“Lo siento, tuve que irme rápido, me avisaron que una de mis hermanas estaba en el hospital, Akira paso por mí y nos fuimos rápido, perdón por avisarte hasta ahora amor (^^U)7”
Ese fue el mensaje que recibió Yuu en la mañana y con el cual pudo respirar como si lo hubieran estado estrangulado. Kouyou no sabía nada, se había tenido que ir por una emergencia. Le mandó un mensaje diciéndole que no se preocupara y pregunto por su hermana.
No obtuvo respuesta pero era normal, probablemente el menor estuviera en el hospital en esos momentos, así que no se preocupó, suspiro y se levantó, tenía que ir a comprar unas cosas -y un regalo para Kouyou- hace mucho que no le regalaba nada y esperaba que al menor le gustara usar pulseras, nunca había visto alguna en sus muñecas así que tal vez no le gustara mucho pero Kouyou nunca rechazaba nada de lo que le comprara incluso si estaba molesto.
— ¿Se lo creyó? —pregunto Akira estando acostado a un lado del menor, solo con su ropa interior puesta, Kouyou estaba acostado a su lado, bocabajo con el celular aun en sus manos.
—Si, incluso me pregunto por ella. —dejo el celular de lado y rodo por la cama hasta quedar acostado en el pecho de Akira, el mayor lo abrazo y dejo un beso en su cabeza, acaricio su brazo expuesto y ambos suspiraron al mismo tiempo, se sentía tan cálido.
— ¿Qué procede? —Pregunto Akira sin dejar de acariciarlo, eso le gustaba, se sentía tan bien, su corazón se aceleraba y no le dolía tanto, incluso podría decir que las caricias de Akira lo estaban ayudando a sanar más rápido.
— ¿Cuándo te promueven?
—En semana y media, el señor Kishimoto dijo que era la mejor opción para ser su sucesor ya que nunca tuvo hijos…
—Estoy muy feliz por ti Aki—beso su pecho y sonrió, Akira le regreso el beso, pero en la frente. Eran pequeños besitos que sabían que un par de amigos no deberían de darse, pero ellos eran mejores amigos, mejores amigos con derechos, así que en ellos la regla no aplicaba—pero sería el momento perfecto para vengarme.
— ¿Qué tienes en mente?
—Bueno, jugo conmigo, ahora me toca jugar con él. Se que no te agrada, pero supongo que invitaran a toda la compañía para celebrar ¿no?
—Es lo más probable ¿pero eso que tiene que ver?
—Quiero que lo invites, a él y a su…familia—aún le costaba.
Akira no quiso decir nada, él ya sabía que el otro estaba casado y con una hija, Kouyou solo lo sospechaba por lo que había oído, pero quería estar seguro, un paso en falso y él también podría salir mal herido de esa situación.
— ¿Cómo estas tan seguro que tiene esposa e hija?
—Hace tiempo escuche una conversación con ella, al principio pensé que sería alguna nana cuidando de una hija de la cual él no quería que yo supiera, pero ayer lo escuche hablar con claridad y había demasiados “cariño” o “cielo” eso no se lo dices a una madre, mucho menos a una nana, y si no es su esposa entonces me estaba engañando a mí con alguien más…
Akira se sorprendido de esa deducción tan brillante, dejo un beso en su cabeza y suspiro.
—Veré qué puedo hacer, se supone que yo tampoco sé que tiene esposa, porque ya sabía de su relación contigo ¿Cómo quieres que le diga que las invite?
—Las invitaciones las va a hacer el señor Kishimoto ¿no? A él no tiene que ocultarle que tiene esposa e hijos, además, tu promoción es sorpresa para los demás, nadie sabrá que esa fiesta es para promoverte.
—Eso es cierto—sonrió y se acomodó para poder dejar un efusivo beso en sus labios, no supo bien porque, pero tenía ganas de hacerlo—eres un genio.
—Lo sé—sonrió levemente sonrojado, no se esperaba ese beso. — ¿Por qué no estás en la oficina todavía?
—Me tome el día, adelante trabajo por eso salí temprano ayer.
—Mmm…ya—sonrió y cerró los ojos, aún era bastante temprano. —Deberíamos de dormir un rato más.
—O deberíamos coger—se encogió de hombros. Kouyou soltó la carcajada y lo miro sorprendido, pero sonriendo, Akira no era nunca de empezar el acto, siempre era le el que lo sugería o daba el primer paso.
— ¿Tienes ganas?
—Desde ayer, pero estabas tan mal que mi preocupación por ti fue más gran de que mi calentura.
—Aww que dulce eres Akira—se acercó, acaricio su rostro y lo beso, el mayor llevo sus manos a la cintura del menor, bajando por los costados para tocar su cadera y piernas.
Kouyou se apegó todavía más al rubio para comenzar a acariciar su pecho y abdomen sin dejar de besarlo, el encantaban los labios de Akira, así que los mordió suavemente y recibió un apretón en una de sus piernas.
—Tocame Akira—gimió suave sobre los labios del mayor y este no tuvo ningún problema en subir encima del castaño y comenzar a tocar, besar y morder todo lo que se le antojo mientras pequeños jadeos escapaban de su boca.
El rubio lo preparo con cuidado, el lubricante ya era algo que se encontraba en cualquier parte de la casa, pequeños frascos nada más, el grande estaba en el baño y uno igual en la habitación.
Kouyou se retorció de placer debajo de Akira, estaba acostumbrado a ese toque gentil pero salvaje que Akira tenía y le encantaba…luego se puso a pensar en lo que recién pensó y se dio cuenta de que había se había acostumbrado a algo…
Y eso no era bueno.
Dejo de pensar cuando Akira dio con su próstata y un fuerte gemido salió de su garganta avisándole al rubio que había encontrado su lugar especial. Movió su cadera buscado más contacto, Akira metió un tercer dedo y continúo dilatando mientras él tenía que morder la almohada para no gemir más alto.
Y hubieran seguido de no ser porque el teléfono del rubio sonó.
—N-No contestes ¡Ni se te ocurra contestar! —exigió el menor ya sintiéndose cerca del orgasmo solo por los dedos de su mejor amigo, si Akira se distraía ahora todo se iba al carajo. Ya le había pasado un par de veces y si el rubio atendía una llamada él se quedaba con las ganas.
El rubio coloco lubricante en su miembro y lo esparció sin dejar de mover sus dedos dentro del menor, saco los dedos y se adentró en el menor sin esperar, Kouyou casi grito, no se esperaba la intromisión, mucho menos una tan rápida, estaba tan ido que no se dio cuenta de cuando Akira tomo el teléfono y respondió.
— ¿Hola?
Kouyou giro el rostro cuando escucho la voz de Akira, lo miro con sorpresa y a la vez molestia, jamás pensó que Akira pudiera hacer eso, se iba a quejar, pero el rubio comenzó a moverse por lo cual lo único que pudo hacer fue cubrirse la boca con una almohada y gemir.
El rubio acaricio y apretó uno de sus glúteos con fuerza para separarlo un poco y ver como su miembro entraba y salía con mayor facilidad del culo de Kouyou, el menor gimió de nuevo, abrazando la almohada que cubría su boca.
—Esos archivos están en el mueble negro dentro del archivero, y los que el señor Komaeda solicita están en el archivero que está cerca de la puerta. —coloco su celular entre su hombro y oreja para tener la otra mano disponible con la cual golpeo con fuerza el trasero del menor, Kouyou gimió contra la almohada mientras movía su cadera, la sensación era increíble, el ardor en su piel combinado con las profundas embestidas que el mayor le daba lo tenían en el cielo.
Kouyou empujo su cadera buscando más contacto, se ganó otra fuerte nalgada por ello, Akira estaba hablando por teléfono, tenía que mantener su voz calmada y que Shima se moviera así casi le hace soltar un gemido, el menor gimió de nuevo por el golpe, pero lo volvió a hacer.
El rubio se aclaró la garganta para disimular un poco el gruñido de placer que le saco, le dio un par de indicaciones más a su secretaria y colgó aventando el teléfono por ahí.
—Eres un…—se quejó saliendo del menor, Kouyou gimió en protesta, pero Akira lo volteo dejándolo boca arriba y se adentró en el de nuevo tomando sus piernas y empujándolas hasta que sus rodillas tocaron su pecho, de este modo la penetración se volvía más profunda, Kouyou casi grito un poco asfixiado por la propia presión de sus piernas en su pecho, pero no le importo, se sentía demasiado bien. — ¿no ves que estaba hablando?
—T-Te dije ¡Nhg! —se marido el labio cuando el rubio comenzó a moverse— Te dije que n-no Conte-contestaras ¡Ah! ¡Ahí! —gimió fuerte cuando el rubio penetro con fuerza contra su próstata.
—Era importante—jadeo y continúo moviéndose—Es por lo que estoy aquí cogiendo contigo y no allá.
Kouyou gimió fuerte y cerró los ojos, estaba cerca de terminar, aferro sus manos a las sabanas pues la posición no le permitía tocar mucho a Akira.
Cuando las embestidas se volvieron frenéticas y la respiración de ambos chicos se acelero fue que llegaron al clímax, ambos se corrieron fuerte, Akira lo soltó y Kouyou abrió las piernas, estirándolas, el rubio se recostó encima de él y Kouyou lo abrazo.
— ¿Mejor? —dijo mientras acariciaba su cabello con suavidad.
—Si mejor—contesto el rubio dejando un par de besos en su cuello.
— ¿Qué hora es? —pregunto sin dejar de acariciar su cabello.
—Deben de ser como las 12 o la 1…—giro su rostro hasta la mesita de noche donde estaba el reloj, justamente marcaba la 1:07 pm.
—Tengo hambre…
— ¿Vamos con Yutaka? También sirven almuerzos, no solo café.
—Está bien—sonrió y dejo una ligera mordida en su oreja. —entonces levantate, eres pesado.
— ¿Me estás diciendo gordo? —lo miro ofendido.
—Estoy diciendo que todo tu musculo pesa, idiota, en ningún momento te llame gordo—sonrió.
—Idiota tu—le enseño la lengua y se levantó saliendo de él, Kouyou gimió suave y cerro las piernas.
— ¿Te duchas conmigo? —pregunto el rubio buscando su ropa.
—Si me meto a la regadera contigo sabes bien que no solo nos vamos a bañar…
—Cierto—se rio—me ducho primero.
Akira desapareció con sus cosas en mano, Kouyou se quedó acostado, tomo su celular y abrió de nuevo el mensaje de Yuu, ya había pasado bastante tiempo así que decidió contestar, solo para seguir con la mentira.
“Ella está mejor ahora, de verdad, lo siento por asustarte así, pero tenía que salir rápido.”
Lo envió y cerró los ojos, no esperaba respuesta inmediata, pero la recibió.
“Me alegra mucho cariño ¿todo bien? ¿Quieres que vaya por ti? ¿ya comiste algo?”
“Wow, muchas preguntas, si, todo está bien, no, no es necesario, Akira ya vino por mí y estamos alistándonos para comer algo, fue una noche dura y estoy cansado, solo quiero dormir”
“Pero yo quiero estar contigo ¿te parece si después de que comas voy por ti y descansamos juntos?”
“Mmm… lo voy a pensar ^^”
Akira llego ya bañado y vestido solo con su ropa interior, abrió su armario y busco que ponerse, asi que Kouyou se levantó de la cama y fue por sus cosas para poder bañarse, no quería tardarse mucho pues tenía bastante hambre.
Se baño tan rápido como el dolor corporal le permitió, regreso a la habitación y se encontró con que Akira ya estaba completamente vestido y esperándolo mientras revisaba unas cosas en su celular, se vistió con lo primero que vio, y al terminar salieron en el auto del rubio rumbo al café de Yutaka, el cual los recibió con una gran sonrisa y les ofreció el menú.
Pidieron después de pensarlo un poco y empezaron a hablar, y no de cualquier cosa…
Si no de como Kouyou por fin tomaría venganza contra Yuu por jugar así con su corazón.
Fin del capítulo 23.