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Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola~

Les comparto otro día mas en la vida de Michael. Espero les guste

O como adaptarse a las situaciones sobrenaturales… y no tan sobrenaturales

 

No poder escuchar se vuelve complicado cuando ya no vives solo. He vivido solo la mayor parte de mi vida adulta pero cuando viví en las casas de acogida siempre tenía problemas para ayudar aunque yo lo quisiera: nunca me enteraba de los problemas. Puede haber una gran discusión en la habitación de al lado y yo nunca me enteraría. Tal vez no es un problema tan grande al inicio pero es frustrante y a la larga sí que termina por molestar a los demás porque nunca puedo dar una opinión objetiva cuando me preguntan, además cuando hay peleas y me cuentan lo que paso las personas siempre están alteradas o molestas y me cuesta mucho entenderles.

No hay mucho movimiento hoy en la casa, aunque así ha estado desde hace unos días. Hoy no puedo dormir, me siento demasiado inquieto para hacerlo. Tengo la sensación de que algo está pasando y me lo estoy perdiendo. Jade ha estado actuando extraño, más extraño de lo normal, Cyan me da miedo y Azrael apenas ha estado por aquí así que no he podido preguntarle a nadie al respecto. Me estoy cansando de estar encerrado en la habitación, es tarde para salir pero podría caminar dentro, porque esta casa es muy grande. Aunque han apagado las luces no está oscuro, la luz de las farolas de la calle y la luna es suficiente para poder ver. Intento no ser ruidoso pero eso es muy complicado cuando no puedes escuchar el ruido que puedes hacer. No sé cómo se escuchan los pasos en el suelo. También es una pequeña molestia cuando tocas una puerta y no sabes si te han dado permiso para entrar o te piden que esperes. Después de dar unas vueltas me decidí por llamar en la puerta de Jade, tal vez me diga que le pasa y se encuentre mejor hoy, pero he llamado varias veces y no abre la puerta ¿debo entrar o no? ¿Ya se ha dormido? creo que es temprano para que él duerma. Creo que ha sido tiempo suficiente para qué abra… abriré yo. No hay nadie. La habitación está vacía.  No entro, sé que Jade no está en la casa porque he caminado por todos lados y no le vi, solo no entré a las habitaciones ¿Jade ha salido? No parecía en condiciones de salir.  Antes de pensar bien en lo que hago me dirijo a la habitación de Cyan. Está lejos de la mía y es la primera vez que vengo aunque se dónde queda porque suelo evitar venir por aquí. No me atrevo a tocar ni a abrirla, me quedo mirando la puerta hasta que siento la mano de alguien en mi hombro. Me giro tan rápido.

— ¿Qué haces?— es Azrael. Me llevo una mano al pecho y respiro antes de hacer señas.

Me asustaste, creí que eras Cyan.

— oh… lo siento— no puedo leer bien los labios estando tan oscuro. Me doy la vuelta camino a la cocina, al menos así tendré un pretexto para estar levantado y merodeando por allí. Azrael me toca el hombro de nuevo— ¿Necesitas a Cyan?— niego con la cabeza. Me da mucho miedo para necesitarlo. Creo que preferiría quedarme en problemas que pedirle ayuda.

Estaba buscando a… no podía dormir.

— ¿Qué?— repito las señas para decirle que no puedo dormir y estaba caminando— ah, ya entiendo— no se si lo que tienen Jade y Cyan sea secreto o no porque Jade dijo que no le dijera y a la vez no se molesta por ocultarse mucho que digamos, pero si Azrael es un ángel supongo que no estará de acuerdo. Ni siquiera sé que es lo que hay entre esos dos, a veces parecen demasiado cercanos, otras veces tienen diferencias tan grandes que me hacen pensar que en cualquier momento van a terminar por distanciarse en serio. La mano de Azrael me toca la mejilla, sus dedos están fríos— ¿en qué piensas? Te quedaste pensando profundamente.

Estoy preocupado por Jade.

— ah. No tienes porque, el pacto que tiene con Cyan le mantendrá a salvo— pacto… aun no puedo creer que sea verdad pero la realidad es mucho más interesante de lo que pensé. Los he visto aparecer y desaparecer, usar sus poderes o lo que sea para hacer todo tipo de cosas. Me quedo mirado a Azrael. Aun no me olvido de las palabras de Bel, que Azrael es el ángel de la muerte.  Cuando me enteré por primera vez sí que me sorprendió y me alarmo un poco porque no sabía que había un ángel de la muerte, a decir verdad se poco sobre ángeles y demonios.

¿Cómo funciona un pacto? ¿Los ángeles pueden hacerlo?

— los ángeles no hacemos eso. Y… los tratos con demonios no son muy diferentes a hacer cualquier promesa. Cualquiera puede hacer una promesa, el poder que tienen los demonios permite que el pago sea un alma. Es complicado de explicar, no lo entenderías… no, no es porque no tengas la inteligencia necesaria es solo que no sé cómo decirlo de forma simple y con palabras que no te confundan.

 Me confundes.

— ¿lo ves? solo ten presente que el demonio hará lo que sea para que el trato se realice, porque lo más importante es el alma— entiendo un poco eso— por eso no tienes que preocuparte por Jade, Cyan hará todo para que el trato que tienen se cumpla— Aun así estoy preocupado— sin duda eres buena persona— Azrael no solo lo dice, también hace las señas, aunque entendí el mensaje a la primera. No siento que sea así, solo soy una persona normal. Eso no evita que la vergüenza me ponga las mejillas calientes.

No soy así. Cualquiera lo haría.

— no lo creo. Tu rechazaste lo que Bel te propuso, muchos aceptarían el trato que les dio con tal de poder cambiar— ¿el trato de Bel? Ah, ese trato. Ni siquiera lo vi como uno, para mí fue insultante que me dijera que podía arreglarme como si algo estuviera mal conmigo. Azrael sonríe— ya sé lo que estas por decir, lo dejaste muy claro ese día aunque los demás no lo pudieran entender. Me hizo muy feliz que dijeras esas palabras— ahora no solo siento las mejillas rojas, si no toda la cara. Por si fuera poco, me da unas palmaditas en la cabeza.

No es gran cosa.

— lo es para mí— sigue sonriendo, él nunca sonríe así que es inesperado verle. Y también un poco más vergonzoso de lo que ya es— ¿quieres comer algo?

No es buena idea si me voy a dormir pero gracias.

— ya veo ¿hay algo que pueda hacer para ayudarte a dormir?— le miro, no tengo hambre pero he aguantado mucho para preguntar. Azrael me vuelve a preguntar lo mismo pero en señas, se me ha olvidado responderle por estar pensando. Muevo la cabeza y me detengo antes de formar la pregunta ¿no sería mejor escribirla? no me siento muy cómodo escribiendo, fue complicado aprender a escribir de una forma parecida a los demás porque escribir siendo sordo tampoco resulta tan fácil como suena, las señas y las palabras no siempre tienen un orden similar y escribir una oración y hacerla en señas tiene una gran diferencia— Michael, ¿estás bien?— hasta que no termina la frase puedo darle una interpretación y saber si me está preguntando o solo es un comentario. 

Eres un ángel. 

— lo soy.

El ángel de la muerte.

— no lo sabias ¿te lo dijo Jade?— sacudo la cabeza. Realmente no sé qué pensar, cuando lo supe si tuve miedo ¿Quién no tendría miedo si le hablan de la muerte?  Bueno, posiblemente habrá algunos que estén felices al escucharlo, no fue mi caso. Pero después de pensarlo ¿no sigue siendo un ángel?  Aunque su labor sea esa,  es un ángel, no puede ser malo ¿cierto?— ¿tienes miedo? estas asustado de mí.

Ya no.

— me alegra saber eso, pero veo que algo te inquieta todavía— no hay una forma sutil de preguntar lo que quiero, ni siquiera con señas. Sé que Azrael no va a molestarse si lo pregunto, pero eso no evita que me sienta un poco mal por hacerlo.

¿Por qué quieres matar a Jade?

— ¿Matarle? Yo no quiero matarle— me toma mucho entender lo que quiere decirme. Jade y Cyan dijeron eso antes ¿Me mintieron? Yo…— Michael ¿Todo está bien? Pareces alterado— yo. No. Quiero. Matar. A. Jade.

¿Me mintieron?

— creo que es más una confusión. Yo vine a llevarme el alma de Jade, porque estaba muerto. Tenía que morir, estaba designado, pero Cyan intervino y salvo a Jade— siento que tengo que poner más atención de la normal para poder entenderle.

No entiendo ¿No quieres matarlo pero venias por su alma?

— es que matar y llevarme su alma son cosas diferentes. Necesito que Jade muera para terminar mi trabajo— ¿y eso no es lo mismo?— espero que notes que no es lo mismo, que quiera llevarme su alma no significa que lo quiera matar. O que lo vaya a matar. No quiero matar a Jade. Es un humano muy… interesante— yo no puedo imaginarme vivir sabiendo que alguien quiere llevarse mi alma, eso me aterraba los primeros días que estuve aquí, hasta que todos me dijeron que eso no pasaría— ¿tienes miedo de mí?— tal vez yo no pueda escuchar los tonos en la voz de las personas, pero he aprendido a leer las expresiones de los demás, quiero creer que un poco mejor que el promedio. A Azrael le entristece eso ¿él me asusta? Le miro, intentando descifrar que es lo que siento y porque estoy haciendo estas preguntas.

No me asustas. Me da más miedo Bel y Cyan.

Esa es la conclusión a la que llego. Porque nunca he sentido tanto miedo de Azrael como lo he sentido de esos dos, o de Jade. Azrael siempre ha sido comprensivo y más atento conmigo. Su rostro se releja, creo que se siente aliviado de que le dijera eso.

— deberías dormir ahora, es tarde. Si quieres preguntarme más cosas, podríamos hablar mañana, con más calma. Estás seguro aquí, no tienes que temer porque no dejare que nada demoniaco te pase— eso me tranquiliza un poco. Muevo la cabeza para darle la razón.

Buenas noches.

— buenas noches, Michael— me doy la vuelta y camino hasta la habitación.

 

La alarma enciende puntal. Siento la vibración en la cama. otra vez he logrado tener una rutina más o menos funcional, aun no estoy seguro de cuánto tiempo me toma llegar a la universidad usando autobuses o el tren, a veces salgo muy temprano porque no quiero encontrarme con Cyan o a veces se me hace muy tarde discutiendo con Jade, entonces no tengo horarios fijos como antes. Cuando voy tarde Jade simplemente llama a un taxi.  Aun no tengo una televisión aquí, no he querido pedirla, así que bajo a la sala y por costumbre enciendo el aparato.  En mi antigua casa podía ver la televisión y prepararme el desayuno, aquí la cocina está más lejos y tiene una puerta así que no creo que pueda ver la televisión desde la cocina, tengo que tener mi teléfono aquí para seguir viendo la hora. Ah, ya hay alguien en la cocina: Cyan… y Jade.

… ¿Qué…? ¿Por qué están…? Oh. 

He visto suficientes escenas en películas, y algunas porno, para entender lo que estoy viendo. Además no es que lo que hacen tenga discreción. Cyan me está dando la espalda, no me ve. Jade esta sobre la mesa, sus piernas alrededor de la cadera de Cyan, sus manos en su cuello, los pantalones abajo y el movimiento.... es él quien me ve, pero en lugar de detenerse se aferra más a Cyan, me sonríe, su expresión es de puro placer.

 Ay, no puede ser ¿en serio? ¿En la cocina?

Cierro la puerta, me quedo con las ganas de arrastrar el sofá y bloquear la entrada. Necesito… se me ha quitado el hambre. Me regreso a mi habitación para vestirme y lavarme la cara. Mis cosas están listas así que solo tomo la mochila y salgo, y casi choco con Azrael.

— cuidado ¿estás bien? ¿Vas de salida ya? Es temprano— sacudo la cabeza.

No importa. Llegare temprano.

— que tengas buen día. Iré a desayunar— ¡No, de ningún modo!— ¿Michael? ¿Pasa algo?— ¡Ah! no le puedo decir porque la cocina ahora es zona prohibida…— ¿te sientes bien?

Tú. Cara. Se. Puso. Roja. Ya lo sé, puedo sentirlo pero no puedo hacer nada para evitarlo. Sacudo las manos y finalmente me decido por algo.

Acompáñame a desayunar fuera. No quiero comida de casa hoy.

— oh, no solemos tomar el desayuno en los locales humanos ¿cierto? está bien, ya que parece que tienes prisa por salir, debes tener hambre— lo que tengo es ganas de gritarle a esos dos, pero no es una buena idea, así que me limito a asentir y caminar para bajar y salir, asegurándome de que Azrael me siga y no se le ocurra algo como invitar a Jade o despedirse de Cyan. Para mi suerte no lo hace y salimos a la calle sin problemas. Él conoce mis problemas, así que es él quien se ofrece a detener un taxi y yo solo escribo la dirección de la primera cafetería que recuerdo que está cerca de la universidad. Para cuando llegamos, el bochorno del encuentro en la cocina se me ha pasado un poco y solo queda algo de mal humor ¿Qué se les cruza por la cabeza para hacerlo en la cocina? ¡En la cocina! No puedo creerlo, en serio no tienen nada de vergüenza ni decencia ¿Por qué no pueden usar una habitación como las personas normales? Suspiro, y solo por eso noto que Azrael está moviendo su mano frente a mí— tal vez ¿me invitaste porque querías seguir con la conversación de anoche?— ni siquiera recordaba eso. Solo quería salir de la casa.

Sí. Pero este no es un lugar para hablar de eso.

— entiendo. Entonces será en otro momento. Entonces permite que sea yo quien pregunte ¿has tenido algún problema?  ¿Todo va bien? vivir en la misma casa que un demonio puede ser algo agotador para los humanos, aunque Cyan no es problemático. Jade no se da cuenta de cuando se mete demasiado con alguien y podría ser entrometido.

Estoy bien. Ya no me asusto con ellos. Tanto.    

— es bueno escuchar eso ¿Y yo? ¿Te asusto?

Te dije que no. Solo estaba sorprendido de saberlo. Siempre creí que todos los ángeles eran buenos.

— ¿Piensas que soy malo?— Hasta para mi es obvio que eso le pone triste. Levanto las manos, apartándolas de mi bagel, y las muevo, cruzándolas frente a mi para llamar su atención y a la vez hacerle notar que esta equivocado. Cuando me ve, suspiro y formo otras palabras.

No se que es lo que haces, y cuando dicen que eres el ángel de la muerte suena muy, muy aterrador.

— Ah— su expresión cambia tan rápido que me deja dudando si le vi triste o no— nunca nadie se molesta en preguntarme que es lo que hago y siempre asumen lo mismo que tú ¿Cómo puedo explicarlo?— se queda pensando unos momentos.

Puedes escribirlo.

— podría, si…— Guía. Ha formado eso con señas. repito la seña, a modo de pregunta— eso es lo que soy. Guio a las almas al lugar que les corresponde, si merecen o no una segunda oportunidad.

Es un trabajo muy pesado.

— lo es, pero tengo ayudantes, no podría hacer ese trabajo yo solo. Ahora mismo ellos se están encargando de la mayor parte de trabajo debido a la misión que me asignaron— no le pregunto cuál es esa misión. Terminamos de desayunar, yo ya no hago preguntas porque no puedo usar mis manos para comer y hablar al mismo tiempo—Tengo que irme ya, ya llegare tarde.

A Jade no le importa.

— tienes razón. Aun así debo irme. Que pases buen día, nos vemos más tarde— le veo irse. Hace días que no me quedo completamente solo. Siempre estoy cerca de alguno de ellos. A azrael se le ha olvidado pagar su parte, aunque no pensaba hacer que pagara porque fui yo el que le arrastro a venir. Camino en dirección a la universidad mientras guardo el cambio que me dieron al pagar. Ah… hasta hace poco no podía invitar a alguien una comida porque apenas podía pagar la mía. No me consideraba alguien sin dinero, pero vivía demasiado ajustado económicamente. Ahora tengo dinero de sobra en mi cartera. Jade no mentía cuando dijo que pagaba bien, además no he tenido que pagar renta, y ese es otro asunto que me incomoda de estar en la casa: yo no estoy pagando nada. Salud mental, quizá.

Apenas cruzo la calle, siento que algo me impacta por detrás y luego me detiene. Mi primer impulso es correr y dar golpes, pero el olor a flores me detiene.

— Michael, ¿Qué ha pasado contigo? apenas te he visto, nadie sabe de ti y no llegas en el mismo…— es Annette, y está hablando tan rápido que ya me he perdido entre todo lo que está diciendo y gesticulando. Está haciendo unas muecas exageradas, y aunque no entiendo sus palabras si entiendo que la he preocupado. Le hago una seña para que haga una pausa.  Y mientras ella respira y creo que refunfuña, escribo en mi teléfono: Lo siento, no era mi intención. He tenido muchas cosas complicadas— ¿ah, sí? ¿Cómo qué? ¿Alguien te da un mal rato? Sabes que puedes pedirme ayuda.

Lo sé. Gracias. 

— entonces ¿Qué estuviste haciendo?

Me mudé y conseguí un nuevo trabajo.

— oh. Eso es… bueno, creo. Pero pudiste avisarme. Supe que tenias un permiso para ausentarte— no saque ninguno, no se quien fue quien hizo eso— pero nada más. No vuelvas a desaparecer así— me da un abrazo que me hace sentir torpe. No suelo ser tan cercano a las personas. Ella se aparta y mira hacia atrás— el timbre, vamos tarde— eso me basta para empezar a correr a la universidad.

 

Estoy cansado, pero es un cansancio satisfactorio, he estado trabajando sin parar desde que salí de clases.  Ni siquiera me encontré con Cyan, azrael o Jade en las oficinas. Vine solo a la casa. Apenas abro la puerta, el olor a comida llega hasta mí. Huele demasiado bien. Como no he comido nada, siento el hueco del hambre en el estómago.  Dejo mis cosas en la sala y cuando estoy por ir a la cocina, la puerta se abre y Azrael se asoma.  

— bienvenido. Llegas justo a tiempo, acabo de terminar la comida— vuelve a entrar a la cocina. La cocina… corro hasta entrar, azrael apenas está sirviendo un plato y alcanzo a rodear la mesa y detenerle antes de que lo coloque sobre la mesa. Ah, por poco… me falta aire, necesito hacer más ejercicio. Azrael no se mueve, me está mirando sin una expresión clara— ¿pasa algo?— pasa que no quiero comer aquí. Le dirijo una mirada de desconfianza a la mesa. 

Quiero ver televisión ¿podemos comer en la sala?

— no creo que haya problema con comer en la sala.

Gracias.

Ah, estuvo cerca. Tomo el plato de su mano y me dirijo a la sala. Definitivamente no quiero saber nada de la cocina hasta estar seguro de que está completamente limpio. Me dan escalofríos de pensarlo.

— ¿Qué haces?— él… ¡Jade esta como si nada! le entrecierro los ojos y dejo el plato en la mesita de la sala.

¿En la cocina? ¿En serio?  Ahora vivimos más personas aquí, tengan un poco más de consideración por los demás por favor. No debería ser muy difícil aunque sean demonios.

— no entiendo nada de lo que dices, pero imagino que es lo que te tiene tan molesto— está sonriendo. Saco mi teléfono y escribo lo más rápido que puedo.

No vuelvan a hacer eso en la cocina.

— ¿y en la sala?— ¿está burlándose de mí?— ya, ya. Sí que estás tenso. Si tanto te molesta, no tengo problemas en invitarte para que no te sientas excluido— me froto la cara con las manos, es imposible tratar de razonar con Jade ¡Y pensar que esta mañana estaba preocupado por él! no necesita que nadie se preocupe por él,  nunca, jamás— ya, se enfriara tu comida y huele muy bien ¿azrael tiene más de eso?— Se va, y cuando menos me lo espero, noto a Cyan en la entrada. No sé si estaba allí desde que me encontré a Jade o solo apareció ahora, pero le doy la espalda y me siento en el suelo para comer. Azrael y Jade llegan poco después, los dos con su plato de comida.

—que inusual comer en la sala— le lanzo una mirada de advertencia a Jade.

— es agradable— Azrael no se da cuenta, como siempre.

— me pregunto cómo se le ocurrió esta brillante idea a Michael— al menos eso es lo que entiendo que dijo jade. Dejo mi cuchara.

Te matare.

Jade se ríe, de la forma en que alguien ríe a carcajadas. Me siento un poco sorprendido de que me entendiera.

— oh, eso no le gustaría a nadie aquí… y eso sin duda te llevaría al infierno— aún tiene una mirada divertida. Yo solo uso una seña con la mano que no necesita ninguna interpretación y que hace a Jade reír más.

— ustedes son muy amigos. Me alegra ver eso— ah, no tiene caso intentar ser normal aquí. Es mas agotador que dejar que hagan y piensen lo que quieran.

Como soy el único que no puede quejarse por lo que le mandan, me toca ir por la comida. No me molesta porque así puedo ver a mis antiguos compañeros de trabajo. sí, vivo mejor de lo que hacía, y poco a poco deja de sentirse incorrecto. No he podido hablar bien con Azrael, pero no siento que necesite más información o más detalles de lo que hace o no porque eso es lo que es y no se puede cambiar. Jade se sigue metiendo conmigo para molestarme, parece que su nueva diversión es encontrar formas para molestarme, a veces le miro esperando poder preguntarle si lo que le tenia mal ya se resolvió pero últimamente Cyan esta todo el tiempo con él y Cyan si me sigue dando algo de miedo. Creo que no le agrado.

Alguien se detiene frente a mí, impidiéndome pasar. Bel esta frente a mí, sonriendo.   Yo intento dar unos pasos hacia atrás pero no puedo moverme. Las personas a nuestro alrededor caminan como si no pasara nada, es como si no nos vieran y pienso que tal vez así sea. No puedo pedir ayuda, y aunque pudiera ¿Qué voy a decir? ¿me van a entender?

— Hola de nuevo. Vamos, no hagas esa cara, parece que no estas feliz de verme— no lo estoy— ¿has pensando en mi propuesta?— sacudo la cabeza. No me interesa tener nada con él. Se que no puede hacerme daño gracias a Azrael— ¿eso es un no? Pareces algo asustado. No te hare daño— su sonrisa no me tranquiliza— ¿sabes si a Jade le gusto mi regalo?  Hace días que no puedo contactar con él. Supongo que me descubrieron— ¿Jade? ¿Qué regalo? No entiendo— entonces ¿seremos amigos? ¿vas a ayudarme?— no, no, no. Bel mueve la cabeza. Mis dedos se sienten rígidos cuando intento decirle que no quiero nada de él— esto es un problema ¿cierto? Tal vez si te doy un regalo también— agito mis manos, no me importa que la comida se estropee— ya lo vez, yo no entiendo nada de esas señas, y así te darás cuenta de que no soy malo— desparece. Me toma un momento comenzar a buscarle, antes de que aparezca de nuevo frente a mí. Yo sigo sin poder moverme mucho, así que cuando alza las manos solo cierro los ojos. No pasa nada. No me toca, no siento nada diferente.  Abro los ojos, aun seguimos en la calle y todo parece normal… hasta que noto un viento frio en mi cabeza, en mis orejas y…

no se lo que es, solo se que es doloroso. El mundo se ha vuelto caótico ¡Basta! ¿eso es ruido? ¿así es como se siente escuchar? Duele… es aturdidor, todo ruge en mi cabeza, aplastándome. El ruido me taladra la cabeza, me hace caer de rodillas y cubrirme las orejas para no escuchar más… no se cuando cerré los ojos, solo noto una luz brillante tras mis parpados, alguien se acerca, una presencia reconfortante. Yo ya no soporto mas esto, quiero vomitar, me duele… duele…

… alguien me toca, un toque suave en mi rostro, me ayuda a levantarme y de nuevo siento un cálido roce en mi frente, un roce que apaga el sonido, devolviéndome al silencio. 

Notas finales:

Nos leemos la próxima semana!!


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