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Beso de tres por borisgarc_

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- Lamento mucho no poder seguir siendo el tutor de Harry.— Remus les decía a sus amigos mientras cenaban.


- No pasa nada Moony, trabajar en Hogwarts es una gran oportunidad para tu carrera.— James le sonreía tratando de quitarle un peso de encima a su amigo.


- Te voy a extrañar tío Moony.— le decía un Harry de 6 años que se había levantado para abrazar a su tío favorito.


- Y yo a ti Harry, ser tu maestro es de las mejores cosas que me han pasado en la vida y si todo va bien pronto nos veremos en Hogwarts. — Harry se despidió de Remus y Sirius y fue a la cama, su hora de dormir ya había llegado.


Los cuatro amigos levantaron los trastes sucios y limpiaron los restos de la cena, para poder pasar a la sala de estar con unas cervezas de mantequilla, se enfrascaron en las conversaciones de siempre, el trabajo, Harry, sus aventuras en el pasado.


Reían y bromeaban, siempre eran así, estaban felices de tenerse los unos a los otros.


- Ahora será difícil buscar otro tutor, James no confía en las escuelas muggles.— Les decía Lily.


- Regulus podría ser su tutor, volvió al país.— Sirius soltó sin pensar que esa noticia no la había compartido con sus amigos.


- ¿En serio? eso si es nuevo, ¿Ya hablaron? — Le preguntó James.


No era un secreto para nadie lo difícil que había sido la relación entre Sirius y su hermano desde que dejó Grimmauld Place, ambos trataron de seguir en contacto, eran hermanos y se querían pero siempre acababa siendo incomodo para ambos.


Regulus todo el tiempo hablaba del cariño que sentía por los tres miembros de su familia y le rogaba a Sirius que no lo hiciera decidir entre él y sus padres, por otro lado para el mayor a Regulus le seguía lavando el cerebro su madre.


Fue una sorpresa para Sirius como para sus padres que Regulus se haya ido del país, al terminar la escuela de sanadores, estaba cansado de estar en medio de peleas sin sentido, estaba harto de las indirectas de su madre y las rabietas de su hermano, ninguno de los dos respetaba su decisión de estar bien con todos.


Regulus era igual de callado y tímido, como alguna vez su padre lo fue y Sirius era tan energético y nunca dejaba una pelea como Walburga, le era imposible lidiar con su madre y su hermano.


Él ya estaba muy lejos y nunca se enteró de los gritos de dolor que pego Orion en su casa culpando a su esposa por la partida del hijo que les quedaba, tampoco se enteró del vociferador que le llegó a Sirius por parte de su padre, llorando estaba tan triste como enojado, gritándole por primera vez en su vida, a ambos les dijo que no tenían derecho de haberle hecho eso a ellos dos, que sus peleas habían superado a Regulus y que debían empezar a mejorar esa relación o que se olvidaran para siempre el uno del otro.


Lo que decía Orion siempre había tenido sentido, ya no vivían juntos y se seguían repudiando y lo peor es que los metían a Regulus y a Orion, es por eso que ambos tomaron la decisión de separarse completamente, Orion seguía en contacto con Sirius, pero de Regulus no supieron mucho, solo unas cuantas cartas generales de donde se encontraba, algunas postales y diciendo que estaba bien.


Pasaron cuatro años y Walburga decidió intentar arreglar la relación con Sirius, se disculpó con su hijo, era consciente de todos los errores que había cometido con él, Sirius siempre fue diferente, nunca creyó que tendría que educar a alguien que no siguiera las reglas con las que a ella la habían educado.


Le escribo una carta sincera, sabiendo que este ni siquiera le respondería, pero para su sorpresa su hijo la citó en una cafetería para hablar en persona, hablaron y lloraron demasiado, les tomó unos meses, pero al fin estaban en mejores términos, Sirius visitaba a sus padres frecuentemente, pronto sería padre y ellos estaban contentos de ser abuelos.


- Si, al parecer estaba en un grupo de magos sin fronteras, viajan por el mundo para aprender de otras culturas y ellos se dedican a compartir la cultura celta. — Sirius se veía contento. — Se emocionó cuando le conté del embarazo.


- Me alegro mucho Sirius.— Lily le sonreía amablemente.— Seguro tus padres están muy emocionados.


- Sí, papá lloró, de hecho Reg volvió porque se enteró que ya habíamos arreglado todo.


- Es bueno que regrese sabiendo que ya todo esta mejor que nunca.


- Si, pero era verdad la oferta, esta buscando empleo y dijo que no quería entrar en San Mungo, que después de lo que vivió no le gustaría volver a la sanación y bueno, aprendió muchas cosas en sus viajes, así que podría educar bien a Harry, puedo decirle si quieren.


- Bueno, si él esta dispuesto, nosotros también, es mucho mejor tener a alguien conocido, además siempre fue muy tranquilo y eso hará que Harry sienta confianza. — Lily le sonrío agradecida, ya no se tendría que preocupar por buscar a alguien bueno y competente.


Sirius y Remus habían dejado la casa de los Potter, le desearon a Remus todo el éxito del mundo en su nuevo empleo, era triste que no pudiera seguir siendo el tutor de su hijo pero su amigo tenia que prepararse nuevamente, ensañar en siete grados distintas cosas, hechizos y herramientas no era nada comparado a enseñarle lo básico a un niño de 6 años.


James y Lily se sorprendieron cuando a la mañana siguiente llegó una carta firmada con la siglas R.A.B.


 


James y Lily Potter:


Quiero agradecerles que me hayan considerado para ser tutor de su pequeño, Sirius me habló del empleo y sinceramente me gustaría trabajar con ustedes, pero quisiera que pudiéramos vernos en persona, no sé si tengan tiempo disponible en su agenda.


En nuestra reunión se tocarían los temas relacionados al sueldo, las bases de la información que le puedo otorgar a su hijo y hablar de mi experiencia profesional, de igual manera ustedes pueden exponer sus términos, los horarios y lo que sea que necesiten para sentirse más cómodos con mi desempeño como tutor.


Adjunto mi CV en este mismo sobre, ahí podrán encontrar mis conocimientos y habilidades, espero que éste los haga sentir más seguros de lo que puedo enseñarle a su hijo.


El lugar, fecha y hora la dejo a su disposición, yo en estos momentos tengo libre prácticamente todos los días.


Espero su respuesta.


Saludos cordiales R.A.B.


 


La pareja no dudo en escribirle de vuelta, Lily estaba fascinada por lo formal que era Regulus, ya se sentía cómoda para que fuera el tutor de Harry y James por su parte se impresionó demasiado con el CV del hermano de su mejor amigo, definitivamente lo quería como profesor de si hijo.


Le pidieron reunirse en el trabajo de Lily, habían ordenado comida para tener un almuerzo en la oficina de la pelirroja, era jefa de la Oficina de Enlace con Muggles.


Regulus llegó al encuentro y el matrimonio no pudo evitar sorprenderse, el chico que había entrado por la chimenea no se parecía en nada al Regulus de 21 años que habían visto por última vez.


Solo habían pasado cuatro años desde eso y el menor de los Black se veía tan guapo e imponente, seguía pareciendo físicamente a su hermano, pero Regulus le hacia honor a su nombre y brillaba mucho más que otros Black.


Los saludo amablemente, comieron y discutieron los términos para ser el tutor de Harry, acordaron que empezaría a trabajar con ellos en una semana, solo tenia que preparar el temario para su nuevo alumno.


Regulus dejó la oficina de la pelirroja no sin antes darle un apretón de manos a James y Lily, además de agradecerles por el empleo.


En el momento en que su cuerpo desaparecido entre las llamas, el matrimonio comenzó a hablar de lo atractivo que se veía, ninguno podía creer que algún día volverían a ver a su crush de la escuela, porque James y Lily llevaban 10 años juntos, desde sus 16 comenzaron una relación formal, eran muy unidos y muy abiertos, ambos se tenia mucha confianza, Lily era bisexual y James pansexual, un día en su séptimo año comenzaron a hablar de otras personas que les gustaban y solo una persona había coincidido en sus listas, Regulus Black.


Ninguno podía creer que el chico que fue su crush cuando eran adolescentes se haya convertido en un hombre tan guapo y que ahora sería el tutor de su hijo.


Regulus llevaba un mes trabajando en casa de los Potter, llegaba a las 10:00 a.m. cuando James salía a su trabajo, dejando a Harry desayunado y arreglado para comenzar con sus clases y se iba a las 5:00 p.m. cuando el matrimonio volvía a casa.


Harry estaba encantado con su nuevo maestro, adoraba a Regulus, siempre hablaba de sus clases con sus abuelos, Remus y Sirius, a éste último le había reclamado por no presentarle antes a su maestro favorito, solo una vez se sintió culpable de decir eso frente a su tío Moony, pero Remus le dijo que no tenia que sentirse mal de querer mucho a su maestro y que él estaba feliz de verlo tan cómodo y contento con Regulus.


Habían pasado cuatro meses y el Yule estaba cerca, el pequeño Potter odiaba la hora en que su tutor se iba, Regulus siempre le daba ejercicios muy buenos y le había pedido a sus padres que compraran una varita especial de entrenamiento, solo la usaban los días miércoles, que era el día de ejercicios prácticos, cinco meses con Regulus y Harry ya era bastante hábil con su magia, ya no había explosiones involuntarias y sabia realizar dos hechizos bien, lumos y nox.


- Le quiero obsequiar algo a Regulus por el Yule. — Le decía Harry a sus padres un domingo en en el desayuno.


- ¿Y qué te gustaría regalarle? — le preguntó su madre atenta.


- Algo de los Montrose Magpies, es su equipo favorito de quidditch.


- Bueno, podemos ir al Callejón Diagon hoy para comprarlo. — James le regaló una sonrisa a su hijo.


Las vacaciones del Yule habían iniciado, Regulus le había dado dos semanas de descanso a Harry, para pasar las fiestas y relajarse un poco, el pequeño se alegró mucho por recibir la carta de agradecimiento de su tutor, Regulus le había escrito a su alumno para mostrarle su gratitud por la túnica de los Montrose Magpies prometiéndole que cuando las clases se retomen jugarían un partido de quidditch entre ex buscador y futuro buscador, Harry guardó esa carta con mucho cariño, quería mucho a Regulus, lo veía como otra figura paterna, le gustaban sus clases y que su tutor siempre le contara historias increíbles sobre sus viajes, a veces pensaba decirle a sus padres que no quería ir a Hogwarts para que siempre le diera clases Regulus.


- Oye Reg, ¿qué opinas de mi pelo? — Enero había llegado y con él las clases de Harry, ambos estaban en la habitación designada como salón del pequeño de los Potter.


- Tienes un cabello muy bonito Harry.


- ¿Y mis ojos?


- También son muy bonitos.


- Todos dicen que mi cabello es como el de mi papá y mis ojos son como los de mi mamá.


- Si, eso es verdad. — Harry siguió respondiendo las preguntas del pergamino que su tutor le llevó ese día, Regulus no entendía de donde venia todo eso, sabia que su alumno hacia preguntas bastante curiosas pero ahora si que habían sido extrañas.


Ese día Harry lo invitó a cenar con ellos y Regulus aceptó encantado, la cena avanzó tranquila, hablaban de las aventuras de Harry y como le había ganado a Regulus logrando atrapar la snitch antes que él, su tutor les decía a sus padres que tenían un hijo muy talentoso y un mago excepcional.


- Oye mamá Regulus me dijo hoy que tus ojos son muy bonitos.— toda la mesa quedó en silencio automáticamente.— También me dijo que tu cabello es bonito papá.


- Yo no… -Regulus comenzó a hablar pero fue interrumpido.


- Y ellos dijeron que eres muy guapo, que eres mucho más guapo de lo que eras en la escuela.— dijo Harry esta vez dirigiéndose hacia Regulus y automáticamente los Potter empezaron a lanzar negativas. - Así que yo digo que Reg podría ser mi nuevo papá.


- Harry yo no dije…


- Amor sube a tu cuarto, ya es hora de dormir. — Lily tomó la palabra interrumpiendo a Regulus.


- Pero si me voy Regulus y ustedes no van a querer que él sea mi papá.


- Vamos a hablarlo Harry, te lo prometo, pero ya ve a dormir. — James le regalo una sonrisa a su pequeño y le guiñó un ojo, esa era la clave que ellos dos tenían para una promesa y así fue que Harry obedeció.


Había un silencio incomodo y el ambiente era muy pesado, ninguno de los tres sabia que decir.


- Yo no dije lo que Harry dijo.— Regulus decidió explicar lo ocurrido ese día en clases.— Él me preguntó por sus ojos y por su cabello y le dije que eran bonitos, no creí que lo preguntara para dirigirlo hacia ustedes, aunque debí darme cuenta, menciono lo mucho que se parecía a ambos, lamento mucho la confusión.


- No pasa nada, nosotros no debimos hablar de ti en un lugar donde él pudiera escucharlo.— Lily trató de explicar lo que había dicho su hijo, se sentía muy avergonzada.


- No estamos diciendo que no seas guapo, solo que debimos decirlo en un lugar más privado y es obvio que pudimos llegar a incomodarte, por favor no renuncies, por Morgana, siento que somos unos acosadores Lily. — James empezaba a entrar en crisis y trataba de pedirle ayuda a su esposa.


- Esta bien, no me siento acosado, creo que esta bien ver a un matrimonio con tanta confianza para hablar de algo así, siempre fueron así, desde la escuela, era algo envidiable.


Los tres volvieron a caer en un silencio un poco menos incomodo, pero igual de raro.


- Tal vez deban hablar con Harry sobre que yo no puedo ser su papá.


- ¿Por qué era envidiable? — preguntó Lily


- ¿Disculpa?


- ¿Por qué nuestro noviazgo era envidiable?


- Bueno, son dos personas increíbles, bellas fisicamente, inteligentes y agradables, era fácil envidiar querer estar con uno de ustedes o con ambos…


- ¿Ambos?


- No, bueno, no quise decir eso yo…


- Nos gustabas en la escuela.— Soltó James de golpe.


- ¿Qué?


- Lily y yo teníamos un crush contigo.


- Wow , eso es nuevo, es bueno saberlo… yo tenía un crush con ustedes, sé que es raro, yo quería estar ahí, pero era una tontería digo, ustedes eran la pareja más bonita de nuestra generación y yo era…


- El chico más guapo de nuestra generación.— Lily le sonrío y Regulus pudo sentir los colores subirle al rostro.


Regulus tenia miedo de huir y sentía pánico de quedarse, los Potter le sonreían de forma coqueta, ya era tarde y nada bueno pasaba en la noche, los tres estaban cansados y podían decir cualquier cosa de la cual podrían arrepentirse al día siguiente.


- ¿Por qué no intentar que seas el papá de Harry? — dijo Lily con una sonrisa juguetona.


- Si, Harry te adora y tu lo quieres, ¿no te gustaría?


- Claro que me gustaría tener un hijo como Harry, es un niño muy dulce…


- El niño más dulce del mundo.— Lo interrumpió James.


- Si, es le niño más dulce del mundo pero no puedo, ustedes están juntos, yo no quiero arruinarlo, son perfectos el uno para el otro.


- ¿Quién dice que no podemos ser perfectos los tres juntos? — Lily estaba decidida, ahora que sabia que Regulus tenia sentimientos hacia ellos no dejaría pasar esa oportunidad.


- ¿Y si se aburren? — La voz de Regulus sonó mucho más triste de lo que le gustaría.— No es un juego, ustedes pueden querer experimentar algo pero si se acaba, yo quedo fuera y no quiero separarme de Harry, lo quiero mucho y en el momento en que ustedes vuelvan a cerrar su relación o quieran buscar a alguien más para una nueva etapa en su matrimonio yo no voy a estar en esa ecuación.


- Reg, Lily y yo no estamos siendo curiosos con nuestro matrimonio, eres la única persona en el mundo con la que coincidimos que nos gusta y ahora resulta que nosotros le gustamos, acabamos de abrir una puerta y créeme cuando te digo que esto no es un juego sexy para nuestro matrimonio. — Lily asentía dandole la razón a su esposo.


- Agradezco mucho la cena.— Regulus comenzó a levantarse.— Yo quiero pedirles el día de mañana y venir hasta el lunes, necesito hacer unos tramites.— Decía una obvia mentira mientras caminaba hacia la chimenea.


- Lamentamos haberte hecho sentir incomodo con todo esto Regulus, no era nuestra intención, vamos a dejar esto de lado, te ofrecemos una disculpa.— Lily le decía caminando tras de él.


- Esta bien, no pasa nada, nos vemos el lunes.— Alcanzó a decir Regulus desvaneciéndose entre las llamas.


Viernes, sábado, domingo, el fin de semana más largo de sus vidas, James y Lily se habían sentido fatal, por haberle insinuado una relación a Regulus, le habían escrito cartas los tres días seguidos para disculparse, pero no recibían respuesta.


Por otro lado Regulus estaba muy confundido, no creía que le hayan ofrecido entrar en su relación, ellos eran un matrimonio y por alguna razón lo querían dentro, no le incomodaba la propuesta, pero si le aterraba, se enamoró de James cuando tenia 12 años y se enfrentó a él en el campo de quidditch, se veía tan guapo con su cabello alborotado mientras volaba y comenzó a fijarse en Lily a sus 15 cuando ambos entraron al Club de las Eminencias, nunca había visto a una chica más inteligente y linda que ella.


Su corazón se rompió cuando ambos empezaron un noviazgo, sabía que tarde o temprano pasaría, los cortejos de Potter hacia Evans eran de dominio publico, pero no creyó que dolería tanto.


Y ahora estaban ahí, ofreciéndole una relación de tres, ¿y si no salía bien? no era mentira su cariño por Harry, le encantaba darle clases a ese pequeño, si se arruinaban las cosas entre ellos el tendría que dejar de trabajar ahí.


La cabeza no dejaba de dolerle, se levantó y tomó unas cuantas pociones, se arregló y fue directo al trabajo, había tomado una decisión.


Eran las 8:00 a.m. y de las llamas verdes en la chimenea de los Potter salió Regulus Black, Lily aún estaba en casa y James la acompañaba en la mesa mientras su esposa desayunaba.


- Hoy llegaste más temprano.— James se levanto para ofrecerle un café y Regulus tomó asiento con ellos en la mesa.


- Si, quería hablar con los dos.


- Dinos.


- Somos todo oídos.- James le regaló una sonrisa para animarlo seguir hablando.


- Si esto pasara y si no saliera como se debe, no me gustaría alejarme de Harry, sé que solo he sido su tutor por 6 meses, pero le tengo mucho cariño y no quisiera que si algo sale mal entre nosotros me tenga que ir de su lado.


- Eso no va a pasar Reg, esto no es un juego para nosotros y jamás dejaríamos que nuestro bebé sufra por ya no verte. — Lily le regalo una sonrisa que lo tranquilizó.


- ¿Y cuáles serian las reglas? — ¿En serio estaba a punto de meterse en una relación con un matrimonio?


Lily y James decidieron pedir el día en el trabajo, iban a hablar de algo importante, era un cambio en sus vidas, Regulus le dio a Harry unos trabajos y lo dejo solo un rato para seguir hablando con el matrimonio.


Tenían una lista de pros y contras, donde los pros ganaban por mucho, comenzaron con las reglas sobre la relación, los tres acordaron que sería cerrada, solo ellos tres, podían estar dos en privado y no pasaba nada, no habría celos entre ellos, estarían un mes de prueba para saber si funcionaba y otros dos meses antes de decirle a Harry y Regulus se mude con ellos, no querían ilusionarlo.


El día pasó entre revisar las tareas de Harry, reglas y charlas para llegar a acuerdos los tres, se había quedado a cenar y esta vez Harry no había mencionado nada relacionado a su deseo de que Regulus también sea su papá.


- Bueno, entonces todos estamos de acuerdo en esto. — decía Lily nerviosa, estaban en la sala despidiendo a Regulus.


- Si.— James no podía estar más rojo que el cabello de su esposa.


- Si. — Black decidido se acercó a ambos, James y Lily sin dudarlo se unieron en un beso de tres con Regulus, era dulce e inexperto, sumando las sonrisas por parte de los tres.


- Nos vemos mañana, llegaré temprano para poder verlos a los dos antes de que vayan a trabajar.


- Pondremos una taza extra. — James le dijo y Regulus sin pensarlo les robo un beso fugaz a cada uno, dejando a los Potter suspirando.


Los tres meses habían pasado rápido entre besos, caricias y Regulus quedándose a dormir con los Potter, la noticia de que Regulus era el novio de sus padres y que viviría con ellos había hecho que Harry explotara de alegría, había corrido por toda la sala, saltado en los sillones y abrazó a sus padres y a su nuevo papá.


Un año después Regulus se sentía muy feliz, se había casado legalmente con James y Lily, Sirius y sus padres casi se desmayan al enterarse de su relación poliamorosa y Harry también había pasado a ser su hijo legalmente, siempre había querido formar una familia, era extraño que haya entrado sin querer en una, lo mejor de todo es que realmente era parte de ella.


La rutina familiar no había cambiado casi nada, James y Lily salían al trabajo y él y Harry seguían con su rutina de alumno y profesor.


James, Lily y Regulus estaban recostados en su cama regalándose besos y caricias, Regulus comenzó a dejar besos en el vientre de la pelirroja mientras James dejaba un camino de besos por todo el cuello de Lily.


Los tres juntos y abrazados eran un enredo de piernas y brazos, Regulus y James eran muy melosos después del sexo, siempre seguían con caricias y besos castos.


- ¿No han pensado en tener otro hijo? — Hace tiempo Regulus tenía esa idea en mente pero no se sentía seguro de decirla en voz alta. — Lily y yo podríamos darle un hermanito a Harry, imagina que bonito seria, pelirrojo y de ojos grises.


- O pelirrojo y de ojos castaños.— debatió James.


- O Castaño de ojos grises, los dos podrían hacerlo sin mi.


- O ojos grises, y con un pelirrojo y alborotado cabello.— Dijo Regulus.


- No es mala idea Reg.


- Pervertidos.— Les dijo Lily antes de comenzar un beso de tres.

Notas finales:

¿Notaron el easter egg?

Ustedes tal vez no saben esto, pero Jegulily vive en mi corazón justo a lado de Jegulus.

Casi 4000 palabras, valió la pena todas y cada una.

Espero que les haya gustado, nos leemos.

- Boris.

 


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