Kouyou termino de bañarse-después de hacerlo con Yuu en la ducha claro-salió y se envolvió en su bata, Yuu estaba terminando de vestirse, le sonrió al verlo.
—Vístete cariño, ahora si te llevare a ese lugar bonito.
— ¿Qué debería de usar? ¿Hará frio o calor allá?
—Todo depende de cómo se comporte hoy el clima—sonrió—estamos en verano, hace calor, pero la lluvia asecha en cualquier momento.
—Bien. —Kouyou termino de vestirse al igual que Yuu se fueron rápido después de cerrar el departamento, bajaron hasta llegar a la entrada del edificio donde el lujoso Jaguar del pelinegro esperaba, ambos subieron en él y se fueron a un destino que Kouyou no conocía.
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— ¿C-Como que su esposa? —no se lo podía creer.
—Si—suspiro— ¿Dónde está? Mi hija está esperando a mi auto.
— ¿HIJA? —Ahora menos se lo podía creer.
— ¿Sabes dónde está o no? —ya estaba fastidiada, se zafo del agarre de los guardias.
—No, él se va siempre a esta hora todos los días…—les hizo una señal a los de seguridad y a su secretaria para que se fueran.
— ¿Mami? —Akira y Yumiko miraron a la puerta donde uno de los guardias de seguridad del estacionamiento venía con la niña de la mano.
— ¡Hikari! —Yumiko se acercó a ella y se agacho a su altura—Te dije que esperaras en el auto.
—Me sentía sola—dijo haciendo un pucherito y bajando la cabeza. — ¿Dónde está papi?
—Aquí no está cariño…
— ¿Y el quien es? —pregunto señalando al rubio.
—Él es…—vacilo, no sabía que decirle a su hija, se levantó y miro al rubio.
—Soy amigo de tu padre, trabaja aquí conmigo—le sonrió a la niña.
— ¿Sabes dónde está mi papi? —pregunto acercándose a él, Akira se agacho a su altura.
—Puede que regrese en un rato—le sonrió— ¿Les gustaría esperarlo? —miro a ambas.
— ¿Podemos quedarnos mami? —Le sonrió, el hombre le había agradado.
¿Cómo decirle que no a esa niña?
— ¿Quieres jugar? —le pregunto el rubio a la pequeña.
— ¡Sí! —dijo feliz, Akira le estiro la mano y la niña la tomo, la llevo al escritorio donde estaba su computadora, le abrió los juegos y la dejo jugar, Yumiko se fue a la sala de la oficina del rubio y se sentó a esperar.
—Eres bueno con los niños—sonrió levemente—Mi hija suele ser muy desconfiada de la gente.
—Tengo sobrinos—sonrió—Además, supongo que es porque le dije que conozco a su padre.
— ¿Entonces no sabes dónde está?
—Siempre se va a la misma hora todos los días, se va por unas dos o tres horas y vuelve. Pero nunca me dice a donde va.
—Mmm…
—Puedes ir por algo de comer si quieres, para ti y la niña.
—Comimos antes de venir, podemos esperar—le sonrió.
—Mmm… Ya veo y—se quedó pensando un momento— ¿Cuándo se conocieron?
— ¿Por qué debería de hablar de eso?
—Bueno, hasta hace no más de 5 minutos supe que tenía esposa, así que me gustaría hablar de eso.
— ¿No habla de mí? —sintió un golpe en su pecho. —Miro a su hija— ¿Ni de ella?
—Tú crees que mi cara de sorpresa fue inventada ¿o qué?
—Nos conocimos hace 7 años—suspiro—Nuestro matrimonio fue arreglado por conveniencia para armar un imperio entre las empresas de nuestros padres, dos años después tuvimos a Hikari—sonrió al ver a su hija. —Y en todo ese tiempo aprendimos a amarnos, nuestro matrimonio se volvió estable y somos felices—sonrió vagamente—Pero ahora está pasando esto…
— ¿Qué es “esto”?
—Pues…Primero vino aquí para resolver lo de la empresa, las primeras semanas hablaba todos los días, nosotras estábamos en Italia en casa de mi padre.
—Eres mitad extranjera—ahora entendía los ojos de la niña y los de ella.
—Mi padre es italiano, mi madre japonesa…
—Mmm ya veo.
—En fin, no es relevante—suspiro—dos semanas después de estar aquí. Dejo de llamar, creí que estaría ocupado así que lo deje, pero su ausencia se prolongó los 3 meses que dijo que estaría aquí, y ahora tiene que quedarse más tiempo misteriosamente…
—Bueno, sí hemos estado bastante ocupados, yo también he descuidado mucho a las personas que quiero.
— ¿Tienes pareja?
—Amigos, con los que convivía y ahora ya no…—suspiro.
—Debe de ser difícil…
—Lo es—le sonrió.
—… ¿no tienes idea de a dónde va?
—Ni idea…Pero siempre llega puntual. —miro el reloj—No debe tardar.
— ¿A qué hora llega?
—En una hora.
—Bueno—miro a su hija—Ella no se va a mover de ahí—sonrió.
—No importa, ya acabé el trabajo que tenía que hacer, por lo general pierdo un rato en la oficina antes de irme a casa o simplemente ayudo al jefe con alguna cosa.
—Debe ser difícil ser la mano derecha del jefe.
—Creeme, lo es. Tengo 26 años y el hombre que es mi jefe directo está pensando en dejarme la compañía cuando se retire.
Yumiko se quedó callada, se veía joven, eso sin duda, pero ¿26 años y siendo jefe? Eso sí que no se lo esperaba.
—Bueno—se acomodó un poco el cabello—Estoy sorprendida—sonrió.
—Imagina mi sorpresa cuando me lo dijo—se rio.
—En fin—sonrió, le agradaba el chico—Esperemos que lo que sea que esté haciendo Yuu en estos momentos sea algo de provecho como para hacerme esperar…
Akira solo le sonrió y miro a la niña, él sabía que estaba haciendo Yuu, lo sabía muy bien…
~
Yuu lo llevo a un restaurante muy elegante, comieron algo delicioso con un nombre muy raro que creo que era francés, pero eso es algo que no importa, ahora estaban paseando en un jardín botánico, Kouyou amaba las flores y plantas así que creyó que sería un detalle lindo.
En ese momento Kouyou estaba viendo el bloque de los girasoles, se le veía maravillado, Yuu sonrió, Kouyou amaba esas flores y ahora Yuu lo sabía.
—Kou…
— ¿Dime? —dijo apartando su vista de las flores. Yuu lo ayudo a levantarse.
—Sé que es repentino, pero—saco una cajita de terciopelo rojo de su bolsillo.
— ¿Yuu? —lo miro sin entender.
—Me gustaría hacer lo nuestro más formal—sonrió y abrió la cajita, dejando ver un hermoso anillo de oro blanco con diamantes en los bordes y uno más grande en el centro.
— ¿E-Es…Es enserio? —su rostro se coloreo de rojo, sus ojos empezaron a lagrimear.
—Muy enserio—sonrió y acaricio su rostro—Te amo Shima.
Ahí fue cuando soltó las lágrimas, no se podía creer de verdad que esto estuviera pasando. Eso definitivamente era un anillo de compromiso, y uno muy caro…
— ¿Qué dices Shima? ¿Estás dispuesto a pasar tu vida conmigo? —el brillo en sus ojos era notable, Yuu de verdad estaba enamorado del menor, la emoción en su pecho, las cosquillas en su estómago y el hecho de que su mente no dejara de pensar en él ni por un minuto le demostraban que eso era el amor real.
Y en Kouyou también se podía ver la ilusión en sus ojos, era la primera vez que se enamoraba y era hermoso, y estaba dispuesto a pasar su vida entera con el hombre que amaba…
— ¿Me estas preguntando de verdad que es lo que digo?
—Sí, me gustaría saber qué piensas sobre esto…
—Obviamente es un si tonto—dijo acariciando su rostro.
Yuu sonrió y limpio las lágrimas de aquel lindo chico que amaba, lo atrajo a su cuerpo y lo beso, no con pasión o deseo, si no con amor, con mucho, mucho amor, paciencia y lentitud, estaban sellando ese compromiso, porque ya era un compromiso.
Se separaron con suavidad del beso, Yuu tomo el anillo y la mano de Kouyou, lo coloco con cuidado y después admiro su mano, se veía hermosa con el anillo, más hermoso se veía Kouyou con el anillo no solo su mano.
—Te queda perfecto.
— ¿Cuándo tomaste la medida de mi dedo?
—Has estado a mi merced muchas veces mi amor—sonrió—cuando duermes es fácil hacerte cualquier cosa, no te despiertas, aunque lo intente.
Kouyou le dio un golpe en el pecho, sonrojado por la vergüenza, era verdad que tenía el sueño pesado, pero no era necesario decirlo así…
—Deberíamos de irnos, tienes trabajo que hacer.
—Voy a dejarte a casa primero
—Claro—sonrió y se fueron. Salieron del jardín y subieron al auto, Yuu conducía con una mano ya que Kouyou tomaba la otra, no le molestaba, era lindo.
— ¿Puedo preguntarte algo? —dijo el castaño mirando por la ventana.
—Si claro cariño ¿dime?
—El anillo es… ¿de compromiso?
—Te dije que lo quería hacer más formal ¿no? —sonrió.
—Si lo sé, pero…o sea ¿compromiso, compromiso?
—Si—se rio.
—Entonces me propusiste matrimonio.
—Si—se detuvo en un alto y lo miro sonriendo. — ¿Estas dudando de decir que sí?
— ¡No! —Se alteró— ¡No claro que no! Si quiero casarme contigo—le dio vergüenza decirlo—Es…es solo que… ¿no es muy difícil? Digo, somos hombres y…bueno…—bajo el rostro.
Yuu lo miro y sonrió, alzo su rostro y le dio un dulce beso en los labios para después acariciar su carita, eso le saco una sonrisa Kouyou.
—No te preocupes por eso cariño, me encargare personalmente de todo—dejo un beso más y se concentró de nuevo en la vía, el semáforo ya estaba verde de nuevo, así que arranco y llevo al castaño a casa, si se entretenía más tiempo podría llegar tarde a la compañía y eso no era nada bueno.
~
Cuando Yuu regreso a la oficina venia de muy buen humor, estaba muy feliz, había llevado a Kouyou a casa y lo habían hecho una vez en la sala y otra más en la cama, había sido inevitable, Kouyou lo había seducido y el no pudo negarse.
Subió por el ascensor hasta la oficina de Akira, entro y la sonrisa se le fue, incluso el alma se le pudo ir, Yumiko y Hikari estaban ahí…
—Yumiko, hola—volvió a sonreír. —No esperaba que vinieras que agradable sorpresa.
— ¡Papi! —la niña dejo lo que hacía, bajo de la silla y corrió para abrazarlo, Yuu la cargo y la lleno de besitos, pese a que su esposa no fuera su “amor verdadero” su hija le importaba mucho, la quería, Akira podía verlo y no se creía que Yuu fuera tan sínico como para salir con Kouyou y tener una esposa y una hija, las cosas no las iba a dejar así, nadie iba a hacerle daño a Kouyou, NADIE iba a jugar así con sus sentimientos, menos ahora que de verdad se veía enamorado.
Yuu noto la mirada del rubio, noto esa aura asesina disfrazada con una falsa sonrisa, sus ojos mostraban una clara amenaza “Voy a matarte” era lo que todo en conjunto decía, pero eso no fue lo que le preocupo, lo que le preocupo más fue el hecho de que cambio todo eso por una sonrisa, una de las más sínicas que había visto en Akira, se podía ver que iba con segundas intenciones, se sintió nervioso. Yumiko se levantó y fue a abrazarlo para después plantarle un beso que Yuu correspondió, Akira se levantó y camino a su escritorio, cerró los juegos y se sentó para seguir trabajando.
—Nos has dejado muy abandonadas así que vinimos a darte una sorpresa.
—Es una agradable sorpresa. —les dio un beso a ambas.
—Llegaron no hace mucho buscándote, se nota que te extrañan—esa sonrisa no se iba, Yuu podía ver la maldad en el—Se nota que te aman mucho…
—Si—dijo abrazando a sus dos mujeres, las cuales correspondieron, Yuu ahora estaba en problemas, en muchísimos problemas, Akira tenía información clave para arruinar su vida en menos de un minuto, y eso en definitiva no le convenía para nada…
Tal vez, tal vez podría llegar a un trato con Akira para que no arruinara su doble vida…
Todos tenían un precio, y el estaba dispuesto a encontrarlo.
Fin del capítulo 13.