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124. Rescatando su Corazón (13) por dayanstyle

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-En serio, no quieres empujarme en esto.- One Junn miró a TaeYang mientras se paraba en la isla en la cocina.

-Y en serio quieres quitarte las malditas manos.- TaeYang se quitó su sombrero de vaquero y lo puso en el mostrador. -No me hagas herirte, One Junn.

-Es una maldita galleta.- One Junn agarró el paquete de Oreo y lo arrebató de TaeYang. -Los compañeros y Lisa comieron todo el resto de los bocadillos. Sólo quiero una maldita galleta.

TaeYang sonrió. -¿Qué vale para ti?

-Es una jodida galleta-, replicó One Junn. -No vale la pena una mierda.-

-Tú sigues maldiciendo así y Jin Young tendrá tu culo -le recordó TaeYang. -Ahora suelta el paquete.

One Junn gruñó al soltar el paquete de Oreos. -Será mejor que no necesites que te salve.

TaeYang se echó a reír mientras One Junn salía de la cocina. Tenía un hambre de demonio en este momento y estaba cabreado porque tenía que conducir todo el camino hasta la ciudad.

 

 

-Hey.- Young Jae salió de su oficina y se dirigió hacia el camino de One Junn. Necesito que me hagas un favor.-

Si hubiera sido alguien más, One Junn les hubiera dicho que no molestara. Pero como estaba delante de su alfa, One Junn se detuvo y escuchó.

-¿Qué pasa?-

-Necesito que recojas algo de The Lucky Clover para mí.-

Estupendo. Ahora One Junn tenía que conducir aún más lejos. Bien, pero se detendría en Beans and Buns antes de salir de la ciudad. -¿Qué estoy recogiendo y quién me lo da?-

-Ve a ver a Hoya -dijo Young Jae-. -Te dará un sobre. Lo que hay dentro no es importante. No lo abras, One Junn. Es una orden. Sólo tráigamelo.

Una misión secreta. Su día acababa de llegar muy interesante. -Si seguro.- -Gracias.- Young Jae se volvió y regresó a su oficina.

One Junn se metió en su nuevo Mustang e hizo el viaje, dejando el café. Se detendría en Dulce deleite en Villa Kim. Tenían una selección mejor de golosinas.

One Junn decidió detenerse primero en la panadería. Pero antes de entrar, se volvió hacia el ruido de un coche que se detenia. El coche se acercó a la acera, haciendo un ruido extraño antes de que el conductor cortara el motor.

-Juro que es una trampa mortal-, dijo el pasajero mientras salía y cerraba la puerta. -No puedes pagarme para volver a entrar.

-Deja de quejarte-, dijo el conductor al salir. –Te saque de la ciudad, ¿no? Debe haber un motel o algo así en esta ciudad donde podamos pasar disimulados.

 

 

Eso despertó el interés de One Junn. Sacó su teléfono y fingió que se deslizaba a través de él mientras se movía lentamente hacia su coche. También estaba intrigado con el pasajero. El tipo no era muy alto, pero maldito si no era sexy. A One Junn no le importaría conocerlo mejor, preferentemente en la cama con ambos desnudos.

 

 

-Un motel es el último lugar en el que quiero estar -dijo el pasajero en un susurro. -Prefiero dormir en tu trampa mortal.

-Prometo que no habrá un cadáver en esta habitación de motel-, dijo el conductor. -Voy a revisar el lugar solo para asegurarme.

¿Un cadaver? ¿En qué demonios se habían metido estos dos? One Junn levantó su teléfono ligeramente y sacó una foto de ambos hombres, luego se apoyó contra su coche, presionando el teléfono a su oreja mientras llamaba a su miembro de la manada, Young Saeng. -Young Jae me envió a un recado. Necesito que lo manejes en mi lugar.- Le explicó a Young Saeng lo que su alfa quería que hiciera.

-Estás de suerte -dijo Young Saeng-. Ya estoy en la ciudad.

-Gracias.- One Junn colgó y dirigió su atención a los humanos y su conversación.

-Será mejor que revises cada centímetro de esa habitación-, dijo el pasajero sexy.

Los dos hombres pasaron junto a él, y One Junn se aseguró de no mirar. Su intento fracasó cuando su lobo ofalteo y el aroma más dulce y suculento de jazmín flotó hacia él.

Se puso de pie derecho, mirando a sus espaldas cuando él trató de averiguar qué humano era su compañero. One Junn se metió el teléfono en el bolsillo y siguió unos pasos hacia atrás, su audiencia excepcional retomando su conversación.

-¿Ves? -dijo el conductor mientras agitaba una mano-. Aquí hay una posada.

-Todavía no lo sé-, dijo el pasajero. -Aunque necesito una ducha. Siento que tengo la sangre de ese tipo sobre mí. -

 

Independientemente de lo que estuviera ocurriendo, estos dos aparentemente estaban en una mierda profunda, y One Junn tuvo que encontrar una manera de sacarlos de ella. Pero primero, tenía que averiguar qué humano era suyo.

Los dos caminaron por el camino hacia la posada, luego entraron.

One Junn se quedó un segundo antes de abrir la puerta y la siguió.

 

La señora Briar saludó a los humanos con una cálida y amistosa sonrisa. ¿Los muchachos necesitarán una habitación?

-Sí, señora -dijo el pasajero-. -Por la noche, por favor.

-¿Una o dos camas? -preguntó.

-Dos,- el conductor dijo rápidamente. -No somos una pareja. Sun Woo es mi hermano.

Eso hizo que One Junn se sintiera mejor. No estaba seguro de lo que habría hecho si hubieran sido amantes. El olor dulce no había sido lo suficientemente fuerte para pertenecer a ambos hombres, lo que le dijo que sólo uno de los seres humanos era suyo.

La señora Briar hizo señas hacia el mostrador. -¿Solo una noche?- -Por ahora -dijo el conductor-.

La señora Briar miró a través de ellos y sonrió a One Junn. -Estaré contigo en un momento.

El conductor miró por encima del hombro y le dirigió una mirada de preocupación a One Junn antes de volverse. Si estaban tratando de pasar desapercibidos, estaban haciendo un trabajo pobre porque el conductor entregó una tarjeta de crédito. Debería haber usado dinero en efectivo.

La señora Briar miró los papeles que el chofer había llenado. -Bien, Hyung Jun, tú y Sun Woo tendrán la suite de luna de miel.- -Pero yo dije que éramos hermanos -protestó Hyung Jun.

-Lo siento, pero es la única habitación que tengo disponible -le entregó a Hyung Jun la llave-. -Tengo un invitado que se va mañana y puedo cambiarlos de habitación, si quieres.-

-¿Tiene un baño? -preguntó Sun Woo. -No creo que vaya a subir al piso de arriba.

La señora Briar señaló el pasillo. La primera puerta a tu derecha.

One Junn se acercó cuando Sun Woo partió por el pasillo. Inhaló en secreto el perfume de Hyung Jun y supo que éste no era su compañero.

Así que era Sun Woo.                                                                                                                            

-Amigo, ¿puedes retroceder?- Hyung Jun lo fulminó con la mirada.

One Junn se acercó al sofá y se sentó. La señora Briar le dirigió una mirada interrogativa a One Junn, pero simplemente se encogió de hombros.

-Déjame mostrarte tu habitación -dijo cuándo Sun Woo regresó. Los dos siguieron a la señora Briar, y One Junn esperó un latido, luego salió de la posada.

Tendría que llamar a otra persona para ocuparse del misterioso sobre. No había manera en el infierno que él dejara a su compañero.

Sun Woo estaba envuelto en algún tipo de problema, y eso preocupaba a One Junn. ¿Y si su compañero hubiera matado a alguien?

Independientemente de si lo hizo o no, One Junn ayudaría a Sun Woo a salir de esta situación.

Pero primero, tuvo que encontrar una manera de presentarse para poder averiguar de qué cadáver hablaban los dos.

 

 

 

-¿Viste a ese tipo abajo? -preguntó Sun Woo mientras se dejaba caer sobre la cama. -¿Estaba caliente o qué?-

Hyung Jun arrugó la nariz. -No me gustan los chicos guapos-.

Sun Woo suspiró mientras colocaba las manos detrás de su cabeza. -Espero que se quede aquí para poder encontrarme de nuevo con él.

-Amigo, estamos escapando a causa de su cuerpo muerto. Creo que tienes que preocuparte por eso en lugar de tener sexo.

 

 

Como de costumbre, Hyung Jun tenía razón. Sin embargo, Sun Woo no podía dejar de pensar en el guapo extraño. Tenía los ojos avellana más soñadores y realmente era un chico bonito. El extraño también tenía una nariz aguileña y pómulos bien definidos. Pero había sido su intensa mirada la que había llamado su atención.

Sun Woo lo había notado cuando había vuelto del baño. El hombre lo había mirado como si supiera el secreto de Sun Woo, lo cual era imposible. Él se sacudió de sus pensamientos del extraño y volvió al problema en cuestión.

-¿Cómo puedo resolver algo cuando no recuerdo lo que me pasó?- -¿Has bebido algo en la fiesta?

-¿Estás preguntando si estaba sobrio? Sun Woo fulminó a Hyung Jun. -No soy idiota. Tomé una cerveza y la abrí yo mismo. Yo tampoco lo dejé desatendida.

Hyung Jun se dejó caer en la silla de la cómoda. Parecía tan agotado como Sun Woo se sentía, y Sun Woo se sentía mal por arrastrar a su hermano a esto, pero no había tenido a nadie a quien acudir. -¿Sentiste un pellizco cuando te drogo?- -Nadie me drogó, Hyung Jun.

Hyung Jun agitó las manos. -Hey, estoy tratando aquí. No te veo venir con ideas.

Mientras Sun Woo yacía allí, una imagen difusa apareció en su cabeza. Se sentó, tratando de mantenerse aferrado a la memoria, pero estaba fuera de su alcance. -Creo que alguien me pasó por la calle.

La esperanza brilló en los ojos azules de Hyung Jun. -¿Te atacó?

Sun Woo apretó los ojos, agarrándose a la memoria. Era como tratar de tomar el humo cuando la imagen se deslizó de su alcance. -No creo que lo hiciera.- Él abrió sus ojos y miró a su hermano. -Pero no puedo estar seguro. -Ok, está bien.- Hyung Jun levantó sus manos. -Deja de esforzarte. Vendrá a ti.

Sun Woo deseaba que lo hiciera. Despertar con un cadáver en el baño le había asustado la mierda. Todavía no estaba seguro de que no fuera él quien mataría al chico, aunque dudaba en serio. No se sentía como un asesino. ¿No debería sentirse como si hubiera hecho un agujero en el pecho de un chico?

 

-Veré mi teléfono para ver si hay algo en las noticias sobre un tipo muerto en un motel. Hyung Jun escaneó a través de su teléfono mientras Sun Woo miraba al techo, pensando en el extraño con ojos soñadores. El hombre era alto y musculoso.

De la misma manera que a Sun Woo le gustaban sus hombres.

-Nada hasta ahora.- Hyung Jun tiró su teléfono sobre la cómoda. -Venga. Vamos a buscar algo para comer. Estoy hambriento.-

 

Sun Woo saltó, listo para salir de la suite de luna de miel. Su día ya había naufragado, y no necesitaba que nadie pensara que estaba casado con su hermano.

Cuando salieron de la posada, Sun Woo vio al extraño sexy apoyado contra un Mustang negro. Maldita sea, el coche estaba tan caliente como el tipo que lo poseía.

-Oh Señor.- Hyung Jun rodó sus ojos. -Ni siquiera pienses en coquetear con él.

-Estoy escondido, no muerto.- Sun Woo lanzó una mirada hacia su hermano. -Creo que necesito reformular eso-.

-¿Ya piensas?- Dijo Hyung Jun. -Pobre elección de palabras, idiota.

Sun Woo se mordió el labio inferior mientras miraba al extraño. No podía dejar que la oportunidad de hablar con el tipo lo pasara. -¿Sabes dónde podemos conseguir algo barato para comer por aquí?-, Gritó. Hyung Jun golpeó el brazo de Sun Woo. -No escuchas una mierda.-

Sun Woo apartó a Hyung Jun mientras se acercaba al desconocido. -Hola, soy Sun Woo.-

El tipo le estrechó la mano mientras una sonrisa perversa curvaba el lado de su boca. -One Junn.

La sacudida fue más larga de lo que debería haber sido, pero Sun Woo no iba a quejarse. One Junn podía ser un chico bonito, pero sus manos eran fuertes y callosas. Su mente fue allí, y él comenzó a imaginar lo que esas manos ásperas sentirían mientras acariciaba su polla.

O sosteniéndolo mientras One Junn lo jodía en el olvido.

-Hay un Restaurante en la calle.- One Junn finalmente dejó ir la mano de Sun Woo. -Yo mismo me dirigía allí. Puedo enseñarselos.

-No, gracias-, dijo Hyung Jun.                                                             

-De acuerdo -respondió Sun Woo al mismo tiempo-.

Hyung Jun lo fulminó con la mirada. -No necesitamos un maldito guía turístico.               

Sun Woo quería meter a Hyung Jun en el maletero de su coche. Su hermano estaba siendo uno de los principales críticos. Sun Woo sabía que tenía un gran problema que necesitaba pensar, pero... no podía explicarlo, pero sintió una atracción abrumadora por One Junn.

Una atracción que fue más profunda que simplemente querer tener sexo con el tipo.

-Sólo camina con nosotros -sugirió Sun Woo-. No es como si estuviéramos sentados con él.

One Junn empezó a bajar la calle.

Hyung Jun agarró el brazo de Sun Woo. -¿Estás loco? Cuantas menos personas interactuemos, mejor. Dejaste tus huellas. No pasará mucho tiempo para un laboratorio encuentre una coincidencia con usted. ¿Qué vamos a hacer cuando tu rostro esté salpicado en las noticias? Piensa, Sun Woo.

Sun Woo frunció el ceño. -Entonces, ¿por qué vamos a comer en algún lugar en vez de pedir una pizza y quedarnos dentro?

Hyung Jun agitó una mano a Sun Woo. -Porque estoy ansiando una hamburguesa. Venga. Podríamos seguir a su guía.

Sun Woo se apresuró a alcanzar a One Junn. El hombre tenía largos pasos, y Sun Woo estaba sin aliento cuando llegaron al restaurante.

One Junn esperó en la puerta. Cuando Sun Woo se acercó, One Junn lo abrió para él. Que caballeroso.

-Gracias.- Sun Woo le dio a One Junn su mejor sonrisa. Simplemente no podía dejar de coquetear con el hombre.

-Eres muy bienvenido.- One Junn le guiñó un ojo, y Sun Woo quiso derretirse en el suelo. Brad era guapo, pero no tenía nada contra One Junn.

 

 

Pero One Junn estaba siendo amable y coqueteando, así que Sun Woo se lo comió. -¿Quieres sentarte con nosotros?-

Hyung Jun empujó a Sun Woo en su espalda. -Amigo, ¿en serio?-

-Me encantaría.- One Junn cruzó la cafetería y se sentó en una cabina cerca.

 

Ese pensamiento congeló a Sun Woo. Si Brad no le diera la hora del día, ¿por qué alguien que se veía tambien como él? de los baños.

-Sé amable,- dijo Sun Woo mientras miraba a Hyung Jun. -Sólo porque estemos ocultos no significa que tengamos que ser maleducados.-

-Bien, pero si tienes suerte, no estarás usando nuestra suite de luna de miel.- Hyung Jun caminó hacia la mesa donde One Junn estaba sentado.

Sun Woo sólo deseaba que alguien como One Junn lo quisiera, pero el tipo estaba siendo amable. No parecía tener un motivo ulterior, pero de nuevo, Sun Woo era horrible al leer a la gente. Por lo que sabía, One Junn estaba buscando una conexión mientras estaba en la ciudad.

Eso estuvo bien con Sun Woo. No le importaría que lo usara deliciosamente. Incluso podría ayudarle a apartar su mente de la molestia en la que se encontraba.

Sun Woo se acercó a Hyung Jun y tomó un menú.

One Junn le sonrió. -Así que cuéntame sobre este cadáver tuyo.-

 

 

Un camarero con tatuajes de llamas alrededor de su cuello se acercó a su mesa. Era el peor momento, pero One Junn agitó la mano a los hermanos. Pueden ir primero.

One Junn estudió a Sun Woo cuando su compañero tomó el menú y lo miró. Tenía el menú delante de él, pero no pudo ocultar su mirada de shock y miedo. Hyung Jun simplemente miró a One Junn mientras el servidor esperaba que ordenaran.

 

-¿Ustedes van a ignorar lo que dije? -One Junn lanzó un brazo sobre el respaldo de la cabina, mirando desde Sun Woo a Hyung Jun.

-No sé de qué estás hablando.- La mirada azul de Sun Woo se deslizó hacia el mostrador, como si mirar a One Junn le hiciera decir la verdad.

 

-Tío, estas loco-, dijo Hyung Jun. -Estamos de paso por la ciudad en nuestro camino.

 

Ambos pidieron sodas, y One Junn pidió un café, luego el camarero se dirigió al mostrador.  camino a... en algún lugar. No hay cadáver.

El camarero trajo sus bebidas a la mesa y puso un pequeño plato de crema en frente de One Junn. -¿Saben ustedes lo que quieren?- -Necesitaremos un minuto -dijo One Junn-.

-Está bien, háblame cuando estés listo. -El camarero se dirigió a otra mesa ocupada mientras One Junn apoyaba los brazos en la mesa.

-Ustedes dos están mintiendo a través de sus dientes.- Él quiso ayudar a su compañero, y tal vez el acercamiento directo no era el camino, pero él no podía ayudarles si ninguno de los dos hablaba.

Hyung Jun empujó el brazo de Sun Woo. -Vamos, tenemos otra mesa. Te dije que no coquetearas con su tipo.

One Junn pateó su bota en el asiento, deteniendo a Sun Woo de escapar. -No voy a dejar que ustedes corran. Estoy aqui para ayudar.-

Hyung Jun entrecerró los ojos. -No te conocemos. Y aun si lo hicieramos, no hay cadáver-.

La mirada de Sun Woo salió de One Junn a Hyung Jun. -Vamos a comer.

-¿Quieres comer con un loco? -preguntó Hyung Jun.

-Sólo quiero comer-, dijo Sun Woo. -Estoy hambriento.- Hyung Jun señaló con un dedo a One Junn. -Bien, pero no más locura.

¿Había pensado One Junn realmente confesar lo ocurrido? Había valido la pena intentarlo, pero él vio que estos tipos eran conocedores de la calle. Al menos, Hyung Jun tenía ese brillo duro en sus ojos que decía que no confiaba en nadie.

 

 

Hyung Jun cogió el menú y lo miró. La mirada de Sun Woo rebotó por todo el comedor, pero siguió volviendo directamente a One Junn antes de que rebotara de nuevo.

Su compañero sintió el tirón.

One Junn no quería nada más que agarrar a Sun Woo y llevarlo a casa donde él podría reclamar al pequeño humano. Tenía la sensación de que Sun WooSun Woo parecía asustado. One Junn pudo saber por su interacción que  Sun Woo parecía asustado. One Junn pudo saber por su interacción que Hyung Jun era el que lideraba y Sun Woo lo seguía. iría. Aun si Hyung Jun protestaba por irse.

Tenía que encontrar una forma de ocupar a Hyung Jun para poder hablar con Sun Woo. One Junn sacó su teléfono y envió un rápido texto a Young Saeng. Tal vez su miembro de la manada podría venir a la cafetería y hacer compañía a Hyung Jun.

Cuando Young Saeng envió un texto diciendo que estaba en camino, One Junn sonrió. Le debia mucho a Young Saeng por ayudarlo.

-Vi una sonrisa de gato una vez-, dijo Hyung Jun.

-¿Antes de comer al ratón? -preguntó One Junn.

-No, él era simplemente malvado. Tenía que deshacerme de él porque seguía desgarrando mi mierda y agarrándome.

One Junn empezaba a preguntarse si Hyung Jun no era el que estaba loco.

-Sr. Happy no fue muy agradable -, Sun Woo estuvo de acuerdo. -Él solía arrastrarse bajo mi cama y usar mi piso como su caja de arena.-

-¿Te he dicho alguna vez que me despertaba y lo encontraba mirando directamente a mí? -preguntó Hyung Jun a Sun Woo. -Creo que estaba tratando de robar mi alma.-

Los magníficos ojos azules de Sun Woo se abrieron. -¡Él solía hacer lo mismo conmigo! Creo que el señor Happy era un demonio.

Si los dos pensaban que su peculiar gato era un demonio, deberían ver el mundo en el que vivía One Junn. Tendría que presentarlos a Joshua. One Junn sonrió al pensarlo.

Miró hacia la puerta cuando Young Saeng entró en la cafetería. Miró a su alrededor antes de dirigirse a su cabina. -Oye, One Junn. Es curioso que te encuentres aquí.

One Junn puso los ojos en blanco mientras se levantaba y dejaba que su amigo se deslizara dentro de la cabina. Young Saeng no podía actuar para salvar su vida.

 

-¿Qué demonios? -dijo Hyung Jun, levantando la mano-. -Hagamos de esto una fiesta.-

-Sé amable-, Sun Woo siseó.

-Estoy siendo amable-, respondió Hyung Jun. -Si no estuviera, le habría dicho a este loco y conseguido otro lugar-.

 

-Soy Young Saeng.- Él sacó la mano.

Hyung Jun lo miró. -Y no me importa.

-Es Hyung Jun y yo soy Sun Woo-, dijo el compañero de One Junn.

Young Saeng miró a One Junn. -¿Cúal?-

One Junn iba a retorcerle el cuello a Young Saeng. ¿Podría el tipo ser menos sutil? Ordena tu maldita bebida.

-Usted es el que me invitó aquí -dijo Young Saeng-. -No te vayas a hacer el molesto conmigo.-

-¿Pensé que lo encontró? -preguntó Hyung Jun, con la sospecha en sus ojos. ¿Que está pasando?-

Cuando One Junn permaneció en silencio, Hyung Jun empujó de nuevo al hombro de Sun Woo. -Venga. Nos vamos de aquí. Pretty Boy puede pagar nuestras bebidas. -

Young Saeng se echó a reír. -¿Niño bonito?-

-Dejalo -dijo One Junn con un gruñido-. Esta vez Sun Woo empujó la bota de One Junn cuando trató de detener a su compañero de levantarse.

-Estamos fuera de aquí-, dijo Sun Woo.

One Junn se levantó y dio un paso delante de su compañero. Miró a Young Saeng. Entreten a Hyung Jun, pero no seas tan molesto.-

Young Saeng tenía una mirada de conocimiento en sus ojos, una mirada que decía que había captado el hecho de que estos humanos no tenían ni idea de su mundo. Y por la forma en que miró a Sun Woo, también se había dado cuenta de qué hermano era compañero de One Junn.

-No es un problema.-

 

-No me estoy quedando-, argumentó Hyung Jun.

-Te mantendrás donde quiera que quiera que te mantengas -le advirtió Young Saeng, sin humor.

-Eso ni siquiera tiene sentido -soltó Hyung Jun.

 

-Siéntate-, ordenó One Junn antes de sacar a su compañero del comedor. Cuando se detuvieron en la acera frente a la ventana, One Junn se volvió hacia él. Se sorprendió de que su compañero no se hubiera resistido dado que había estado listo para arrastrar el culo hace unos segundos.

-¿Qué te pasa? -preguntó Sun Woo, mirando la ventana de cristal. -No voy a dejar a mi hermano.

-Y no te llevaré a ninguna parte-, dijo One Junn. -Pero necesitamos hablar.

One Junn sostuvo un gemido mientras Sun Woo deslizaba su lengua rosada sobre sus labios. -¿De usarme mientras estás en la ciudad?

One Junn sacudió la cabeza mientras miraba a Sun Woo. -¿Qué?-

-Yo... eh... no importa.- Sun Woo se volvió y se dirigió hacia la puerta, pero One Junn le agarró del brazo y lo hizo girar.

-Necesitamos hablar de ese cadáver.

-¡No hay cadáver!- Sun Woo levantó los brazos. -¿Qué te pasa?-

-He oído tu conversación con Hyung Jun. Ahora dime por qué había un tipo muerto en su habitación de motel.

Sun Woo palideció. Su mirada se dirigió a la ventana antes de girar y se fue por la calle.

Con un gruñido, One Junn dio la persecución.

 

 

 continuará....

 

 

 


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