La fiesta del aniversario número 30 de la empresa donde Akira trabajaba llego, Kouyou estaba en la mesa de bocadillos con una copa de vino, Akira estaba hablando con su jefe y unos de sus compañeros de trabajo así que realmente no le estaba prestando mucha atención, aunque no le molestaba, el mismo le dijo que con alcohol y comida podía sobrevivir en una aburrida fiesta de empresa.
Claro que solo no duro mucho tiempo, su celular vibro dentro de su bolsillo, lo saco y leyó el mensaje, Yuu lo estaba esperando el en baño, suspiro, aún seguía molesto con el pero ya que no tenía nada mejor que hacer, así que fue.
Yuu ya estaba en baño, vio a Kouyou entrar y sonrió, Kouyou lo miro aun con un ceño fruncido, no se le pasaría el enojo tan fácil.
—Te compre un regalo, para compensar mi mala actitud del otro día. —y es que después de ese día el castaño nunca le volvió a contestar ninguna llamada o mensaje. Le entrego una cajita de terciopelo negro con un listón rojo.
El castaño la tomo aun con cara de molestia, quito el listón y abrió la caja, dejando ver en ella 5 piezas de perforación de plata de diferentes estilos en ella, era un juego completo de un diseñador muy famoso.
—Wow…
— ¿Te gustan?
—Son hermosos—sonrió y lo miro—Gracias—se acercó al espejo del baño para cambiarse las piezas, de verdad eran geniales y quería vérselas puestas, dado a que eran 5 las usaría todas en su oreja izquierda. Cuando termino se giró hacia el mayor— ¿Qué tal quedan?
—Perfectas en ti.
—Gracias—dijo levemente sonrojado.
— ¿Ya no estas molesto?
—Mmm…—sonrió—no.
— ¿Ya te puedo besar? —sonrió.
—No sé qué estas esperando—se rio.
Yuu también se rio, lo abrazo por la delgada cintura que el menor poseía, apegándolo bien a él, Kouyou paso sus brazos por el cuello del pelinegro, abrazándose, se acercaron rápido y se besaron con necesidad, el beso duro hasta que los dos se quedaron sin aire para respirar, ellos se sonrieron al separarse.
—Ya extrañaba esto…—sonrió.
—Y yo—dijo el mayor acariciando ese bello rostro.
— ¿Y ahora qué hacemos? No quiero hacerlo en el baño. Aun me duele la cadera.
— ¿Te parece en una oficina? En la mía claro.
—Tú no tienes oficina aquí…
—Si la tengo, está justo al lado de la de Akira, pero por lo general siempre estoy en la de Akira para verlo trabajar.
—Ah vaya…pero él se va a dar cuenta de que no estoy, probablemente me esté buscando ahora—sonrió.
—No me vas a dejar así ¿verdad? —y es que el pelinegro con solo tenerlo así de cerca ya se le había puesto dura.
—Oh vaya…—sonrió al bajar una de sus manos y sentir su miembro—Entremos a un cubículo y deja que yo resuelva eso por ti ¿bien?
Yuu sonrió y lo jalo con él a uno de los cubículos, cerrando con seguro detrás de sí, Kouyou quedo sentado en el asiento del baño mientras que Yuu quedo frente a él, esperando.
El castaño rápido le abrió los pantalones y le bajo la ropa interior, dejando ver el erguido y grande miembro del pelinegro.
Lo acaricio primero, dejando que se tensara más, Yuu jadeo apoyándose en la puerta, dejando que el castaño hiciera lo que él creía conveniente.
—Se ve que desde hace mucho que no te dan una buena noche, te prendes muy rápido—se rio leve.
—He estado solo por bastante…—jadeo, sabía que estaba mintiendo, pero no sabía cómo reaccionaría si se enteraba de la verdad. Supuso que bastante mal. —tiempo…
—Si se nota—sonrió y comenzó primero por lamer solo la punta. Yuu cerró los ojos y se dejó hacer mientras mordía sus labios, aunque estuvieran solos, cualquiera podría entrar en cualquier momento y encontrarlos en esa situación no sería nada bueno.
Tuvo que cubrir su boca cuando Kouyou comenzó a metérselo lentamente a la boca hasta llegar a su garganta, engullo todo el miembro del pelinegro sin problema alguno. El gemido murió en su mano, eso definitivamente lo disfruto, el castaño se notaba que tenía experiencia en esas cosas, ahora le sería imposible separarse de ese chico…Kouyou comenzó a sacar el miembro de Yuu de manera lenta, para después volverla a meter, lo hacia todo con calma, él no tenía prisa, estaba disfrutando, la textura era suave y el sabor agradable, se podía notar que Yuu era una persona que se preocupaba mucho por su higiene personal.
Gracias a eso, comenzó a moverse con más ganas, un poco más rápido para complacerlo, eso solo motivo a Yuu a mover su cadera para hacer el placer más intenso, tomo el cabello del menor sin jalarlo para no herirlo, necesitaba marcar el ritmo.
Kouyou se apoyó en las piernas del más alto debido a que ahora el marcaba el ritmo, se sentía algo atragantado por la velocidad a la que lo estaba haciendo no conseguía respirar con normalidad, entonces sintió como Yuu aceleraba, su respiración se agitaba, no tardó mucho en sentir el líquido viscoso en su boca, el miembro del mayor estaba a mitad de su boca así que el semen que no pudo retener escurrió por la comisura de su boca.
Yuu se quedó apoyado en la puerta del cubículo, tratando de regular su respiración, Kouyou aprovecho y se levantó del asiento del baño para poder escupir lo que había en su boca, ni loco se lo tragaba, tomo papel y se limpió la boca, después lo tiro a la basura.
— ¿Te lo tragaste? —pregunto ya que no lo había visto.
—Es chiste ¿no? obviamente que no me lo trague, es horrible.
— ¿Has tenido malas experiencias tragando semen? —lo dijo de broma.
—Demasiadas para mi gusto—el respondió completamente enserio lo cual le borro la sonrisa a Yuu de la cara.
Ambos salieron del cubículo después de que Yuu terminara de arreglarse la ropa, Kouyou se enjuago la boca y después se limpió con una toallita, noto el ceño fruncido del pelinegro por el espejo, suspiro.
— ¿Ahora qué?
—No nada—suspiro, no tenía por qué enojarse, seguían sin ser nada.
—Ah ¿te molesto mi comentario? ¿De verdad vas a seguir con este jueguito de los celos? Ya te lo había explicado ¿no?
—Ya sé que no somos nada, no tienes por qué recordármelo…—suspiro decaído.
— ¿De verdad te deprime tanto?
—Sinceramente me gustaría que fuéramos algo más que…que lo que sea que estemos siendo ahora. —se apoyó en la pared.
Kouyou se sintió-por alguna extraña razón-amenazado, nunca nadie le había admitido que quisiera algo más “serio” con él, siempre era sexo casual sin compromiso, personas de una noche -o varias- pero nada formal…
Sintió el cuerpo temblarle, incluso sintió que se le baja la presión, se notó pálido en el espejo. Se sintió intimidado por esas palabras, de verdad que nunca nadie, en su sano juicio, se comprometería con él a algo “serio”.
Nunca había tenido una relación seria, Akira podría llegar a ser su relación más seria y duradera, eran amigos desde que tenían 10 años y hasta sus ahora 25 seguían juntos… pero bueno, eran amigos, los mejores amigos, eran como hermanos de otra madre, se conocían perfectamente bien de todo-literal, de todo-.
No se podía imaginar con nadie de una manera más íntima…
—Oye… ¿estás bien? —Yuu se acercó para mirarlo mejor, se veía pálido, estaba sudando en frio e incluso lo notaba asustado ¿fue por lo que había dicho? — ¿Kouyou?
—Tú… ¿Tú de verdad quieres algo serio conmigo? —lo miro mortificado, no se lo podía creer, le costaba, realmente le costaba crees que alguien quisiera algo con él.
—Si—sonrió, la sinceridad se escuchaba en su voz, Kouyou pudo detectarla, era ese tono de confianza, ese que en Akira escuchaba siempre…
— ¿De verdad? —no se la creía.
—Si—dijo el pelinegro riendo. — ¿Por qué te sorprende tanto?
—Nunca he tenido una relación seria en mi vida, la única cosa “seria” podría ser mi amistad con Akira, pero, pero no… no se compara con una reacción intima…—se veía dudoso, incluso se veía confundido y eso para Yuu era adorable.
—Pues yo seré la primera—dijo abrazándolo por la cintura— ¿Te parece?
— ¿Prometes no arrepentirte después? —se apoyó, la diferencia de edad hacia una diferencia de estatura, permitiendo que el castaño se apoyara perfectamente en su pecho y hombro.
—Jamás me arrepentiría de estar contigo—dejo un beso en su cabeza, ese chico era realmente adorable.
El celular de Kouyou empezó a sonar, era el tono de Akira, se separó del mayor para poder contestar.
—Hola—sonrió.
— ¿Dónde estás?
—En el baño.
— ¿Todo el rato?
—Comí algo que me hizo mal, sirven comida bastante rara en estas fiestecitas de tu empresa.
—Mmm bien, ya regresa, es hora de irnos
— ¿Y eso?
—Ya me aburrí—sonrió para después reírse lo cual también provocó una risa en Kouyou.
—Bueno, te veo en la salida ¿bien?
—Te espero—y colgaron.
—Ya tengo que irme—dijo guardando su teléfono y mirando al mayor.
—Me mantendré en contacto contigo ¿bien? —de nuevo lo volvió a abrazar por la cintura.
—Claro…—sonrió y acaricio su rostro.
Se quedaron un rato abrazados en completo silencio, podía sentir aun el cuerpo del menor algo tenso, aun nervioso…
—Sé que no estás listo así que… ¿te parece si empiezo con las típicas citas?
—No me molestaría para nada que lo hicieras—dejo un beso en su nariz y luego uno más en sus labios, el cual duro más de lo esperado, se separaron poco después y sonrieron.
—Ya deberías de soltarme…me están esperando y Akira no es precisamente paciente.
—Aun no, un poco más—dijo escondiendo su rostro en el cuello del menor, no quera dejarlo ir, por fin, después de tanto tiempo, podía sentir su corazón latir con verdadera emoción…
Por fin volvía a amar…
Kouyou se quedó en silencio, dejando que el pelinegro lo abrazara, acaricio su espalda con suavidad, podía sentir la necesidad en ese abrazo, probablemente pasar gran parte de su vida solo, o al menos eso se imaginaba, tal vez era como él, sin relaciones serias, solo personas de una noche para aliviarse un poco, se apegó más, aferrándose a él, comprendía como se sentía…
Poco tiempo después se separaron, se dieron un corto beso y Kouyou se fue de ahí con la promesa de ponerse en contacto para comenzar con sus “citas”, pero no solo se fue de ahí con una promesa, se fue de ahí con un sentimiento en el pecho que jamás había sentido por nadie…
Fin del capítulo 7.