La ceremonia estaba pasando bastante rápido.
Todos los presentes mostraban sus sonrisas hacia los novios mientras que Tony solo mostraba un rostro neutral, que mantenía una pisca de enfado, no solo por la boda sino también por la escenita de los dos hermanos antes de que entraran en la capilla.
La ceremonia estaba terminando y por fin había llegado el momento que Steve había estado esperando, el momento de poder besar a su alfa y lo emocionaba porque sería su primer beso. Solo que el rubio no contó con que ese momento que esperaba fuera mágico solo fue algo que le rompió el corazón. El beso no fue dulce ni nada de lo que él se imaginó, en cambio fue un beso sin ganas, dado con asco y furia por parte del alfa. Lo peor fue, que cuando nadie lo estaba mirando mientras se dirigían al salón, Tony se limpió la boca con la manga de su traje y luego fue al baño a enjuagarse haciendo que al rubio se le llenaran los ojos de lágrimas por lo que vio, pero teniendo que tragárselas porque debían presentarse en el salón.
. . .
Cuando la fiesta acabó, Happy llevó a la pareja de recién casados directo al aeropuerto, donde los esperaba el avión privado de la compañía que los llevaría a donde seria su luna de miel.
Antes de irse, todos se estaban despidiendo de los recién casados, cuando Pepper y Natasha separaron al rubio y le sonrieron con picardía;
-dentro de tu maleta va algo especial para su noche de bodas. - comentó la alfa con una enorme sonrisa pícara -Cuando te lo pongas, envíanos una foto. Necesitamos ver que te quede bien
- ¿Qué fue lo que pusieron? - preguntó sonrojado el rubio cuando escuchó que Happy lo llamaba
-ya verás, mucha suerte y diviértanse. - comentó la beta abrazándolo para luego acercarse al alfa y despedirse también -Pásala bien
-claro que lo haré- sonrió el castaño subiendo al avión, seguido del omega.
El viaje duro un par de horas y cuando llegaron a su lugar de destino, ya era de día.
Al descender del avión, fueron llevados hasta el hotel, donde se registraron y los guiaron hasta su habitación, el pent-house privado del lugar;
-whooo Tony, esto es hermoso. - comentó el rubio emocionado viendo la enorme habitación que estaba adornada con bellas flores exóticas sobre una linda mesa, una enorme cama matrimonial con un par de mesitas y al final, la vista que daba un balcón hacia la playa -Nunca había salido de viaje… Hawái es tan bonito- dijo saliendo por el balcón y mirando el mar
-aja- respondió el castaño sin ganas y sin mirar al rubio
- ¿podemos ir a la playa más tarde?
-aja… como quieras
-tengo que mandarle una foto de esto a los chicos. Clint se pondrá verde. - rio el chico sonriendo y tomando una foto como Peter le había enseñado, ya que había recibido como regalo de bodas de parte de su familia un nuevo aparato celular. El rubio volvió a entrar en la habitación y se acercó a su ahora esposo -Gracias por esto- dijo besando la mejilla del hombre, quien se quitó y se sentó en la cama sin soltar su celular
-agradécele a Pepper, no ha mí. Fue su idea
- ¿mañana podemos ir a comprar recuerdos? Me gustaría llevarles unas cosas a los niños. Además, Peter y Happy pidieron también y…
- ¡¿quieres callarte por un segundo?! - gritó Tony malhumorado, haciendo que el rubio se callara al instante y le viera algo asustado -Gracias
-lo siento- susurró, acercándose a su maleta de viaje y sacando la ropa para ponerla en uno de los buró que había en el lugar. Cuando acabó, se sentó a un lado de la cama mirando a su alfa de reojo, - ¿To-Tony?
- ¿Qué? - preguntó el mencionado aun con molestia
-ho-hoy… ¿haremos algo especial? - el alfa lo miró y le dirigió una sonrisa maliciosa y lujuriosa, haciendo sonrojar levemente al otro
-oh si, hoy yo sí que hare algo especial. - dijo poniéndose en pie y acercándose a la puerta -Nos vemos- terminó de decir saliendo del lugar. Cuando se fue, el omega de Steve se sintió realmente feliz.
El rubio se puso de pie y buscó entre sus cosas aquellas prendas provocativas que Natasha y Pepper le habían dado para su noche de bodas, ropa interior de encaje para omegas. Esta consistía en unas medias blancas caladas hasta los muslos, acompañadas por un hermoso ligero de encaje y un delicado, fino y muy corto y apretado bóxer, que también tenía encaje a juego. Y para terminar con el conjunto, un bello top algo transparente, que hizo al rubio sonrojarse de solo pensar en usarlo. El chico volvió a sonreír y se metió al baño para comenzar a alistarse.
Un par de horas después tenía casi todo listo. Había pedido champagne, uso bocadillos, un par de copas y se había alistado con aquellas ropas que habían elegido para él.
Steve se miró una vez más al espejo, se arregló su cabello, se roció un poco de colonia que era bastante delicada, le mando una foto de cómo se veía a las chicas y se sentó en el borde de la cama a esperar a su esposo, manteniendo una enorme sonrisa, algo avergonzada, sobre su rostro.
El tiempo pasó y cuando se dio cuenta, el rubio se despertó mirando el reloj que estaba en la pared: las cinco de la mañana;
- ¿Tony? - preguntó al aire al darse cuenta de que estaba solo en la habitación. Steve se froto los ojos y fue cuando escuchó la puerta abrirse y risas provenientes de ella - ¿Tony? - volvió a preguntar, poniéndose de pie y acercándose, viendo a su esposo completamente ebrio - ¿Por qué vienes a esta hora? - el chico olisqueo un poco el aire y arrugo su nariz - ¿estas tomado? ¿Por qué hueles a alfa?
- ¡cállate! - gritó el moreno con su voz de alfa, haciendo que el rubio se paralizara. Cuando Tony por fin lograr enfocar lo que tenia enfrente, soltó una sonoro carcajada - ¿Qué demonios? ¡te ves ridículo! ¿Qué son esas ropas? - se reía, señalando a un muy avergonzado rubio, que lo único que atino a hacer fue taparse con un paño que había cerca
-yo… te estuve esperando. Dijiste que hoy haríamos algo especial y las chicas me dieron esto para nuestra noche de bodas… y- el alfa rio más fuerte
- ¿enserio pensaste que pasaría “nuestra noche de bodas” contigo? ¡hilarante! - exclamó dejándose caer en la cama y quitándose los zapatos dejándole un gesto burlón a Steve. Este solo lo miraba con dolor y enfado, conteniéndose de no soltar su aroma a molestia -Yo SI tuve una noche de bodas increíble… esas betas y alfas fueron increíbles. Eran hermosas, me consentían y se veían mejor que tú
- ¿te acostaste con otros? – el mayor rio
-es obvio ¿no?... te lo dije antes, - comenzó a decir incorporándose y quedando a la altura del rubio, bueno casi, ya que el menor era un poco más grande -tú llegaste a arruinar mi vida. No voy a dejar de divertirme solo porque tengo un estúpido anillo que me une a un estúpido omega simplón que viene de un pueblito. Solo eres una fachada para que papá me deje en paz… - Steve lo miró con dolor, evitando con todas sus fuerzas quebrarse y que esas lagrimas que picaban en sus ojos salieran -Yo como alfa, haré lo que quiera… tu como omega, solo obedecerás. Al final de cuentas, ustedes son débiles, inútiles y simples incubadoras humanas que solo sirven para eso- Tony no había terminado de decir eso cuando una fuerte cachetada dio contra su mejilla, haciendo que trastabillara y cayera sobre la cama
- ¡nunca vuelvas a decir esas cosas Stark! ¡no vuelvas a humillar a los omegas así! - el castaño sonrió con malicia y se levantó de golpe lanzando un puño a la cara del otro, pero el omega lo esquivo y solo lo miró con furia. Ambos se quedaron mirando fijamente, hasta que el rubio sin decir más se metió dentro del baño, comenzando a llorar mientras veía en su celular una foto de su familia mientras que Tony solo gruño y gracias al alcohol, cayó profundamente dormido.
Entrada la mañana, Steve salió listo y vestido del baño, y salió de la habitación sin hacer ruido, ya que el alfa seguía profundamente dormido.
El rubio bajó al restaurante a desayunar y cuando hubo acabado, se fue a caminar por la playa y a conocer el lugar. El chico llevaba rato caminando, cuando una mujer de cabello castaño choco contra él;
-lo siento- dijo el rubio levantando a la chica quien sonrió al verlo
-pero miren que me trae el viento- dijo aumentando su sonrisa - ¡Stevie!
- ¿Peggy? - preguntó sonriendo también y abrazando a la mujer - ¿Qué haces aquí?
-lo mismo debo preguntar yo ¿Qué está haciendo mi pequeño girasol en este lugar?
-yo… - el chico recordó el evento de la mañana, pero inmediatamente sacó esas imágenes de su cabeza -estoy en mi luna de miel
- ¡¿MI GIRASOL SE CASÓ?!- gritó, haciendo que todos los que estaban a su alrededor voltearan a verlos. Steve se sonrojo e indicándole una calle llena de chucherías comenzó a caminar junto a la otra mientras le contaba todo lo ocurrido.