---En Plaka---
(Cabe mencionar que Plaka es un barrio en la vida real en la ciudad de Atena, por lo cual, estará ligeramente inspirado en ella, como el nombre y algunas cosas que hay en ella)
Aioria y Shaka van caminando bastante tranquilos, bueno eso se supone, pues el peli cerúleo esta sonriente, admirando las hermosas fotos que tomo de manera clandestina a quien ama.
Y más al lucir con ese hermoso traje que lo único que hacía era hacerlo ver como el ser más precioso y delicado de este mundo.
Sus suspiros no se pueden ocultar, al contrario siente que perderá el equilibrio en cualquier momento, pues su respiración agitada, hace que solo piense en el momento en que Camus lo acepte y sean finalmente novios.
Pensando en que haría, que le diría, y sus infinitos intentos para hacer sentir al peliaguamarino el doncel más especial de este mundo y del próximo.
Es la idea más importante que tiene en mente este joven, dando pequeños saltos de un lado al otro, suspirando, no puede evitar sentir la emoción que su corazón experimenta y lo deja expresar más ampliamente, sin importar que su acompañante, este bastante serio y callado.
Cosa que no es nada fuera de este mundo, en lo que respecta al rubio.
De hecho, a veces se podría uno preguntar, ¿Por qué son amigos tan cercanos, si ambos son completamente diferentes?
Pero comparten un interés muy particular…
Ambos se han fijado en dos donceles que son muy amigos, al grado que casi siempre están juntos, por lo cual, estos chicos no pueden evitar estar juntos para admirar en secreto a quienes aman con todo su corazón.
Salvo que uno es más evidente que él otro, sin embargo el sentimiento está allí.
-Mi cubito luce tan precioso en esa ropa…- La sonrisa boba del peli cerúleo, sujetando con fuerza su celular, para ver una y mil veces esas fotos, las guardara en su galería, para después imprimirlas y tenerlas en físico.
Un tanto acosador en el parecer de muchos, pero… Al menos no ha hecho nada más allá de esas fotos, que no son malas, pero si tomadas sin el consentimiento del otro.
-Estará usando esto en el festival de los próximos días… ¿O la exposición que tienen los de segundo?- Confundido, pues llego a escuchar un poco de la conversación por el motivo del espionaje, y le alegra, pero a la vez lo hace sentir celoso este hecho, pues muchas miradas estarán sobre su cubito –Le voy a pedir de nuevo, que sea mi novio- Sentencia con sus ojos brillantes un amor genuino.
-Deberías intentar algo menos llamativo- Es lo único que el rubio, con un Bindi en su frente le menciona, mientras camina sin prestarle mayor importancia.
-Pero será imposible, no intentar esforzarme a hacer algo digno de mi Camus- Sujeta el celular contra su pecho, con el corazón latiendo a mil por hora, cerrando sus ojos –Si tan solo me digiera que acepta ser mi novio, me dedicaría de manera entera a hacerlo feliz, a llenarlo de detalles, decirle cuanto lo amo, que algún día nos casaremos, tendremos una linda casa, un hijo o dos, o los que quiera darme mi cubito y…- Es imposible seguir hablando, cuando lo hace tan rápido y sin detenerse un segundo, que no puede evitarlo.
Sin embargo el otro, ya no le está haciendo mayor caso, pues sabe que cuando este está así es mejor dejarlo que viva su delirio.
Además que es completamente imposible no apreciar la foto que tiene en su celular también, un pequeño regalo de cortesía, de parte de su amigo, que también logro sacar algunas fotografías del pelilila, que vestía bastante llamativo, con esos vestidos tan curiosos.
Ver esa sonrisa que solo Mu dedica para el ensayo que preparo el primo del otro.
Es difícil para Shaka evitar sonreír al verlo, imaginar que ese hermoso doncel, con esa delicada forma de ser, su grácil sonrisa, ese rostro que refleja la inocencia y alegría, que ante sus ojos, el pelilila es el ser más puro en este mundo.
Claro que no diría nada, ya es suficientemente malo que Milo sepa de su interés amoroso, y que a veces se burle de él, claro que Shaka se lo paga de la misma manera.
Pero fuera de esto, de cada situación similar…
Ha jurado para sí mismo, evitar a toda costa decir algo a quien le pertenece su corazón.
Puede jurar, alegar e incluso ser un soberbio adolecente cuando se lo propone, pero… El confesar sus sentimientos es un hecho, una acción que está completamente prohibido para él, ya que eso significaría que debería enfrentar a quien ama y la posibilidad del rechazo.
Eso si que no podría soportarlo…
En su pensar es mil veces mejor, guardarse lo que siente, para poder ver aunque sea de forma lejana a su amado Mu sonreír y ser alegre, sin embargo… No sabría qué hacer cuando alguien… Otra persona se lo desee arrebatar, allí entendería que podría perderlo para siempre, aunque no es suyo.
Unos pensamientos que lo hacen sentir de lo peor e inundan su mente con dolor silencioso, algo que siempre ha sido su costumbre, ante este tema, pero no dejara que Milo se dé cuenta, aunque...
Esto perderá interés, al momento de escuchar un tremendo estruendo que se acerca a ambos.
-¿Qué es…?- El peli cerúleo apenas pudo abrir su boca, cuando logra apreciar a uno de los héroes de esa ciudad, ser lanzado hasta el edificio por donde están pasando justo ahora.
Sorprendiéndolos a ambos, para en un segundo lograr ver al nuevo enemigo que está aterrorizando la ciudad de Atena.
-Ja, ja, ja, ja, ja, ¿Que ocurre Trianfyla? ¿Te rindes al fin?- Sonríe gustoso, bueno al menos lo que la máscara deja ver.
El peli cerúleo reacciona a sorprenderse por este ser que está amenazando, salvo que no puede ver cuál es su ataque, pues lo que llegan a ver, no hay personas a su alrededor.
Tal vez ni se dieron cuenta, por estar ambos en su ensoñamiento.
Pero para el rubio, ese ojo, la sonrisa, aunque maquiavélica, es imposible para su corazón poder olvidar o confundirse.
Aunque desearía que no fuera verdad, pero… Lo que puede ver en ese nuevo akumatizado, es a quien su amor le pertenece.
Pero es imposible para él aceptar que Mu sea este monstruo, es simplemente algo que no debería pasar.
¿Quién ha dañado tanto al de cabellos lilas para que se vuelva esto?
-¿Mu?- Pregunta con duda, sus zafiros abiertos, frunce el ceño, sintiéndose como un imbécil por no haber podido protegerlo, aunque no tiene la responsabilidad de hacerlo.
Mala idea pronunciar alguna palabra, pues este nuevo villano, se da cuenta de la presencia de ambos, cosa que aprovecha para seguir sembrando el caos
-¡¡¡NO!!!- Solo siente la rabia reinar en su ser, por como todos recuerdan su antiguo yo, y no prestan atención a lo que es ahora, su verdad, todo el odio y resentimiento que debió guardar porque todos solo observan una sonrisa gentil de parte de él -¡¡¡SOY POSUI DE XIN!!! ¡¡¡SE LOS DEJARÉ BIEN GRABADO A AMBOS!!!- Sin pensarlo más aquel ojo enmascarado se vuelve a tornar de ese tono purpura, y la sonrisa de la máscara nuevamente.
-¿Qué es eso?- El pálido rostro del peli cerúleo, no comprende como su amigo reconoce quien sea este monstruoso ser, pero más al verse amenazado por lo que sea que ese rayo signifique.
El peli celeste que fue lanzado contra el edificio, incrustado en este un poco, aún estaba aturdido, es difícil seguirle el paso a un ser que se nota demasiado fuerte para él.
Cada vez, quienes son akumatizados se han vuelto tan fuertes, que incluso combatir solo, es difícil, mas con la desesperación que Kathonios está aún bajo ese hechizo o lo que sea.
Su desesperación es fuerte, pero su voluntad debe serlo aún más.
Se da cuenta del peligro, levanta el rostro, aun mirando borroso, puede distinguir las figuras de esos dos chicos, aquellos que son de su misma escuela, obviamente de grados diferentes, pero en estos momentos solo debe ser rápido, evitar que sean convertidos en esos seres sin emociones.
Es lo que significa esa luz purpura.
-¡¡¡CUIDADO!!!- Grita rápidamente, liberándose de aquel edificio, haciendo uso de su arma, para lograr intentar sujetar a ambos niños y alejarlos de este peligro, pero…
Fallo en cumplir su misión, al no poder proteger a ambos, solo a uno.
-¡¡¡MILO!!!- El grito del rubio se presenta sin más, al ver como el rayo conecta con su amigo, el cual hace su trabajo.
Apenas si pudo ver como quien siempre alegre y vivaz, ahora cae de rodillas, con un rostro sin expresión alguna, solo una desolación inmensa.
Posui, absorbe todas las emociones del contrario, satisfecho por todo lo que esto conlleva, más poder, más energía para no ser siquiera tocado o derribado por el supuesto héroe.
-Ja, ja, ja, este idiota, siempre alegre… Feliz, demostrando que nada lo molesta, y saber que su mayor dolor esta en casa- Burlesco ante el dolor ajeno –Pero está bien, ahora… Ya no debes preocuparte por nada, no volverlas a sentir absolutamente ningún sentimiento que te hiera-
Ahora sonríe, mirando para donde se ha ido el peli celeste con su próxima víctima, que no dejara que ninguno se le escape, y que por el momento no tiene a quien más absorber sus emociones o convertir en cristal.
-¡¡¡NO PODRÁN ESCAPAR DE MÍ!!!- Su grito desesperado, dirigido a quienes han huido de él.
Bueno, uno tener que mantener a salvo a un civil, el cual no para de intentar zafarse de él.
-¡¡¡SUÉLTAME!!!- Shaka no puede permitir que esto siga, ver a quien ama en ese estado es completamente imposible, es lo que le dicta su corazón, sin importar estar comportándose como un verdadero idiota para lograr liberarse de aquellas cadenas que rodean su cuerpo.
-¡¡¡NO LO HARE!!!- Grita el héroe, intentando encontrar un lugar seguro, para dejar a este desesperado chico a salvo.
Su andar por los techos, lo conduce hasta un punto alto, que creía ser un lugar perfecto y allí dejarlo, justamente en la cima de un imponente reloj que es visto por toda la ciudad, pero podría ser seguro, al menos por un momento.
Se está quedando sin buenas ideas, al estar angustiado por su compañero, que debió dejar también a salvo, aunque este aun sin emociones le pedía con pequeños movimientos que siguiera adelante.
Al fin llegar, sus pies tocan un suelo al fin estable, pero… No podía quedarse allí, debía seguir, buscar alguna idea, hacer lo que sea para devolver a todos a la normalidad…
Y sobre todo salvar a Posui de Xin, del maldito Diastasi, traer a todos de vuelta es lo principal en el peli celeste.
-Bien, quédate aquí- Le dicta inmediatamente al rubio, que sigue intentando zafarse de aquello que lo rodea, sin prestar mayor atención al otro -¡¡¡¿ME ESTAS ESCUCHANDO?!!!- La desesperación del peli celeste es desbordante, pues está haciendo de todo para salvar a los que pude, e intentar hacer algo para detener a este Akumatizado jovencito.
-¡¡¡DÉJAME IR!!! ¡¡¡DEBO AYUDAR A MU!!!- Le grita de igual forma, olvidando por completó su tranquilidad y porte sereno, pues es la persona que más ama en este mundo, aunque aún no sea valiente para decirle algo.
-¡¡¡¿ASÍ?!!!- Trianfyla le cuestiona enfurecido -¡¡¡DIME RUBIECITO!!! ¡¡¡¿CÓMO LO HARÁS?!!!- El ceño fruncido es evidente su sentir, con ese rostro que no puede contener su molestia, pero debe intentar clamarse ahora, dos personas desesperadas no son una buena idea -¡¡¡TU AMIGO ESTA AKUMATIZADO!!! ¡¡¡¿CREES QUE TE VA A ESCUCHAR?!!!-
-¡¡¡MU JAMÁS HARÍA ALGO COMO ESO!!!- Sin poder aun ser liberado, pues la fuerza le es insuficiente, acompañado con la del héroe y su arma -¡¡¡QUIEN SEA QUE ESTA DETRÁS DE ESTO, LO HARE PAGAR!!! ¡¡¡NADIE SE PUEDE METERSE CON MU!!! ¡¡¡ASÍ QUE SUÉLTAME, SUPUESTO HÉROE!!!- No está en sus totales cabales, enfurecido, algo que puede ser muy malo, si se tiene en cuenta que existe alguien más que pueda usarlo a su favor.
Trianfyla lo entiende perfectamente ahora.
Ver ese rostro del rubio, sus ojos azules que presentan la furia contenida, nota los puños apretándose con severidad, dándole igual que las uñas lastimen sus palmas.
Debe intentar ser diplomático en este momento, aunque su personalidad no sea del todo compatible con esto.
-Escucha…- Habla con suavidad, intentando hacer entender al otro con cuidado –Tú no puedes hacer nada para ayudar a tu amigo, a Mu… pero yo sí puedo, solo te pido por favor…- Arrastra cada palabra con desesperación, sabiendo que debe ser muy bueno en disuadirlo, ya que si no lo logra, sería muy malo que Distancia tenga a otro akumatizado en la ciudad –Quédate aquí, confía en que lo salvaremos-
-¡¡¡¿CÓMO CONFIARE?!!! ¡¡¡MU ESTA SUFRIENDO, Y NI TÚ, Y MUCHO MENOS ESE TAL KATHONIOS, NO HAN HECHO NADA PARA SALVARLO!!!- Ya está furico, una muy mala señal.
-Debes calmarte por favor, si te llegan a Akumatizar, no serás capaz de salvar a tu amigo, ¿Eso es lo que quieres?- Deberá utilizar lo que sea para hacerlo entrar en razón, como su mayor debilidad y fortaleza.
-No…- El susurró de su voz, el de ojos como el cielo, debatido y algo derrotado, pues no quiere que nada malo le ocurra a Mu, pero entiende en cierta forma que el seguir así, atraerá a un enemigo que ahora tienen en común, por herir al de cabellos morados, ahora convertido en un monstruo –Pero…-
Aquellas cadenas que lo atrapan cual látigo flexible, lo van soltando, al darse cuenta que el rubio pude ya no ser una amenaza, pero estará atento por si las dudas.
-Escucha, me ayudaras a devolver a tu amigo en lo que es, si te quedas aquí, y no intentas hacer nada tonto- Tiene poco tacto, pero entiende perfectamente su sentir, después de todo… También tiene a alguien que desea volver a la realidad.
Comprendiendo que el chico delante de él, habla por el sentimiento del amor en su corazón.
-Esta bien…- Asiente, no muy convencido de hacerlo, frunce el ceño, pensando por un momento que esto sería lo único que puede hacerlo sentir como un varadero inútil –Pero… Si fallas… Si no logran ayudarlo, no sé qué sería capaz para que Mu vuelva a la normalidad- La amenaza es lanzada, pero los ojos no demuestran algún tipo de odio, es raro explicarlo, hasta para un héroe capacitado como el peli celeste.
-No tendrás que hacer nada, Kathonios y yo vamos a hacer todo lo posible para que Mu este de vuelta, y puedas volver a estar a su lado, ya que lo quieres mucho ¿No?- Ladea su cabeza, consiente pues lo entiende y mínimo una burla para calmarlo, y así hacerlo entrar en una razón aparente.
-¿Eh?- Se sorprende, poniéndose levemente rojo, negando con la cabeza inmediatamente –No, no es lo que tú crees…-
-Lo que sea que tienes en tu mente y corazón, no es problema mío, pero… Si algo existe en ti por Mu, deberías decírselo en cuanto esto termine- Sonríe, pero de inmediato se percata que el villano de este día está demasiado cerca de ambos, mirando de reojo, apretando su mandíbula –Quédate aquí, voy a detenerlo y lo traerlo de vuelta, ya lo veras ¿Si?- Sonríe triunfante, para rápidamente dar un salto hacia el nuevo enemigo.
Dejando a un muy desconcertado rubio, que aún tiene dudas en su ser, pero… Intentará confiar en este héroe, que el promete traer de vuelta a quien ama…
Pero, si no lo hacen ellos, lo hará de cualquier otra forma posible…
De frente al enemigo, Trianfyla lo desafía, con la mirada más despiadada posible, pues ha hecho tanto mal y no lo va a seguir permitiendo.
-¿Te cansaste de huir?- Sonríe triunfante –No te preocupes, si estas molesto, te quietare tus emociones, y estarás en calma-
-Lo siento Posui, pero no te voy a dar el gusto- Igualmente lo mira con su ira contenida, pero igual debe tener paz y calma para pensar adecuadamente, ya vio lo que la desesperación le hace a un corazón inocente, es mejor que todo esté bajo control, si no… Sera el triunfo de Diastasi.
Sin más, alza su arma de cadena flexible y empuñadura de rosa roja, para convocar el arma ideal para salvar a todos de esta situación tan catastrófica.
-¡¡¡ROSA SANGRIENTA!!!- Es el llamado que hace para convocar la última oportunidad que tendrá para ganar.
El brillo de una tonalidad celeste se deja ver, ante la empuñadura del arma que usa este héroe, el cual parecer abrirse, dejando ver aún más de esa tonalidad, para dejar pasó a un objeto.
Un pequeño muñequito de un tigre, con los colores celestes como piel y franjas rosas como lo que es el estandarte inconfundible de esta especie.
Cae directamente entre las delicadas manos de Trianfyla, dejándolo completamente desconcertado al peli celeste.
-¿Qué se supone que debo hace con esto?- Se pregunta realmente consternado con esto.
-¿Qué harás con un pequeñito peluche de…?- Por un instante su rostro se contrae, al parecer ver ese objeto, logras hacer algo en su mente corrompida… Rapdiamente niega con la cabeza, para enfurecerse -¡¡¡NO LOGRARAS HACER NADA!!! ¡¡¡VAS A CAER ANTE MÍ, TRIANFYLA!!!- La furia de nuevo, combinada con una tristeza que hace que la máscara ahora sea a de esta emoción, con el ojo preparado para el rayo plateado.
Si nuestro héroe no es capaz de reaccionar rápido, será convertido en una preciosa estatua de cristal.
¿Qué significara este objetó que ha caído en manos del peli celeste?