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Lie to me por Shima_Suzuki

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Notas del capitulo:

Espero que estén preparadas porque este es el capitulo final y se viene MUCHO DRAMAAAAAAAA

No se como sentirme, la última vez que me fije faltaban como 6 capítulos y ya estamos en el final.

No las entretengo más, esto se va a poner intenso, solo por si las dudas tengan pañuelos aunque no creo que lloren xD

Kouyou estaba terminando de acomodarle la corbata al rubio, Akira miraba al techo, estaba nervioso, y la cercanía del menor no le ayudaba mucho, solo lo ponía más ansioso porque los labios entre abiertos de Kou lo invitaban a besarlo.

— ¿Nervioso? —pregunto el castaño sonriendo al terminar con el nudo.

—Ansioso. —respondió mirándolo, Kouyou podía sentir esa ansiedad.

—Se cómo quitarlo—sonrió.

— ¿Sí? Dime como porque lo necesito…

Kouyou llevo sus brazos alrededor del cuello del rubio, se acercó lo suficiente y lo beso de forma delicada, Akira se sorprendió, pero después suspiro en medio del beso y correspondió al mismo tiempo que llevaba sus manos a la cintura del más alto.

Profundizaron el beso sin importarles que eso podía llevarlos a la habitación-siempre pasaba lo mismo-, las manos de Akira comenzaron a acariciar la cintura del castaño por debajo de la ropa, Kouyou no lo detuvo, solo lo siguió besando hasta que se le hizo necesario respirar, se separó de él, pero muy poco sus labios seguían rosándose.

—Si seguimos esto va a terminar mal…—sonrió el castaño aun rosando sus labios.

—A la mierda—Akira lo apego de nuevo para besarlo con demanda, Kouyou correspondió gustoso, lo empotro contra la pared de la sala, Kouyou subió una de sus piernas a la cadera del rubio y este la sostuvo, acariciándolo.

—Lubricante—dijo el castaño en medio de los besos que el rubio le daba, podía sentir como Akira ya estaba duro, se estaba rozando fuerte contra él y eso lo excitaba.

El rubio estiro su mano hasta el mueble que tenían a un lado de la puerta-en donde solían poner las llaves y carteras- y de ahí saco un sobrecito, Kouyou se rio en sus labios, de verdad tenían lubricante en todos lados del departamento.

Soltó al menor para abrir el sobre, Kouyou se giró y se bajó los pantalones, apoyo sus manos en la pared, Akira vertió el lubricante en su entrada y comenzó a dilatarlo, estaba algo apretado pues hace un par de días que no lo hacían, pero trato de hacerlo bien y rápido, era temprano, tenían tiempo para ir a la fiesta, pero no quería confiarse.

Cuando Kouyou gimió fuerte supo que ya estaba listo, saco sus dedos y se apresuró a liberar su miembro de la ropa, se adentró en el menor despacio, le gustaba sentir como poco a poco las pares del castaño lo apretaban, Kouyou gimió de nuevo, jadeo cuando lo sintió completamente dentro, apoyo su frente en la pared.

— ¿Estas bien Shima? —acaricio su cintura sin moverse.

—S-Si…—se mantuvo quieto un momento, las piernas le temblaban ligeramente—muévete…

Y el rubio no espero más, apretó las caderas del menor y comenzó a moverse, Kouyou gimió fuerte y cerró los ojos, disfrutando de la sensación, apretó sus manos sobre la pared, haciéndolas un puño mientras sentía los movimientos de Akira, le encantaba, movió sus caderas a la par para sentir la penetración más profunda y gimió de nuevo.

El rubio comenzó a moverse más rápido al sentir a Kouyou mejor acostumbrado, sus jadeos roncos solo lograban excitar más al castaño, sus piernas temblaron de nuevo, cada vez había menos resistencia en ellas.

El mayor lo noto, así que salió de él y lo hizo girarse, Kouyou se abrazó de su cuello, Akira lo tomo de las piernas e hizo que las afianzara a su cadera, lo sostuvo justo del trasero y continúo moviéndose, así tenía una vista perfecta de su rostro deformado en placer.

Kouyou gemía para él, sabía que el encantaba oírlo, pero adoraba más verlo, así que se mordió el labio de manera seductora, Akira no se resistió y lo beso, mordiendo el mismo esos blanditos labios.

No aguantaron mucho en esa posición, era demasiado placentera así que de un momento a otro ambos se corrieron, manchando sus ropas…

— ¿Estas mejor? —pregunto jadeando sobre sus labios, sus brazos aún estaban alrededor del cuello del mayor.

—Mejor—sonrió, dejo un pequeño besito sobre sus labios, salió de él, lo bajo y se separó—Ve a cambiarte, ya es momento de poner en marcha el plan.

—Voy—sonrió, dejo otro besito y se fue a la habitación para primero bañarse y después ponerse el traje que el rubio le había comprado.

Akira suspiro, ahora tenía que ducharse de nuevo y cambiarse, pero no importaba, si todo salía bien, Shiroyama Yuu desaparecería de sus vidas para siempre…

 

~

 

— ¿Ya están listas? —pregunto Yuu desde la sala ya vestido formalmente mientras que su esposa e hija seguían arriba, aún estaban a tiempo de llegar, solo era una hora de camino, pero si se seguía tardando lo más probable es que llegarían casi a mitad de la fiesta.

No le molestaba llegar tarde por la reunión, en realidad, le molestaba que iba a pasar menos tiempo con Kouyou.

Su esposa y su hija bajaron luego de otros 10 minutos, Yuu las miro y les dijo que se veían muy guapas solo para que no se fueran a cambiar otra vez-en especial su esposa- subieron al auto y se pusieron en marcha, ya no quería perder más tiempo.

Coloco música en el camino para evitar todo tipo de conversación, estaba ansioso, quería llegar y ver a Kouyou, su mujer se puso a tararear mientras que su hija miraba por la ventana, pronto se haría de noche.

— ¿Por qué dijiste que era la fiesta cariño?

—Por el aniversario de la empresa, además el señor Kishimoto va a decir algunas cosas importantes, pero nadie sabe que es. —respondió rápido mientras conducía.

— ¿Sabes que van a servir de comer papi?

—No mi amor, no sé, pero lo más seguro es que solo sean bocadillos y algún licor porque es una fiesta, no una cena, así que tratare de conseguirte jugo o agua ¿está bien?

—Si papi—dijo feliz.

— ¿Cómo a qué hora acabaría Yuu? No quiero que la niña se duerma muy tarde.

—No lo sé cariño, estas fiestas suelen acabar bastante tarde…

—Mmm…

En el camino ya no se habló más. Se la pasaron en silencio hasta que llegaron a Tokyo, de ahí, solo pasaron unos 15 minutos y llegaron a la empresa, ya había varias personas ahí, de hecho, eran bastantes ya que se había invitado a todos los establecimientos que había en Japón.

Estaciono el auto, entrego las llaves, mientras sacaba a su hija uno de los ayudantes le abrió la puerta a su esposa. Entraron juntos de la mano con la niña en brazos y saludo, luego bajo a su hija ya que la empresa había contratado un conjunto de juegos para los niños, sabía que muchos tenían familias con hijos pequeños así que después de dejarle un beso en la frente a su hija la dejo ir.

—Deberías quedarte a vigilarla mientras yo busco a mi jefe ¿bien? —paso un camarero con copas de vino, tomo una y se la extendió a su esposa.

—Claro, pero después vienes para presentarme ¿sí?

—Si—sonrió, beso su frente y se retiró para buscar no precisamente a su jefe, si no a Kouyou.

El chico en cuestión estaba con Akira y el señor Kishimoto hablando animadamente bastante lejos de donde estaba Yuu, el plan ya estaba en marcha pues apenas Kouyou se viera con Yuu tenía que estar con él para que todo fuera más creíble, solo bastaba con mirarlo para tenerle por seguro que se iban a ver.

El móvil de Kouyou vibro, se disculpó con el señor, Akira solo le sonrió y él se retiró para leer el mensaje, era Yuu preguntando donde estaba, Kouyou sonrió y le respondió que fuera hacia los baños.

Se encamino hacia allá y espero, al menos fueron unos 5 minutos de espera hasta que lo vio entrar, sonrió al verlo en ese ajustado traje negro que resaltaba todo de él, podía ser un idiota que jugo con él, pero seguía siendo endemoniadamente sexy.

—Hola guapo—lo saludo, pero apenas Yuu le puso seguro a la puerta se le fue encima.

Beso al castaño con necesidad al mismo tiempo que lo apegaba a su cuerpo, Kouyou gimió por la rudeza de sus acciones, si algo le prendía era eso, correspondió el beso y se abrazó a su cuello, mordió sus gruesos labios tras separarse.

— ¿Me extrañaste?

—Mucho, te necesito ¡Ya! —y volvió a besarlo, apretando más su cuerpo contra el propio.

Kouyou se dijo mentalmente que solo tenían que verse para confirmar que seguían “juntos” pero las acciones del pelinegro lo estaban excitando demasiado…

“bueno, un rapidito no estaría mal”

Pensó al mismo tiempo que se dejaba llevar.

Yuu lo acorralo encontrá de la pared, estaban solos en el baño y Yuu había puesto seguro a la puerta por lo que nadie podría entrar así que no había necesidad de adentrar se a un cubículo. Comenzó mordiendo y besando su cuello, Kouyou se aferró a su cuerpo soltando suaves jadeos, Yuu no perdió tiempo y le abrió la camisa rápido para seguir con su camino de besos y mordidas que estaba seguro de que dejarían marca.

—N-No tan fuerte—jadeo cuando sintió la tortura en sus pezones.

—Bien—subió a besarlo de nuevo, Kouyou acaricio su cuerpo por sobre la ropa sabía que él estaba muy bien arreglado que veía acompañado y no quería que se diera cuenta de sus actividades, al menos no por ahora.

Yuu fue el que se abrió el pantalón y se lo bajo, dándole acceso a su erección, Kouyou llevo su mano ahí y comenzó a acariciarlo.

Kouyou ni siquiera espero a que se lo pidiera, se puso de rodillas, Yuu apoyo una de sus manos en la pared mientras la otra acariciaba el cabello de su castaño, el menor le bajo la ropa interior dejando libre la gran erección del mayor, comenzó a lamerla y Yuu jadeo.

—Vamos cielo—acaricio su cabello—ya sabes cómo me gusta…

Kouyou no espero más y se lo metió entero a la boca, Yuu gimió y movió un poco su cadera, Kouyou no espero más y comenzó a meterlo y sacarlo de su boca, no tenían mucho tiempo y aunque había más baños a lo alto de toda la empresa, la fiesta se estaba llevado a cabo en ese piso, en cualquier momento a alguien le entraría la necesidad de ir al baño.

No lo dejo chupar por demasiado tiempo, Yuu no quería correrse en su boca, quería hacerlo dentro de él. Lo separo de su miembro y lo levanto.

—Date vuelta—Kouyou obedeció, Yuu se encargó de bajarle los pantalones junto con la ropa interior lo suficiente para solo dejar expuesto su trasero, abrió sus glúteos y se extrañó, se veía dilatado… — ¿Te has estado atendiendo solo Shima? —acaricio su piel.

—No tuve opción... —jadeo—me has tenido algo abandonado. —no se giró para verlo o se reiría, hace no más de 2 horas que lo había hecho con Akira, era obvio que seguiría dilatado…

—Ya no más amor—aprovecho lo medianamente dilatado que estaba para adentrarse en él, Kouyou aún estaba algo sensible así que gimió fuerte pues ahora ardía un poco, pero inmediatamente se cubrió la boca.

—Shh…—Yuu sonrió y comenzó a moverse, quito la mano de Kouyou y fue él el que le cubrió la boca.

El acto fue rudo, Yuu se movía rápido y Kouyou no paraba de morder sus dedos para aliviar un poco el escozor, aun así, movía su cadera porque Yuu estaba dando justo en su próstata, llevo su mano a su ropa y bajo más su pantalón, no quería manchar su ropa pues se sentía a punto de correrse.

Ambos se corrieron Yuu tuvo que morderse el labio y Kouyou la mano del mayor para no gemir, Kouyou pensó que iba a durar hasta ahí, pero el mayor comenzó a moverse de nuevo, el gemido que salió de su boca fue de sorpresa.

— ¿Q-Que haces? ¡P-Para! ¡Ah!

—N-No puedo… te extrañe tanto—comenzó a moverse más rápido.

— ¡P-Pero Yuu~! ¡Ah! —cerro los ojos y se mordió los labios, se estaba excitando de nuevo—Akira está afuera ¿Lo olvidas?

Y a Yuu se le bajo la erección al recordar que su esposa e hija también estaban afuera, salió del castaño con cuidado, ambos se limpiaron y acomodaron sus ropas, Kouyou se cubrió bien, había marcas en su cuerpo.

—Lo siento amor—se acercó y lo beso.

—Está bien—dijo cuando se separaron—sal primero, así no van a sospechar…

—Bien, te veo afuera…—Y sin más salió.

Kouyou se acercó a los lavabos y enjuago su boca, después de un rato salió, tomo una copa de vino y fue a la mesa de bocadillos, se comió varios y se bebió la copa de un trago, luego fue a buscar a Akira.

— ¿Todo bien? —dijo el rubio cuando lo tuvo cerca.

—Ya lo tengo en la bolsa—sonrió y tomo otra copa de vino cuando paso el camarero. — ¿Y tú qué tal?

—Dentro de poco anunciara su retiro y mi nuevo puesto. —sonrió. 

—Estoy orgulloso de ti.

—Gracias—sonrió.

Pronto todos se reunieron ya que el señor Kishimoto tomó el micrófono y subió a la pequeña tarima para hablar, todo el mundo presto atención al discurso del hombre que siempre daba para el aniversario de la empresa, pero lo que les sorprendió fue el hecho de que anunciaba que se retiraba, pero lo que los dejo todavía más sorprendidos fue el hecho de que menciono a Akira, el chico más joven de la compañía, como su sucesor.

A todos les sorprendió la noticia, pero no tardaron nada en ir con el rubio a felicitarlo, otros lo compadecían, pues ser el director general de la empresa principal era algo muy duro, por algo el señor Kishimoto nunca se casó ni tuvo hijos, Akira iría por el mismo camino, pero el chico se veía muy feliz por el puesto.

Cuando todo el alboroto se calmó un poco Kouyou llego con su mejor amigo y lo abrazo.

—De verdad, estoy muy orgulloso de ti.

—Gracias por siempre estar conmigo Shima.

—Siempre—sonrió.

Ser volvieron a abrazar, todo bajo la atenta mirada de todos, en especial la de Yuu, que miraba con puños apretados, odiaba que Kouyou fuera meloso con alguien que no fuera él.

La fiesta continuo, el señor Kishimoto dijo que se retiraba pues al ser un hombre de edad ya no rendía tanto en las fiestas, además, Akira ahora él era nuevo jefe, él podía para cuando quisiera, Akira ayudo al hombre a ir a su auto, le dijo que si necesitaba ayuda podría llamarle y él lo asesoraría aunque dudaba que el rubio la necesitara, se despidieron, una vez más el rubio agradeció que depositara su empresa en él, y se retiró, Akira volvió dentro, se quedó con Kouyou un rato pero ambos sintieron la mirada del pelinegro y no era para menos, Kouyou y Akira estaban cerca de los bocadillos, Akira estaba apoyado en el hombro del castaño y este a su vez se apoya su cabeza en la del rubio.

—Creo que lo mejor es seguir con el plan—se burló el rubio.

—Mmm…pero se siente bien estar así contigo—sonrió cerrando los ojos.

—Lo sé, pero en casa podremos estar así ¿está bien?

—Vale, pero quiero helado y películas.

—A la orden señor patito.

—Gracias Iguana.

Ambos se rieron, esos apodos los tenían desde la secundaria, se separaron para seguir con el plan, Kouyou subió hasta la nueva oficina de Akira y este se encamino al área de juegos, no dudaba que ahí estaría Yumiko y su hija.

—Hola—se acercó a saludarla cuando la ubico, fue fácil, un hermoso y entallado vestido rojo era lo que traía puesto.

—Oh Akira—sonrió contenta, le agradaba el chico—Felicidades por lo del nuevo puesto ¿Cómo estás?

—Ah, gracias—sonrió—Estoy bien, algo consternado todavía.

—Me imagino—sonrió—Pero es sorprendente, eres tan joven y ya eres el gran jefe…

—A veces pienso que no es cierto, que estoy soñando—miro al techo sonriendo—pero luego me doy cuenta que de verdad está pasando.

—Me alegra que este viviéndolo Akira. —miro a su hija acercarse. — ¿Paso algo mi cielo?

—Tengo sueño Mami…—dijo la niña para después bostezar.

—Oh…Amm—la cargo.

—Puedes llevarla a mi oficina—sonrió—El sillón es muy cómodo. Puede dormir ahí y tú puedes divertirte con Yuu.

— ¿De verdad? —le sonrió—Eres muy amable Akira.

—No me agradezcas, estas fiestas son muy largas y los niños por lo general no las aguantan, 3 de los chicos ya se fueron porque sus hijos ya tenían sueño, pero bueno, eres una amiga, no a cualquiera le ofreció mi oficina, quiero que te diviertas esta noche. —le sonrió y acaricio la cabeza de la pequeña.

—Eres un cielo Akira, muchas gracias. —le sonrió de forma encantadora.

—Gracias, ven, es por aquí.

La llevo a los elevadores y subieron a la antigua oficina del rubio, dejo que recostara a la niña en uno de los sillones largos, el menor se quitó el saco y la cubrió para que ella no tuviera que quitarse su abrigo.

—Oh, no es necesario, puedo dejarle mi abrigo.

—Hace frio, deberías conservarlo, además, yo no tengo tanto frio.

—De verdad eres un cielo Akira—sonrió.

—Puedes venir de vez en cuando a ver como esta, ya conoces el camino.

—Gracias, de verdad.

—Ahora ve a divertirte un poco—sonrió y salieron, cerró la puerta, ambos bajaron y se separaron, ella fue a tomar una copa y buscar a su marido, Akira regreso con Kouyou.

— ¿Qué pasa?

—Que empiece la fase dos… a mi señal lo llevas a la oficina, ya sabes que hacer.

—Lo sé—beso su mejilla y siguió bebiendo. (lo que ellas quieren, película que buscar xD)

Se separaron de nuevo, Kouyou siguió bebiendo y Akira se fue por ahí. Paso un rato, tal vez una media hora y Akira acompaño a Yumiko de nuevo para revisar a su hija, cruzo miradas con Kouyou y asintió con la cabeza, regreso el gesto y saco su celular:

“Me quede con ganas de esa segunda ronda ¿nos divertimos un rato?”

Solo bastaron unos segundos para que recibiera respuesta:

“Estas de suerte cielo, podemos hacerlo rápido”

“Te veo en los elevadores, se dónde podemos hacerlo”.

Se encaminaron para allá, lo encontró ya esperando en el elevador, entraron y comenzaron a besarse.

—Pensé que podríamos hacerlo en la antigua oficina de Akira, él ahora tiene una nueva, pero tenemos que ser rápidos ¿bien?

—Si, si lo que digas, callate y besame—lo jalo del cuello y lo beso de nuevo.

El pasillo estaba desierto, o al menos eso pensó Yuu porque Kouyou no lo dejo de besar, por lo tanto, no estaba mirando, no se percató de que Akira estaba parado en el pasillo justo al lado de la puerta, para abrirla y dejar que ellos dos entraran, la sonrisa en su rostro era perturbadora para algunos, pero no para Kouyou.

Kouyou se apegó más al pelinegro, se besaban con hambre, la puerta fue cerrada por Akira, claro que ninguno de los dos se percató del ruido de la puerta, demasiado concentrados en ellos, pero quien si se dio cuenta fue Yumiko, que estaba dentro de la oficina revisando a su hija…

— ¡¡SHIROYAMA YUU!

El grito asusto a ambos hombres haciéndolos separarse al instante, el pelinegro se puso pálido al ver a su esposa ahí, Kouyou miro al mayor y luego a la chica sintiendo un dolor en el pecho, él ya lo sospechaba, pero confirmarlo hizo que se sintiera real, que doliera, por la cara de Yuu supo que todo se confirmaba, la mujer con un bello vestido rojo y abrigo caro era su esposa y la niña en el sillón era su hija.

— ¿¡QUÉ DEMONIOS SIGNIFICA ESTO?! ¡¿QUIÉN ES EL?! —exclamo furiosa con lágrimas en los ojos, Kouyou no estaba muy diferente, tenía ya los ojos rojos por retener las lágrimas.

—Yo… cariño. —se le notaba nervioso.

— ¿Cariño? —pregunto Kouyou dolido, Yuu se giró hacia él.

—No, amor ella.

— ¿¡AMOR!? —le grito la mujer.

—No… ah... —soltó un suspiro frustrado— ¿Qué demonios estás haciendo aquí Yumiko?

— ¿Qué hago aquí? ¡¿De verdad me estas preguntando eso?! ¡¿Quién demonios es el?!

—Por lo que veo, soy su amante—respondió el castaño limpiando sus lágrimas.

— ¿Y todavía tienes el cinismo de decirlo así maldito?

—Nunca me dijo que estaba casado ¿sabes? —la miro molesto.

— ¿Es así? ¿Me negaste Shiroyama Yuu?

—No te negó, ni siquiera te menciono…—respondió el castaño dolido—Eres un imbécil ¿lo sabes? De saber que tenías familia jamás me hubiera metido contigo.

—No, cállense los dos y escúchenme un momento.

—Yo no voy a seguir escuchando tus mentiras maldito infeliz. —exclamo molesta la mujer

—Ni yo. —dijo Kouyou apoyándose en la pared, trataba de ser fuerte, pero le estaba costando.

—Yumiko, Kouyou, por favor, déjenme explicarles.

— ¿Qué quieres explicar? ¡Me fuiste infiel! ¡Y CON UN HOMBRE! Me siento humillada Shiroyama y por supuesto que quiero el divorcio.

—Bien, te lo daré, pero sabes que esto va a destruir la compañía de tu padre.

— ¿Por qué Yuu? —el tono de voz de la mujer bajo considerablemente, la ira se había ido, ahora solo quedaba el dolor—Yo te amaba ¿Por qué me hiciste esto?

—Precisamente por eso, por amor.

Tanto ella como Kouyou lo miraron sorprendidos.

— ¿Qué?

—Yumi, te llegue a tener un gran aprecio, de verdad que sí, pero… nunca te ame, nuestro matrimonio fue arreglado, nunca sentí amor por ti… pero cuando lo conocí a él…—miro a Kouyou el cual lo seguía viendo dolido—me enamore, fue amor a primera vista, de verdad… jamás lo había experimentado y con el todo se sentía diferente, sabía que no podía divorciarme de ti por la compañía, por la niña…—miro a su hija, la cual seguía dormida, la pequeña era de sueño pesado y más al estar cansada, por lo que el griterío no la despertó—por eso me arriesgue, por eso me permití amarlo… yo no quería engañarte, pero tampoco podía divorciarme de ti.

— ¿Planeabas dejarme por él?

—Si—suspiro—le propuse matrimonio hace mucho…

—Eres un maldito—limpio sus lágrimas.

—Lo sé—sonrió desganado—pero en verdad lo amo…

Kouyou traía el anillo puesto, pensaba aventárselo en la cara cuando pasara, jamás espero que Yuu hablara con ambos y destapara todo…

Sabía que no debía de dejarse engatusar, que las palabras bonitas de Yuu no lo tenían que ablandar, pero le estaba diciendo todo a su esposa, lo estaba destapando todo porque seguía escogiéndolo a él…

Giro su vista a la puerta donde aún se podía ver la silueta del rubio, su corazón dolió de nuevo, esta vez más fuerte que antes, supo lo que tenía que hacer…

—Lo siento mucho te verdad…—hablo el castaño—sé que me odias, no te culpo, pero te juro que de haber sabido la verdad jamás me hubiera permitido estar con el…—se quitó el anillo y camino hasta Yuu dejándolo en su mano—Lo siento Yuu, pero si creíste que me iba a quedar tan tranquilo después de esto y que aceptaría, cometiste un error, porque me mentiste, seguiste mintiéndome todo el tiempo y ya estoy cansado, y ella—la miro— ellas—dirigió su vista a la niña—no se merecen esto…Lo siento de verdad.

—No Shima, no me hagas esto…por favor—los ojos de Yuu se llenaron de lágrimas, no soltó la mano de Shima hasta que su esposa sollozo, pues podía ver en los ojos de su aun esposo el amor que sentía por el chico, le dirigía una mirada que ella nunca recibió, dolía, dolía demasiado…

—Suéltalo Yuu—hablo ella con la voz rota—Dejalo que se vaya, tu y yo tenemos que hablar muchas cosas…

Yuu miro a su esposa sin entenderla, lo que le dio tiempo a Kouyou de salir de la oficina.

Kouyou se encontró con Akira, el rubio le sonrió muy levemente y tomo su mano, Kouyou apretó esta, se apoyó en la pared, esperando a que la familia saliera, pasaron solo unos 10 minutos, no pudieron escuchar muy bien todo, pero solo escucharon que la conversación seguiría en casa.

Salieron ambos con la niña en brazos, Yumiko le dio el saco al rubio no sabiendo que él había estado ahí todo el tiempo.

— ¿Ya se van? —pregunto el rubio inocente, fingiendo que acababa de llegar.

—Si Akira, gracias por todo—sonrió, aunque su maquillaje delataba que había llorado.

—Nos vemos después entonces—sonrió hipócrita al pelinegro el cual también tenia los ojos rojos, no respondió nada solo se fueron.

Cuando la familia se retiró Kouyou y Akira por fin respiraron. 

— ¿Cómo fue todo?

—Mal—suspiro y limpio las traviesas lagrimas que escaparon de sus ojos—Quiero irme a casa.

—Esta bien—sonrió y dejo un beso en su frente.

Regresaron a la sala de la fiesta, se aseguraron de que Yuu ya no estuviera y dieron por terminada la reunión cerca de las 4 de la mañana, el personal se quedó limpiando, cuando todo termino se retiraron a su departamento.

Se cambiaron de ropa, se dieron una ducha y se fueron a acostar.

Kouyou lloro, se permitió llorar por Yuu una última vez, Akira se quedó despierto, acariciando su cabello y espalda con suavidad, consolándolo, pasaron horas para que se quedara dormido, el rubio no tenia sueño estaba demasiado feliz, satisfecho, no solo por el trabajo sino porque todo había salido a la perfección, y el no tuvo que hacer nada ni siquiera salió perjudicado.

Continúo acariciando con mucha suavidad el cabello de su Shima, pensó en dormirse, pero su teléfono sonó. Estiro su mano hacia la mesita de noche y contesto sin siquiera mirar:

— ¿Hola?

—Espero que estés feliz—se escuchó del otro lado de la línea, Akira sonrió.

—Oh, por supuesto que estoy feliz, todo salió como quería.

— ¿Te divierte todo esto?

—No solo me divierte, me complace—se rio un poco—Te saque del juego sin siquiera esforzarme, caíste tu solito por el peso de tus mentiras Shiroyama…

—Tú también le mentiste, le hiciste creer que no sabias nada cuando en realidad lo sabias todo.

—Hice lo que hice por su bien, al final tu fuiste el que arruino tu doble vida, yo no tuve que hacer nada. Las cosas se dieron solas.

—Eres un maldito.

—El único maldito aquí eres tú, además, sínico, yo no engañe a nadie, dije la verdad en todo momento, tu fuiste el que engaño a Kouyou al no decirle que estabas casado y engañaste a tu esposa al serle infiel ¿al final que decidió Yumiko? Supongo que se van a divorciar… ¿no?

Yuu no contesto, de hecho, colgó. Akira ahogo una carcajada, dejo el celular de lado y se recostó abrazando a Kouyou contra su pecho, el castaño se acurruco mejor, escondiéndose en el cuello del mayor para seguir durmiendo.

Akira cerro los ojos y sonrió.

Al final, todo salió como él lo había planeado.

Fin.

 

Notas finales:

Esto no se a acabado aquí, aun queda un extra, en ese ya me despedirme como es debido, así que solo esperen un poco más, a lo sumo 3 días y lo subo.

Las amo, cuídense mucho <3


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