor así. Quiero por lo menos que sigamos siendo amigos

En ese momento su teléfono sonó. Miró el mensaje y suspiró.

- es el marimo. Parece que la banda de idiotas fueron al restaurante y Luffy amenaza con romper la puerta si no voy para allá. Qué dices te apetece una quedada como en los viejos tiempos.

Nami asintió. Todo el camino fue en silencio. En su mente solo estaba la idea que está era la despedida.

Bajaron rápido del auto ya que Luffy se había colgado a la puerta y de milagro aún no la rompía.

- Serás idiota bájate de ahí.

- Sanji comida!!!

El rubio iba a darle una patada, pero Nami se le adelantó dándole un capón.

- Imbécil deja de hacer el tonto, y ustedes escuchen bien. - dijo la pelinaranja con una cara que asustaba pero enseguida su expresión se suavizó.

- Yo amo a este hombre- dijo señalando al rubio

- EHHH!!!- dijeron todos menos Zoro y Viví que, aunque sorprendidos por los gritos de la pelirroja ya sabían de sus sentimientos.

- Así es lo amo desde que, en último año, le pegó una paliza a Kaku por decir que Califa era más linda que yo. Estuve enamorada de él todo ese tiempo pero solo tuve el valor de acercarme cuando pensé que le gustaba otra chica y para mí suerte el me correspondió. Pero en mi arrogancia pisotee sus sentimientos y ahora no sé que hacer para recuperarlo.

Las lágrimas corrían por sus mejillas. - Sanji-kun te amo, te amo y no me avergüenza decirlo y si tú me dieras otra oportunidad dedicaría cada segundo que me queda en enmendar todos mis errores, déjame hacerte feliz. Por favor no te rindas conmigo, no te rindas con nosotros.

A esas alturas muchos transeúntes se habían parado a mirar, Viví y Usopp habían sacado un pañuelo y el resto los miraba con ternura.

Sanji se acercó a ella y la besó.


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