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Lie to me por Shima_Suzuki

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Notas del capitulo:

creo que tenia que acyualizar ayer, pero ya estoy ene xamenes y tambein ya estoy con lod e mi servicio social asi que puede que las actus vayan un poco mas lento a aprtir de ahora, voy a tratar de seguir con als fechas que me auto impongo pero no prometo mucho :c

lo sienot, pero asi es la vida universitaria(?)

Akira estaba de lo más tranquilo en la oficina, desde hace exactamente 3 semanas que no había ni una sola noticia de Yuu, Kouyou estaba siendo demasiado atento con él y no había nombrado al pelinegro en ningún momento, no usaba el collar, ni las piezas en su oreja y mucho menos el anillo.

Como si las cosas hubieran vuelto a la normalidad, como si Yuu Shiroyama nunca hubiera existido.

Y eso lo tenía increíblemente feliz.

Termino su trabajo hasta tarde ya que estuvo adelantando un par de cosas para poder descansar al menos 3 días seguidos.

Llego a casa bastante cansado, luego de cerrar la puerta con los seguros correspondientes-porque llego bastante tarde también- dejo su maletín, se quitó los zapatos y se aflojo la corbata, el departamento ya estaba a obscuras, pero pudo escuchar los pasos acercarse por el pasillo y luego la luz de la sala se encendió.

— ¿Qué haces despierto?

— ¿Y tú que haces llegando a esta hora? —pregunto el castaño abrazándolo, Akira correspondió soltando un suspiro—Me tenías preocupado, no contestabas tu teléfono y cuando llame a la oficina me dijeron que no estabas…

—Lo siento—dijo acariciando su cabello—Tenia trabajo y pedí que no me molestaran, se apagó mi teléfono y se me olvido el cargador aquí… perdón por preocuparte.

—No te disculpes tonto—acaricio desde su nunca hasta su espalda—La cena aún se puede calentar.

—Ya es un poco tarde para eso ¿no crees? —sonrió.

— ¿Tienes hambre?

—Si—froto su estómago.

—Entones no es tarde—acaricio su nuca.

—Bien—sonrió y lo acompaño a la cocina, Kouyou saco las cosas del refrigerador, calentó todo y sirvió para que ambos comieran ya que Kouyou no se animó a comer hasta no saber algo de Akira.

Comieron rápido pues ya casi iban a ser las 12 de la madrugada, Akira tenía que dormir.

Cuando terminaron fueron a prepararse para dormir, ya cada uno instalado en su cama cerraron los ojos con el único propósito de relajarse lo suficiente para poder dormir.

Para Akira seria sencillo, estaba bastante cansado, pero no pudo, fue interrumpido por unos delgados brazos que se aferraron a su cintura desde atrás.

— ¿Shima? —se giró un poco para verlo.

— ¿Puedo dormir contigo? —suplico con voz suave, Akira no pudo negarse, al menos no si le hablaba así, sabia lo preocupado que lo había dejado y se lo tenía que recompensar de algún modo.

Sus manos se posicionaron sobre las de Kouyou y se apegó más a su cuerpo, el castaño sonrió y cerró los ojos dejando su frente apoyada en la nuca del rubio. Durmieron abrazados como hace mucho no lo hacían y por primera vez, la calidez en el pecho no solo fue para Kouyou, sino también para Akira.

~

Los rayos del sol no pudieron entrar por la ventana para despertarlos, las cortinas estaban bien cerradas impidiendo que la luz los molestara, Kouyou dormía abrazando aun al rubio cómodamente, sin inmutarse de nada. Akira también estaba muy cómodo durmiendo, ninguna alarma lo despertó tampoco, las había quitado el día anterior saliendo de la oficina.

Kouyou entonces se levantó con pereza luego de que su propio cuerpo le dijo “arriba”, miro el cuerpo del rubio a su lado aun así que se volvió a acostar para después acurrucarse.

… luego pasaron 3 segundos y se levantó alarmado moviendo a Akira como loco para que despertar, el rubio se quejó y trato de apartarlo, pero Kouyou seguía moviéndolo como desquiciado.

— ¿¡QUÉ!?

— ¡Ya no fuiste a la oficina! —dijo estando casi encima de él.

—Ahhh…—se quejó y se volvió a acurrucar—me tome el día, vuelve a dormir…

—Ah…—suspiro aliviado y se volvió a recostar, esta vez frente al rubio, el cual lo abrazo inmediatamente contra su pecho solo para mantenerlo quieto y que no se le ocurriera zangolotearlo otra vez, Kouyou sonrió y se escondió en su cuello, abrazándolo de nuevo por la cintura, el rubio comenzó a acariciar su cabello entonces y con eso tuvo el castaño para volver a dormir.

No supo cuánto tiempo exactamente se durmió de nuevo, pero cuando volvió a abrir los ojos, Akira estaba sentado en la cama secándose el cabello, solo con un pantalón de pijama puesto, se acababa de duchar.

— ¿Qué hora es?

—No sé, no quiero ver el reloj—sonrió y se volvió a recostar dejando la toalla tirada a un lado. —solo quiero dormir por el día de hoy.

— ¿No piensas comer?

—No tengo hambre aun—se acurruco y lo miro sonriendo, Kouyou se sonrojo levemente, Akira se veía demasiado sexy con el cabello mojado, pero a la vez muy tierno por la forma en la que estaba abrazando las cobijas para volver a dormir. — ¿tú tienes hambre?

— ¿Eh? —pregunto mirándolo, estaba distraído fijándose en lo atractivo que se veía el rubio.

—Que si tú tienes hambre—estiro su mano y aparto un poco su cabello.

—Ah, no—sonrió y cerró los ojos ante la caricia—estoy bien, anoche ya cenamos tarde así que supongo que es por eso.

—Durmamos un poco más, estoy cansado.

—Bien—no se iba a negar a un día entero en cama.

Se acomodaron de nuevo, Kouyou abrazo al rubio contra su cuerpo, no quería verlo, a cada segundo su mejor amigo se veía más tentador, si, su falta de sexo de nuevo le estaba haciendo ver cosas que no debía de ver-como el atractivo cuerpo de su mejor amigo por ejemplo- pero más que eso, Kouyou siempre sintió una atracción por él, solo que por respeto al rubio-sumando una promesa de hace años- nunca intento nada, además de que Akira nunca dio indicios de ser gay, ni siquiera hetero, ya que nunca le conoció a ninguna novia o amante.

—Akira…—comenzó a jugar con el cabello del mayor.

— ¿Mmm? —dijo ya medio dormido, que le acariciaran el cabello lo dejaba rendido.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— ¿Dime?

— ¿Crees que Yuu realmente me ame? —después de todo lo que había pasado, su mente empezó a maquinar que para el pelinegro solo era un juego…

Y con eso al rubio se le fue sueño.

— ¿Por qué me preguntas eso? ¡¿Te hizo algo?! —pregunto ahora molesto, incluso se había levantado un poco de la cama.

—No, no, tranquilo—lo volvió a recostar un poco sorprendido por ese salto tan repentino. —Ya quisiera yo que mínimo hiciera algo…—suspiro.

—Ah…—suspiro y lo miro—¿entones que pasa? ¿se ignoran? —se acomodó a su lado para poder mirarlo de frente y poder hablar.

—Básicamente—suspiro con pesadez—más que nada soy yo quien lo ignora.

— ¿Por qué?

—Estoy molesto—hizo un puchero—parece que para él esto es un puto chiste, lleva cancelándome por semanas cuando quedamos de vernos por supuesto “trabajo”, Akira, se bien lo que hace, su puesto no es muy diferente al tuyo y siempre después de cierto horario estas libre, además de que los fines de semana descansas.

— ¿Y el no?

— ¡No! ¡todos los putos días está trabajando y cuando me llama ya sé que es para cancelarme la salida—suspiro frustrado cubriendo su rostro con las manos. —A veces pienso que solo son excusas, que me está evitando porque ya se aburrió de mi… y que me dio ese anillo solo para traerme como su idiota particular…

Akira se estaba mordiendo la lengua para evitar decirle toda la verdad al castaño, aunque en cierta parte se sentía bien al ver que su amigo por fin se estaba dando cuenta-de una manera algo errónea- que su relación con Shiroyama no tenía futuro.

— ¿Qué crees que debería hacer Aki?

—Solo ignoralo—soltó—si de verdad te quiere vendrá—y se sintió tan hipócrita al decir aquello, quería decirle todo, absolutamente todo, que Shiroyama estaba casado, que tenía una hija, todo, pero no, Shiroyama era el que tenía que hablar con Kouyou por su cuenta, el solo tenía que ponerse la soga al cuello y por su parte él no quería salir embarrado.

— ¿Crees que debería dejarlo de una buena vez? ¿acabar con todo y volver a como era antes? De nada me sirve un amor incompleto…

La decepción en el tono de voz de Kouyou lo hizo sentirse mal pues el castaño cambio mucho desde la llegada de Shiroyama a su vida, y el cambio había sido para bien hasta cierto punto, pues ya no salía de fiesta, no se metía con cualquiera, había dejado de tomar, se había vuelto más hogareño, incluso hasta dulce, más tranquilo…

Que el Shima de antes volviera sería un golpe directo a su estabilidad emocional, a su vida entera si hablábamos en términos generales.

—Supongo que debes dejarlo—sonrió y aparto las manos del menor de su rostro, pudo divisar esos bonitos ojos color avellana irritados por tratar de retener las lágrimas, así que comenzó a repartir suaves caricias en sus mejillas—Pero no creo que debas volver a como eras antes, estas mucho mejor ahora Shima… ya no tienes que encerrarte en los vicios de nuevo.

—Creí que esto era real… que era algo bueno—las primeras lagrimas comenzaron a salir—que podía funcionar, que podría volver a ser el yo se hace tantos años que aun creía en el amor…—sollozo.

Akira no aguanto mucho más y lo abrazo contra su pecho, le partía el alma ver de nuevo a ese Shima frágil de 15 años devastado por el divorcio de sus padres, aquel que lo dejo marcado y le hizo ver que el “amor” no servía de nada, que no era eterno, no era real.

—No llores pequeño—dejo un besito en su cabeza—siempre me tendrás a mi—acaricio su cabello—siempre voy a estar contigo.

Y era verdad, Akira jamás se había separado de su lado desde que lo conoció hace tantos años en aquel parque, cuando sus madres se encontraron de casualidad después de tantos años al ser anteriores compañeras de escuela.

Desde ese momento siempre estuvieron juntos, nunca se volvieron a separar, entraron a las mismas escuelas, Akira siempre lo defendió de cualquier brabucón que trato de meterse con él, en secundaria lo protegía de sus múltiples acosadoras-y también acosadores- sin mencionar que le pagaba con los chocolates que le regalaban en san Valentín.

Cuando ocurrió el divorcio de sus padres fue el único que a pesar de su rechazo hacia el mundo se quedó, lo espero hasta que se sintiera seguro para hablar y volver a empezar. Y esas sí que fueron épocas muy difíciles para él, la depresión lo carcomió tanto que comenzó a desviarse del “buen camino”.

Incluso ya siendo una “oveja descarriada” Akira se quedó con él, cuidándolo cuando en alguna borrachera se pasaba de copas, o recogiéndolo siempre que él llamaba no importaba la hora que fuese, incluso acostándose con cualquiera, Akira-después de regañarlo claro- siempre se preocupaba por su salud.

Akira era todo lo que tenía…

Todo.

Kouyou se separó de su pecho aun con lágrimas en los ojos para poder mirarlo, entonces lo vio, la sinceridad en sus achocolatados ojos, el amor que podía reflejar en su mirada, la sinceridad de sus sentimientos y la verdad en sus palabras, podía ver todo…

Akira era todo lo que quería, todo lo que necesitaba.

La verdad, no supo ni como paso, pero cuando sus ojos se cerraron y los tibios labios del rubio tocaron los suyos, el mundo entero desapareció.

Se olvido de sus problemas, se olvidó de Yuu, se olvidó de todo. Toda su concentración estaba en esos suaves labios que masajeaban los suyos con tanto amor y dulzura, con cariño y cuidado, como si no quisiera dañarlo…

Un beso nunca se había sentido tan bien.

Y quien le estaba dando tan magnifica sensación no era otro más que Akira, su mejor amigo.

 

Fin del capítulo 19.

Notas finales:

llegamos al reituha -w-

yo les dije xD avise!

pero weno, apartir de ahora todo se va a complicar mcuho mucho xD

ya quedan nada mas como unos 5 capitulos y el final, asdfghjkl pronto subire esto a wattpad tmabien para als que leen en esa plataofrma xD

de hecho voy a empezar a subir todos mis fics a wattpad porque hoy en la mañana pinche susto que me dio la plataforma que no cargaba y marcaba eeror ;;

en fin, nos leemos el 23 (espero)

bye bye ^^/


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