—Shiroyama-sama—dijo Akira después de darle un trago a su copa. —Gracias por invitarnos a su fiesta, esto es impresionante.
—Eh…ah…si—sonrió, de verdad que estaba nervioso, jamás pensó en verlo de nuevo. —me alegra que estén disfrutando…
—Ah, claro—sonrió—Shiroyama-sama, él es Takashima Kouyou, mi mejor amigo. Shima, él es Shiroyama Yuu-sama, el jefe de nuestra compañía en Osaka.
—Ah…encantado de conocerlo señor…—dijo Kouyou haciendo una reverencia, él también estaba nervioso, pero por otros motivos, ese hombre lo había asustado realmente, Yutaka le había contado lo que paso en el café por teléfono un par de días después de que ocurriera.
Estaba asustado, pero no iba a negar el atractivo de ese hombre…
—Igualmente—sonrió cortésmente dirigiendo sus ojos hacia Kouyou—bueno, los dejo disfrutar de la velada, coman y beban los bocadillos que deseen, dentro de poco se hará la cena y después el baile. Con permiso —se retiró.
—Eso fue raro…
— ¿Por qué lo dices Shima?
—Él es el tipo del que te hable, el que choco conmigo en la cafetería. —claro que Akira ya estaba al tanto, era su mejor amigo después de todo.
—Eh… ¡¿EH?!
—Sí, yo tampoco creí que fuera alguien así de importante…eso asusta.
—Lo mejor será que te mantengas lejos de él…
— ¿Por qué? —lo miro con duda.
—Ya he visto esa mirada antes, no solo en el también conozco la tuya, hay atracción entre ustedes…
—No se te escapa nada—sonrió—me conoces tan bien, por eso eres mi mejor amigo.
—Lo sé, pero te lo advierto, no te le acerques. Es amigo de mi jefe y técnicamente también es mi jefe por su posición en la otra sucursal, además, no sabes nada de él, al igual que yo, no hay motivos más que una atracción física para que te le acerques…
—Es un buen punto—sonrió—pero a veces solo se necesita la atracción física para que algo más surja.
—Kouyou por favor…—suspiro.
—Bien, bien, no me le acercare—sonrió y dejo su copa vacía en la mesa— ¿aquí donde está el baño?
—Entre las dos columnas de allá hay un pasillo que te dirige al baño, yo seguiré aquí ¿okey?
—Aquí mismo te veo entonces, mientras pídeme otra de esas—dijo refiriéndose a la copa.
—Está bien—sonrió y el siguió comiendo.
Kouyou camino entre las personas hasta llegar a las columnas que le había dicho Akira, y en efecto, un corto pasillo que lo llevaba al baño estaba ahí, pero al parecer no era el único que tuvo ganas de ir…
—Shiroyama… ¿verdad?
—No creí que entendieras mi indirecta—sonrió.
—Conozco las estrategias de un hombre que quiere ligar de manera discreta señor…—sonrió.
—Entonces sabes las intenciones que tengo la haberte hecho esta invitación ¿verdad?
—Por supuesto—sonrió con picardía. —Lo he estado esperando desde hace mucho tiempo…
—Entonces acompáñame… si no quieres que Akira lo note tendremos que hacerlo aquí…—dijo abriendo la puerta.
—Mientras su habilidad sea buena el lugar no importa—dijo caminando con seguridad dentro del baño.
—No te decepcionarte.
—Eso espero…
Y la puerta se cerró.
*
—Akira-kun.
—Ah, Kishimoto-sama ¿Cómo se la está pasando?
—Bien, bien, hace mucho que no venía a estas reuniones como invitado, por lo general siempre es mi cumpleaños o el aniversario de la empresa.
—Ah cierto, el aniversario se viene pronto ¿ya ha planeado algo?
—Mmm…aún no he discutido nada con el comité encargado de las fiestas y reuniones…ah ¿no quisieras participar esta vez Akira-kun?
—No soy bueno para las fiestas, pero si es en cuestión de organizar itinerarios o presupuestos estoy dispuesto a eso…
—Ah, maravilloso Akira-kun, no esperaba menos de ti—sonrió alegre el hombre.
Pasaron un buen rato platicando, cosas de su vida, cosas de la empresa y así hasta que una campana sonó, informando que ya era hora de la cena, todos los presentes se fueron, Akira le mando un mensaje a Kouyou avisándole que lo viera en el comedor, una puerta grande con seguridad en ella, era imposible perderse.
Claro que Kouyou estaba bastante ocupado en ese momento, con la espalda completamente pegada en la pared y las piernas enrolladas en las caderas de Shiroyama mientras el pelinegro se movía rápidamente sosteniéndolo de los glúteos, el calor del ambiente, los gemidos de ambos hacían eco en el baño…
Ah…como había extrañado esa sensación, sus brazos se aferraron fuerte al cuello del pelinegro para fundirse en un beso, apasionado, desesperado, necesitado, no solo por el sino por parte de Shiroyama también, ambos estaban disfrutando el momento con sumo placer.
El timbre del teléfono anunciando un mensaje resonó entre los jadeos, llamando la atención de ambos, Yuu detuvo sus movimientos entonces, bajando al castaño al piso.
—Apóyate en el retrete belleza…
Kouyou se giró y se apoyó en el retrete quedando inclinado a la merced del mayor, el cual lo tomo de la cadera y se introdujo en el de una sola estocada, sacando un fuerte gemido de la boca del menor, de nuevo las envestidas comenzaron, fuertes y rápidas, llegando a lo más profundo de su ser, estimulando su próstata y haciéndole ver estrellitas.
—Revisa quien es—le ordeno con voz entrecortada debido a la agitación del momento.
Kouyou como pudo tomo su celular, su cuerpo se sentía tan débil debido al placer que le costaba moverse, desbloqueo la pantalla y leyó el mensaje.
—E-Es…Es Akira ¡Ah! —cerro los ojos y alzo un poco más sus caderas, los ojos estaban comenzando a llorarle, era demasiado. —L-Los están lleva ¡Ah! Llevando al comedor.
—Oh, entonces es mejor apresurarnos…—dijo poniendo más empeño en sus movimientos sumando a que comenzó a masturbar al castaño.
Kouyou ya no podía más, estaba muy sensible, no solo por su abstinencia de casi mes y medio, sino porque ya era la 3ra vez que lo hacían, ese hombre nunca estaba satisfecho ¿o qué? Él ya estaba en su límite, no podría salir de ahí caminando y Akira lo notaria…
No duro mucho más, se corrió soltando un gemido agudo que para Yuu fue música celestial, moviendo con más fuerza sus caderas se corrió dentro del castaño, lo cual solo mando otra corriente eléctrica al cuerpo de Kouyou, de verdad que lo había disfrutado.
Salió de el con cuidado y lo ayudo a sentarse en el retrete, Yuu estaba algo cansado, pero no tanto, en cambio el castaño se notaba exhausto.
— ¿Estas bien pequeño? —se acercó y acaricio su rostro.
—Estoy cansado…—aun jadeaba—ahora y dentro de unas semanas estaré adolorido…pero admito que hace mucho que no lo hago así—sonrió.
Yuu también sonrió y se acercó para ayudarlo a limpiarse y vestirlo.
— ¿Crees que podamos volver a vernos? —dijo aun sosteniéndolo de la cintura, que por cierto era bastante delgada.
—Quien sabe—sonrió y acaricio su rostro—si me das tu número puede que me ponga en contacto contigo…
—Tendrás que darme el tuyo también, es un trato justo ¿no crees? —él también sonrió y se acercó para poder besarlo.
El beso fue intenso, duro hasta el momento en que sintieron que el aire escaseaba, Yuu se permitió acariciar todo ese divino cuerpo otra vez. Realmente le gustaba.
—Entonces, empecemos de una vez el intercambio de números o notaran nuestra ausencia, eres el anfitrión ¿lo olvidas?
—Ah, es verdad…
Ambos sacaron sus teléfonos y se intercambiaron números, después de eso, Kouyou trato de arreglarse un poco más para que no se notara lo que acababa de pasar, acordaron que Kouyou llegara primero y Yuu después con la excusa de que había atendido un asunto importante por teléfono, o algo así, en fin.
Kouyou llego primero, con mucho esfuerzo, donde Akira, el cual tenía un asiento reservado para él, se sentó a su lado y le sonrió, aunque por dentro le estuviera doliendo todo.
— ¿Dónde coño estabas?
—Estabas platicando tan animado con tu jefe que no te quise interrumpir así que me fui a curiosear por ahí—Kouyou había visto antes de llegar al baño como el señor Kishimoto se había acercado al rubio para hablar.
—Oh bueno…
—Vi tu mensaje, me perdí un poco pero ya llegué así que no te esponjes—sonrió
Yuu entro después de un par de minutos mirando su teléfono.
—Les ruego me disculpen, una llamada de emergencia, lamento la demora, por favor, meseros sírvanles la cena a nuestros invitados—poco después tomo asiento.
Los meseros hicieron su trabajo, empezaron a traer carritos con un montón de platos de comida, y no era comida cualquiera, eran platillos de alta calidad, los mejores chefs las habían preparado.
Todos los invitados se sorprendieron de la calidad de los platos y pronto comenzaron a comer después de que Yuu diera el brindis por la prosperidad de las empresas y esas cosas, claro que sus ojos se desviaron al asiento donde estaba Kouyou, el cual también lo miraba, y le sonreía de esa forma tan peculiar, de esa forma como cuando un niño travieso se sale con la suya.
La cena fue amena, entre todos ahí hablaban sobre negocios y empresas y cosas que probablemente escapaban del entendimiento de Kouyou pero que veía a Akira tan interesado, el mejor se dedicó a jugar con las verduras de su plato, no es que no le gustaran, pero las verduras no eran su favorito ahora, suspiro y trato de acomodarse mejor en la silla, le dolía horrible la cadera.
Dirigió su vista a Yuu entonces descubriendo que este también lo miraba, se sonrieron de nuevo, no duro mucho el contacto visual ya que otra persona empezó a hablar con Shiroyama.
En fin que después de acabar con la cena comenzó la “fiesta” música agradable para bailar con sus acompañantes, la mayoría de los empresarios y personas que estaban ahí se levantaron a bailar con sus esposas mientras que algunos otros se concentraban en las bebidas que los meseros tenían en bandejas o directamente iban a la mesa donde estaban las botellas y vasos ya servidos, ahí tenías a Akira y a Kouyou, no les gustaba mucho bailar así que se dedicaron a beber, aunque Akira no era mucho de alcohol debido a su poca resistencia, pero no había nada más que hacer.
— ¿Y si ya nos vamos? —le dijo Kouyou, Akira lo miro y asintió con la cabeza. — ¿Quieres que maneje yo? Te veo algo mareado.
—Si me haces el favor.
Kouyou sonrió y abrazo a su amigo para que empezara a caminar, lo llevo con el hasta la salida, Yuu los siguió con la mirada, después de lo que paso en el baño los ojos de Yuu no se despegaron del castaño en ningún momento. Noto que Akira ya se encontraba algo mal y de hecho ya los había visto algo aburridos.
Yuu supo que ahora ese chico se volvería su adicción, no había disfrutado el sexo así en años y ahora que de nuevo lo tenía no lo dejaría ir…
Fin del capítulo 5.