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Lie to me por Shima_Suzuki

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Notas del capitulo:

Se que dije 22, pero bueno, ya regrese a la uni xd tengo tarea todos los dias lo siento :c

Akira estaba trabajando con una barrita de kit kat entre los labios, Shiroyama estaba atrás de él, revisando como lo hacía, tenía que inventar nuevas escusas para poder quedarse más tiempo y poder estar con Kouyou.

—Veo que te gusta el chocolate—dijo de la nada.

—Si…—se lo comió y siguió trabajando.

—Yo soy más del sabor a fresa.

—Aja—estaba concentrado en lo que hacía.

—…Y a Kouyou ¿Qué le gusta?

Ahí Akira se atraganto.

— ¿Disculpa? —lo miro.

—Si, a él ¿qué le gusta? ¿Vainilla?

—Ah…claro—suspiro—Supongo que ya hablaste con él y sabes que se dé lo suyo ¿no?

—Sí, precisamente.

—Le gustan los dulces de miel. Ahora déjame trabajar.

—Gracias—dijo saliendo de la oficina.

— ¿A dónde vas? —se levantó.

—Por dulces de miel—sonrió y se fue.

Akira suspiro y se volvió a sentar, tomo otra barrita y siguió trabajando, era asunto perdido seguir “negándose” a lo que pasaba entre esos dos. Ya iban para 3 semanas-en su conocimiento claro- saliendo como “la feliz pareja”, no tenía nada que decir contra Kouyou y su “relación”. Todo iba bien, no tenia de que quejarse, aunque bueno, Kouyou ya le decía todo y le compraba sus chocolates, no tenia de que quejarse.

Kouyou estaba en casa, terminando de hacer la limpieza del departamento, se fue a sentar a la sala cuando termino, claro que, sentado duro poco, tocaron a la puerta. Se levantó y miro por la mirilla, sonrió al ver quien era así que abrió la puerta.

—Hola guapo—sonrió.

—Hola precioso—dijo entregándole una caja—no sabía cuales te gustaban así que compre de todas las marcas que había. —entro a la casa.

Kouyou abrió la caja y encontró un montón de dulces de miel, sonrió enternecido, supuso que le pregunto al rubio.

— ¿Cómo lo supiste?

—Siendo sincero, le pregunte a Akira—sonrió—no quería fallar en saber que regalarte.

—Qué lindo—sonrió y comió uno. — ¿No deberías de estar en el trabajo?

—Pedí permiso para salir temprano, quiero llevarte a un lugar bonito.

— ¿Otro lugar bonito? —dijo abrazándolo. Sonrió al sentir los fuertes brazos de su pareja rodearle la cintura.

—Sí, pero no tan bonito como tú—dijo dejando un beso en su frente.

Kouyou sonrió y se apoyó en su hombro, todo era perfecto, de verdad que todo era perfecto, tanto que quiso olvidarse de lo que había escuchado esa noche, hace tantas semanas.

—Te amo—dijo Yuu besando su cabeza.

Kouyou sonrió y cerró los ojos dejándose consentir.

—Y yo a ti. De verdad te amo.

—Lo sé, y lo que siento por ti es real Shima. Es la primera vez que siento algo real por alguien…

Se quedaron abrazados un largo rato, era cálido, transmitían todo en ese contacto. Era amor de verdad.

— ¿Hace cuánto que nos conocimos? —pregunto acariciando su espalda.

—Hace 2 meses y medio. —dijo aun con los ojos cerrados.

— ¿Hace cuánto que empezamos a intimar?

—Hace 2 meses.

— ¿Y hace cuanto que somos pareja?

—Hace 3 semanas.

Ambos se rieron.

— ¿No crees que lo hicimos en un orden contrario? —sonrió, Kouyou levanto su rostro del hombro del mayor.

—No importa, te amo como si te conociera de toda una vida.

—Aww mi amor—lo lleno de besos, de verdad, esos pequeños momentos le llenaban el pecho de amor, Kouyou era lo que necesitaba, lo que quería y por fin tenía.

Kouyou se dejó consentir, adoraba que Yuu lo mimara tanto.

— ¿A dónde me vas a llevar?

—A un lugar bonito, es sorpresa, no te lo diré—dejo un beso en su nariz.

—Bueno, entonces deja me voy a vestir—Kouyou aún tenía el pijama puesta. —No tardo—se separó del mayor y fue a su habitación para cambiarse, pero los fuertes brazos de su pareja lo detuvieron. — ¿Yuu?

— ¿Por qué no mejor nos desvestimos y tardamos?

Kouyou se sonrojo, pero sonrió y se apegó más al cuerpo del mayor.

—Me gusta la idea.

—Vamos entonces hermoso.

Se besaron sin esperar ni un minuto mientras caminaban torpemente y a ciegas por el departamento para llegar a la habitación de Kouyou.

Primero se detuvieron un momento en el pasillo, Yuu había dejado a Kouyou contra la pared, mientras se deshacía de su pijama, sus besos bajaban por su cuello y pecho, dejando un par de mordidas en su cuello y clavículas.

Kouyou jadeaba suave, se mordía los labios tratando de no gemir mucho, a pesar de ser buenos departamento y que no tenían tantos vecinos en el piso en el que vivían, la mayoría de las cosas se escuchaban por toda la calma que reinaba ahí, por eso Akira había comprado un departamento en ese edificio, por la calma…

—A-Aquí no… Vamos a la cama—dijo Kouyou llevando sus manos a la cabeza de su amado el cual ya iba por su abdomen ¿en qué momento le había quitado la playera de su pijama?

Yuu sonrió y se alejó del suave y plano abdomen de su pequeño, al levantarse lo cargo y lo llevo a la habitación.

— ¿Cuál es tu cama?

—La que está pegada a la ventana.

—Bueno—dijo dejándolo recostado—entonces déjame cerrar las cortinas—sonrió y se acercó a la ventana para correr la cortina y evitar que alguna mirada curiosa se asomada desde el otro edificio. —Prepárate cariño.

— ¿Para qué debo prepararme? —pregunto acomodándose mejor en la cama. Yuu supo lo que estaba haciendo, lo estaba provocando, esa forma de acomodarse, dejando sus piernas flexionadas y ligeramente abiertas con sus brazos arriba de su cabeza y con esa sonrisa entre inocente y atrevida…definitivamente lo estaba provocando.

—Para lo que se viene. —dijo acomodándose encima del menor y comenzar de nuevo con una suave danza de besos por todo su cuerpo, se concentró específicamente en sus pezones, desde hace unas cuantas ocasiones había descubierto que ese era un punto de lo más sensible para él.

Kouyou gimió contra su mano, cuando estaban en casa de Yuu no tenía ningún problema en dejar escapar su voz, pero estando en su departamento sería un problema si alguien lo llegaba a escuchar.

—No te calles, déjame oírte—dijo Yuu ya quitándole la ropa interior al castaño.

—N-No, aquí no, las paredes escuchan…—dijo encogiéndose un poco, le daba algo de frio estar sin nada.

— ¿Tienes frio cariño?

—Algo—dijo sonrojado. Yuu sonrió de esa forma tan típica de él, de medio lado, dejando ver ese toque sensual que solo el poseía.

—Déjame calentarte entonces.

~

Akira estaba almorzando un obento que Kouyou le había preparado en la mañana, algo sencillo, arroz frito y comida china de la que sobro del día anterior. Tenía sus ventajas que Kouyou estuviera enamorado, se volvía más considerado con él.

Siempre le hacia el almuerzo, pero siempre era comida del día pasado, esta vez se tomó el tiempo de hacer arroz, ahora que lo veía no sería problema majear a un Kouyou más dócil en casa, aunque bueno, en casa no permanecía mucho tiempo, ya era costumbre que el castaño no llegara a dormir, pero cuando amanecía su obento ya estaba listo.

Neh, que más daba, se acostumbraría de nuevo a la soledad. Se relajó, era su momento de descanso.

Claro que la paz en su oficina duro poco, alguien llego a su oficina azotando su puerta al abrir.

— ¡Hey! —se levantó molesto de su asiento, nadie hacia eso más que el cuándo estaba molesto.

— ¡¿Dónde está?! —pregunto una mujer, aunque con rasgos asiáticos su piel muy pálida y ojos verdes delataban que 100% japonesa no era.

— ¿Dónde está quién? —dejo su almuerzo a un lado, la mujer había empezado a husmear en las puertas de su oficina, donde tenía archivos y cosas importantes.

— ¿¡Donde esta Shiroyama!? —se veía bastante histérica. Y seguía moviéndose por toda la oficina como si fuera a encontrar algo, vamos, que la oficina si era bastante grande, era un espacio abierto, con vista a la ciudad debido a los ventanales, el escritorio, las sillas frente a este, la sala de estar en la oficina y muchos muebles con un montón de papeles, sumando su computadora-el escritorio era bastante grande-.

Por mucho que buscara no había lugares para esconderse más que el archivero detrás de una puerta de madera, pero ahí la señora ya había revisado, y el baño, pero ese estaba siempre abierto a menos de que hubiera alguien dentro, y este no era el caso, a pesar de eso la mujer reviso ahí también.

— ¡¿Puede calmarse por un momento señora?!

La mujer se asustó por el grito, la voz de Akira estando enojado tenía ese efecto en las personas, inmediatamente llego la secretaria de Akira y los agentes de seguridad, los cuales sostuvieron a la mujer, uno de cada brazo.

—Discúlpeme Suzuki-sama, se metió corriendo y no la pudimos alcanzar.

— ¡¿Dónde está Shiroyama?! —volvió a gritar.

— ¡Ya cállese señora! —la mujer cerro la boca—Esta en mi oficina gritando como loca como si estuviera en su casa, en Japón hay modales y usted no los está respetando así que ahora quiero que me diga SIN GRITAR quien es y porque está buscando a Shiroyama.

Todo se quedó en un silencio total, Akira enojado era alguien de temer y todos los sabían, hasta el señor Kishimoto, por algo lo había vuelto su mano derecha en la empresa.

—Soy Yumiko Bianchi Soto. Vengo a ver a Shiroyama Yuu.

El apellido lo confirmaba, si la memoria no le fallaba, era un apellido italiano, aunque Soto era japonés…

— ¿Porque lo busca?

—Porque soy su esposa.

 

 

 

Fin del capítulo 12.

Notas finales:

y PUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAA-exploto la bomba-

lo se, pesimos efectos especiales xDD

en fin, tratare de actualizar el 25 xD ya mejor digo tratare y no lo afirmo porque ya no se si puedo cumplirlo xD

las quiero y disculpen de nuevo ^^Uu


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