Dios ayude a los marginados- Esmeralda
Tom Riddle
Creo que no querrás oírme,
Por yo Slytherin ser,
Creo que no sabré implorarte,
No te puedo ver.
¿Quién hubiera pensado que se hallaría ahí? Después de intentar hacer de una dictadura en el Mundo Mágico, Harry Potter, el-niño-que-vivió y ahora –el-que-venció lo detuviera, terminó encerrado en Azkaban. A él y a sus seguidores. Muchos fueron atrapados y pocos lograron escapar. Lucius, Severus, Bellatrix y Bartemius Crouch Jr lo acompañaban. Todos vestían ropas andrajosas, lo que fue un golpe duro para su orgullo, el de Lucius y Barty, pues los tres siempre elegantes y empoderados eran ahora una burla ante la sociedad.
Siempre me hallo marginado,
No vivo con virtud.
Veo tu cara y me pregunto
Lo que fuiste tú...
A él no le hacían nada, ni los dementores ni los guardias. Pero su peor tortura era ver como los otros sufrían sus errores. Bellatrix y Severus ya llevaban varios abortos, ambos tenían el don de dar a luz. Para Tom fue una enorme sorpresa cuando se enteró que Severus era un doncel. Por eso siempre tan delicado. Bartemius y Lucius eran rebajados a lo peor; ya fuera que los golpeaban o los dementores en ocasiones les quitaran la felicidad. Los ojos castaños y grises empezaban apagarse poco a poco.
Merlín les ayude,
Viven con sed,
Clemencia te piden,
Amor quieren ver.
Mira a mi pueblo, confían en ti,
Los marginados te ruegan vivir...
Narcisa había muerto, no, más bien, la habían asesinado. Draco se quedó huérfano. El pequeño rubio se escondía para no ser marginado y violado, pues él también era un doncel. Sabía que Lucius sufría por eso. Volteó a ver a Bertemius: estaba sentado en una esquina con un rostro apacible, sino es que muerto, mientras un dementor chupaba toda su felicidad. Bellatrix no reía, su rostro era gris por la suciedad y poseía grandes ojeras; los pómulos estaban flacos. No había comido nada: cortesía de su primo, Sirius Black. Y de lejos escuchaba los gritos y gemidos se Severus; repulsivamente supo quién era por los jadeos y gruñidos: Harry Potter. ¿Quién pensaría que el "niño vencedor" fuera así de sádico y bestia?
Dinero hacer,
Famoso ser,
Brillar con gloria y nombre tener.
Quisiera amor, yo poseer.
Te pido, Merlín, con fervor bendiciones.
Estuvo mal, lo sabía. No fue la forma correcta, lo sabía. Todo lo sabía, más no entendía por qué ellos tenían que sufrir sus errores. Nadie se acercaba a su celda, solamente para darle su comida y agua. Una papilla tiesa y agria que para Bellatrix sería un manjar. Cuando Harry terminó alcanzó a escuchar cómo se arreglaba la ropa. Cuando salió, Sirius no tardó en entrar. Black vio a Severus en el suelo, llorando y sangrando. No hizo nada. Solo se dirigió con Bellatrix y, por primera vez, en mucho tiempo, se metía a la celda. Pensó que la iba a violar, pero no. Sirius tomó a Bellatrix por el cabello enmarañado y la arrastró fuera del lugar. Tom sólo alcanzó a escuchar los gritos de la bruja. Una Black nunca rogaba, pero ya no se consideraba Black.
No pido nada,
Sé sobrevivir,
Pero hay otros muchos,
Que no son así.
Salva a mi pueblo
de su suerte atroz.
Pienso que todos
son hijos de Merlín.
Y así era ¿No? Brujas y magos. Qué lástima que lo entendiera demasiado tarde. Habían pasado ya veinte años desde su encierro. Fue testigo de cómo poco a poco sus compañeros y ex seguidores desaparecían. Ahora que estaba viejo rogaba a Merlín, máximo mago para todos, o Rasputín. Quien fuera. Que lo ayudara. Rogaba porque sus amigos no hubieran sido sufrido a la hora de su muerte, porque sabía que a eso se los llevaban: a morir. La puerta de su celda se abrió. No hizo nada, solo estaba sentado ahí, en ese lugar que estuvo por años mientras oía las torturas de todos. De los aurores que se imaginó que irían por él, nunca pensó que sería Harry Potter "el niño que venció". Se acuclilló enfrente de él y le sonrió. <<Sí, así se siente la soledad>> dijo. Se levantó y le apuntó con su varita.
Son marginados, hijos de Merlín.
<> fue lo único que oyó.