Kouyou dormía aun, Akira ya se había ido al trabajo, la noche anterior, el castaño había entrado en completo silencio a la casa, se cambió rápido y se acostó, Akira se paró al baño encontrándose con Kou aparentemente dormido, después de eso todo fue normal, Kouyou espero a que Akira durmiera de nuevo para mandarle un mensaje a Yuu:
“Mañana pedirás el día libre, te quiero desde temprano conmigo”
La respuesta fue:
“Eres un tramposo ¡Robaste mi cartera y miraste mi identificación! Pero, en fin, debo obedecerte ahora, mañana pagaras por lo que hiciste”
Y era verdad, Kouyou aún tenía la cartera del pelinegro, cuando metió las manos en su saco fue cuando la saco, y cuando Yuu lo dejo entrar al auto aprovecho el rodeo que tuvo que dar al vehículo para ver su fecha de nacimiento, la guardo cuando Yuu entro al auto, era bueno con las matemáticas no le fue difícil hacer el cálculo mental.
El mensaje llego despertando a Kouyou, se sentó en la cama y miro el celular:
“¿Te espero en el café?”
Miro el reloj, aún era bastante temprano, eran las 7:40 de la mañana, así que respondió:
“Ven por mí. Avísame cuando estés afuera”
Inmediatamente escribió su dirección, después de eso se metió a bañar para después vestirse, ropa cómoda, playera de manga larga negra, pantalones de mezclilla y botas militares, una chaqueta verde militar, tomo sus llaves y celular junto con su cartera y la del pelinegro.
Ahora solo quedaba esperar.
Yuu recibió el mensaje así que rápidamente le llamo al jefe de la compañía.
— ¿Hola?
—Señor Kishimoto
—Oh, Shiroyama—sonrió— ¿Qué pasa? —era demasiado temprano.
—No me siento del todo bien, amanecí con fiebre muy alta y nauseas ¿Me permitiría tomarme el día para ir a una revisión médica?
—Oh claro, no se preocupe por eso Shiroyama-san, la empresa se preocupa mucho por sus empleados, cuando se sienta mejor lo recibiremos con gusto.
—Muchas gracias señor Kishimoto, lamento causarle estas molestias.
—No se disculpe, la salud siempre es primero.
Después de eso ambos colgaron, Yuu se metió a bañar, dentro de poco tendría que ir por Kouyou.
~
Cuando el celular del castaño vibro, lo tomo para revisar, era Yuu, ya estaba abajo, se arregló un poco el cabello antes de salir, ya tenía todo listo, cerro bien el departamento y bajo.
El reluciente Jaguar negro apareció frente la entrada principal del bloque de departamentos en el que Akira y el vivían, Yuu bajo el vidrio del auto y sonrió.
—Es muy temprano para una cita ¿no crees?
—No, no creo—dijo el castaño entrando al auto. —Vamos a tu casa.
— ¿A mi casa? —Lo miro confundido.
— ¿Qué no tienes ganas? —le sonrió con picardía.
Yuu entonces no dijo nada y arranco el auto lo más rápido que las normas de tránsito japonesas de permitían.
—Al parecer estás ansioso—dijo el castaño llevando su mano a uno de los muslos del pelinegro, el cual le sonrió.
— ¿Bromeas? Si una belleza como tú me dice que tiene ganas de coger no se lo voy a negar.
—Oh—sonrió levemente sonrojado.
—No saldremos de la cama hasta después de las 12 ¿está claro?
—Tan claro como el agua—sonrió.
~
— ¿Shiroyama no va a venir? —pregunto Akira al pasar ya parte de la mañana sin el pelinegro pisándole los talones todo el tiempo.
—Al parecer se reportó enfermo Suzuki-sama—dijo su secretaria.
— ¡Genial! —la secretaria lo miro mal—Bueno, no es que este feliz de que este enfermo—rio un poco—pero al menos ya no lo voy a tener pegado a mi todo el tiempo, es incómodo.
—Bueno, en eso tiene razón, —sonrió— el señor Shiroyama no tiene ningún respeto por el espacio personal.
—Lo sé, en fin, volveré al trabajo, si llego temprano puedo llevar a Kou por algo de comer a ese restaurante que nos gustó—sonrió bastante contento, nunca imagino que un restaurante que le recomendaron solo por coincidencia terminaría gustándole tanto.
—Ah, Kouyou, su mejor “amigo” —dijo enfatizando la palabra amigo haciendo comillas con sus dedos.
— ¿Por qué lo dices así?
—Yo realmente no creo que lo sea—lo miro seria—Akira-sama por favor dígame la verdad ¿Son pareja?
—De todo el tiempo que llevo trabajando en esta empresa siempre me has preguntado lo mismo—se rio—incluso antes de ser mi secretaria lo has preguntado y siempre te he respondido lo mismo, de verdad es mi mejor amigo, no hay algo romántico entre nosotros.
Su secretaria hizo un puchero, siempre le contestaba lo mismo, pero ella nunca lo creía, antes, en sus inicios como trabajador, Kouyou siempre le llevaba el almuerzo al rubio, se quedaba un rato con él y después se iba, o cuando una vez Akira se accidento dentro de la empresa, su contacto de emergencia era el castaño y este no tardo ni 5 minutos en llegar, o como cuando fue la primera entrevista de Akira con el señor Kishimoto, ella iba llegando para ir a avisarle al rubio y lo encontró con Kouyou poniéndole la corbata correctamente y sonriéndole de una manera realmente encantadora, y así podía rememorar mil ocasiones más en las que Kouyou había actuado más como su pareja que como su “mejor amigo”.
—Bien—suspiro.
—Vuelve a trabajar—dijo tomando los papeles que originalmente venía a entregar antes de que empezara el asunto de Kouyou. —Te llamo si te necesito.
—Si señor—suspiro de nuevo y regreso a su puesto al igual que Akira, el cual aún se preguntaba-como todos los días-que estaría haciendo Kouyou en su ausencia en la casa.
~
El castaño estaba sentado en la cama de Shiroyama, era una habitación increíblemente grande, como su cuarto, pero al doble, y la cama…ah, la cama era como 4 veces la suya, Yuu había ido a buscar algo de comer y beber, como era temprano ninguno de los dos desayunó así que acordaron comer algo primero antes de hacerlo.
A decir verdad, aún tenía sueño así que se recostó en la cama, haciendo tintinear tanto las piezas en su oreja como el collar en su cuello, sonrió y acaricio ambas cosas, ambos regalos de Yuu, nunca se los había pedido, pero aun así le daba cierto gusto tenerlos, que Yuu se los regalara por voluntad propia significaba mucho para él.
Diviso una de las tantas almohadas de la cama y abrazo esta, olía a Yuu, no dudo en esconder su rostro en ella e inhalar fuerte, como adoraba ese aroma, no solo era la colonia que usaba Yuu, sino también el propio aroma del moreno le encantaba.
Yuu volvió con fruta picada, pan tostado con diferentes mermeladas, jugo de naranja y café. Se encontró con Kouyou abrazando sus almohadas, sonrió, parecía un niño pequeño abrazando su peluche favorito.
Dejo la comida en la mesita de noche y se sentó a su lado, acariciando su brazo.
—Oye ¿Por qué no mejor me abrazas a mí?
Kouyou se levantó en automático, alejándose de las almohadas, sus mejillas se colorearon de rojo, eso había sido muy vergonzoso. Yuu se acercó y sonrió para después abrazarlo y tumbarlo en la cama de nuevo, se acomodó encima del menor y acaricio su rostro.
— ¿Qué haces? —pregunto Kouyou sonriendo, llevo su mano al pecho del mayor, acariciando con suavidad la poca piel que la camisa dejaba ver.
—Admiraba tu belleza—sonrió al ver como el castaño se sonrojaba de sobremanera, era algo que le encantaba de ese chico, sus reacciones tan sinceras por algo espontaneo que decía.
—Bueno, bueno, aliméntame que tengo hambre.
—Vamos pues—sonrió y se levantó y ayudo al castaño a levantarse, ambos tomaron un plato de fruta, Kouyou tomo el jugo, Yuu tomo el café, Kouyou tomo después la tostada con mermelada de moras y Yuu la de fresas.
—Veo que aquí se nota bien la diferencia de edad—se rio un poco.
— ¿Por qué lo dices? —bebió un poco más de su jugo.
—Estaba la opción de jugo o café, y tú tomaste el jugo sin pensártelo dos veces, sigues siendo un niño que prefiere las cosas dulces a las amargas, como el café—suspiro con una sonrisa.
—No me llames niño, anciano—hizo un puchero.
—Tu no me llames anciano, niño—sonrió.
— ¡No soy un niño! ¡Tengo 25 años! ¡Próximos 26!
—Sí y yo tengo 39 próximo a 40, te saco 14 años Shima.
— ¿Y? ¿Está mal? Me gustas, yo te gusto ¿no? —lo miro.
—Claro que me gustas—dijo dejando todo de lado para tomar el rostro del menor—Me encantas, desde el primer momento en que te vi…
— ¿Entonces de que te preocupas? —sonrió tomando las manos del mayor, acariciándolas aun sobre su rostro, el sonrojo en sus mejillas se presentó de nuevo, las palabras de Yuu lo emocionaban.
—De que algo malo arruine lo que tenemos…
— ¿Y qué es lo que tenemos Yuu?
—No lo sé, pero es real, y me gusta…—sonrió pegando su frente con al del menor.
—Me gustaría más si tuviera nombre…esto que tenemos—cerro los ojos.
— ¿Quieres que te lo pida de manera formal? —sonrió y dejo un beso en su nariz.
—Si…—confeso en voz baja, le avergonzaba esta situación, era la primera vez que pasaba por algo así…
Yuu se levantó de la cama para después arrodillarse frente al menor y tomar sus manos.
— ¿Qué estás haciendo? —pregunto completamente sonrojado.
—Haciéndolo formal—sonrió.
El corazón de Kouyou latía con fuerza, estaba temblando incluso ¿Por qué estaba tan nervioso? No lo sabía, no tenía ni la menor idea, había un mal presentimiento en todo esto, pero no sabía porque lo sentía.
—Takashima Kouyou ¿Me harías el honor de ser tu pareja? —sonrió.
Una parte de su cerebro le decía que lo rechazara, que estaba mal lo que estaba haciendo, no lo conocía, llevaba más o menos un mes y medio de haberse topado con el de la peor manera en una cafetería ¿Por qué aceptaría?
Pero otra parte de su cerebro le decía que el sentimiento cálido que tenía en el pecho se intensificaría si decía que sí, que esta era una oportunidad de enderezar un poco su vida, de ya no ir de cama en cama acostándose con cualquiera, que ahora tendría la oportunidad de despertar y ver el rostro de la persona que le gustaba…
Yuu vio la duda en su rostro, pero a pesar de eso espero con paciencia, había muchos más contras que pros en esta relación y algunos que Kouyou ni siquiera tenía idea, pero a pesar de eso mantuvo la sonrisa para el castaño.
— ¿Y bien? —a pesar de todo, esperaba que la respuesta fuera positiva.
—Si Yuu, quiero estar contigo—sonrió dulcemente para él, haciendo al pelinegro infinitamente feliz…
Fin del capítulo 9.