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El candidato al trono por ami4alice

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos!

Espero que hayan tenido un feliz año nuevo.

Aquí vengo con un capítulo nuevo de esta historia.

A diferencia de Lak, el territorio de Disk era un centro más turístico, debido a que se encontraba cerca de la selva, este territorio se ganaba la vida a través de sus recorridos por una parte del bosque, para las personas que le gustaba la vegetación o la vida nómada en la selva, el territorio Disk era el lugar perfecto. Además que quedaba cerca de la capital, así que el lugar era el centro turístico para la mayoría de nobles, no había noble que no conociera el recorrido o hubiese venido aunque sea una vez. Sin embargo al ser Dewis un caballero no conocía ese recorrido más allá de los rumores que había sobre él. Llegaron bastante temprano, ya que salieron algo tarde, por la noche de aproximadamente una semana atrás. La distancia entre el territorio Lak y Disk era prácticamente el mismo de la capital a Leslik. Agregado a la larga distancia, tuvieron en dos ocasiones que acampar para no llegar tan destrozados de tan largo viaje. Cuando el carruaje se detuvo, se encontraban en los terrenos del palacio de Disk, a pesar de la hora, había gente esperando su llegada.

-Un placer poder verlo en persona.

Una hermosa mujer de cabello negro y piel blanca como la porcelana, vestida con ropas sencillas, pero con un chal encima con un lindo encaje. Al salir del carruaje los cuatro hombres se percataron del frió que estaba haciendo en ese amanecer, porque pudieron observar perfectamente su aliento al respirar.

-Gracias por habernos recibido.

-Luego de la llegada de su carta, hemos preparado todo para su visita, nuevo emperador.

Kari dirigió su mirada para detallar a los presentes. Que recordara, Disk estaba siendo gobernado por una pareja casada, había tenido la oportunidad de conocerlos hace mucho tiempo, pero la última vez solo pudo ver al esposo. Al no verlo allí hizo que se preguntase su paradero.

-¿El rey no se encuentra disponible?

La mujer tenso los hombros, antes de incorporarse, soltando la falda de su vestido y enderezando su espalda. La expresión que hizo dejó presente la tristeza que llevaba sobre sus hombros.

-El rey ha muerto hace un año y medio atrás…

-¿Qué? ¿Cómo?

Cuando moría un rey o sucedía una sucesión, era costumbre mandar un aviso a la capital, precisamente al emperador. Si el rey anterior murió en ese tiempo, significaba que él aún seguía en la capital y no recordaba que le notificaran de esa noticia. La sorpresa no pasó desapercibida por la chica.

-Ha sido un pesado viaje –comento con tranquilidad -. Como la princesa heredera, tendré el placer de atenderlos en esta visita.

Kari fijo su mirada en la chica de cabello negro. No se veía como si estuviera mintiendo, pero no reconocía ese rostro, tal vez tenía tantas cosas en su mente que simplemente paso de ella hace tiempo atrás. Suspiro para asentir con la cabeza.

-Será un honor, ¿princesa…?

-Cayn Soria, nuevo emperador.

-Entonces  es un honor, princesa Soria.

-El honor es mío –comento junto a una pausa -. Seguramente se encontraran cansados de tan largo viaje, por favor permítame guiarlos a sus habitaciones.

-Claro y gracias.

No se dijo más nada, puesto que se dispusieron a andar a los adentros del palacio. Caminaron junto a la princesa por unos pasillos hasta llegar a unas habitaciones, donde la chica se detuvo y giró hacia ellos. A diferencia de Lak o la capital, ese palacio era mucho más pequeño, por eso el recorrido no fue demasiado, aunque como costumbre en el imperio, cada palacio tenía un jardín. Al parecer a las personas del imperio les gustaba tener de exhibición un jardín de flores.

-Estas serán sus habitaciones –indico las puertas a su izquierda -. De necesitar algo, por favor no duden en llamarme o llamar a mi dama de honor.

La mujer que acompañaba a Cayn hizo una reverencia.

» Su nombre es Sam Anta, por favor no duden en preguntar o pedirle cualquier cosa.

-Entendido, de necesitar su ayuda se lo haremos saber.

Kari soltó aquello junto a una sonrisa, luego de decir aquello, la princesa y su dama de honor hicieron una reverencia para retirarse de aquel pasillo poco iluminado, ya que la luz natural comenzaba a entrar por los pasillos, haciendo innecesario la luz artificial. Kari se giró a ver a los otros tres hombres, antes de asignar una habitación a cada uno de ellos, porque obviamente el más ostentoso era el de él. Aunque no le gustaba para nada ese tipo de habitaciones, por cortesía ocupaba estas. Al haber cumplido con su primer objetivo de poner de su lado el territorio de Lak, Kari mando una carta al emperador para que supiera de su progreso. Ahora su segundo objetivo era conseguir el territorio de Disk, aunque el asunto se complicaba si no había un rey en el puesto. Todo se complicaba sin un monarca.

No pudo evitar suspirar cuando estuvo descansando dentro de su habitación, otro problema se había sumado a los que ya tenía.

.

.

.

Unos días después, se permitió que Kari asistiera a una de las reuniones del reino, al no tener un monarca, las decisiones finales eran tomadas por el concejo. En ese mismo tiempo, Kari se encargó de conocer mejor la situación del territorio, quería saber con qué se estaba enfrentando en esta ocasión, no deseaba que le tomaran con la guardia baja, ya suficiente tenía con su situación actual como nuevo emperador para agregar más carga. Lo que pudo recolectar de los sirvientes fue que desde la muerte del anterior rey no hubo nadie que tomara el puesto. El consejo había decidido que el esposo de la princesa sería el nuevo rey, pero la princesa se negó a casarse, aun a esas alturas seguía oponiéndose. Así que el consejo se encontraba debatiendo si dar el trono al tío de la princesa, el hermano menor del antiguo rey. También supo sobre la petición de la princesa de heredar el trono sin necesidad de un matrimonio, ella quería ejercer como reina.

Así que aun después de un año y tanto de la muerte del anterior rey, seguía sin ser ocupado el puesto, porque al ser la heredera legitima no podían solo dejarla de lado, principalmente porque el antiguó rey dejo un testamento donde dejaba a cargo a su única hija. Debido a que estaba en su ley, no podían ir en contra de los últimos deseos de su antiguó rey, pero tampoco querían permitir que una mujer gobernara. Kari pudo darse cuenta por lo poco que observo y las cosas que le dijeron sus caballeros que Disk era un territorio patriarcal, con eso, le sería imposible que la princesa lograra heredar la corona. No pudo evitar reír ante la ironía, porque la princesa se encontraba en una situación semejante a la de él. Todo a su alrededor parecía señalarle, gritarle que jamás serían los herederos adecuados para el puesto. Se sintió empático con la princesa, por sus situaciones semejantes.

Camino por los pasillos, llegando a la sala de reuniones, que a diferencia de Lak, no se trataba de una mesa central, sino más bien como un juzgado. Los que formaban parte del consejo se encontraba a los costados, mientras que en medio estaba el trono vacío. Al ser un invitado, Kari se encontró sentándose al lado de la princesa, quien se encontraba sentada con elegancia a su lado, a pesar que su lugar no era precisamente ese. Se saludaron cordialmente, en esa ocasión si le permitieron estar con sus caballeros, ellos sí que no tenían ese complejo como en Lak.

-Bien, comenzaremos con la reunión.

Uno de los hombros del consejo dio inicio a la reunión.

-El primer punto a discutir va a ser sobre la distribución de la ganancia del recorrido turístico. Se ha mostrado una baja en el ingreso. ¿Alguien tiene una propuesta?

Un hombre de cabello negro, por su semejanza, Kari pudo deducir que se trataba del tío de la princesa, levanto la mano para poder hablar. Se le dio permiso y el hombre se levantó de su asiento.

-Considero que deberíamos aumentar los costos del recorrido, también se podría aumentar el cobro a los que están alquilados del pueblo. Eso podría contribuir para mejorar las ganancias.

Todos parecieron susurrar un par de cosas, unos en aprobación, otros con cierta duda. Para sorpresa de todos los presentes, la princesa levanto la mano, pero como en muchas otras reuniones, simplemente pasaron de ella, ignorando el gesto que estaba haciendo. Ni siquiera sintieron vergüenza al estar frente al nuevo emperador.

-Seguiremos con el segundo punto.

-Yo tengo algo que decir.

Hubo silencio en la sala cuando                   Kari levanto la mano como hizo el hombre anterior.

-Su señoría… Es un honor tener su opinión.

El primero en alagarlo fue el tío de Cayn, lo cual le hizo fruncir el ceño levemente.

-Pues tendrán que esperar por mi opinión, yo quiero oír la de la princesa.

Cayn quien se encontraba apretando su falda con sus manos, se sobresaltó por aquellas palabras, mirando al nuevo emperador. Frunció el ceño con irritación, en vez de sentirse agradecida por ese gesto, se sintió molesta.

-Lo siento mucho nuevo emperador, pero no se me ha dado permiso de hablar.

El tono cortés que uso le dejo perfectamente claro que lo estaba mandando a callar. Kari tuvo que disimular su risa.

-Hm-mm –soltó uno de los hombres del consejo -. Entonces continuaremos con la reunión.

-No –comento Kari levantándose de su asiento -. Como actualmente Disk no tiene gobernante, al encontrarme aquí como el nuevo emperador, eso me hace a mí el de la posición más alta ¿me equivoco?

Obtuvo una asentida de cabeza como respuesta.

» Así que al tener ese rango, le daré la palabra a la princesa. Yo deseo oír sus locuras y palabrerías.

Particularmente Kari no le gustaba usar su posición como ventaja para obtener algo, pero esta ocasión lo ameritaba, así que decidió jugar esa carta. La princesa siguió con el ceño fruncido, pero al ver como los otros del consejo no se podían negar y su tío tenía una expresión de molestia, decidió seguir con aquel juego infantil.

-Muy bien –dijo Cayn con una sonrisa -. Entonces lo aburriré con mi charla, nuevo emperador.

-Yo juzgaré eso princesa.

Kari regreso a sentarse y la que se levantó ahora fue la princesa.

-Primero que nada, aumentar el costo del recorrido es una locura, hace poco se ha realizado un ajuste y muchos de los usuarios se han quejado del alto costo. Tampoco es ideal subirles el alquiler a los ciudadanos, ya también se les ha subido hace un par de meses y eso trajo consigo que algunos vendedores desertaran de su trabajo.

-Entonces… ¿Qué propone princesa?

Cayn pudo ver y oír la molestia en la voz de aquel hombre que fue obligado por las miradas ajenas a decir aquello. Se sintió realmente bien ver esa molestia de parte del consejo.

-Mi propuesta es aumentar las zonas en el recorrido. Si tenemos una nueva y más amplia zona para realizar el recorrido, ayudaría a tener nuevas atracciones, además también le serviría al pueblo para obtener más ganancias. Mi propuesta es extender la zona en que se realiza el tour.

Paso desapercibido para todos, menos para Cayn, quien veía directamente a su tío, mismo que tenía una expresión molesta. De las dos ideas que se dieron, se dejaba en evidencia cual tenía mejor perspectiva sobre la problemática. El hecho de que la princesa hubiese dado una buena idea, irritaba a los del consejo, porque aún estaba presente el hecho de que Cayn era una mujer.

-Oh… Eso se ve como una buena idea… ¿Cómo piensas ejecutarlo?

El que habló fue Kari, mirando a Cayn, quien le dedico una sonrisa.

-Mi plan es primero chequear las posibles zonas que sirvan como recorrido, ya tengo unas en la mira, pero primero quisiera que ustedes le dieran una mirada y me den su opinión. Además, también se puede construir unas posadas para que residan los turistas, eso ayudaría a que se extienda el plan original del recorrido, no sería de un día, sino que abarcaría varios días con diferentes actividades.

La seguridad que mostraba Cayn al decir todo eso hacía que los otros se mordieran los labios, porque por mucho que les doliera, se daban cuenta que la princesa venía con un buen plan.

-Se… -habló el que estaba liderando el debate en la reunión -. Se le dará una mirada al plan de la princesa para cerciorar si será conveniente seguir con su idea.

Cayn se sintió mediamente victoriosa de que al menos se tomara en consideración su proyecto. Aunque obtuvo algo de ayuda, igual aceptaría el resultado sin replicar. La reunión siguió su curso normal, pero en esta ocasión, debido a la demanda anterior del emperador, tuvieron que dejar opinar a la princesa.

Para molestia de aquellos vejestorios, la princesa si tenía buenas ideas para solucionar los problemas del reino, la chica había hecho muy bien su tarea para pararse allí delante de todos esos hombres y enfrentarse de frente a ellos. No se dejó doblegar en ningún momento, ni tampoco permitió que la hiciera retroceder. Ella ganaría esa batalla y en realidad fue así, la mayoría de planes a los que se consideraron fueron los que ella dio, se sintió orgullosa de haber llegado hasta ese punto. Se encargaría también de ser ella quien llevara todos los planes, ya que no deseaba que otros se llevaran el crédito. Tal cual como se lo prometió a su padre, iba a reinar con honor y no permitiría que nadie pensara lo contrario. Al acabar la reunión, los primeros que salieron de la sala fueron los vejestorios del consejo, Cayn pudo notar la mirada de odio que le dedico su tío, no le permitiría tomar lo que le pertenecía a ella por derecho. En la sala solo quedaron, ella y su dama de honor, además del nuevo emperador y sus tres caballeros. Antes de marcharse, fue hasta donde estaba Kari.

-No crea que me siento alagada de su ayuda.

-¿Mi ayuda? –soltó Kari llevando una mano al mentón -.  Se equivoca princesa, esto es una equivalencia.

-¿Qué?

-Usted desea tener el poder para poder gobernar como una reina. Ahora mismo no lo tiene, así que no le cobraré su deuda… Solo la pospondré. Recuerde princesa, en este momento me debe un favor.

La sonrisa que mostró Cayn fue la misma llena de orgullo que tenía Kari.

-Disculpe por lo que diré, pero… -dijo con una pausa -. Acabare con todos esos vejestorios y me coronare como la reina, entonces pagaré este favor para no deberle absolutamente nada.

-Iré pensando el favor que deseo de usted princesa.

-Piénselo detenidamente nuevo emperador. Le daré tiempo.

Sonrió antes de realizar su reverencia e irse con su dama de honor de aquella sala. Al encontrarse solo ellos, Kari dejó escapar un suspiro. Luego de haberlo pensado un poco, concluyó que la mejor opción que tenía allí era la princesa, porque los demás se veían como tiburones, esperando a ver cuándo podrían morderte. Suficiente tenía con los nobles de la capital para ganarse otros más. Dewis se iba a acercar a Kari, pero en eso se giró a ver a Noel, por el comentario que dejo escapar.

-Había oído que la princesa de Disk es majestuosa, pero creo que se quedaron cortos.

Le miró un instante confundido, pero pronto se percató de algo, aunque no quería especular sin pruebas, no sería lo más adecuado para nadie. Kari también miró a Noel, antes de palmear el hombre de este un poco.

-Será la reina, por supuesto que tiene que ser majestuosa.

Fue Kari quien dijo las últimas palabras en aquella sala, porque después tomaron la decisión de salir de allí, no tenían más motivos por los que permanecer en ese lugar. Ese día había terminado con la prueba de que la princesa era una digna soberana, aunque para hacer que esos vejestorios estuvieran de acuerdo, le faltaba un poco más a la princesa.

.

.

.

Dewis se encontraba teniendo un pequeño receso, ya que Kari había decidido pasar todo el día en su habitación y fue Simón quien saco el número ganador para quedarse vigilando. Por eso mismo es que tomó la decisión de caminar un poco por aquel lugar, le gustaba estar junto a Kari, pero a veces el trabajo de Kari era demasiado pesado para él. Su ideal nunca sería estar encerrador en una oficina junto a una montaña de papeles. Mientras caminaba mirando a su alrededor para ver si daba con algo emocionante, pudo ver a lo lejos a Noel. Sin dudar camino en dirección a donde vio al chico, tal vez entre dos se les iba a ocurrir algo interesante para hacer mientras estaban descansando, porque pronto le tocaría cambiar de turno con Simón.

-¡Noe-!

Se vio interrumpido de llamar al otro hombre cuando notó que este se estaba acercando a otras personas, precisamente a la princesa y su dama de honor.

-Princesa.

Saludo Noel con cortesía. La princesa le sonrió, al parecer se encontraba en su hora del té.

-Un placer verlo, ¿qué lo trae por aquí? ¿Dando un paseo?

Dewis pudo apreciar algo que nunca observó en Noel, estaba nervioso y el rascarse de la nuca lo dejó en evidencia. ¿Por qué estaba tan nervioso?

-Bueno, se podría decir que si… ¿Y usted?

-La verdad estoy tomando un descanso. Estar rodeada de papeles es abrumador.

-Seguramente lo es –comento con una sonrisa -. Pero estoy seguro que usted es capaz de hacer un trabajo ejemplar.

La princesa rió suavemente, antes de darle un sorbo a su té.

-Ha sido un honor recibir ese halago.

-No… -dijo Noel con una pausa -. No lo digo solo como un halago, de verdad lo creo.

-Ya…

Reino el silencio en aquel ambiente que comenzaba a tornarse tenso. Dewis lo reconoció debido a que le recordaba esos momentos incomodos que vivió con Kari antes, seguían habiendo ese tipo de situación, pero ya los soportaba un poco mejor.

-Princesa, es momento de regresar.

La dama de honor fue la que habló primero.

-Ah… Sí, tienes razón. Vámonos entonces…

Cayn se levantó al decir aquello, empujando un poco su silla hacia atrás para poder moverse, pero el vestido terminó atorándose en la silla, causando que se tropezara, seguramente hubiese dado contra el piso si no fuese por la rápida reacción de parte de Noel. Este se movió con rapidez hacia la princesa, evitando que su cara diera contra el frío suelo. La princesa aun en su shock elevo la mirada para ver a Noel.

Nuevamente estuvo presente el silencio, aun cuando minutos antes la dama de honor habló. No supo si eran cosas suyas, pero Dewis sintió una cierta nostalgia al presenciar la escena, puesto que la princesa estaba levemente avergonzada y Noel no se quedaba para nada atrás, aunque no lo podía certificar, estaba seguro que los corazones de ambos estarían latiendo rápidamente. La reacción de ambos después se lo afirmo. Noel ayudo a la princesa a incorporarse y luego de eso se separaron, mirando en direcciones diferentes, aun con sus mejillas con un tono carmesí. Al parecer, esa atracción no iba en una sola dirección, Dewis podía percatarse de ello.

-Mu… muchas gracias por ayudarme.

-Cla… Claro. Estoy a su disposición también princesa…

-Cayn… Puedes llamarme Cayn.

-Entonces usted también puede llamarme Noel…

El ambiente a su alrededor era semejante al que siempre se encontraban con Kari y Dewis, uno que parecía como si las personas a su alrededor desaparecieran y solo ellos dos importaran en el mundo. Aun cuando se encontraron en silencio después, ninguno de los dos parecía incómodo con esa situación. Dewis estaba seguro que si no fuese porque no se tenían la confianza, estarían tomados de la mano.

-Hm-mm –la dama de honor nuevamente interrumpía el momento -. El trabajo princesa.

-¡Ah! ¡Cierto!

La dama de honor acomodo sus lentes en su nariz. Al parecer Dewis no fue el único que notó aquel ambiente.

» Si nos disculpa Noel… -dijo Cayn tomando la falda de su vestido para hacer un gesto de reverencia sencillo -. Nos retiraremos ahora.

-Bien, nos veremos después… Cayn.

La princesa se giró, pero Dewis pudo asegurar que estaba sonriendo cuando comenzó su caminata junto a su dama de honor. Había salido por otros motivos y terminó descubriendo algo más, con esto y lo de la vez pasada en Lak, Dewis sentía que tenía dotes de chismoso, porque parecía que el chisme le perseguía, siempre a donde iba, terminaba pasando algo que no se esperaba o no debía ser sabido. Todo un misterio que por el momento no deseaba desarrollar.

El asunto no termino allí, porque su intuición le llevo a presenciar en más de una ocasión los encuentros de esos dos. Y la mayoría verdaderamente se daban por casualidad. En una se encontraba en un balcón mirando el horizonte cuando los escuchó abajo, en otra iba caminando llevando unos papeles cuando los encontró. Sin importar cuanto trato de evitarlo, siempre daba con esas situaciones, por suerte para él, los otros dos nunca lo llegaban a ver, lo cual le daba un cierto alivió, no quería quedar como un estorbo o peor aún, que lo vieran como un metiche. Suspiro con algo de pesadez, esa era la… ¿decima? ¿Décimo tercera? No lo recordaba ya en realidad, porque se encontró con ese escenario más de una vez. Ahora se hallaba entre los arbustos de aquel jardín, porque iba caminando tranquilamente cuando los pudo divisar a lo lejos, entro en pánico y así fue como terminó allí oculto, llenándose de tierra y hojas.

-Es un bonito jardín el que tienes Cayn.

El llamarse por su nombre sonaba cada vez más normal para ambos.

-¿Verdad que si? –dijo ella con un tono de emoción -. Es uno de los recuerdos de mi madre, a ella le fascinó siempre el jardín del palacio en la capital, así que deseaba tener uno igual.

-Bueno, la entiendo un poco, ese lugar es demasiado majestuoso.

Noel se agachó un momento a tomar una de las flores que se había caído al suelo y aun se encontraba en buen estado. La sacudió un poco intentando no dañarla, dudo un poco en lo próximo que haría, aun así tomo su decisión. Noel se acercó a la princesa y colocó sobre la oreja de esta aquella flor. El color de la flor hacia resaltar mejor la belleza de la princesa.

» Su belleza se compara también con la de este jardín…

Dewis tuvo que llevarse ambas manos a su boca al oír semejante oración. ¡No sabía que Noel podría ser tan romántico! La princesa por su parte se avergonzó desviando la mirada.

-Usted también es un hombre guapo.

Realmente Dewis se sentía culpable de estar escuchando aquella privada conversación. Tuvo que acentuar las manos en su boca para no dejar escapar algún sonido, tenía que hallar una forma de salir de allí sin ser descubierto. Decidió mirar a su alrededor, aunque aún no podía huir, ya que la princesa y Noel estaban en silencio.

-¿C-cómo le ha ido con sus proyectos?

Noel cambió de tema de inmediato, se notaba su nerviosismo.

-P-pues excelente. He logrado bastante… -comento ella en el mismo tono nervioso -. Gracias a la ayuda del nuevo emperador en aquella reunión, he tenido más oportunidades de alzar la voz. No se lo digas, pero estoy realmente agradecida con él, es un gran hombre.

-Ciertamente lo es –comento Noel en tono seguro -. Desde la primera vez que lo vi, cuando me asignaron a él, supe de inmediato que ese hombre estaba hecho para grandes cosas.

-Pienso lo mismo… -dijo ella con una sonrisa -. Ahora mismo finalmente estoy logrando tener apoyó para tomar la corona… Y aunque me duela aceptarlo, fue gracias a su ayuda.

-Te diré una cosa Cayn –comento Noel -. Kari no te hubiese ayudado si no creyera en el potencial que tienes. Así que ten confianza plena en ti misma.

Cayn se sonrojo un poco, aun así mostró una resplandeciente sonrisa, después de todo, aunque no lo hubiese dicho, le aliviaba escuchar ese tipo de cosas. En un punto había comenzado a dudar de sus propias capacidades como reina.

-Por cierto, no tiene nada que ver, pero he tenido una duda desde que llegaron…

-¿Una duda?

Cayn asintió con la cabeza, al principio dudo, pero decidió continuar.

-Bueno… El nuevo emperador y… ese caballero… Ellos…

Sin necesidad de que la princesa continuara, Noel entendió lo que quería saber. Rió un poco, antes de asentir con la cabeza.

-Usted ya debió darse cuenta al verlos… -comento Noel -. Cuando están juntos, parece como si hasta lo imposible fuese posible ¿no lo cree?

Ahora fue Cayn quien asintió con la cabeza. Dewis quien aún seguía oculto se avergonzó un poco de que fuese el tema de conversación.

-¡Sí! También pensé lo mismo –comento ella -. Yo espero también poder encontrarme con algo semejante… Algo que parezca solo para mí.

La princesa sonrió alegremente al decir aquello. No había nadie quien no anhelara algo como lo que tenían Kari y Dewis, por nada Akio tuvo celos de su relación, porque la química y compenetración que había entre ambos estaba a otro nivel. Sin necesidad de palabras, parecía como si supieran lo que el otro necesitaba. Un ideal poco frecuente.

-Estoy seguro que lo encontrara…

¿Acaso la voz de Noel se escuchaba algo apagada? Dewis dudo, debido a que no estaba viendo las expresiones de los otros dos.

-Eso… Lo espero…

Ahora no fue solo la voz de Noel, sino la de la princesa también. A pesar de lo cercano que se volvieron en ese periodo de tiempo que llevaban en Disk, aun albergaban dudas en su corazón sobre lo que sería lo correcto. La conversación cambió a otra cosa y siguieron su camino, dejando de estar en aquel lugar donde Dewis estaba oculto. Al ver que ya no se encontraban, decidió salir de su escondite, ahora se encontraba sucio debido a la tierra y lleno un poco de hojas. Justo cuando se iba a levantar del suelo, pudo apreciar unos zapatos enfrente de él, al elevar la mirada, Kari se encontraba ofreciéndole una mano para levantarse. Por supuesto que acepto el gesto con gusto.

-¿Por qué estas sucio?

-Ah… Eso…-Dewis no supo qué precisamente contestar.

-¿Acaso sabes algo que no me has dicho?

La tensión que tuvo Dewis lo dejo demasiado en evidencia.

» Vayamos primero a que tomes un baño y luego hablemos sobre eso…

Dudo un poco, aun así, siguió a Kari a donde este le indicaba que caminara, en realidad, le estaba tomando la mano, pero ya era tanto una costumbre en Dewis que no se daba cuenta de la forma en la que iban.

-¡Espera! P-puedo ir a mi habitación… A bañarme.

Dewis dejó escapar aquello al ver que estaban frente a la puerta de la habitación de Kari.

-Oh… ¿Ahora tienes vergüenza?

El que Kari se inclinara para acercarse a su rostro hizo que Dewis se sonrojara, no solo eso, sino que también desvió la mirada, algo nuevo entre ellos. No era culpa de Dewis actuar así, mientras más interactuaba con otros, más se volvía consciente de la clase de relación que comenzaba a tener con Kari.

-Eso…

-Está bien –dijo dejando ir la mano de Dewis -. Puedes ir tranquilamente a tu habitación.

Ni siquiera lo pensó cuando volvió a tomar la mano de Kari. Podía estar muriéndose de la vergüenza debido a lo consciente que era de Kari, pero no por eso quería que le dejara ir, una encrucijada con la cual tendría que vivir hasta resolver sus propios sentimientos.

» Bien –dijo Kari en tono tranquilo, como si supiera que se daría esa secuencia de eventos -.  Hablemos sobre el tema de Noel en mi habitación.

Dewis se sobresaltó al oír aquellas palabras, no se esperaba que Kari también fuese consciente de lo que pasaba entre Noel y la princesa. Kari rió suavemente como si estuviera leyendo su pensamiento.

Nada más fue dicho, porque ambos entraron en la habitación.

.

.

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Ya había pasado un tiempo desde que estaban en el territorio de Disk, en una ocasión hasta pudieron realizar el tour en dichas tierras, para los tres caballeros fue su primera vez en ese tipo de eventos, así que estaba demás decir que todos disfrutaron de esa pequeña salida junto a la princesa, quien los acompaño la mitad del camino, porque ella tenía otros asuntos que resolver. Desde la primera noche que estuvieron allí, ya habían pasado siete meses, con eso solo les quedarían cinco meses para acabar con el tiempo máximo. Se podía pensar que aún no habían logrado nada, pero en realidad estaba mal ese pensamiento, se habían estado ganando a esos molestos vejestorios, al igual que la princesa. Si continuaban de aquella forma iban a lograr su objetivo. También debido a que al territorio Disk llegaron en otoño, ya se encontraban en primavera. Tanto Kari como Dewis se encontraban en sus dieciséis años, dentro de poco cumplirían sus diecisiete, mientras Noel y Simón cumplirían dieciséis.

Ahora se encontraban en la habitación de Kari, ya a esas alturas para Noel y Simón era normal encontrarse allí, debido a que se trataba del sitio donde tenían sus reuniones sobre las cosas que harían a continuación. Ese día no estaba siendo muy diferente a los demás, salvo a que se iba a tratar un tema igual de importante para Kari que cualquier otro tema político. Estaba allí sentado en el sofá, mirando unos papeles cuando su mirada fue a Noel, al verlo, decidió llevar el papel a la mesa delante de él, donde también descansaba un juego de té recién servido. Kari dejó escapar un suspiro, luego su mirada se fue en otra dirección, misma de la que fue correspondida, puesto que Dewis también le miró aun sin saber que lo estaba mirando en un principio. Una conversación silenciosa a través de miradas.

-Noel… -dijo Kari con otro suspiro, al parecer terminó perdiendo -. ¿Ha pasado algo bueno estos días?

Noel se le quedo mirando a Kari un momento, antes de tensar los hombros y desviar la mirada, el hombre sentía que sin necesidad de decirlo, con solo una mirada de parte de Kari, este sabría todo lo que estaba pasando y en realidad tenía razón.

-Bueno…

Al igual que Kari, Noel dejo las hojas que tenía en sus manos, haciendo lo mismo Dewis y Simón, quienes miraban en silencio todo.

-Está bien, no tengas dudas de decirlo.

Hubo un suspiro de parte de Noel.

-El asunto es que no sé por dónde partir…

-¿Por dónde?

Noel asintió con la cabeza, rascando su nuca un instante, mirando a Kari finalmente.

-Desde que tengo consciencia, mi padre me ha dicho que seré el caballero del emperador y en realidad, nunca dude de las palabras de mi padre…

-¿Entonces?

-Hasta ahora creía en ellas y estoy agradecido de haber sido asignado como tu caballero, pero… Ya no estoy tan seguro de hacerlo…

-¿No estás seguro? ¿Por qué? –el que pregunto fue Dewis.

-Ah… No es que consideré que Kari es un mal señor o algo por el estilo, de verdad que estoy feliz de ser tu caballero, pero…

-No sabes si seguir siéndolo… ¿cierto?

Las miradas se posaron en Kari, quien soltó aquello, teniendo como respuesta una asentida de cabeza de parte de Noel.

» ¿Has encontrado a la persona que quieres proteger desde el fondo de tu corazón?

Otra asentida de cabeza de parte de Noel fue la respuesta.

-Pero… Aún tengo dudas, yo aún creo en usted y mi lealtad está contigo también…

-Lo sé.

Aquella respuesta de parte de Kari sorprendió a Noel, quien miraba un tanto confundido a su señor. Kari sonrió un poco, antes de llevar una mano a la cabeza de Dewis, mismo que se encontraba sentado a su lado. Le dio una dulce caricia que hizo que Dewis se sonrojara un poco, después de todo no era un niño.

» Conozco el sentimiento que tienes en este momento… El de tener a alguien al que le quieres ser completamente leal. Eso es un sentimiento que no consigues tan fácil Noel.

-No soy un niño…

Dewis murmuro aquello desviando la mirada, a pesar de haberse quejado, no detuvo la acción ajena. Noel se quedó en completo silencio, parecía estar pensándose las palabras de Kari. El que dejó escapar un repentino suspiro fue Simón.

-Haz encontrado a la persona a la que le quieres ser plenamente leal, entonces no dudes en hacerlo –comento Simón -. Darle la lealtad a esa persona, no significa que todo lo que has hecho hasta ahora sea desperdiciado.

-Simón, eso…

-Así que deja de ser un cobarde y ve por la princesa.

Todos los demás casi se ahogan cuando Simón soltó semejante cosa, aunque Noel se sonrojo también debido a ello.

-¡Eso n…!

-Vamos, ya todos lo saben.

Noel se giró a Dewis y Kari, quienes desviaron la mirada un poco al sentirse un poco culpables de aquel hecho. Noel dejó escapar un largo suspiro, mientras encorvaba su espalda y ocultaba su rostro en sus manos.

-¡Todos ya lo sabían!

No lo podía creer aun, que todos ya supieran de lo que estaba pasando en su vida. Noel no podía evitar pensar que era un poco vergonzoso todo ese asunto.

-Yo creo que deberías hacer lo que tu corazón considere correcto -Noel elevo su mirada cuando Dewis dijo eso -. Considero que deben ser nuestras propias decisiones las que forjen nuestro futuro, así, si algún día nos arrepentimos de ellas, será solo nuestra culpa y responsabilidad.

-¿Nuestras propias decisiones?

-¿Qué es lo que quieres hacer? –fue Kari quien hizo la pregunta.

Noel se quedó un momento pensativo sobre la respuesta de aquella pregunta.

-Yo… -inició con una pausa -. Yo quiero ser su fortaleza, ayudarla a crear el reino que tanto anhela. También quiero protegerla para que no tenga problemas en su camino… Quiero quedarme a su lado.

-Eso significa que ya tienes tu respuesta.

Se notó nuevamente la duda en la mirada de Noel.

-¿Está bien que lo haga? Yo… dejaré de ser tu caballero.

El que se silenció ahora fue Kari.

-Antes de ser mis caballeros, los considero mis amigos, así que si tú crees que eso es lo correcto, entonces lo aceptaré sin dudar.

La expresión en el rostro de Noel y Simón primero fue de sorpresa, luego paso a ser una cálida sonrisa, aun luego de tantos años juntos, ellos jamás se hubiesen considerado amigos de su señor, se supone que solo serían caballeros, los que lo protegerían, pero algo más allá, estaba fuera de discusión. Por eso mismo se sorprendieron de oír esas palabras, pero se sintieron aliviados de escucharlas. El sonido de las palmas de Dewis los sacó de sus pensamientos.

-Bien, ya que Noel se decidió, hay que pensar una manera de ayudarlo.

-¿Ayudarme?

-Claro, tienes que conseguir una forma de decírselo.

-Tiene que ser un momento inolvidable –Simón agrego apoyando la idea de Dewis.

-¡Simón! Y tú también Dewis… Eso es… ¡Ayúdeme Kari! Controle a esos dos.

-¿Qué tal la fiesta de cumpleaños de la princesa? Será pronto.

En vez de controlarlos, Kari apoyó la noción, a lo que Noel solo le quedo suspirar.

-¿No sería demasiado exagerado?

-¿Por qué lo piensas? Sería un bonito regalo para la princesa.

Dewis rió suavemente al decir aquello. Noel volvió a suspirar.

-Bien, entiendo, pero yo tomaré la decisión final de todo ¿entendido?

Todos asintieron con la cabeza, dando así inició al plan para que Noel pudiera pedirle a la princesa ser su caballero, porque a pesar de sus obvios sentimientos de amor, Noel no deseaba desposarla, por lo menos no ahora, quería que ella se convirtiera en la reina por su propia mano y no por tradición. Noel se conformaría con jurarle su lealtad a ella y eso es lo que haría.

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El día de la fiesta de cumpleaños de la princesa estaba siendo bastante ruidoso, yendo de un lado para el otro la mayoría de los sirvientes, aquella sería la primera vez que veía tantos sirvientes en un solo momento, se encontraban por todos lados terminando de acomodar los últimos detalles de la fiesta. Los cumpleaños en Disk eran ciertamente especiales, porque a diferencia de otros territorios, en cada cumpleaños de la familia real, siempre hacían una fiesta donde podían entrar los del pueblo, así que era un evento realmente grande. Por su parte, el grupo del emperador se encontraba de nuevo en la habitación de este, discutiendo sobre los últimos detalles de lo que Noel haría en dicha fiesta. Aun a esas alturas seguía sin aceptar hacerlo debido a la importancia del evento, puesto que estarían presentes demasiadas personas para hacer una escena como aquella.

-Vamos Noel, no puedes solo dudar por la cantidad de gente…

-Lo dices tú porque lo hiciste en un momento privado.

Dewis se sonrojo un poco porque Noel dio justo en el clavo al decir aquello.

-Sea en un evento privado o no, tendrás que hacerlo tarde o temprano Noel.

Ahora el que se vio pillado fue Noel con las palabras de Kari.

-Entiendo, entiendo.

No se veía completamente convencido, aun así decidió aceptar su destino, por nada llevaba un excelente traje ese día, su mejor traje habría que decirlo, aunque no era más que la ropa de gala de un caballero.

-Bien, estamos listos… Hay que crear el escenario para Noel.

Tanto Dewis como Simón asintieron con la cabeza a las palabras de Kari. Ya tenían todo preparado para que Noel pudiera pedirle a la princesa volverse su caballero.

Siguieron discutiendo sobre asuntos relacionados a lo que harían en la fiesta y así estuvieron hasta que llego la noche, la hora en que daba inicio la celebración por el cumpleaños de la princesa. No solo el palacio estaba adornado, sino que también toda la entrada y parte del pueblo se encontraba arreglado para la gran celebración. Los cumpleaños eran un evento esperado por todo el mundo, donde las personas del pueblo podrían conocer y acercarse a la familia de la realeza. Había un cuento en la familia real relacionado a eso, a la historia de un príncipe que conoció a su reina en una fiesta de cumpleaños, una mujer de bajo nivel social, aun así se convirtió en una increíble reina. La fiesta la asociaban a los cuentos de hadas.

Al llegar la noche, fueron a la fiesta, teniendo que saludar primero a todos los nobles presentes, Kari tenía su mejor sonrisa política, porque no había cosa que más detestara que tener que saludar a todos por “cortesía”. Llevaban rato caminando por la fiesta y aun no daban con la princesa, a pesar de que ella era la cumpleañera, no la veían por ningún lado y ya hace rato que había bajado a la fiesta, su entrada fue todo un momento espectacular. Lo único mediadamente entretenido se trataba de hablar con la gente común que se encontraba en el palacio, al parecer conocer al nuevo emperador fue una sensación como la misma fiesta.

-¡He conseguido a la princesa!

Simón quien se había ido para buscar a la princesa junto a Dewis regresaban un tanto apurados, si no se hubiesen separado, seguramente les llevaría más dar con la princesa, por todas las formalidades que estaba teniendo que hacer Kari.

-Muy bien, vamos de una vez… -dijo Kari luego de despedirse de la persona con la que se encontraba hablando.

Ni siquiera lo dudaron cuando comenzaron a caminar por el mismo recorrido que tuvieron los otros dos minutos antes. La princesa se encontraba en el jardín, el cual por esta ocasión se encontraba cerrado para el público, tal vez estaba tomando un receso de su fiesta de cumpleaños. Los dejaron pasar porque se trataba del nuevo emperador, aunque quisieran, no iban a poder negarse a alguien de tan alto rango. Para suerte de Noel, podría realizar su deseo en un lugar privado, no delante de tantas personas. La princesa se encontraba sentada cerca de la fuente, tenía una mano dentro del agua mirando esta, su dama de honor también se encontraba sosteniendo una bandeja con una taza de té, suponía que para recuperar fuerzas.

-Me alegra saber que no soy el único que necesita recuperar fuerzas.

-¡Nuevo emperador! –soltó Cayn dispuesta a levantarse, pero Kari hizo un gesto para que se detuviera -. ¿Qué lo trae por aquí?

-Le diría lo que me trae aquí, pero no soy yo el protagonista en esta ocasión.

La princesa le miraba confundido, por lo menos hasta que vio como Noel casi se tropieza por haber sido empujado por los otros dos. Centro su vista en Noel todo ese rato, quien no la estaba mirando y tenía su razón, a los ojos de Noel, Cayn se veía realmente preciosa esa noche. Tenía un vestido acampanado con una falda estampada de flores, además de que la parte de arriba era un poco descotada, resaltando los atributos de la chica. La espalda estaba un poco descubierta y tenía mangas con tela de encaje que terminaban en sus manos a través de un anillo en su dedo medio. También llevaba un chal que hacia juego, suponía que para el frio y además, llevaba el pelo trenzado y recogido, teniendo un adorno apedreado con flores que hacían sobresalir la belleza de aquel peinado. En conclusión, la princesa se veía mucho más hermosa ese día y no es que creyera que se vería fea en otras situaciones, estaba seguro que aun recién levantada la princesa se vería encantadora.

Cuando la princesa desvió la mirada y Kari se aclaró la garganta, se percató de que llevaba rato mirándola sin decir nada, pudo comprenderlo al ver la linda vergüenza que mostró la princesa. Desvió su mirada a Kari y los otros dos, como si buscara una salida o una respuesta, pero estos permanecieron en silencio. De pronto Noel se acordó de aquel momento en que Dewis hizo lo mismo para Kari, tenía que buscar el valor que tuvo el otro para hacer lo que hizo. Respiro hondo para poder calmarse y así dejar de divagar tanto. Camino en dirección de la princesa y se arrodillo delante de ella.

-Esto podrá sonar extraño, pero… -hizo una pausa, un tanto avergonzado -. A partir de ahora yo quiero servirle a usted, quiero volverme su caballero.

-¿Mi caballero?

Noel asintió con la cabeza ante aquella pregunta, la princesa pareció pensárselo, llevando su mirada hacia Kari.

-Por favor no me tome en cuenta y dé la respuesta que desee desde lo más profundo de su corazón.

Al oír las palabras de Kari, regreso su vista a Noel, quien aún se encontraba agachado, esperando una respuesta.

-¿De verdad solo quieres volverte mi caballero?

Noel dudo por un momento.

-Eso… puede que no sea así, pero… -dijo con una pausa -. Ahora mismo lo que deseo es que logre sus objetivos de convertirse en una maravillosa reina. Demuestre su increíble talento para gobernar, que usted es digna de llevar la corona sin necesidad de un casamiento. Así que sí… Quiero ser su caballero y ayudarla a lograr sus metas.

 Cayn estuvo en silencio un rato, antes de hacer un gesto con su mano.

-Por favor dame tu espada… -dijo en tono serio -. Después de todo, no puedo hacerlo sin una espada… ¿Cierto?

La tierna expresión que mostró Cayn hizo que el ambiente se relajara un poco. Fue Kari quien se acercó y le entrego a Cayn la espada que llevaba. La princesa la tomó y la desenvaino luego de levantarse, aquello no se podía hacer mientras se encontraba sentada. La espada pesaba más de lo que se imaginó, aun así, logro llevarla de un hombro a otro, para terminar con aquel rito de caballeros.

» A partir de ahora, yo Cayn Tania Soria Takemura, te tomaré a ti, Noel Sano, como mi caballero.

-¡Sí! Juro serle fiel por el resto de mi vida, seré su espada y escudo para lograr todos sus ideales.

Lo que bien empieza, bien termina, así que al final Noel había logrado su objetivo de convertirse en el caballero de la princesa. El resto de la fiesta fue normal, sin pasar algo realmente relevante, salvo la extravagancia de la misma fiesta. Fue luego de que se cortara el pastel para celebrar el final de la fiesta que la princesa pudo relajarse un poco, aprovechando ese momento donde no era el centro de atención, se acercó a Kari, quien se encontraba solo, lo cual si era extraño.

-¿De verdad está seguro? Se supone que son sus caballeros…

En medio de su conversación, al fin se atrevió a preguntar. Kari la miro un momento, antes de sonreír levemente.

-Le diré lo mismo que le dije a él princesa… -dijo Kari con una pausa -. Antes que ser mi caballero, es mi amigo y si él quiere estar con usted, entonces lo aceptaré sin quejarme.

-¿No se sentirá algo solo?

Kari rió suavemente antes de remover un poco el licor en la copa que sostenía.

-¿De verdad cree que tengo tiempo para sentirme solo?

La princesa llevo su mirada en la misma dirección en la que la tenía el otro, notando que estaba mirando a donde se encontraban sus tres caballeros.

-Supongo que tiene razón en eso… -la princesa hizo una pausa -. Están comenzando a aceptar el hecho de que tomaré la corona…

Kari dirigió su mirada a la princesa al oír aquello.

-Sería justicia –comento -. Han desperdiciado demasiado tiempo.

-¿Usted…? –inició la princesa con duda, pero con un gesto de Kari entendió que podía continuar -. ¿Usted de verdad pensó que tengo las capacidades para reinar? ¿Aun siendo mujer?

Le dio un sorbo a su bebida un momento, regresando su mirada a sus caballeros.

-Princesa… -dijo mirándola a ella de nuevo -. Lo que importa es que tenga la habilidad para ocupar dicha posición, en realidad es irrelevante el género. Mientras usted logre demostrar que es digna de la corona, lo demás no tiene importancia.

La princesa rió un poco.

-Debo decir, nuevo emperador… que usted es un bicho raro.

Ahora el que rió fue Kari.

-Ja… Me lo dicen más seguido de lo que usted piensa princesa.

Le dio otro sorbo a la bebida, antes de que su conversación se viera interrumpida con la llegada de cierto caballero.

-¡Kari! –soltó Dewis al aparecer repentinamente -. Espero que no te estés dejando atrapar también por el encanto de la princesa…

-¿Qué? –dijo Kari mirando a Dewis, que por cierto, se encontraba algo rojo.

-Sé que ella es encantadora y capaz, ¡pero no puedes enamorarte de ella! –dijo antes de mirar a la princesa -. Princesa, ¡usted también! Ya tiene su caballero… no busque a alguien más.

-¿Qué? –ahora la que no entendía la situación fue Cayn.

-¡Lo siento! –Noel hacia acto de presencia -. No sabíamos que el chocolate tenía licor.

Tanto Cayn como Kari hicieron una expresión que daba a entender que comprendían ahora la situación.

-Bueno, supongo que es hora de que me retire…

Kari se tomó lo que quedaba en su copa y luego se la entregó a Noel. Al tener las manos libres, ni siquiera dudo en sostener a Dewis, que parecía que en cualquier momento se iba a tropezar. Hizo que un brazo de Dewis rodeara sus hombros, así se lo iba a llevar a la habitación.

» Buenas noches a los dos.

-Buenas noches…

Kari se llevó a Dewis sin agregar más nada, que seguía soltando cosas sin sentido. Al quedar completamente solos, luego de un cruce de miradas, ambos se avergonzaron un poco.

-La acompañaré a su habitación… -dijo Noel sin mirarla.

-Sí… Ya es tarde.

Noel dejo a un mesero las dos copas, la de Kari y la princesa, luego acompañó a esta hasta su habitación. Al parecer, una nueva historia estaba por comenzar entre Noel y la princesa. Por otro lado, Kari iba caminando por los pasillos, ya cerca de las habitaciones, mientras veía como Dewis caminaba de un lado a otro, en un punto hizo que lo soltara para caminar, porque él se encontraba “en perfectas condiciones”. Cuando estuvieron cerca de la habitación, precisamente cerca de la habitación de Kari, Dewis terminó contra la pared, pero justo cuando se iba a separar, pudo sentir un brazo que se interpuso en su camino.

-Entonces… ¿No puedo quedar atrapado por los encantos de la princesa? ¿Por qué?

Aunque sabía la respuesta, quería oírla. Dewis desvió un poco la mirada, aun andaba algo borracho.

-Ya sabes la respuesta…

-No, no la sé…

Hubo silencio de parte de ambos, por lo menos hasta que Dewis hizo un puchero.

-¡Yo soy tu caballero! –dijo de pronto Dewis -. ¡Así que no puedes mirar a nadie más!

Kari sonrió levemente, al parecer el alcohol tenía sus beneficios, tomaría nota mental del hecho de que el alcohol hacia más honesto a su compañero.

-Hm… ¿Qué pasa si miró a alguien más?

Dewis le miró antes de fruncir el ceño, pero no dijo nada, llevo una mano a la ropa ajena y lo atrajo hacia su persona. Ya a esas alturas, el besarse parecía algo natural, así que ninguno de los dos parecía disgustarle hacerlo, aun si se encontraban algo borrachos.

-Te odiaré si haces algo como eso…

Una corta risa de parte de Kari fue lo último que se escuchó en aquel pasillo, porque volvieron a besarse, mientras entraban en la habitación. Nada más fue dicho y aquella habitación guardaría el secreto de dos personas borrachas, que simplemente decidieron sucumbir un poco a sus deseos carnales. Se tocaron aquí y allá donde les provoco, disfrutando del toque del otro, por lo menos hasta que uno de los dos terminó completamente noqueado por el alcohol, que finalmente dio su golpe final. A Kari le tocaría esperar un poco más para lograr su objetivo, pero obtendría su venganza por como lo dejaron esa noche. Dewis era frustrante, aunque esa siempre fue una de las tantas cosas que le atraían de él.

Kari se resignó a declararse perdedor por esa noche.

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A pesar de las dificultades a las que se tuvo que enfrentar la princesa, logro su objetivo de que el consejo tomara la decisión de darle la corona sin necesidad de un compromiso. Ese seguramente sería un día revolucionario para el territorio Disk, puesto que se trataba del primer día en la historia donde una princesa sería coronada reina sin necesidad de un matrimonio. El largo periodo del patriarcado finalmente estaba cambiando. Aunque para su coronación faltaba un tiempo, ya la princesa se encontraba ejerciendo el trabajo de una gobernante, por eso mismo es que, en uno de esos tantos días, termino llamando a Kari a su oficina. En dicha reunión, Cayn le dio un escrito en donde declaraba que estaba a favor de que Kari se convirtiera en el nuevo emperador, eso solo significaba que así como obtuvo a Lak, también tenía a Disk, estaba cada vez más cerca de lograr su objetivo, solo faltaba un territorio y podría volver a la capital. Luego de finalmente tener la aprobación de Disk, fue que llego el momento de la partida, tenían que dirigirse al siguiente territorio, porque en realidad, casi estaban llegando al año, dos meses más y el año finalizaría.

Ese día se encontraban en la entrada del palacio, ya el carruaje para el nuevo emperador estaba listo, solo faltaba que los viajeros subieran a él para emprender el viaje. Aunque tristemente, en ese viaje, no solo fue Noel quien decidió quedarse en Disk, Simón también tomó la decisión de permanecer allí, así que ahora los únicos que viajarían serían Kari y Dewis. Se encontraban en ese momento en la puerta Simón, Dewis y Kari, porque Noel y la princesa aún no había llegado, suponía que debido al trabajo de la princesa.

-¿Estás seguro de quedarte? –el que pregunto fue Dewis.

-Sí, sé que puede ser sorpresivo mi decisión, pero me lo he estado pensando desde hace un tiempo.

Kari negó con la cabeza.

-En realidad, si soy honesto, me lo esperaba.

-¿Eh? –soltaron Dewis y Simón al mismo tiempo.

-¿Cuánto tiempo creen que hemos estado juntos? –soltó Kari en un suspiro -. Espero que tú también encuentres tu camino Simón.

-Sí… -comento -. Estoy seguro que usted hará un excelente trabajo como emperador. Así que, si necesita nuestra ayuda, no dude en que iremos a donde se encuentre.

Simón hizo una reverencia, la respectiva de los caballeros.

-Lo sé, estoy seguro de ello.

Kari sonrió, viendo como Simón se levantaba, justo en ese momento, llegaban Noel y la princesa, aunque ahora habría que llamarla reina.

-¡Excelente! Hemos llegado a tiempo… -soltó la princesa algo agitada -. Creímos que no llegaríamos a tiempo para despedirnos.

-Pues parece que han llegado en el momento justo –dijo Kari.

Cayn rió suavemente para sin más hacer una reverencia a Kari.

-Nos veremos en otra ocasión, nuevo emperador.

-Por favor no dude en avisarnos cualquier cosa –agrego Noel -. Estaremos a su disposición también.

-Lo sé muy bien –dijo Kari -. Bueno, es momento de irnos.

-Nos vemos, estaremos en contacto… Les enviaré cartas todos los días.

Dewis también se despidió de los otros tres.

-Nosotros también te mandaremos cartas –contesto Noel.

-Cuídense los dos –dijo Simón antes de con un gesto hacer que Dewis se acercara -. Y ten cuidado con los insectos.

Dewis no entendió aquello que le susurro cerca del oído Simón, por lo menos hasta que vio donde estaba señalando su dedo, con ese gesto de inmediato comprendió todo. Llevo una mano a la zona indicada de su cuello, evidentemente avergonzado, solo había una persona que podía haber dejado algo como eso. No dijo nada, porque la vergüenza solo le hizo asentir con la cabeza, después de todo, por muy borracho que pareciera, Dewis si se acordaba de lo sucedido esa noche en la fiesta.

Siguieron las despedidas mientras los dos se subían al carruaje y cuando estuvieron adentro, este comenzó a andar sin dudar. Finalmente dejarían las tierras de Disk, ahora su próximo objetivo era el territorio Marik, cada vez estaban más cerca de lograr lo que se propusieron al inicio de ese viaje. Cuando ya estaban algo más lejos del palacio, Dewis, quien se encontraba sentado enfrente de Kari, se movió para sentarse a su lado. Luego de salir del palacio, el silencio reino dentro de aquel carruaje. Kari ni siquiera lo estaba mirando, por eso se sentó a su lado y tomó su mano, gesto que hizo que tuviera la atención del otro. El silencio siguió un poco más, pero esta vez era menos incomodo que antes. Dewis se había percatado de algo que quizás nadie más lo hizo, porque Kari era un muy buen actor.

-Está bien… Ya nadie se encuentra cerca, así que no tienes que hacerte el fuerte. Si quieres llorar está bien.

Al principio Kari se vio sorprendido, pero no fue mucho tiempo, porque sabía que el único que podría darse cuenta fue Dewis.

-Realmente… soy como un libro abierto para ti.

-Aunque lo has ocultado muy bien.

Dewis le regalo una sonrisa, antes de que dejaran de verse, porque Kari se inclinó y oculto su rostro en el hombro ajeno. En el nuevo silencio que comenzó, Dewis podía sentir como Kari estaba llorando, él como cualquier otro ser humano, por supuesto que estaría afectado por el hecho de que los dos caballeros que estuvieron con él desde muy joven hubiesen partido de su lado. Aunque se mostró a favor y no estuvo en contra, estaba seguro que si se sintió un poco triste de verlos partir de su lado. Simón y Noel fueron los caballeros que le asignaron a él desde muy joven, así que tenían un largo trayecto conociéndose, por eso es que sería difícil para los tres el separarse, porque Kari no fue el único que con aquella despedida, sollozo un poco. Lejos de ahí, Noel y Simón también dejaron caer un par de lágrimas por la despedida, ni en sus más locos pensamientos se imaginaron tomando un camino diferente al de Kari y aun así allí estaban, separando sus destinos. Pero aunque la despedida había sido difícil para los tres, todos ellos eran conscientes de que sus caminos volverían a cruzarse, porque la amistad que tenían no iba a desmoronarse con tanta facilidad. Sus caminos solo se había separado momentáneamente, más adelante, seguramente se volverían a ver.

» Esta bien, cuando seas emperador, solo tienes que tomarte unas vacaciones para poder visitarlos… -obviamente estaba bromeando y logro su objetivo al oír reír a Kari.

-Gracias por estar a mi lado.

-No tienes por qué agradecerme, yo he tomado la decisión de estar aquí.

-Aun así, gracias por elegirme –dijo Kari separándose al fin.

Dewis le miró un momento con una sonrisa, pasando su mano por la mejilla ajena, que aún se veían rastros de las lágrimas.

-Yo estoy seguro ahora… -dijo Dewis -. Que te elegiría a ti todas las veces que fuesen necesarias.

-Lo sé… -agrego Kari -. Yo haría lo mismo.

Nada más fue dicho, porque sus labios se unieron en un beso.

Aun con las tristes despedidas, el viaje continuó.

Notas finales:

Espero les haya gustado. ¡Dejen un comentario dando su opinión!

Kari esta cada vez más cerca de su objetivo. <3

Nos veremos en otro capítulo. 


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