¿Estás bien? ¿Puedo ayudarte en algo?
-Soy Thor, el Dios del Trueno, el Protector de Midgard… y en los años de mi vida, he aprendido a no tener miedo de nada. Ni siquiera de una sombra del pasado…
Bruce Banner asintió, y acompañó a su amigo escaleras abajo… listo para reencontrarse con Loki. Notó la inquietud del rubio, sus nervios, el esmero por vestirse bien, por acicalar su enredado cabello rubio y hasta recortó un poco las barbas salvajes que se resistían a caer por completo. Por la camisa apretada en los brazos y en la cintura, se dio cuenta que Thor intentaba lucir su imponente figura de antaño, pero una lonjita terca redondeaba y marcaba de más su cintura. Tuvo la tentación de decírselo, de pedirle que usara una camiseta un poco más holgada y prefirió no decir nada. Si las sensibilidades esa mañana estaban tan a flor de piel, su comentario podría herir al Dios en vez de ayudarlo.
Si, Bruce pudo decirle que se veía muy apretada su camiseta, también pudo decirle que el cierre del pantalón estaba abajo o cualquier otra mentira, Thor no hubiese escuchado nada… porque un zumbido en sus oídos lo aturdía, el fuerte golpeteo de su corazón dentro del pecho provocaba que hasta el aire le faltara. Se maldijo a sí mismo en voz baja… ¿Cuántas veces había Loki muerto y regresado para darle más dolores de cabeza? ¡Pues las suficientes para que no lo sorprendiera una más! Entonces… ¿Por qué le temblaban las piernas? ¿Por qué ansiaba verlo y comprobar que era un ser tangible y no un sueño? ¿Por qué tenía la sensación de que existían errores que corregir?
-¿Porque lo último que te dije fue “hermano, eres realmente el peor” cuando debí gritar que te amaba…?
Finalmente lo descubrió… conversaba de pie junto a la barra donde James Barnes servía unos tragos. Era él sin duda, con toda su elegancia, su esbelto cuerpo, sus espaldas anchas y el blanco tono de su piel de nieve. Era Loki en cada rizo despeinado de su cabello negro, más corto y desprolijo que antes, en sus ademanes principescos, pero su voz… ¡Dioses antiguos! ¡La voz que pensó jamás volvería a escuchar! Su voz y su risa cristalina, como tintineos de mil campanas de cristal mecidas por el viento suave del invierno… quería que volviese el rostro y no, porque temía el instante en que sus ojos de esmeralda se encontraran con los suyos…
-Loki…- murmuró, paralizando al otro… que dejó su copa lentamente y se giró para responder a quien lo llamaba.
La voz grave y varonil de Thor, la voz que lo mismo le gritaba que se detuviera, que le suplicaba volver a casa, la voz que hacía temblar a sus enemigos y era la esperanza de quienes clamaban por su ayuda. La voz del trueno… Loki pasó saliva y mojó sus labios con la punta de su lengua… giró sobre sus talones y alzó los magníficos ojos de esmeralda, con aquel gesto tan altanero y perfecto para favorecer la armonía de sus afilados rasgos…
-¿Thor?- preguntó, incapaz de creer que aquel hombre regordete, de barbas más salvajes que las de Ymir, era el mismo poderoso Dios de cuerpo perfecto que él recordaba- ¿Volstagg?- repitió, esbozando una sonrisa traviesa manifestando la comparación con el voluminoso guerrero Asgardiano. Para de inmediato dar un paso atrás, sobresaltado por la presencia del Profesor Hulk- ¡Y tú! Tú… eres más pequeño, usas más ropa, pero te recuerdo bien- dijo.
-Tenemos bandera blanca en esta reunión, no te preocupes- dijo Steve amablemente, entrando a la sala y dirigiéndose directamente hacia su gran amigo Bucky- Hola, Buck… Vamos a tener una conversación entre adultos maduros.
-Hola, Cap- respondió el castaño, a quien de inmediato se acercó el nuevo Capitán América. Sam Wilson.
El lenguaje sin palabras entre los tres inició y terminó como una estrella fugaz. Bucky fingió moverse para servir un vaso con jugo a Rogers y dejó el lugar inmediato con el maduro militar. Falcon se irguió, satisfecho de la conducta del otro. El tiempo que ahora compartían, los estaba uniendo más allá de una relación de trabajo, por lo que el nuevo líder de los Vengadores necesitaba establecer quién era el nuevo dueño del corazón del Soldado del Invierno. La única que no perdía detalle, sentada en un rincón y guardando un prudente silencio, era Nébula.
Ante las palabras del mayor, Loki se relajó y volvió a colocarse cerca de su medio hermano, colocando una sonrisa suave en su rostro. Pero Thor no parecía dispuesto a facilitar las cosas en aquel reencuentro… plantado en toda su imponente estatura, con el gesto adusto y una mirada fría, despreciativa, frenó en seco el buen semblante del pelinegro… ambos quedaron entonces frente a frente, mirándose directo a los ojos… inmóviles…
El ambiente se tensó en un instante, Falcon hizo una seña a Banner. Si sucedía algo violento, él era el indicado para poner paz entre los dos Dioses. Sin saber exactamente como debía reaccionar, Owen metió las manos en sus bolsillos… buscó y acomodó el dispositivo de escape. Un recurso que no tenían permitido usar sino en casos de vida o muerte. Si apretaba un botón, él y Loki se desvanecerían en una realidad alterna y escaparían. Pero no estaban ahí para huir antes de diez minutos… así que aguantó como pudo. Después de todo, resultaba muy interesante presenciar la interacción entre aquellos grandes héroes.
Un ojo del color del mar al mediodía, el otro… como un ámbar pulido…
-¿Quién, por todo lo eterno… quién robó un zafiro de tus ojos?
Loki habló en un dialecto Jötnar antiguo, muy poco conocido incluso entre los gigantes, pero que se enseñaba a los herederos de las casas reales. Thor y Loki lo aprendieron en su infancia, y a menudo lo usaban para comunicarse sin dejar saber a los demás el contenido de sus conversaciones. No lo había escuchado desde muchos años atrás. La pregunta golpeó al rubio más fuerte que un puñetazo de Hulk, más duramente que una descarga de su hacha Stormbreaker. Palideció y entreabrió los labios sin poder articular palabra… entonces Loki intentó tocar la cicatriz que cruzaba su noble rostro, no podía imaginar que clase de herida había sufrido, para que perdiera un ojo en consecuencia… Thor sujetó su muñeca para impedir que lo tocara… nuevamente, todos los presentes se alertaron.
-¿Cuántas veces más voy a soportar que finjas tu muerte?- le dijo, siendo ahora el que causara, con su voz ruda y potente, que el corazón de Loki le diera un vuelco en el pecho- ¿Cuánto más debo llorarte? ¿Cuántas veces debo perderte?
-Yo no he muerto… -respondió Loki a media voz- Y si me perdiste, fue cuando me cambiaste por el amor de una mortal- Loki rechazó el agarre de Thor, sacudiendo su mano con fuerza. Forcejearon un breve instante. Le dio la espalda y se cruzó de brazos. Respiró profundamente un par de veces y después prosiguió- El Loki de este mundo… Tu Loki… murió a manos de Thanos, he sentido una inmensa misericordia por él, porque puedo asegurarte que no es poco lo que Thanos procura torturarte, cuando te deja vivir para servirle, vives con el miedo constante de disgustarle y si caes de su gracia, la muerte es una liberación piadosa. Pero yo no soy ese Loki, ni he vivido, ni he sentido lo que ustedes vivieron juntos. Si vine a verte, es porque salvaremos a tu hijo y al hijo de ese Loki… si mi presencia ayuda, aquí me tienes… pero si es motivo de tus conflictos, de rencores no resueltos o de tu odio, entonces mejor me voy…
-¿Y a dónde irías? ¿A Jötunheim? ¿A reclamar tu trono?
-No- Loki se volvió de frente nuevamente y arqueó una ceja con altivez- Tengo mi vida hecha, ¿Sabes? Con aciertos y errores, pero vivo lejos de todo lo que una vez fui y puedo continuar así eternamente… y ser mucho más feliz de lo que tu pareces ser… No intentes desequilibrarme, llevo años preparándome para tus palabras como saetas y no conseguirás nada.
***
-Entonces… el niño desapareció en este mundo y no puede viajar a través de portales… pero tiene los prendedores mágicos de su padre y cuando aprenda a activarlos… ¿Qué poder dices que tendrá? - cuestionó Loki, intentando no sonar sarcástico y usar un tono neutro en su voz, prometió tomar en serio su misión y deseaba cumplir su palabra.
-Yo espero que tú me lo digas. Las joyas son tuyas… -respondió Thor, hablando lentamente- y no las tiene todas, no pudo llevarse la que yo tengo en mi poder… Además, Vaenn no es un niño, no lo es. Tiene trece años, es casi un hombre, supongo que recuerdas que a los quince somos mayores en Asgard.
-Hermano, yo no tengo la menor idea de cuáles joyas son las que mencionas… ¿Las llevaba en mi armadura? Yo recuerdo que mi torzal de oro es lo que me adornaba y que esa joya, se perdió por necesidad, la vendí, la obsequié, no importa… pero ningún prendedor mágico tuve en mi guardarropa. Y claro que recuerdo las costumbres, para ser un hombre, un niño antes debe demostrar su valor. Para ser un guerrero, debe enfrentar su mayor miedo… también sé que se perdió la ceremonia de ascensión de los doce años, donde debiste obsequiarle un casco y una capa, los símbolos de que confías en él para ser un digno hijo de la casa Thorson…
-Vaenn no tuvo siquiera la ceremonia de reconocimiento… ¿Cómo iba a tenerla si desconocía su existencia? ¿Comprendes ahora lo importante que es para mí, para el honor de nuestra familia, encontrarlo y hacerlo entrar con dignidad? Me es tan desconocido como quizá lo sea para ti… pero ese niño lleva nuestra sangre y no debe permanecer como un paria, extraviado en los mundos… ¡Por eso estás aquí, Loki! ¡Para Vaenn! No por mí… no pienses que es por mí… es por Vaenn.
-Lo comprendo… si no fuera el caso, simplemente estaría en otra parte, tranquilo y en paz. Continuaría mi vida como la tengo planeada, sin Vengadores, por supuesto sin niños y sin… no te ofendas, pero sin ti… no estabas en mis planes, hermano, y quiero terminar este asunto lo más rápido posible, anda, muéstrame ese broche, veamos qué puedo hacer.
-Es este…- murmuró Thor, mostrando la joya y en apariencia, ignorando las palabras del pelinegro- Los otros dos son ligeramente más pequeños. Estaban a cada lado, en la parte superior del muslo… formaban un triángulo energético con este, que es el que traías en el pecho… yo lo arranqué intentando sujetarte cuando la nave de los refugiados de nuestro pueblo, Asgard, explotó… cuando desperté, estaba sobre la nave de mis amigos los guardianes de la galaxia, yo tenía el broche en la mano… pero tú ya no estabas…
Loki desistió de corregir al rubio. Notó que constantemente confundía a la persona que había perdido con él mismo, y siempre que hablaba de su Loki, le ganaba cierta emoción apasionada. Era muy confuso para todos, porque él era Loki también, pero no el que estaba muerto… ¿Cómo podía ayudar a Thor si él mismo se perdía en los modos de conjugar su persona? Solicitó tocar la joya… si restaban vibraciones atrapadas en sus estructuras moleculares, podría averiguar que clase de hechizo necesitaba convocar o quizá, que clase de secreto encerraba.
-Es como… si una película pasara ante mis ojos… -Apenas colocó la joya en su mano, Loki percibió una cierta cantidad de energía desprenderse de ella y entrar por su piel. Una corriente eléctrica, semejante a un cosquilleo, que avanzó velozmente hasta llegar a su cerebro. Los párpados le pesaron extraordinariamente y anunció, todavía con voz vibrante, que estaba a punto de entrar en trance, que no se asustaran por lo que dijera o hiciera, que solamente vigilaran que no se hiciera daño a sí mismo o que le siguieran de cerca si comenzaba a caminar- Grandes explosiones, la nave está dañada de muerte… -Loki hablaba con los ojos cerrados, arrugando el ceño y perlando su prístina frente de un sudor fino y frío, no solo estaba en trance… estaba viviendo una visión- ¡Sangre de Ymir! ¡Cuántos muertos y heridos, incluyendo mujeres y niños a mis pies…! ¿Qué clase de monstruo asesina seres indefensos? ¿Qué clase de maldad llena su corazón? Nadie, ni yo, el Príncipe del Engaño, fui tan ruin y miserable en mis peores épocas… ¿Thanos? ¡Oh, Dioses antiguos! Matarlo sería sencillo, una proyección mía y una daga clavada en su nuca… No… no puedo hacerlo así… solo hay una oportunidad, solo una… y si fallo, él podría morir. Él no debe morir. Entonces… yo… por su bien… por el bien de todo lo que amo… yo no importo, él debe vivir… él… ¡Pero no quiero morir! ¿Y qué sería mi existencia sin él a mi lado? ¿Qué sería de todo nuestro pueblo? Todas las esperanzas de Asgard yacen sobre sus hombros, no sobre los míos… ayúdame, madre mía… dulce Dama Frigga, ayúdame, dame el valor para morir yo y salvarlo a él… ¡Y dale la fuerza necesaria para sobreponerse!
-¡Loki!- exclamó Owen corriendo a auxiliarle cuando lo vió a punto de desvanecerse. El fiel compañero llegó a tiempo para sostenerlo entre los brazos y ayudarle a acomodarse sobre el suelo alfombrado de la estancia. Loki no perdió la conciencia, pero sí la fuerza… estaba tan pálido, de sus párpados cerrados resbalaban abundantes lágrimas y todo su cuerpo comenzó a temblar- ¡Cielos! ¿Podemos llamar a un médico? ¿Alguien puede traer auxilio? ¡Doctor Banner, usted puede ayudarle!
-Loki… Loki… Despierta… despierta… ¡Por los cielos dorados de Asgard! –rogaba Thor, muy cerca de él pero sin atreverse a tocarlo- No hace falta que me lo digas para que yo adivine lo que has visto… has revivido todo, cada cruel instante que precedió la caída de nuestro linaje, el momento en que se extingue la mitad más importante de nuestra estirpe… ¡Con tu muerte, Loki, se me fue la mitad de la vida! ¡Se me quebró lo que me restaba de corazón! Te fuiste sin que yo dijera todo lo que te amo… te fuiste sacrificándote sin decir nada, te marchaste pensando en mi bien, en el de Asgard y en nuestra familia…
-Loki sabía… Thanos buscaría el equilibrio y con uno de ustedes muerto, el otro debía vivir… por eso se entregó, por eso se ofreció como cordero… para que el resto viviera…
***
-Owen no puedo hacer esto…- se quejó el pelinegro, sin saber que la conversación con su compañero era espiada desde el dintel de la ventana- No puedo seguir adelante… ha sido demasiado. Nunca es bueno enterarse de lo que nos sucede en realidades alternas, el multiverso no ha sido lo suficientemente explorado y a mí no me a gustado lo que vi…
-Siempre es el riesgo, Loki, parte de nuestro trabajo- respondió el rubio, posando su mano sobre la mejilla de durazno del otro- La diferencia es que en esta ocasión, te involucra de manera diferente… te acostumbraste a verte siempre en el mismo papel, siempre malicioso, siempre vencido… esta es la primera vez que te encuentras sacrificándote por una causa noble… ni más ni menos que la supervivencia de tu hermano y con ello, del universo entero.
-Vi mi muerte, querido, mi muerte… vi y sentí a Thanos quebrarme la garganta, quitarme el hálito de vida… vi mi desesperación y el dolor por dejar que Thor pensara lo peor de mí… me ví caído, sin vida… muerto… yo, el Dios del Caos, el astuto, el embustero… en su última mentira en este mundo…
-¿No te sientes orgulloso? Te sacrificaste en silencio… dejaste que pensaran mal de ti, pero sabías que hiciste lo correcto.
-No… ¿Sabes una cosa, Owen? Yo hubiera asesinado a Thanos… ¿Cómo usar un cuchillo de mantequilla para atacar a un Titán como él? Pude duplicarme, triplicar mi imagen y atacarlo… una sola cuchillada, pero asestada con firmeza en su yugular o en el centro de su pecho. Antes de poder usar las gemas ese enorme monstruo morado estaría sin vida, y yo celebrando mi hazaña, gritándola a los nueve mundos… ¡Al demonio la modestia! ¿Desde cuándo soy tan dócil… tan sumiso… desde cuando Thor brilla por encima de mí?
-Quizá eso se lo debieras preguntar a él… vamos, amor, no te mortifiques.
Poco a poco Owen lo fue calmando, pasó su brazo por los hombros de Loki para estrecharlo y confortarlo. Besó sus negros cabellos una y otra vez, como un padre dedicado… o como un amante amoroso. Una punzada de celos se encendió en el corazón del espía, pero comprendía que ya no tenía derecho aluno de reclamar nada… “Tú no eres mi Loki” se repetía una y otra vez, mientras aguzaba el oído para intentar enterarse de más confidencias.
-¿Seguro que no regresas a la reunión? Todos tienen un gran ambiente allá abajo, creo que hasta van a cantar…
-Prefiero meditar un poco y después iré a dormir, ve con ellos, yo te espero en la habitación- dijo Loki, obsequiando un beso en los labios al otro, que le correspondió con ternura.
Parecía muy seguro de los sentimientos del Dios.
Una vez a solas, Loki abrió la ventana, se dio cuenta que estaba lloviendo y el aire fresco tenía una carga de perfumes deliciosos… nunca igualado a los bosques de Asgard, o al aire del mar eterno, o a las nieves de las montañas… pero al menos, la hierba mojada, el lejano canto del trueno y el frío nocturno le llenaron de placer… era su clima favorito.
-Puedes entrar, hermano…- dijo- Creo que podemos hablar como personas civilizadas.
-¿Te sientes mejor?- cuestionó el Dios del rayo, sin solicitar permiso para sentarse a un lado de Loki y sin tampoco dar explicación alguna por encontrarse oyendo conversaciones ajenas - Fuiste muy valiente soportando nuestros últimos momentos en la nave de refugiados y creo que tienes un novio que da un gran apoyo emocional…
-Disculpa… pero no quiero recordarlo… creo que fue lo suficientemente traumático como para dejarlo en el olvido. Y si, Owen es un gran hombre… pero no es mi novio. Al menos… no todavía…
-Lamento que las memorias que llegaran fueran esas… yo pensé que podrías encontrar los otros dos broches y con ellos a nuestro hijo…
-A tu hijo… recuerda que no lo es mío… y bueno, tal vez logré encontrarlo. Mañana por la noche cometerá un robo… supongo que la ocasión es buena para intentar hablar con él…
-¡Un robo! ¿Cómo sabes eso? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Podemos ir de inmediato por él e impedir que siga cometiendo errores! ¡Que no eche su vida a un precipicio!
-Tranquilo… si vamos en este momento, no podremos ayudarlo. ¿Tú sabes lo que hace desde que desapareció de tu vigilancia? –Thor negó con un movimiento de cabeza- Pues lo poco que pude ver en el trance es que vive en una enorme mansión que pertenece a cierto poderoso y conocido mafioso… un traficante de arte y de joyas, un verdadero bruto que gusta de los lujos y las excentricidades… y a usado los “talentos” de tu niño para conseguir objetos valiosos…
-Lo mismo que Vaenn hacía en Xandar, robaba o compraba reliquias a los Devastadores.
-Bueno, pues a eso se dedica. Y creo que no dudará en gritar pidiendo auxilio y montando un enorme escándalo
-Pues ese escándalo me tiene sin cuidado, iré por mi hijo y evitaré a toda costa que cometa ese robo.
-Bueno… no te voy a detener. Solo piensa esto: Vas a ir, lo arrebatarás de su cama después de echar abajo todos los sistemas de seguridad y quizá golpear con tu martillo a dos o tres docenas de guardias… sacarás a Vaenn por la fuerza y lo traerás aquí por la fuerza, donde lo retendrás por la fuerza… ¿Qué sucedió la primera vez que hiciste eso?
-Él me dijo que me odiaba…
-Exacto… debemos ir y convencerlo, que comprenda lo que quieres lograr y tenga disposición de ayudarte. Podríamos entonces comenzar porque me dijeras… tus planes acerca del… pequeño…
Thor lanzó entonces la primera carcajada ruidosa y sonora en mucho tiempo. Gritó con toda la fuerza de sus pulmones que enviaran una cerveza y una copa de vino, palmeó las espaldas del menor y anunció:
-La familia Odinson reunida para su primer concilio en relación con su hijo primogénito…
-Qué bobo eres… en cualquier realidad…- respondió Loki, con cara de fastidio, mientras tomaba del mesero las bebidas que fueron enviadas casi al instante- Pero sí… necesitamos hablar.
-Brindo por tu escapatoria, primero que nada… yo le salvaba la vida a Stark y tú, desaparecías con el teseracto… ¿A qué te dedicaste todo este tiempo?
-Básicamente a eludirte…- respondió Loki, bebiendo un sorbo del exquisito vino tinto de su copa- Me alié con algunos señores poderosos en mundos bastante alejados de Midgard… hice cosillas que no me enorgullecen, pero que me causaron bastante diversión en su momento… luego, fui atrapado por unos imbéciles “Minutemen” y estuve prisionero un par de años… a la larga, la TVA requirió mis especiales “servicios” y a cambio de limpiar mi expediente, pues trabajo para ellos… restauro situaciones de riesgo en el tiempo, arreglo desastres pasados y prevengo catástrofes y peligros futuros, siempre supervisado por mi querido Owen. Ya sabrás, no me tienen confianza entera…
-Un trabajo interesante… si puedes viajar en el tiempo, bien pudiste arreglar tu pasado a tu modo y de paso… el de las personas que amamos… ¡Quizá revertir sus muertes!
-¿Nuestra madre, por ejemplo? No, Thor… no puedo hacer eso… aunque lo intenté muchas veces fue inútil. Aprendí por las malas que no se puede cambiar demasiado el destino, las Nornas tejedoras lo saben y por eso, si yo cambio algo, ellas se las arreglan para que tarde o temprano suceda… Madre supo su destino y prefirió no cambiarlo. Esta Agencia para la que colaboro, no puede por simples decisiones, cambiar una línea de tiempo… es necesario contar con una “llave” para sellarla y esas llaves no se las entregan a cualquiera, se las reservan para los oficiales de alto rango. Créeme, si pudiera… madre estaría viva…
Ante el recuerdo de la Reina de Asgard, la Dios que los amó a los dos por igual, que veneraban en sus corazones, los dos callaron. Bebieron hasta el fondo de sus respectivos vasos y sirvieron otro… Les dolería toda la vida, era algo que compartirían siempre, la pérdida de la Dama Frigga.
-No llores, por favor… sabes que nunca puedo resistir tus lágrimas…- murmuró Thor, pasando su mano recia por la sedosa piel de durazno de Loki, dispuesto a enjugar dos saladas gotas que resbalaron al evocar el recuerdo de Frigga- Yo me siento muy feliz de poder hablar contigo nuevamente, de volver a verte… comprendo que no eres mi Loki, que no fuiste tú quien sufrió la pérdida de este hijo… pero eres Loki Laufeyson, y eres tan real como el que perdí… disculpa si en ocasiones me confundo, él y yo… sabes… tuvimos una gran historia juntos…
-He leído lo que los archivos de este mundo dicen y lo que me han permitido saber en la TVA… pero no sé de sus intimidades. También leí que la pena por su muerte no te duró mucho…
-Cometí ese error, lo acepto. Pensé que si buscaba a Jane y me casaba con ella, podría olvidar… después de todo…
-Tenías una hija con ella… ¿A qué hora sucedió eso? Si regresaste en medio de una batalla contra el Titán loco… y la niña es preciosa, Owen me mostró fotos de ella y de su madre… por suerte se parece a ti y no a esa mortal, la cual jamás, disculpa que lo diga… jamás ha sido de mi agrado.
-Fue antes de ir en busca de las gemas… y antes de encontrarte reinando en Asgard. Mi hija tiene cinco años y se llama Torunn.
-Pues no en vano eres el Dios de la fertilidad, por las barbas de Ymir!- rió Loki, con su cristalina carcajada, que terminó por remover en Thor los escondidos sentimientos de su corazón- ¡¡Te dedicaste a conservar la estirpe real de Asgard con todas tus ganas!!!
Lo besó de pronto, pegando sus labios con firmeza. Loki se resistió un poco, no esperaba la caricia y no estaba dispuesto a corresponderla… pero aquel fuego, aquel ruego imperioso, le encantaron… cedió y se acomodó para que el beso fuera placentero para los dos, los labios se apretaron contra los del rubio y un gruñido ronco escapó del pecho del mayor. Posó la mano como antaño, entre los negros cabellos y el cuello, para sostenerlo, para acariciarlo, para impedir que se moviera…
-¿Qué estamos haciendo?- preguntó, sin la menor intención de desistir.
-Querías recordar mi sabor… y yo el tuyo… ¡Y eres mejor de como te recordaba! Porque éramos un par de tontos adolescentes, pero nos gustábamos tanto…
La caricia terminó y a sus pesares, separaron sus bocas, exhalando con ensoñación.
-La vida fue muy cruel de muchas maneras… me quitó a mi Loki justo cuando teníamos todo para ser felices… y ahora, te pone a ti delante de mí cuando ya es demasiado tarde…
-Ojalá mi Thor, el de mi línea de tiempo, hubiese sido la mitad de comprensivo que tú… quizá estuviéramos juntos y no odiándonos más todavía que antes… jamás me perdonó mi escapatoria en la Torre Stark…
Se miraron a los ojos… sonrieron… prometieron solemnemente hacer todo el esfuerzo posible por rescatar a Vaenn, por enderezar su vida y después, se despedirían como buenos amigos, o quizá… como hermanos… Estrecharon sus diestras, Thor no lo soltó hasta que atrajo el dorso de la blanca mano cerca y la besó con ternura. Loki entonces buscó sus labios nuevamente y lo besó con frenesí.
-La mitad de mi vida he deseado sentirme amado por ti… he ansiado tu perdón… te he odiado a ratos y te extraño terriblemente… ¡Ahora, mi corazón se parte sabiendo que no soy ni seré jamás capaz de reemplazar a ese Loki del que con tanto amor me hablas! ¡Ni he sido yo el que te dio ese hijo por el que luchas de tal manera, que fuiste capaz de buscarme y pedirme ayuda!