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Lie to me por Shima_Suzuki

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Notas del capitulo:

weno aqui esta xD

cumpli con actaulizar un dia ante por lo del otro dia, asi que ya no debo nada xd

ya me voy, besitos ^3^

Pasaron unas cuantas semanas en las que Akira tenía al señor Shiroyama, literalmente, pegado a su espalda, si salía de la oficina, Shiroyama iba a con él, si entraba, Shiroyama también, si salía por un café, el pelinegro lo acompañaba, si estaba trabajando lo tenía atrás de él observándolo, para Akira ya era bastante estresante… ¡Es que ni siquiera al baño podía ir solo!

¿Por qué de todo esto?

Fácil, el señor Kishimoto le había dicho a Shiroyama que él era el mejor trabajador, por lo que era más conveniente que se pegara con él y lo mirara trabajar para ver si así podría aprender algo que le fuera de utilidad.

—Discúlpeme Shiroyama-sama, pero entenderá que con usted respirando en mi nuca no puedo trabajar…—tenía la vena resaltada en el cuello por el enojo, pero tenía que ser amable.

—Oh, claro, lo siento—dijo Shiroyama sonriendo y quitándose de atrás del rubio para pasar a las sillas frente al escritorio. —Me agradas Akira-san

—Gracias…—continúo escribiendo un reporte, había decidido comenzar a ignorarlo.

—El fin de semana daré una fiesta en mi domicilio actual de Tokyo, es de etiqueta, podrías llevar a alguien contigo como…una novia, por ejemplo.

—Soy soltero.

—Una pena, eres muy atractivo como para estar solo. —Akira lazo la mirada de su computadora para mirar al pelinegro de forma rara. —No me mal interpretes—alzo las manos en señal de inocencia— ¿Qué tal entonces un amigo?

Akira se lo pensó, a la única persona que podría llevar seria a Kouyou, y digamos que el castaño no era mucho de fiestas de etiqueta, él era más de fiestas alocadas con mucho sexo y alcohol… pero no tenía más opción, tenía que llevarlo a él para mantenerlo vigilado. Ni loco lo dejaba solo en casa.

—Supongo que podría.

— ¡Genial! —saco de un bolsillo interno de su saco un sobre de plástico con una carta dentro y dos boletos. —cuídalos, sin estos no te dejaran pasar los guardias, en la carta viene la dirección. —se levantó y camino hacia la salida de la oficina—nos vemos el fin de semana Akira-san. —y se fue.

Akira suspiro de alivio cuando la puerta se cerró, siguió trabajando, tiempo después miro el reloj, ya era hora de irse, se apresuró a terminar ese reporte y después de enviarlo apago todo, ya quería llegar a casa.

Mientras que, en casa, Kouyou estaba terminando de calentar la cena, la casa estaba completamente limpia y recogida, la ropa ya estaba doblada y acomodada en los cajones y armario, la ropa que acaba de lavar ya estaba tendida, todo estaba ordenado completamente, como nunca lo había estado, vamos que dos jóvenes adultos en un departamento no es precisamente la mejor idea para mantener orden.

Si la casa estaba tan limpia era por la sencilla razón de que Kouyou no tenía nada que hacer, los análisis no revelaron nada, estaba perfectamente bien en todos los sentidos, eso quería decir que podía volver a las andadas…pero no podía, ya llevaba 3 benditas semanas sin sexo ¡Se estaba desesperando!

Buscaba siempre una cosa que hacer, lo que fuera para mantener su mente en paz y distraída de “el pecado” como solía decir Akira de broma, apago la estufa, la cena ya estaba lista así que se fue a la sala y se sentó, se quedó mirando el techo, bien podría masturbarse para aliviar un poco su falta de sexo, pero él se conocía, eso no lo dejaría satisfecho para nada…

Escucho la puerta de la entrada abrirse así que giro su rostro hacia allá, encontrándose con Akira abriendo la puerta.

—Hola—dijo con una leve sonrisa, aunque algo extrañado también, aún faltaba como una media hora para que diera la hora exacta en la que Akira llegaba a casa.

—Salí temprano porque acabé rápido si es lo que te preguntas.

—Me conoces tan bien—sonrió completamente mirando a su amigo. —Es bueno tenerte en casa, comenzaba a aburrirme…

—Bueno—se quitó el saco—tienes suerte de que acabe rápido mi trabajo.

Kouyou se quedó observando al rubio, sus músculos se marcaban en su camisa al hacer el acto de quitarse el saco, entro a la casa, dejando el saco colgado en un perchero, después lo acomodaría en su lugar.

— ¿Qué vamos a cenar? —pregunto caminando distraídamente hacia el cuarto, estaba más concentrado en quitarse la camisa, Kouyou no dejaba de mirarlo mientras los botones de su camisa uno a uno, se iban del ojal, dejando a la vista la playera ligera que Akira siempre usaba debajo, pero además de eso, dejo expuesta su piel.

Trago en seco.

Akira se veía tan…

…tentador.

—Ah…—sacudió un poco la cabeza ¿en que estaba pensando? ¡Era Akira! ¡No podía pensar así de él! — hice ramen.

—Genial—Akira ya estaba en el cuarto comenzado a cambiarse por su acostumbrado pijama, o sea, solo el pantalón de un pijama flojo.

Para Kouyou no fue bueno verlo de ese modo. La falta de sexo ya estaba haciendo que viera a Akira como la persona más sexy del mundo, bueno, a sus ojos, Akira si era muy guapo, pero nunca se había metido con él, por respeto, porque era como su hermano y nunca se perdonaría si lo tocaba…pero, ay, ya no podía, era demasiado tiempo sin sexo y necesitaba descargarse.

Lo único que pedía era solo un poco de contacto humano, es más, solo un beso, un beso y se quedaba tranquilo.

Akira camino a la cocina para servir ramen en ambos platos, Kouyou se acercó y lo abrazo por detrás, apoyándose en su cabeza.

— ¿Shima? —giro un poco su rostro para verlo.

—Akira…necesito un favor.

El rubio se giró para poder verlo de frente, algo que para el corazón de Kouyou no fue lo mejor, solo logro ponerlo más ansioso.

— ¿Qué pasa?

—Estoy agonizando, hace 3 semanas que no tengo ningún tipo de contacto humano... —Akira se rio— ¡no te burles!

—Solo duraste 3 semanas—se rio más fuerte—No tienes remedio. —Sonrió— ¿Qué? ¿Pretendes que te deje salir? Porque si eso buscas no lo hare.

—No…no quiero salir—se apoyó en su hombro, abrazándolo, Akira suspiro aun sonriendo y lo abrazo. Quería contacto humano ¿no? eso era contacto humano. Acaricio su espalda y lo sintió temblar, sonrió y continuo con suaves caricias en su espalda, la madre de Kouyou le había platicado en una ocasión que eso ayudaba a calmarlo.

Kouyou sabía que estaba haciendo, su madre lo hacía cuando él era niño y lloraba o se encontraba ansioso, se escondió en su cuello entonces.

—Vamos a comer ¿no tienes hambre?

—Si tengo…

—Entonces vamos—sonrió lo separó para tomar los dos platos de ramen y lo puso en la mesa, Kouyou tomo los palillos del cajón y los dejo en la mesa mientras Akira buscaba los condimentos que normalmente les gustaba agregar, Kouyou saco jugo y dos vasos.

Se sentaron a comer en silencio, el ramen era la única comida que podían hacer, no era instantáneo, sabían hacerlo y por eso sabia tan bien.

—Oye Shima—dijo Akira aun mirando hacia su plato.

— ¿Dime? —sorbió sus fideos.

—El fin de semana…—ya no estaba tan seguro de decirle.

— ¿El fin de semana? —Lo miro sin entender— ¿Qué pasa con el fin de semana?

—Veras, hay una fiesta por parte de la empresa y me dieron dos boletos.

— ¿Quieres que vaya contigo? —sonrió.

—Pues si tonto, si no, no te lo estaría diciendo—lo miro un poco molesto.

—Supongo que si es por parte de la empresa es de etiqueta ¿no?

—Si

— ¿Puedo ir sin corbata? Esas cosas me pican el cuello horrible

Akira sonrió y le revolvió el cabello, como cuando eran niños, Kouyou sonrió.

—Claro, ahora come que se enfría.

—Si—continúo comiendo— ¿pero a qué se debe? Que recuerde solo he ido a fiestas contigo cuando es el cumpleaños de tu jefe, y aun no es su cumpleaños.

—Un jefe de una de nuestras sucursales de Osaka vino aquí a Tokyo hace unas cuantas semanas por asesoría porque su empresa tiene problemas, va a dar una fiesta y me invito junto a los demás gerentes y directivos por lo que alcance a escuchar.

—Ah ya…—comió un poco más— ¿Así nada más porque sí? ¿Por qué se le antojo?

—Muy probablemente—sonrió.

Y así la cena transcurrió con tranquilidad, no paso mucho tiempo para que terminaran pues tenían algo de hambre.

Se prepararon para dormir después de lavar lo que usaron y guardar el ramen que quedo, Akira, nada más tocar almohada se quedó dormido, venia cansado, Kouyou por el contrario se quedó mirando el techo como por unos 5 minutos sin saber en qué pensar, estaba llegando al límite, 3 semanas sin compartir cama con alguien, ya se había acostumbrado a dormir con alguien a su lado gracias a sus encuentros sexuales.

Se giró para ver a Akira entonces, lo envidiaba en ese momento, tan tranquilo durmiendo, suspiro y se sentó en la cama para observar mejor a su amigo, a sus ojos cada vez Akira se veía más y más tentador. Claro que sabía que no debía, no podía, estaba prohibido, era pecado, sacrilegio ¡blasfemia! Ok tal vez exageró, pero meterse con Akira definitivamente no estaba en sus planes, aunque ahora que lo pensaba, solo necesitaba dormir con alguien a su lado…

El rubio despertó al sentir movimiento cerca, y no solo eso, sino que sintió un peso en su hombro, abrió los ojos, era una persona con el sueño bastante ligero.

— ¿Qué estás haciendo? —dijo medio dormido.

—No puedo dormir—se acomodó mejor a su lado.

— ¿Y eso es mi culpa? —se giró un poco para mirarlo mientras se frotaba un ojo.

—Cállate y abrázame tonto—Kouyou cerró los ojos.

— ¿Así de buenas a primeras? ¡No puedes mandar en mi cama! —sonrió y se acomodó para abrazarlo.

—Ah, pero lo hiciste ¿no? —sonrió y se acomodó en su pecho.

—Ahora tú eres el que tiene que callarse.

— ¿Y si no quiero?

— ¿Y si te aviento de mi cama con una patada?

Kouyou ya no dijo nada lo cual provoco una pequeña risa en Akira. El castaño se acomodó en el pecho de Akira, eran pocas las veces que lo dejaba dormir con él, de hecho, era muy raro cuando lo dejaba dormir con él, Akira se había acostumbrado a las manías raras de Kouyou, por lo general dos amigos no se comportarían como ellos lo hacían, dos amigos no se abrazarían, o dormirían juntos en la misma cama, pero la diferencia entre ellos y los demás es que tenían una conexión especial, ellos eran mejores amigos y desde que lo conoció supo que algo muy fuerte lo mantendría unido a él.

Era una conexión entre ellos muy especial, casi podría decirse que mágica, aunque muchos digan que exagera. El necesitaba a Akira tanto como Akira lo necesitaba a él.

Sus pensamientos se interrumpieron al sentir la respiración tranquila pegar contra su cabeza, Akira ya se había dormido, sonrió y cerró los ojos, frotando su rostro contra el pecho del rubio.

—Descansa tonto…

No tardo mucho tiempo en dormirse…

 

 

 

Fin del capítulo 3.

Notas finales:

el 21 es la siguiente actu, los escribo para que no se me olvide xD

espero que les este gustando la historia <3

bye bye^^/


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