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Lie to me por Shima_Suzuki

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Notas del capitulo:

Debí de haber actualizado ayer, pero me estaba muriendo en tarea así que aquí les traigo el capi un día después, en fin, la uní ya empezó y sabía que esto pasaría xd

Las dejo leer

Cuando Akira llego a casa se encontró con Kouyou durmiendo en la sala, se veía recién bañado la televisión estaba encendida en el canal de música, lo notaba cansado, supuso que fue por todo el tiempo que estuvo caminando.

Dejo sus cosas en la entrada y se fue duchar, había sido un día largo.

Kouyou abrió los ojos al escuchar ruido, lo escuchaba muy lejano, pero le fastidiaba de todas formas, entre abrió los ojos y lo primero que noto fue la televisión apagada, giro su rostro hacia la entrada, el maletín y los zapatos de Akira estaban ahí, se sentó con cuidado, le dolía un poco la cadera, al final Yuu se había alocado y terminaron haciéndolo más veces de las que su cuerpo podía resistir.

Se levantó y camino a la cocina, lo encontró desempacando la comida a domicilio que había pedido.

— ¿Cenaremos comida china? —pregunto aun algo adormilado.

—Sí, pon la mesa y saca el jugo.

—Si señor—saco lo pedido y después se sentó esperando a que Akira sirviera los platos. —Oye Aki…

— ¿Dime? —dejo los platos en la mesa y se sentó.

—Mmm…no, no nada—sonrió y empezó a comer. Estaba dispuesto a preguntarle el significado de las palabras que le dijo cuándo hablaron por teléfono más temprano, pero mejor se detuvo, no quería hacer alguna estupidez y destapar lo que estaba haciendo con Yuu, si Akira lo supiera ya se lo habría dicho.

Los dos cenaron en silencio, Kouyou lo sentía incómodo, Akira estaba de lo más tranquilo, pues él no tenía nada que ocultar, esa siempre era la táctica que el rubio usaba para sacarle la verdad, mantenerse en silencio, esperando que la presión del ambiente fuera la que hiciera al castaño hablar.

— ¿Algo que quieras decirme Shima?

Kouyou tembló, ahí estaba, sabía que estaba usando la táctica del silencio y que después de verlo lo suficientemente incomodo hiciera la pregunta, si, conocía muy bien a Akira, era obvio que ya lo sabía…

—… ¿Cómo qué? —tendría que jugar sus mejores cartas, necesitaba seguir su juego para no caer y que le sacara toda la verdad.

—No sé, tu dime—sonrió al notar que los nervios en su mejor amigo crecían.

—No sé de qué hablas…

—Mmm bueno, podrías empezar a explicarme de donde sacaste las piezas y collar de plata que tienes puestas, por ejemplo.

Kouyou se tensó, era verdad que desde que Yuu se las regalo nunca se las había quitado… y era aún más obvio que Akira viviendo con él y conociéndolo desde prácticamente toda su vida notaria algo diferente, Kouyou de verdad que fue estúpido al pensar que Akira no se daría cuenta de lo que estaba haciendo. Y sabía que por ahí era donde debía atacar, Kouyou no trabajaba, su deber era cuidar la casa mientras Akira no estaba, mantenerla en orden, esa era la condición que le había puesto Akira para vivir con él y no había tenido ningún problema, el dinero que Akira dejaba era para los gastos de la casa y para la comida, además de uno que otro capricho, pero vamos, que eran 5 piezas de plata incluido un collar, eso era caro y Akira, a pesar de que ganara bastante bien, no recordaba ver ninguna factura donde saliera compra de plata ni mucho menos dejar el dinero suficiente en efectivo para que Kouyou se diera por si solo tan gran lujo.

—Fue un regalo—respondió con la cabeza baja, estaba acorralado, ya no tenía salida, Akira tenía la espada apuntándole directo en la garganta y él ya estaba contra la pared…

— ¿De quién?

Kouyou estaba temblando ya, su garganta estaba seca, no podía responder, necesitaba saber qué cara tenía Akira, si estaba completamente serio era porque no sabía y de verdad estaba preguntando para saber, pero si lo veía con ese semblante obscuro y el ceño fruncido es porque ya lo sabía y quería que fuera el mismo Kouyou quien se lo dijera.

¡Pero que le daba terror levantar la cara! Ni siquiera su madre le provocaba tanto miedo como Akira enojado…

Se atrevió a levantar el rostro, sus ojos subieron lentamente por el pecho de su amigo, pasaron por su cuello y se detuvieron en la barbilla, no quería subir más, pero debía de hacerlo para saber que contestar, llego a sus labios subió hasta su nariz y luego sus ojos.

Si sus ojos fueran pistolas ya lo habrían matado, ahí estaba la cara que tanto miedo le daba, Akira ya lo sabía…

—Aki yo…

—Dime quien es.

Kouyou se sintió intimidado, si bien, Akira era la persona más amable y cariñosa del planeta, al enojarse se volvía el mismísimo diablo. Ver a Akira tan serio y molesto lo hacía sentir mal pues era su culpa después de todo que estuviera así, se supone que eran amigos ¿no? los mejores amigos, no tendrían por qué tener secretos, por algo vivían juntos, suspiro con los ojos queriéndole arder, dios, incluso quería llorar.

—Es Shiroyama…

Escucho el suspiro, pero no cualquier suspiro, era ese suspiro de “puta que lo sabía”. Cerró los ojos pues en cualquier momento el llanto llegaría.

—Kouyou, mírame. —el castaño negó, no quería levantar la cabeza. —Mírame. —Kouyou alzo la vista solo poquito, se calmó, Akira no se veía enfadado, incluso se veía preocupado, las lágrimas ya estaban bailando en el borde de sus ojos.

— ¿Estas molesto? —su voz salió cortada.

—Un poco—suspiro—pero si es tu decisión no te puedo detener, ya eres lo suficientemente mayor para tomar tus decisiones.

—Suenas como mi madre ahora—dijo limpiando sus ojos.

—Digo la verdad, te lleva 14 años, pero si estás de acuerdo con eso entonces no puedo detenerte, soy tu mejor amigo, no tu madre. 

— ¿Entonces apruebas lo que estoy haciendo?

—Realmente no, pero ya te dije, no puedo detenerte, dentro de nada vas a cumplir 26 años, desde hace bastante tuviste que empezar a analizar los pros y contras de las decisiones que tomas en tu vida.

—Si de verdad piensas eso entonces ¿Por qué estás tan molesto?

—Porque cuando ese idiota te rompa el corazón por cualquier motivo no voy a poder golpearlo.

— ¿Romperme el corazón?

—Kouyou, te conozco, desde niños, se cuándo solo juegas con alguien y cuando te enamoras, lo que sientes por ese hombre no es un juego, pero te lo advierto, es un hombre 14 años mayor que tú, tiene experiencia con las relaciones, no quiero enterarme de que solo estaba jugando contigo. No quiero verte mal por culpa de un imbécil que fingió quererte.

—Él no está fingiendo, de verdad le importo.

—Bueno, creeré en ti, pero el día en que llegues llorando a este departamento por su culpa no me voy a resistir a decir que te lo dije.

—Eso no pasara.

—Eso espero.

Al final, el ambiente se volvió tranquilo de nuevo, las cartas de ambos estaban sobre la mesa, ambos ya habían dado sus argumentos, ahora solo faltaba ver que es lo que deparaba el destino, quien de los dos tendría la razón sobre este tema.

Terminaron la cena, los dos fueron a lavarse los dientes y a prepararse para dormir, se acostaron sin decirse nada, en la mesa ya se habían dicho todo lo que tenían que decir.

— ¿Sigues molesto? —no le gustaba que Akira estuviera enojado con él.

—Sí, aun lo estoy.

— ¿Qué puedo hacer para que ya no lo estés?

—Confiar más en mí es una cosa.

— ¿Y la otra? —lo miro, aun le daba la espalda.

Akira se giró y le sonrió.

—Quiero que me compres KitKat.

Kouyou se rio, Akira era adicto a esas cosas, pero se las habían prohibido por que le provocaba hiperactividad, aunque dado al trabajo que tenía ahora, era bastante necesaria.

—Está bien—sonrió. —Buenas noches Aki…

—Descansa—dijo y cerró los ojos.

Kouyou mando un mensaje de buenas noches a Yuu este le respondió de inmediato diciéndole que después del trabajo lo llevaría a cenar, sonrió y cerró los ojos después de darle una respuesta afirmativa, mañana hablaría con él y le diría que Akira ya sabía, así que no había riesgo de nada, al menos de su parte, Yuu si tenía mucho que perder.

Se durmió después de un rato, su conciencia estaba tranquila, Akira ya lo sabía y él no tenía por qué sentirse presionado por nada.

En cambio, Yuu…

—Princesa hola…—sonrió al escuchar la voz de su hija.

—Papi te extraño mucho ¡Vuelve a casa!

—Estoy trabajando princesa, tu mami ya debió de habértelo dicho.

— ¡Pero te extraño! ¡Quiero verte!

—Y yo a ti princesa, pero entiende que papi tiene que trabajar y necesita quedarse aquí.

— ¡Entonces yo iré para allá!

—Papi está trabajando mi niña, no puedo cuidarte.

Pronto se escuchó como pasaba de manos el teléfono.

—Yuu.

—Yumiko.

—Iremos para Japón en el próximo vuelo, yo también te extraño. 

Yuu entro en estado de alerta.

—Pero cariño, no me veras en todo el día, resultaría lo mismo, a la empresa no las puedo llevar, me regañarían, yo te aviso cuando todo esté en orden, lo juro y podremos vernos.

No se escuchó ruido por un buen rato, después se escuchó un suspiro.

—Hasta parece que no nos quieres ver.

—No es eso querida, si estoy con ustedes no me puedo concentrar en mi trabajo, eso es todo.

—Bien, te creeré, más te vale llamarnos cuando ya podamos estar juntos, quiero irme a mi casa, a nuestra casa en Osaka.

—Si querida, te lo prometo, ahora si pudieras colgar, acá ya es de noche y estoy cansado fue un día agotador…

—Bien, te amo.

—Y yo a ti, adiós. —Los dos colgaron, Yuu suspiro, no sabía que hacer ahora…

Aún tenía tiempo podía mantener a su esposa e hija alejada lo suficiente para poder estar con Kouyou y formalizar las cosas, incluso podrían salir del país e ir a cualquier otro lado con tal de escapar de la realidad. Podría escucharse exagerado, pero de verdad, Yuu estaba enamorado de ese chico, lo quería demasiado y ahora que lo tenía con él no lo dejaría ir jamás.

Se fue a bañar, necesitaba relajarse por un largo rato, la cabeza le dolía de pensar en todas las posibilidades que podría suceder si hacia “que” o “cual” cosa.

En la mayoría de las posibilidades salía perdiendo, Kouyou se iba por ocultarle la información, o decírsela también, y su esposa se llevaba a su hija por engañarla con un hombre mucho más bonito que ella.

Definitivamente las posibilidades para el de un “final feliz” eran menos de 10 en una escala de 100. Prefirió terminar su baño y dejar de pensar, cuando salió del baño se fue a cenar algo ligero y se tomó una pastilla para dormir.

A partir de ahora y en adelante, tenía que ver como acomodar su vida, para mantener su “familia feliz” y al amor de su vida en la misma línea…

Fin del capítulo 11

 

Notas finales:

Los momentos de tensión ya se vienen xd

El 22 actualizo, byes ^^/


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