Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Where is the love? por ScorpioGirl

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holas mis amores, aquí está la siguiente parte, que la disfruten :3

        --Bien llegamos, hogar, dulce hogar – Dijo el mayor mientras se bajaba del coche con las bolsas, el rubio se iba a bajar pero no sabía cómo abrir la puerta del coche – Espera yo te abro, tiene seguro para niños.

Ambos entraron por la puerta del garaje, entrado directo a ala de la sala.

       --Bienvenido a mi humilde casa – Expresó en forma de broma al encender las luces, pues a pesar de parecer una hermosa casa por fuera, por dentro era un desorden total – Eh, disculpa el desastre, hace una semana mí ama de llaves renuncio y no he tenido el tiempo de ordenar, con el trabajo y mi hija caigo rendido en las noches – Dijo algo apenado – Por aquí está el comedor, o ¿Quieres comer en la sala? Creo que hay menos desorden, solo hay que tener cuidado con los juguetes de Sasha, como ya sabe gatear contribuye mucho en el desorden – Decía aparando ropa y juguetes de la menor de los sillones y basura en general de la mesa de centro – En veces viene mi hermana y me ayuda un poco pero como a estado ocupada, he sobrevivido gracias a la comida congelada y servicio a domicilio – El joven solo veía como este recogía rápidamente las cosas, se sentó en el sillón de tres plazas que era el más cercano color chocolate con bordes naranja.

El menor estaba perplejo, quitando el caos, era una casa muy bonita, el piso brillante, una enorme televisión, una alfombra afelpada, la mesa de cristal, en fin lo poco que había visto de la casa logro maravillarlo.

       -- “Que suerte tienen algunos” – Tan perdido en sus pensamientos estaba que no noto que el mayor ya había acomodado la mesa de centro con las bolsas de comida.

       -- Deja traigo la mecedora de Sasha que es capaz de despertar en cuanto la deje en su cuarto.

       -- ¿Ella duerme sola?

       -- En veces, o bueno la mayor parte del tiempo, es raro que llore cuando está sola y con la mecedora es tan practico que la puedo llevar por toda la casa, siempre y cuando este ella dormida, despierta es como si un tsunami, dejando caos a su paso, ya quebró muchas cosas ahora que gatea y eso que es tranquila la mayor parte del tiempo, no sé si me entiendas pero ella es así – Dijo mientras recogía a la bebé, la dejaba en la mecedora al lado de ellos – Listo, ya estamos todos, espero que te guste, son rollos de carne rellenos de patatas con queso, unas brochetas de vegetales, crema de champiñón y baguettes para acompañar – A cada cosa el mayor la iba dejando en la mesa de centro mientras que al rubio se le fueron los ojos al ver tanta comida.

       --Es demasiada comida para mí solo – Dijo mientras el mayor le dejaba los platos frente a él.

       --Un joven de tu edad debe de comer bien, aparte recuérdame darte algo para la fiebre, creo que tengo pastillas para eso – Decía sacando una especie de arroz frito con mariscos y fideos con verduras, el rubio le miro confundido.

       --¿Está seguro que no se equivocó? – Pero solo recibió la mirada confundida del mayor, quien se estaba quitando la elegante gabardina y la aventaba sin preocupaciones al sillón desocupado.

       --¿Equivocado? Para nada, es un platillo muy bueno, veras que te encantara, el rollo de carne es la especialidad del restaurante, así que come sin preocuparte, ¿De acuerdo? – Y sin más un poco temeroso tomo el tenedor y el cuchillo, nunca en su vida había comido con cubiertos tan finos, no sabía ni cómo agarrar el cuchillo para cortar la carne, a lo que noto el otro quien amablemente le ayudo a cortar el rollo de carne.

Grande fue su sorpresa al llevar el primer bocado a su boca, fue como si hubiera descubierto un nuevo mundo de sabores.

       -- “¡POR TODOS LOS DIOSES!”… ¡Mnh! – Trago rápido – ¡Está delicioso! – Dijo casi en un grito de alegría, comiendo un poco más rápidamente del platillo.

       --Un poco más despacio, te causara dolor de estómago – Comento divertido al ver el rostro iluminado del muchacho.

       -- ¡Pero algo como esto debió haber costado una fortuna! – Decía con la boca llena, se dedico a saborear ahora cada bocado, sentía hasta cosquillas en su paladar. Tan alegre estaba que no se percató que su flequillo había dejado entrever su lastimada mejilla.

       -- Es lo de menos – Al ver los golpes del menor le causó gran angustia – Oye, ya que estamos en confianza ¿Te puedo preguntar algo?

       --Si – Dijo el mejor sin percatarse a donde iba la conversación.

       -- ¿Por qué tienes tantos moretones? – A lo que inmediatamente el rostro del menor se desfiguro en una total incomodidad y profunda tristeza, reacomodándose el fleco para intentar ocultar las marcas en su rostro. El mayor se pudo percatar de eso y al igual lo lastimadas que tenía las manos, no se había dado cuenta antes porque las mangas de su suéter las cubría y aún seguía con la vieja chamarra, no quería seguir incomodando al chico pero necesitaba saber más sobre él - ¿Qué hay de tu familia? – El menor solo bajo su mirada, jugueteando con sus dedos de una forma nerviosa - ¿Quieres que los llame para que no se vayan a preocupar?

       --No es necesario – Dijo quedamente, su voz se escuchaba algo quebrada, el mayor se arrepintió por causarle tan mal sabor de boca en un momento de felicidad, por lo cual intento cambiar el tema para distraerlo  y fue allí donde le cayó de sorpresa algo que había ignorado desde que había encontrado a Sasha.

       --Pero que descortés de mi parte, sin duda soy el peor – Dijo algo exagerado para llamar la atención del rubio – Mi nombre es Degel Dumont – Extendió su mano para que el otro la sujetara pero el menor solo miro la mano como si no supiera que hacer, por eso rápido bajo la mano, al parecer no le gustaba mucho el contacto físico - ¿Cómo te llamas? ¿Podría saber tu nombre?

       -- Claro, Soy Milo Liakáda - Dijo con una pequeña sonrisa.

       -- ¿Liakáda? ¿Eres griego? – Se sorprendió pues un apellido poco común.

       -- Mnjum – Asintió suavemente – Aunque técnicamente he vivido toda mi vida aquí en Paris 

       --¿Cómo así?

       -- Desde que tengo uso de memoria, mis padres eran griegos pero... – Una vez más el joven se mostró disgustado por el tema.

       -- Si ayuda – Pensó un poco antes de cómo plantear su idea al menor - Puedes quedarte aquí esta noche, ya es tarde y… – El menor lo vio algo temeroso – O tanto como gustes no tengo inconveniente, solo seriamos los dos… Ah y Sasha por supuesto.

       -- Señor Dumont… Lo siento, no quiero ser una carga para usted…

       -- No quieres ir a tu casa ¿verdad? – Le miro conmovido pues se veía algo abrumado– Tengo razón ¿Cierto? – El menor solo le sonrió tímidamente en una muda aceptación a lo propuesto por el mayor – Eres estudiante ¿No?, ¿En dónde estudias?

       --No estudio, hace tiempo que deje la escuela – Dijo con pena – Solía trabajar en la Villela cargando cajas en la central para surtir los camiones.

       --¿Qué paso? ¿Renunciaste?

       -- No, el patrón me despidió por recorte de personal

       --Ya entiendo – Degel sintió un vacío en su pecho al verlo tan deprimido – “Por eso no quiere ir a su casa” – Fue allí donde una idea cruzo por su mente resultándole una excelente opción – Milo, que te parece si trabajas como mi niñera… bueno, no mía, de Sasha… Pero me entiendes… Veras que nosotros no damos muchas complicaciones solo somos algo desordenados… Por el momento… No siempre somos así jeje– Ahora fue su turno de ponerse nervioso al ver el rostro sorprendido del menor.

Milo nunca imagino que el destino le estuviera sonriendo al fin, tal vez sería una mala pasada pero el señor Dumont se veía muy buena persona, como de esas personas que viven vidas perfectas en televisión.

       -- ¿Usted cree que eso sea buena idea? – Comenzó a enredarse con sus palabras – Digo… Apenas me conoce y yo no sé nada de usted, ¿No cree que es algo fuera de lo común?

       --Tienes toda la razón, pero puedo ver que ella se encariño contigo en cuanto te vio y  al parecer ya le tomaste el gusto, es una niña cariñosa a su modo… Veras que todo irá bien para los dos- tres con Sasha – Se corrigió rápido, estaba algo nervioso pues Milo lo veía como un bicho raro, para él no tenía nada de lógica lo que estaba pasando, solo podía ver la pequeña sonrisa del mayor.

       --No tengo experiencia con niños, no sabría qué hacer si algo malo le pasara, seguro sería un completo desastre – La voz del menor estaba algo temblorosa.

       -- Nada malo pasara, a parte te puedes quedar a dormir aquí, no pagarías por nada, la comida no será preocupación y…

       -- Pero no sabría cómo pagarle todo lo que está haciendo por mí, no soy nadie, no soy nada.

       -- No digas eso, ambos necesitamos de nuestra ayuda, ¿De acuerdo?, favor con favor se paga, a parte no le veo sentido de que sigas trabajando en ese tipo de cosas podría ser riesgoso para alguien tan joven.

       -- Le podría ayudar a limpiar, tal vez podría cocinar un poco pero no soy muy bueno – Ya un poco más convencido con la idea de trabajar en su casa, puesto que desde el primer momento llamo la atención, pero no tenía ni idea de a que se debía eso, en sí solo sabía que tenía una vida que a él le hubiera gustado tener, solo que a pesar de tener muchas cosas se veía con ese aire melancólico y cansado.

       -- Sería más que perfecto, pero no te voy a exigir mucho con que limpies el primer piso y cuides de Sasha ya es mucha ayuda, por cocinar no te preocupes, ya veremos cómo resolvemos ese detalle después – Sin duda estaba feliz de que Milo aceptara su propuesta, aunque aún podía ver una pequeña duda en su expresión pero decidió seguir comiendo, cosa que el menor al verlo le imito – Por mientras sigamos disfrutando de la cena – Degel le miro enternecido al verlo con la mejillas llenas y algo de gravy en la comisura de sus labio , en verdad se veía muy joven.

       --Gracias por darme esta oportunidad Señor Dumont, hare todo lo posible por no defraudarlo ya lo vera

       --Al contrario gracias a ti, solo no te sobre esfuerces, aun sigues delicado de salud por tu fiebre y si tienes dudas puedes preguntarme lo que sea con toda confianza.

       --Muchas gracias, enserio no era necesario que hiciera esto, gracias por todo...

       --No hay de que – Le sonrió gentilmente pero aún seguía con la duda, por lo cual se aventuró a preguntar, no vaya a ser que su casa se fuera a llenar de policías acusándole de secuestrador – Entonces dime Milo ¿Qué edad tienes? -

       -- 17, en noviembre cumplo los 18 – Dijo terminado de pasar el bocado, sí que estaba devorando todo.

       -- ¿Enserio? Te vez mucho más joven yo te calculaba unos 15, mira que yo tengo 35 y el próximo febrero cumplo 36

       -- ¡36! Pero si usted es el que se ve como de 26 años, ¡No me creo que tenga tantos años!

       -- Pero que amable de tu parte, pero ya sé que tengo mis canas

       -- No es enserio, usted luce muy bien, es muy apuesto  y… ah? Yo lo siento no quise sonar grosero señor Dumont

       -- Para nada, me alagas, pero por favor dime solo Degel, “Señor Dumont” me hace sentir más viejo de lo que soy y por cada que lo dices siento que me sale una cana

       -- Yo lo siento, pero es por respeto

       -- Lo entiendo, pero si vamos a convivir prefiero que me digas Degel, ¿Sí? - El menor solo asintio levemente, estaba contento, pues Degel le comenzó a caer muy bien -- Bien es hora del postre, tengo un poco de halado y galletas ¿Gustas?

       --No, ya es suficiente

       --Solo un poco, ya verás que te va a fascinar, a parte hay que celebrar tu llegada – Le guiño un ojo sonriendo de lado y rápido salió a la cocina, no tardo ni 5 minutos y Milo ya había terminado toda la comida lo que le alegró mucho. Dejo ambas tazas con nieve y un tubo de galletas de chocolate – ¿Has probado la menta con chocolate? – Milo solo negó con la cabeza mientras se limpiaba la boca con la manga de su camisa – Es un sabor algo raro pero digamos que es mi favorito

Le mayor le acercó la taza con un par de galletas, Milo estaba feliz, hace años que no comía helado y galletas. Con cuidado llevo un poco del helado para probarlo, a lo que hizo una mueca muy rara y graciosa que divirtió a otro.

       --¿Y bien? ¿Qué tal sabe?

       --Raro, es como pasta dental con chocolate… Pero si esta rico – Siguió comiendo devorando casi medio paquete de galletas.

       --Bien se está haciendo tarde y mañana tengo que ir al trabajo temprano – Se levantó para juntar la basura y trastes sucios – Traeré unas cosas para improvisarte por hoy una cama aquí – Milo lo veía como si este le hablara en otro idioma - ¿Por qué no vas a lavarte antes de dormir?, el baño esta en esa puerta – Le señalo el lugar pero Milo seguía sin moverse a lo que el otro prefirió darle un poco de tiempo yendo a realizar sus otras actividades.

Milo seguía sin poder creerlo, veía a la bebe dormir plácidamente sin preocupación alguna – “Que linda nena, tuvo mucha suerte en nacer en una familia con dinero” – Con temor se levantó para ir al baño. Una vez allí dentro también se maravilló pues para el todo era nuevo, elegante, las paredes con mosaicos de color azul y el espejo…. Espejo.

Al verse en el espejo se sintió mal, ver su reflejo tan sucio y descuidado, aun no sabía porque alguien como el señor Degel se comportaba tan amable con alguien de una aparecía de desagradable a la vista como si de un vagabundo se tratase. Vio sus marcas en su rostro, se sintió asqueado y con tremendo coraje – “Ahora no me puedes hacer daño maldito…”.

Notas finales:

Bien resulto un poco más rápido de lo esperado, si todo sale bien nos leemos la próxima semana, sigan bellos~~

Pd: Antes que nada aclaro que aquí Degel tiene el cabello castaño y corto ('? y Sasha tiene el cabello doradito, puesto que lo quise basar en un AU de “Vida normal” tons como que Degel destacaría mucho pero muchoo con su cabello largo y verde xd quiese acerlo que lo tuviera rojo pero como que no va con su personalidad, el rojo es de camus jsjsjs pero sigue usando sus lentes :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).