-Pienso matarte y vengar a mi tío- Deidara dio un gran salto que lo puso a la altura de Itachi y nuevamente ataco. Itachi se cubrió con sus alas sin embargo no fue suficiente pues Deidara en vez de que le golpeara encajo sus garras en una de las alas del pelinegro desgarrándola muy profundamente.
-¡AAAAHH!- fue lo único que salió de la boca de Itachi y con tan inmenso dolor se vio obligado a aterrizar pero cuando lo hizo Deidara ya estaba enfrente de él y puesto una kunai en el cuello.
-Estás perdido Uchiha, por fin vengare la muerte de mi tío- Deidara mostraba una mirada fría e indiferente con esos ojos rojos inyectados de sed de sangre y de venganza.
-¡Hmp! No te creas tanto… no podrás vencerme tan fácilmente, soy el genio de los Uchiha- dicho esto de la nada apareció una parvada de cuervos que empezaron a atacar a Deidara logrando así que este se alejara de Itachi y el Uchiha aprovecho esto para huir así como los cuervos aparecieron de la nada así desaparecieron y cuando el rubio abrió los ojos se encontró totalmente solo.
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-Ya llegue- Deidara ya se encontraba en su casa y Kushina lo esperaba sentada en uno de los sillones pero cuando vio a su sobrino se para enseguida.
-¿Qué paso? ¿Encontraste a alguno?- Kushina tenía la mirada llena de preocupación así que Deidara opto por…
-No, busque por todas partes pero no encontré ninguno… puedes estar tranquila- el rubio miro como su tía se sentaba de nuevo en el sillón ya más calmada. No podía decirle la verdad ya que eso haría que se mortificara aun más de lo que ya estaba por 16 años y también sabía que empeoraría las cosas si le decía que se había enfrentado con un Kyūketsuki.
-Menos mal, pero eso no me calmara mucho… mañana mismo Naruto empezara su entrenamiento- Deidara vio a su tía anonadado con lo que acababa de decir ¿No se estaba precipitando?
-No Deidara, no me estoy precipitando, Naruto ya tiene la edad suficiente- comento Kushina como si hubiera podido leer la mente del rubio.
-No sea muy rudo con él… buenas noches- Deidara se dirigió a la habitación donde se encontraba Naruto, en ese pequeño cuarto había dos camas; Deidara se acostó en la que estaba vacía pero no pudo dormirse inmediatamente sino que se quedo pensando en el encuentro que había tenido con Itachi.
-¿Por qué no te puedo quitar de mi cabeza?- con esta pregunta se levanto de la cama y se quito su ropa para luego cubrirse con las cobijas y adentrarse en un profundo sueño.
Mientras que en el otro lado del bosque fuera de los límites de Konoha se encontraba una enorme mansión, tenía un ambiente frio y una apariencia siniestra. Itachi aviso su llegada y se dirigió rápidamente a su habitación seguido de su hermano.
-Hermano ¿Qué te pasa?- Sasuke veía como su hermano mayor se quitaba su playera que mostraba una pequeña mancha roja.
-Tuve una pelea y me han herido una ala, ayúdame a curarla- una vez mas Itachi dejo mostrar sus negras alas pero una de ellas tenía unas profundas marcas de un rojo precioso.
-¿Quién te lo hizo?- pregunto Sasuke mientras le echaba en la herida un especie de ungüento que tenía un aspecto desagradable.
-Un demonio zorro- Itachi volteo para ver la expresión de su hermano sin embargo este no mostro sorpresa alguna.
-Ya me lo imaginaba… sentí la presencia de uno hace poco, no sabes el trabajo que me costó hacer que mi padre no sintiera tu chakra.
-Gracias Sasuke, eres un buen hermano- los dos se tenían una gran confianza. Su padre jamás mostraba una pizca de cariño hacia Sasuke, su atención siempre se la ganaba Itachi de uno u otro modo, era por eso que el Uchiha mayor quería y sobreprotegía a su querido hermano pequeño para que jamás sintiera la falta del cariño de su padre.
Otro día había llegado a Konoha Kushina despertó a su hijo al mismo tiempo que salía el sol, al rubio le costó trabajo levantarse pero después de unos minutos ya se encontraba totalmente vestido. Tenía un pantalón de mezclilla azul marino con una playera negra sin mangas muy pegada a su cuerpo.
-Mamá ¿Despierto a Deidara-niisan?- el rubio mayor estaba profundamente dormido pues la búsqueda de anoche y luego la pequeña pelea que hubo le hicieron cansar demasiado.
-No, déjalo que duerma un poco más… ven tu y yo tenemos algo que hacer hoy.
-Ok- madre e hijo salieron del pequeño departamento y se dirigieron a uno de los campos de entrenamiento de la aldea, cuando hubieron llegado Kushina se paró en seco y volteo a ver a su hijo.
-Naruto, tú ya sabes cómo murió tu padre ¿verdad?
-Sí madre… no tiene mucho que me lo contaste- Naruto cambio su cara alegre por una llena de seriedad ¿Cómo olvidar que fueron esos malditos vampiros los que le quitaron a su padre? ¿Cómo olvidar que su padre lucho valientemente solo para protegerlos? El había jurado que si un día se encontraba con esos malditos asesinos no duraría y los mataría a todos, era por eso que se esforzaba en ser un gran ninja.
-Pues bien hijo no te conté toda la verdad… es cierto que tu padre peleo para protegernos y también es cierto que fueron los vampiros los que lo mataron… pero lo que no sabes es que no buscaban matar a tu padre tampoco buscaban mi muerte… veras ellos querían más bien quieren matarte- Naruto tenía sus hermosos ojos azules clavados en su madre.
-¿A mí? ¿Por qué?
-Porque tú tienes el poder de destruir a todos los de su raza… hijo bien sabes que soy una sacerdotisa y no es por nada pero me consideran la más poderosa de todo el mundo y… tu padre… era el más poderosos zorro demonio que ha existido en la historia después de Kyubi… un oráculo dijo que la llegada de un hibrido marcaria su destrucción.
-Pues creo que tiene razón mamá, yo los odio por a verme arrebatado a mi padre y lo que ahora más deseo es que desaparezcan- Naruto estaba decidido, odiaba a esas criaturas más que a nada en ese mundo.
-Hijo hoy comenzara tu entrenamiento para que aprendas a controlar tus poderes sagrados y luego Deidara te mostrara como dominar tu parte mitad zorruna.
-Madre eso se oyó muy feo ¬¬|||
-Lo siento hijo jejeje- el entrenamiento consistió en intentar despertar el poder espiritista de Naruto, cosa que no logro rápidamente claro pero después de unas horas ya lograba hacer que emanara un poco de energía que, lógicamente, era muy distinta a el chakra.
-Bien, por hoy es todo Naruto… puedes irte- Kushina no necesito repetirlo, Naruto salió disparado como bala hacia la salida de la aldea quería ir al lago, quería ver si Sasuke estaría otra vez ahí. Cuando hubo llegado vio primero el lago que tenía sus aguas tranquilas pero cuando volteo a ver el gran árbol vio con alegría que Sasuke se encontraba ahí dormido profundamente; se acerco con gran sigilo para no despertarlo.
-Pensé que no vendrías Naruto.
-¡Ah! ¿Cómo sabias que iba a venir? Si ayer no quedamos en nada.
-No, pero supuse que te aparecerías por aquí… ¿sabes? tenía ganas de verte- este comentario hizo que un leve sonrojo apareciera en las mejillas del rubio.
-Sasuke, yo… yo quería disculparme por lo de ayer, digo apenas si sabíamos nuestros nombres y yo ya empezaba a hacer muchas preguntas y…- Sasuke cayó a Naruto poniendo uno de sus dedos en los labios.
-El que debería de disculparse soy yo, te trate muy mal… tu solo intentabas conocerme más ¿No es así?- Naruto asintió enérgicamente con su cabeza. Después de eso pasaron horas platicando de todo un poco desde su cumpleaños, sus comidas favoritas (una aclaración es que Sasuke tuvo que inventar algunos platillos porque como sabemos los vampiros solo consumen sangre).
-Uzurantonkachi ¿Qué piensas de los vampiros?- Sasuke sabía que la aldea Konoha era el nido de grandes ninjas que mataban principalmente vampiros.
-Pues la verdad…
-¡NARUTO YA ES, TARDE REGRESA A CASA!- la voz de Deidara hizo que la conversación terminara hasta ahí, el rubio no pudo contestar a la pregunta que le había formulado el pelinegro.
-Ya me tengo que ir ¿estarás aquí mañana?- Naruto puso una carita muy tierna mientras observaba a Sasuke.
-“Con esa carita ¿quién podría negarle algo a esta preciosura?”- pensó- Claro, mañana aquí nos vemos ¿te parece a las dos?
-Sí, me parece bien… adiós- sin que Sasuke se lo esperara Naruto le dio un pequeño beso en la mejilla acto seguido salió corriendo sin mirar a Sasuke. El pelinegro instintivamente se llevo su mano izquierda a su mejilla, tocando la zona donde el rubio le había plantado el beso. -Parece que encontraste algo interesante en esta aldea no ¿Sasuke?- el Uchiha menor volteo bruscamente para encontrarse con un vampiro de su misma edad, cabellos negros al igual que sus ojos, con una risa falsa en su cara, piel demasiado blanca vestido de una playera negra que no le cubría parte de su abdomen y unas pantalones del mismo color entubados.
-¿Qué haces aquí Sai?- Sasuke le lanzo una mirada llena de odio, no le caía bien sino que lo detestaba hasta más no poder ya que cuando eran niños Sai siempre lograba que Sasuke se metiera en problemas muy grandes y por ello su padre decía que no se parecía en nada a el resto de la familia.
-Nada, aquí observando cómo juegas con tu comida… ¿Por qué no te lo echas de una buena vez?
-Cállate… tú no eres nadie para decirme lo que debo y no debo hacer.
-Mmmm pues mira que el chico no está nada mal… cuando lo vi me dieron unas ganas de follarmelo que creí…- ya no pudo continuar con su comentario pues Sasuke ya lo había tomado de su playera y alzado como si no fuera la gran cosa.
-¡Te advierto que si lo tocas te vas a arrepentir!... ¡El solamente es mío! ¡¿Entiendes?!- los ojos de Sasuke eran completamente rojos y mostraban mucha ira a tal punto que precia que iba a lanzar fuego por ellos en su labio inferior empezaron a resaltar unos finos colmillos blancos.
-Está bien ya entendí… suéltame- Sai tenía su mirada clavada en un sitio detrás de Sasuke, este no comprendía que estaba viendo con tanto interés así que decidió voltear el también y para su sorpresa ahí se encontraba Naruto, viéndolo con una cara de sorpresa que cambio a una de miedo al ver los ojos y colmillos.
-Sa… Sasuke… ¿Qué… que te… paso? ¿Por qué has cambiado de aspecto?- Naruto recordaba las palabras que su primo Deidara le había dicho tiempo atrás “Escucha bien Naruto, la forma en descubrir quién es vampiro no es muy complicado… los vampiros tienes como 3 características principales:
1.- Su cabello es de color negro al igual que sus alas
2.- Sus ojos parecen estar inyectados de sangre, es decir, son de un color rojo
3.- tiene un aura bastante maligna”
-Naruto yo… es que yo soy… un… vampiro- Naruto abrió los ojos con gran impresión ¿Qué había dicho? ¿Un vampiro? No eso era una mentira, solo era una broma que Sasuke le estaba jugando ya que él no podía ser un vampiro, no él, no la persona que le había sentir algo especial en el corazón desde la primera vez que se vieron.
-Es broma ¿Verdad?... tiene que ser una broma… Sasuke esto no me gusta… ¡DIME QUE ES UNA MALDITA BROMA!- Los hermosos ojos de Naruto empezaron a ponerse vidriosos y después de unos segundos las lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas.
-¡Te lo iba a decir Naruto! ¡Te juro que te lo iba a decir!- Sasuke se acerco lentamente a Naruto intentando tocarlo pero el rubio retrocedió de inmediato. Sai veía la escena divertido pues jamás había visto a Sasuke comportándose de esa manera le parecía magníficamente agradable ver la actitud de su medio hermano.
-Sasuke yo… yo odio a… los vampiros- al escuchar esas terribles palabras el corazón de Sasuke se parito en mil pedazos, todas sus ilusiones y alegrías se habían desvanecido completamente. Tenía solo dos días de conocer a Naruto pero desde su primera mirada algo nació dentro de él, algo que le decía que Naruto era su persona destinada.
Sai aprovecho la distracción de su medio hermano y con una gran velocidad se acerco a Naruto y estaba a punto de clavarle los colmillos, pero alguien se lo evito y no fue precisamente Sasuke sino que fue Deidara que había escuchado los gritos de su primo.
-¡¡MALDITO VAMPIRO!- las afiladas garras de Deidara rasgaron la parte descubierta del abdomen de Sai que no había presentido el chakra de el rubio mayor; como acto cobarde emprendió una rápida huida dejando a Sasuke ahí, el Uchiha había entrado en shock y no se podía mover.
-¡Tú… tú también eres un Kyūketsuki!- Deidara veía con atención a Sasuke pero no porque fuera un vampiro de sangre Real sino porque era casi idéntico a Uchiha Itachi. Despejando sus recuerdos se dirigió con kunai en mano hacia Sasuke con intenciones asesinas, Sasuke no hiso ningún movimiento para defenderse quería morir, sí morir en ese mismo lugar viendo a Naruto (el cual tenía la cabeza baja para no ver a Sasuke ni lo que estaba pasando).
-Te quiero- dijo Sasuke casi en susurro, pero de una u otra forma Naruto alcanzo oír aquellas palabras que hicieron que levantara la cabeza rápidamente para encontrarse con la mirada triste del pelinegro que estaba a punto de ser liquidado.
-No… ¡Deidara-niisan detente!- grito Naruto pero ya era demasiado tarde Deidara estaba a punto de clavarle la kunai en el pecho a Sasuke.
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Continuara...