Capítulo Tres
Harry pasaba el día paseando por el castillo, Hermione le ayudaba a conocer cada lugar y rincón, llevaba varios días en Inglaterra y no había visto a Draco desde que lo había arropado esa noche, pero todos los días Hermione le entregaba una carta de él, donde le decía sus planes para ese día y como le había ido el día anterior. Había pasado ya dos semanas y la Reina Narcissa había ido a buscarlo mientras el leía un libro en Francés.
– Príncipe Potter, me indicaron que podía encontrarlo en la biblioteca – Harry se puso de píe.
– Aquí me tiene reina Narcissa, que puedo hacer por usted – Narcissa tomo el libro que estaba leyendo Harry, era una novela.
– No sabía que tenía esta clase de gustos y menos que sabía leer en Francés.
– Bueno, las novelas son ligeras de vocabulario cuando quiero practicar algún idioma. Hablo, escribo y leo en Francés, Castellano y latín, aun no perfecciono el griego, y antes de venir tomaba clases de español– Harry comenzó a hablar sin pensar y esperaba no sonar engreído, aunque su tono era más distraído que nada.
– Perfecto para el futuro rey consorte. Cuando yo me case apenas hablaba Francés y latín. Quisiera conocer sus otros talentos, se por su madre que también toca el piano ¿canta joven Potter?
– Conozco algunas canciones, mis maestros me dicen que soy bueno, pero sinceramente cantar me lo reservo para personas intimas e importantes para mí. Me gusta tener solo eso para mí.
– Lo entiendo y me alegra que pueda permitirse eso, ojalá, Draco sea merecedor de escuchar su voz, venia a invitarlo a tomar el té. – Caminaron a cierto balcón donde ya se encontraba Lucius y se levanto para recibir a Narcissa, Hermione ya estaba ahí ayudando a otros empleados con el servicio – Tomemos asiento.
– Príncipe Potter, hace varios días que no lo veo ¿Cómo ha sido su estancia?
– Ha sido muy placentera, me he permitido recorrer el castillo y leer algunos libros en la biblioteca.
– Siéntase en la libertad de tomar los que más le gusten para su colección privada.
– Le agradezco, ya Draco me ha escrito que podría hacerlo, pero considero inapropiado tener libros en aumento en mi habitación, considero que hay lugares específicos para la lectura, aunque debo confesar que cuando un libro me atrae demasiado no lo suelto hasta terminar – Harry comenzó a reír y ambos reyes lo miraron intentando reprimir una sonrisa.
– Que fue lo gracioso.
– Una disculpa, recordé que cuando leía las costumbres sobre España, quede tan fascinado que me paseaba por los pasillos del castillo, los empleados me veían tan distraído que sutilmente me dirigían lejos de floreros y puertas cerradas, estuve apunto de caer por las escaleras si no es porque mi mayordomo me tomo y me hizo girar – Harry siguió su relato con una sonrisa y comenzó a reír – termine en los jardines sentado y ni siquiera supe como llegue ahí – Los reyes cedieron y comenzaron a reír acompañando a su futuro yerno.
– Es bueno saber eso, ahora diremos a los criados que cuiden de usted si lo ven caminando con un libro.
– No se preocupe majestad, le aseguro que cuando caí en el lago se me quito la costumbre… bueno solo un poco, pero trato de ya no caminar con un libro en mano.
– ¿No se lastimo al caer?
– No se preocupe mi señora, lo que si lamento es que era mi libro favorito, se arruino y ya no pude conseguirlo por ninguna parte.
– ¿Cuál era ese libro tan interesante?
– "Pamela" también se le conoce como "La virtud recompensada" está escrita por Samuel Richardson.
– Escritor inglés, veo que usted lee mucho Joven Potter.
– Así es señor, mis padres quisieron que tuviera todos los conocimientos posibles para cuando llegara el día de casarme.
– Hable de todas las enseñanzas.
– Bueno como ya le había mencionado, hablo, escribo y leo en Francés, Castellano y latín, debo perfeccionar el griego, y antes de venir tomaba clases de español, en este idioma me quede en lo básico, pero fácilmente podría traducir, no lo hablo con fluidez, y mi lengua materna Alemán. Tengo conocimientos de literatura, genealogía de familias en Inglaterra, Austria, Francia y España, se historia de Inglaterra, España, Francia, y un poco de occidente, teología y heráldica. Se cocinar, danza, bordado y hacer encajes, costura e hilado, también tejido. Me actualizo en la moda de los vestidos tanto para mujeres y hombres, estuve con nodrizas para aprender el cuidado de los niños pequeños, también a saber agarrarlos y bañarlos. Puedo hacer peinados a niñas, para que estén en casa, eventos elegantes y campo. Tengo una buena caligrafía y se redactar perfectamente una carta según a quien va dirigida. Toco el piano y canto, pero el canto es lo único que quiero reservar para mí y las personas intimas e importantes para mí. Creo que es todo lo que puedo enumerar por ahora.
– Vaya, estoy muy impresionado, creí que solo tendría unos cuantos talentos, pero veo que sus padres han hecho un trabajo maravilloso.
– Gracias majestad.
– Debo decirle joven Potter que estoy feliz por tan maravillosa persona, Draco sin duda tendrá por esposo a una persona que no lo aburrirá e Inglaterra tendrá a un rey digno y bien educado.
– Es un honor y un placer escuchar sus palabras mi señora.
– Harry, quiero disculparme en nombre de mi hijo, pero al haber estado tantos años fuera de su país tiene muchos pendientes y me temo que no pasara tiempo con usted.
– No se preocupe, Draco me escribe todos los días y dice que en cuanto termine estará conmigo para cortejarme como es debido.
– Estoy segura de que así será, ahora quisiera me acompañara, debemos detallar algunos detalles sobre la boda, lamentablemente tenemos que adelantarla será en un mes y medio, no se preocupe ya se ha escrito a su familia. En una semana será la fiesta de compromiso para anunciar oficialmente el matrimonio del príncipe, su familia llegará hasta la boda me temo.
– Lo entiendo, agradezco mucho todas sus atenciones.
– No tiene nada que agradecer, ahora si me permiten, debo retirarme tengo unas reuniones que atender – Lucius se retiró.
Narcisa llevo a Harry a una enorme habitación donde se encontraban unas 50 personas con listas, adornos, telas, vestidos, trajes y toda clase de cosas para una boda, Harry se temió tomar malas decisiones, pero sabía que no tenía la última palabra, lo cual lo alivio un poco. Pasaron toda la tarde eligiendo, música, platos, bebidas, telas, mesas, lista de invitados y tantas cosas que termino agotado, para su sorpresa lo que el eligió era la ultima palabra, la reina le hacía sugerencias, pero si Harry no lo aceptaba no se hacía.
Ya entrada la noche pasaron al comedor a cenar, por primera vez en semanas, estaban los cuatro a la mesa. Cuando nadie cenaba en casa, Harry pedía se le sirviera en su habitación o solo cenaba con Narcissa. Draco no dejo de verlo durante todo el rato.
– ¿Qué tal estuvieron los preparativos para la boda Harry?
– Draco, ¿ya tuteas a tu prometido?
– Si padre, Harry me lo ha permitido.
– Bien ¿Qué tal los planes entonces?
– Estuvieron agotadores, pero estuvieron bien ¿Verdad mi señora?
– Así es, Harry tiene un gusto exquisito, mañana veremos el traje que el usara – Lucius mostró la incomodidad de que ya trataran con tanta familiaridad a Harry, el pensaba que se le debía tratar con mayor respeto, sobre todo viendo todos los talentos y conocimientos que poseía, una verdadera joya.
– Que lamentable, mañana estaré libre, ¿no se puede posponer madre? Me gustaría pasar el día con Harry.
– No tardaremos mucho, hoy manejo muy rápido y de maravilla, lo que su pudo hacer en tres días él lo hizo en una tarde.
– Bien, ¿a qué hora estará desocupado?
– A las tres de la tarde.
– De acuerdo – Toda la cena termino con tranquilidad, los reyes se retiraron y Harry se levantó – Harry, ¿puedo acompañarte a tus aposentos? Quiero darte algo.
– Claro – caminaron juntos y detrás de ellos iba Hermione y un mayordomo con una caja, una vez en el salón de Harry, tomaron asiento en un sofá, el mayordomo se retiro y Hermione se mantenía a una distancia prudente.
– Te pido nuevamente una disculpa, mi padre y los consejeros de la corona me han llenado de labores, viaje al pueblo hace unos días por unas cosas y vi esto para ti. Toma – Draco dio a Harry la caja de tamaño mediano, al tomarla esta se movió lo que asusto a Harry y solo quito el lazo y la abrió, viendo un perrito, rápidamente lo tomo en brazos.
– Oh Draco, es hermoso, es muy pequeño – el perrito jugaba entre los brazos de Harry, era negro con su pelo chino – Me ha gustado mucho, gracias
– Me alegra que te guste tanto. ¿Cuál será su nombre?
– No lo sé… Padfoot.
– ¿Padfoot? ¿Qué significa?
– No lo sé – Harry sonrió – Se me ocurrió.
– Bien.
– Es muy lindo, me encanta – Harry estaba agachado con Padfoot en las piernas y al levantar la mirada, Draco tomo de la barbilla y lo beso, ninguno se movió, Harry tenía los ojos abiertos, pero casi de inmediato lo cerro, suspiro y abrió un poco la boca al hacerlo, Draco movió su mano a su mejilla y se quedaron así unos segundos hasta que se separaron – Me gusto el beso, hiciste que mi día fuera maravilloso.
– Espero que tu primer beso cumpliera lo que sea que tuvieras en mente.
– Lo cumplió, créeme… me… ¿me darías… otro?
– Claro – Draco volvió a besar a Harry y después de unos segundos quietos termino tomando con sus labios, el labio inferior de Harry y este volvió a suspirar – Debo irme, o estoy seguro de que mi madre nos volverá a interrumpir ¿quieres que me lleve al perro?
– ¡Oye! Ya tiene nombre – Harry alzo al perrito hasta ponerlo junto a su cara y Draco deseo volver a besarlo.
– ¿Bien, quieres que me lleve a Padfoot?
– ¿No se puede quedar conmigo?
– Claro, pero probablemente tenga que hacer sus necesidades, debes educarlo o pide a Hermione que lo haga, ella sabe hacer esas cosas.
– Lo haré – Ambos se pusieron de pie y Harry acompaño a Draco hasta la puerta.
– Buenas noches, amor mío.
– Buenas noches, Draco – y Harry le dio un beso rápido en la mejilla para luego cerras la puerta, Draco se fue a dormir con una gran sonrisa.